Capítulo 16
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⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇ ⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇
⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇ ⋇⊶⊰❣⊱⊷⋇
ꕥAdara.
En todos mis años de vida, jamás pensé que algún día recibiría un balazo, y mucho menos de la persona con la que había crecido.
Nunca nadie se imagina algo como eso...
Sin embargo, aquí estaba, una mujer de más o menos mi edad, cambiaba la venda que enrollaba mi muslo herido...
—Tranquila, con la pastilla que tomaste, el dolor disminuirá... —Su nombre era Hyo Ji, escuché que es una bruja, al parecer de las buenas, me sorprendió oír que lleva viviendo 100 años —Alguien va a traerte algo para comer, tienes que alimentarte bien.
Cierto, solo había pasado un día desde que Roma y Jungkook me encontraron, iban a hacerme estudios de todo tipo para saber en qué estado me encontraba yo debido al embarazo. No había hablado nada de eso con Jeon y siendo sincera, me aterraba hacerlo.
—Gracias, Hyo... —Murmuré en voz baja. Ella asintió y salió de la habitación.
Miré mi vientre, en realidad se veía igual que antes, todo parecía ser igual que antes, la realidad era que no.
Estaba embarazada, embarazada de Jeon Jungkook, el hombre más antiguo que cualquiera a conocido, y el hombre más mujeriego que pude haber visto.
Alguien tocó la puerta con suavidad. Una cabellera oscura se asomó por la puerta...
—¿Puedo pasar? —Era extraño verlo preguntar esas cosas, aun así, asentí con la cabeza y lo vi terminar de entrar, cerrar la puerta y caminar hasta mi cama y sentarse a un lado de mis piernas —¿Te sientes mejor? Hyo Ji dijo que tenías dolor...
—Sí, tomé una pastilla —Hizo un puchero y observó con detalle mi cuerpo —¿Qué sucede?
—Lo lamento, te dispararon por mi culpa y te lastimé —Fue cuando me miró a los ojos —¿Vas a dejar que te explique?
—¿Tiene que ser... que ser ahora? —La realidad es que temía escuchar sobre todo eso.
—¿Te parece perfecto en unos 20 años? —Fue sarcástico y al instante se colocó serio —Debo decírtelo ahora, ya no es opción esperar, además, hay otras cosas que debes de saber sobre ti, sobre nosotros...
De acuerdo, eso me ponía peor.
—Bien.
Se acomodó sobre la cama de tal forma que su rostro quedara frente al mío, uno de sus brazos pasaba encima de mis piernas, teniendo cuidado de no tocar mi herida.
—Voy a empezar desde el inicio... —Suspiró y se quedó callado unos segundos, para él también debía ser difícil recordar eso —En el pueblo en el que nací era cierto que habitaba una mujer a la que se le sospechaba de practicar brujería, mi padre la conoció años antes que, a mi madre, se veían de vez en cuando y debido a esos encuentros, la mujer quedó embarazada...
—Roma... —Murmuré y él asintió.
—Esta parte la sabes, mi papá deja de ver a la madre de Roma y conoce a mi madre, se casan y yo nazco. Sin embargo, al poco tiempo, descubren a la bruja, así que huye dejando sola a Roma, al fin y al cabo, era hija de mi padre así que la acogió, pero Roma detestaba a mi padre por dejarlas y a mi madre porque la bruja le dijo toda su vida que Omma era la culpable de eso...
《Ella y yo crecimos como hermanos. Recuerdo que teníamos una buena relación, ella cuidaba de mí cuando mis padres tenían que trabajar hasta tarde, me ayudaba a comer y me llevaba a la escuela... teníamos una relación de hermanos como cualquier otra. Nadie lo sabía, pero su madre seguía viva y Roma la visitaba, aprendiendo brujería... cuando cumplí catorce, las cosas cambiaron, no recuerdo mucho como empezó, pero recuerdo que aún a esa edad ella quería seguir vistiéndome, como si fuera un bebé, tenía ya catorce, no quería que mi hermana mayor me viera en ropa interior, eso a ella le molestaba, todo comenzó a cambiar; ella comenzó a ser coqueta, a ser muy cercana, a fingir que olvidaba su ropa para que yo la viera en ropa interior. Un día decidí salir a cazar solo, en ese tiempo era la mejor actividad que podías hacer, pero me fui muy lejos, llegué a un viejo lago que ya estaba seco y en vez de estar lleno de agua, estaba lleno de rocas, en medio salía un árbol extrañamente inclinado, sobre una de esas ramas había dos aves; una roja y una con tonos verdes...》
Yo fruncí mi ceño.
—Recuerdo que llamó mi atención al instante y me acerque a ver, me miraban y cantaban, tuve la intención de tocarlas así que me subí a las piedras para poder llegar, viste eso, resbalé cuando las aves volaron, me pegué en la cabeza, pero tuve una visión...
—¿Una visión, sobre qué? —Él sonrió suavemente y con inseguridad tomó una de mis manos.
—Había una bebé, su cabello era negro brilloso y sus ojos profundos, la piel blanca, a su alrededor había naturaleza, la vi de bebé y la vi de niña, corría por un prado y cerca de ella volaban dos aves, lo más curioso es que del pecho de la niña salía un hilo dorado y terminaba aquí —Llevó mi mano a su pecho, justo donde algo palpitaba con rudeza —No recordaba esa visión porque cuando la bruja que me encontró inconsciente me dijo que esa niña era mi otra mitad, la mitad de mi ser, Roma escuchó y ella ya estaba obsesionada conmigo así que borró ese recuerdo, me hizo creer que ella era mi mitad, pero nunca fue así...
—¿Quién... quién es?
—¿Aún no te das cuenta? Cabello negro, ojos negros, piel blanca, dos aves locas —Acarició cada parte de mi cuerpo que mencionó —Tú eras esa niña, Adara, tú eres mi mitad...
—P-pero... ¿cómo se supone que nos encontraríamos, si tu naciste hace mucho tiempo y yo...?
—Porque aún sin la maldición de Roma, yo desde el momento en el que nací ya era inmortal hasta cierto punto. Se les llama Niños dorados, o almas doradas, son niños que son concebidos por dos almas puras, nacemos inmortales debido al tipo de alma que cargamos, nuestra energía es dorada, y esa energía se recarga, Hyo Ji dice que cada quien tiene una fuente de energía, puede ser cualquier cosa, creo que la tuya es la naturaleza, por eso Roma te tenía viviendo entre ella...
—¿Yo, yo soy... eso? —Me señalé, todo era tan confuso.
—Sí, por eso Roma se aferra tanto a ti, los brujos descubrieron que, si tomaban la energía de las almas doradas, entonces tomaban también parte de su inmortalidad, somos inmortales desde el nacimiento, pero eso es gracias a la energía, por eso cuando los brujos tomaban en exceso, esos niños morían —Acarició mi mejilla —Al parecer tú fuiste la última niña dorada registrada en nacer, por eso no te deja ir, eres su única fuente de vida...
— ¿Sigues siendo un alma dorada?
—Sí, pero debido a la maldición que me dio, ya no puede robar de mi energía, pero según Hyo Ji, puedo y tengo que recargarla... —Me pareció curioso la manera en la que sonrió, como cuando algo le causa gracia.
—¿Cómo lo haces? —Y parecía que esperaba a que le preguntara eso porque cuando lo hice, soltó una risita y me miró.
—Sexo.
Bufé.
—¡Ya, enserio!
—Es verdad, mi fuente es el sexo, me sorprendió cuando me lo dijo Hyo Ji, pero supongo que ahora tiene más sentido el hecho de que sea tan sexual —Yo negué con la cabeza.
—Que conveniente —Ambos sonreímos, aunque mi sonrisa se borró cuando recordé algo más —Jungkook, ¿cómo te maldijo Roma? ¿Tus padres?
—Lo nuestro duró hasta que cumplí veinte, más o menos, para mí, todo comenzaba a ser extraño, malo, trataba de evitarlo, pero una noche entró a mi habitación y... bueno, me tomó dormido, ella había acostumbrado a mi cuerpo a reaccionar al suyo, tuvimos sexo en casa estando mis padres dormidos, fue un error, desde el inicio, mis padres debieron de escuchar algo porque entraron a mi habitación y me encontraron a mí con Roma sobre mi cama —Veía sus expresiones, parecía dolerle tanto, quise detenerlo, pero no me dejó —No tuvimos que mentir, nos habían encontrado teniendo sexo, mis... mis padres la echaron de casa, ¿y a mí?, Estaban decepcionados de mí, traté de decirles todo lo que había pasado, pero después de todo, yo también seguí...
—Kook... —Me acerqué más a él.
—Ellos no me echaron, pero podía ver que era doloroso verme ahí, así que me fui. No volví a ver a Roma hasta cinco años después, no sé cómo, pero logró encontrarme, seguía con su idea de seguir con lo que hacíamos. Me dijo que quería hablar y por eso la deje entrar, lo hicimos, hablamos, pero al final acabamos sobre mi cama, supongo que yo seguía siendo débil y fácil ante ella. Creo que escuchó que podía volver adicto a alguien con tu cuerpo, así que cuando estuvimos unidos de esa forma, recitó algo, ni siquiera lo recuerdo, pero Roma aún era inexperta, no estaba lista para ese tipo de encantamientos, o lo que sea, así que cometió un error, en vez de volverme eternamente adicto a ella, me volvió eternamente inmortal, sin la capacidad de morir nunca... ella no se dio cuenta y yo solo lo hice un tiempo después. Fue doloroso ver a mis padres morir y ni siquiera poder estar cerca, ver morir a cada persona que conocía y verme a mí exactamente igual, sentía constante dolor interno, tan profundo que comencé a hacerme daño, pero era gracioso verme intentar suicidarme de esa forma y despertar como sí nada...
Me dolía tanto verlo así, así que lo abracé.
—Me recordaba a mí mismo que había herido a mis padres, que los decepcioné, me sentía sucio, Adara, completamente sucio. Tenía sexo todo el tiempo con distintas mujeres porque me hacía sentir mejor, pero odiaba tanto que me tocaran y besaran porque me recordaba a Roma y me daba asco, sentía repulsión de ella y de mí, quería olvidarlo, quería morir y quizás volver a empezar, pero no podía... —Para ese punto, sus ojos soltaban lágrimas —Después encontré a Namjoon, fui encontrando y conociendo a los chicos, cada uno de ellos, víctimas de Roma, me sentí mejor el tenerlos conmigo, las únicas personas a las que tampoco vería morir nunca, pero deseaba morir, lo quería tanto... por eso la busqué todo este tiempo, porque después de todo ella lo había hecho y tenía la esperanza de que supiera deshacerlo, no tenía idea de que yo fuera un alma dorada...
—Lo siento, siento que tengas que vivir con ese pesar —Murmuré sobre su oído. Lo sentí alejarse para mirarme a la cara.
—Ya no quiero morir, quiero que estés conmigo, Ada, quiero que estemos juntos —Dijo —Debí pedírtelo desde hace mucho, pero soy un idiota, quiero que estés conmigo, tú y nuestro bebé...
—¿Tú quieres tenerlo?
—¿Por qué no querría tener al bebé que hice con la mujer que amo?
—Tu vida...
—Eso no era vida, nena, solo estaba existiendo. Tú... eres mi alma, Adara, eres mi vida y te amo, no quiero estar con otra persona, no quiero conocer a nadie más, he conocido ya a muchas personas y puedo asegurarte de que ninguna se compara contigo —De su bolsillo sacó aquel collar que me había regalado —¿Estarás conmigo?
Ni siquiera debía pensarlo. Asentí y él, con una sonrisa enorme pegada en la cara, se acercó a ponerme ese collar tan delicado.
—Hermosa —Susurró antes de besarme.
ꕥJungkook.
Adara llevaba viviendo 40 años, pero para ella no era así. Al parecer Hyo Ji logró descubrir que Roma había alterado los recuerdos de Adara, haciéndola creer que había nacido en otro tiempo...
Mi chica estaba sin palabras y en una extraña etapa de negación, pero comenzaba a aceptarlo.
Llevaba una semana en casa, tuve que mandar a alguien a su universidad y avisar en la situación en la que estaba ella, yo no estaba de acuerdo, pero Adara insistió en que le dieran los trabajos y tareas que habían hecho en su ausencia.
Su pierna seguía mejorando, ya podía ponerse de pie sin quejarse.
¿El embarazo? Según el doctor, todo estaba perfectamente, Adara iba a ser una embarazada sin muchos síntomas, lo único que tenía eran antojos, todo lo demás, la mayoría de los síntomas los tenía yo, jodida mierda.
—¿Mejor? —Escuché su bonita voz a mis espaldas. Dios mío, ¿qué hacía yo vomitando?
Bajé la palanca del retrete y me senté sobre este una vez que enjuagué mi boca. La miré, aún no se notaba nada, aunque varias veces había pasado mis manos sobre su vientre y había notado una leve hinchazón en su estómago, sentir eso provocaba unas extrañas cosquillas en mi estómago, el pensar que algo estaba creciendo dentro de ella, algo que habíamos hecho ella y yo, me hacía sentir algo cálido en el pecho.
—Por esto digo que estamos embarazados, joder —Me quejé otra vez —Son las ocho de la noche, debería estar haciendo cualquier otra cosa, como buscándote tus antojos, en vez de estar vomitando...
—Eres el padre, el doctor dijo que a veces era normal que tuvieras síntomas.
La jalé de su camisa, que por cierto era mía, y la acerqué a mí.
—¿Puedo tocarte ya?
—No, sabes que el doctor dijo que, ya que era primeriza, lo mejor era esperar a la semana 20 para estar más seguros, no seas...
—No puedes culparme, sabes que lo necesito —Me burlé —Además, te ves tan sexy estos días, y me pone tanto el saber que estás creando algo nuestro, algo que yo provoqué...
Mis manos se pasearon por sus caderas y fueron subiendo poco a poco con intenciones de llegar a sus pechos, pero mi dulce Adara era una mujer decidida y le agradaba más vivir la vida siguiendo reglas, así que, de un manotazo, alejó mis manos de esa parte bella de su anatomía.
No insistí, porque lo que también tenía, eran cambios de humor...
—Por cierto, mañana tengo que ir a las oficinas, tengo muchas citas atrasadas —Le comenté, mientras la veía cepillarse los dientes.
—Genial. Me levantaré temprano y...
—No, quiero que te quedes aquí, aunque no sea un embarazo de riesgo, no quiero que andes de arriba para abajo, al menos no las primeras semanas, los chicos se enteraron por equivocación, pero prefiero que esto quede entre nosotros hasta que sea más seguro —Me acerqué a su espalda y besé su cuello con delicadeza.
—¿Te da pena?
—¿El que?
—¿El haber embarazado a una mujer?
—Tengo pene, y espermatozoides, ¿qué esperabas? No soy estéril —Sonreí sobre su piel —Puedes comprobarlo tu misma, ¿y por qué rayos me daría vergüenza?
—Porque tenías una repu...
—¿Sigues con eso, Adara? —Me alejé de su cuello para mirar sus ojos mediante el espejo —Se qué tipo de vida llevaba antes de ti, hay muchas mujeres con las que me metí, puedes cruzarte con alguna incluso, pero créeme cuando te digo que no era agradable sentirse fuera de este mundo, no tener algo a lo que aferrarse y amar. Te amo, Adara, no solo por mi jodida visión o por lo que llevas en el vientre, te amo a ti, a quien eres, la manera en la que piensas y sientes, me gusta como vez el mundo, me das una nueva forma de ver la vida. No siento vergüenza el haberte embarazado, aun me provoca un poco de miedo porque jamás pensé ser padre, pero sé que lo haremos bien, lo mejor que podamos.
—Siempre teniendo respuesta para algo... —Rodó los ojos —También te amo.
Esos eran nuestros primeros te amos.
Pegué mi cadera a la suya.
—¿Ah, si? —No pude contenerme de besar su cuello una vez más, mis manos, que estaban posadas sobre el mármol del lavamanos, se posicionaron sobre sus caderas —¿Mucho?
—Mucho.
—Entonces dame tu prueba de amor —Bromee.
—¿No es suficiente con llevar a tu hijo en el vientre? —Fingió estar indignada.
—Lo es... —Sonreí. Mis manos fueron hasta su vientre para acariciar la piel de esa zona.
—Jungkook...
—Mh
—Roma dijo que mis padres murieron, ¿es cierto?
Mis caricias se detuvieron al instante.
—Sí, y no —Su cuerpo se puso tieso —Roma te robó de tus padres cuando tenías semanas de nacida. Al parecer vigilaba a tus padres cuando aún no nacías, sabía que serías dorada así que se mantuvo cerca hasta que naciste, una noche entró a tu casa y... ¿en verdad quieres escucharlo? —La miré por encima de su hombro. No era una historia linda, no era algo que quisiera decirle porque sabía que iba a dolerle escucharlo.
—Jungkook, por favor, fui engañada toda mi vida, quiero saberlo.
—Roma prendió fuego en la habitación de tus padres mientras dormían y los encerró ahí, después fue por ti y lo hizo ver como un accidente, después fingió ser una niña y un día ambas aparecieron en un orfanato, sabía que al cumplir ella la mayoría de edad, podría hacerse cargo de ti... —Susurré. Ella se recargó al lavamanos y suspiró temblorosamente —Enserio lo lamento, Ada.
—¿S-sabes cuales eran sus nombres?
—No, fue hace mucho tiempo y hay muy poca información. Tú eras una bebé así que no tienes recuerdos de ellos... —Cuando alzó la cabeza, aprecié lágrimas en sus mejillas —Te prometo que no tendrás que volver a verla, no tendrás que cruzarte de nuevo con Roma, Adara...
—Me quitó a mis padres —Se dio la vuelta para poder abrazarme —No quiero que le suceda lo mismo a...
Se detuvo a sí misma cuando le fue imposible seguir reteniendo su sollozo.
—No tienes que preocuparte por eso, nena, no dejaré que se acerque a ustedes, enserio —La apreté más contra mí cuerpo. Quería meterla entre mi piel y protegerla de cualquier mierda de la vida, de cualquier cosa que pudiera herirla.
Como sus ojitos pueden observar, tenemos nueva portada debido y gracias a LizbethCoven, y también separadores bellos, estoy feliz porque antes nunca tuve unos. Muchas gracias a ella por la portada y los separadores...
Y, Adara esta embarazada y... Jeon quiere tenerlos. *llora en latina* y también pobre de Ada, fue separada de sus padres. ¿Se esperaban que ella también fuera un alma dorada inmortal, bueno, casi, se lo esperaban?
Muchas gracias por leer, votar y comentar.
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