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: ̗̀➛Jungkook.

Los siguientes días fueron los más agonizantes por los que pasé en toda esta eterna vida.

Apenas había comido algo.

—Jeon, tienes que ducharte. No puedes seguir de esta forma, no vas a encontrarla estando así ... —Escuché que me dijo Namjoon. Yo solté la ropa de Adara cuando no pude ver su futuro, y por ende dónde podría estar.

"Ella siempre fue especial. Desde el momento en que fue concebida, ella ya era dorada, Jeon. Es por eso que no puedes ver su futuro..."

Era cierto. Desde la primera vez que tomé la mano de Adara, no vi su futuro, solo el pasado y presente. Tampoco era sencillo saber sus pensamientos y emociones...

—Llevas días de esa forma... apenas has salido de aquí —Miró toda la habitación que ocupaba Adara.

Desde aquel día en el cual se enteró de que Roma era mi media hermana, con la cual había mantenido una relación incestuosa, no había vuelto a saber de ella. Me arrepiento de no haber corrido detrás de ella, me arrepiento tanto...

Ella creía que yo la había usado para volver a encontrarme con su jodida hermana falsa, ella creía que seguía sintiendo algo por Roma...

—Tú... ¿no la usaste, ¿verdad? —Miré a Namjoon con lentitud —¿Aun sientes algo por Roma?

Tuve que reírme.

—Namjoon. En aquel tiempo era un niño, ni siquiera había dado mi primer beso, apenas había tenido una erección accidental... ¡por dios, ni siquiera me había hecho mi primera paja!! —Recosté mi espalda a la cama —Era un niño. Era casi inocente, aún seguía siéndolo a pesar de todo, cuando Roma comenzó a seducirme ni siquiera sabía que lo hacía, pero mi cuerpo de adolescente lo sentía y reaccionaba... era mi hermana, mi hermana mayor y te juro que la amaba como tal, hasta que lo arruinó, hasta que lo arruinamos. Me hizo creer que esos sentimientos morbosos e intensos era amor, yo como el niño inexperto que era, le creí...

—Jungkook...

—Pensé que era amor. Que esa asquerosidad que teníamos era amor, pero no fue así, nunca sentí amor por ella... Lo confirmé cuando conocí a Adara —Sentí húmedas mis mejillas —No sé qué es esto que siento, Namjoon, pero siento que me está matando por dentro. Siento que está consumiendo todo en mi interior, el saber que me odia, el saber que pude haberla perdido para siempre me hace sentir sin aire... necesito encontrarla y explicarle todo.

—Conozco... a una bruja —Mordió su labio cuando lo miré —Se que no les tienes confianza, pero no todas son como ella. Esta chica trabaja con el bien, confío en ella, creo que puede ayudarnos si la dejas venir...

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—Jungkook... lo prometiste —Escuché la voz de Jimin a mis espaldas. Tuve que ablandar y desviar mi mirada de la mujer que se sentaba a unos metros, exactamente del otro lado de la gigante mesa.

Su nombre era Hyo-Ji, 100 años de antigüedad con apariencia de una chica de 23 años, bruja blanca, según palabras de Namjoon, y con conocimientos de brujería negra.

Me mira con inseguridad y alerta. Sabe que su presencia no es muy bien recibida, pero también sabe que sus conocimientos me son indispensables en estos momentos. No confío en lo que es, en cómo fue criada, pero Nam confía en ella y yo confío en él.

—Así que... —Por primera vez le dirijo la palabra —¿Crees poder... ayudarme? —Era la primera vez en toda mi existencia en la que yo pedía ayuda a alguien.

—Creo que puedo apoyar en la búsqueda, incluso a su propia búsqueda interior —Su voz era suave. En el pasado hubiera intentado follármela, hoy eso ya no me llamaba como antes, al menos no de ella.

—¿Búsqueda interior? —Fruncí mi ceño.

—Hay cosas que ya no recuerda, ¿no? Puedo ayudarle con eso... a veces para encontrar algo que busca, tiene que primero encontrarse a sí mismo.

—Me precisa Adara...

—¿Me permite? —Se puso de pie y señaló mi costado, yo asentí no muy convencido. La vi caminar hasta colocarse a un costado mío —Cierre los ojos.

Jodidos...

Hice lo que me pidió.

—Trate de pensar en recuerdos de su niñez, de la vida que llevaba antes de ser inmortal, puede ser cualquier recuerdo, bueno o malo... —Su voz comenzó a ser aún más suave y aterciopelada.

Yo de pequeño en el lago congelado.

Yo de pequeño dándole de comer a los venados.

Un Jungkook adolescente cazando con su padre.

—Eres un niño dorado... —Dijo ella de repente. Abrí los ojos y me encontré con su rostro frente a mí y sus manos alrededor de mí cabeza, sin llegar a tocarme. Se alejó.

—¿Qué?

—Eres un niño dorado, creo que tienes noción de lo que es...

—Se que son niños que nacen con ciertas habilidades —Hablé con el ceño fruncido.

—Sí, niños dorados, se les llama de esa forma debido a la energía que cargan en sus cuerpos y almas... —Decía ella mientras caminaba a mi alrededor —Son niños que nacen de dos almas puras. Estos niños nacen con una inmortalidad natural, no mueren nunca, a menos que una bruja tome sin control de su energía...

—No entiendo.

—Verá, señor In. Nuestros padres nos cuentan que hace muchos años atrás existió una bruja poderosa, esta mujer tenía habilidades sorprendentes, pero comenzaba a envejecer, bebía encantamientos para evitar eso, pero solo duraban meses, deseaba encontrar la cura a la muerte... —Hyo-Ji tomó asiento a mi lado.

—¿Cómo lo hizo?

—Algunos dicen que bebió sangre humana, pero en realidad ella fue la que halló a un niño dorado y descubrió que la energía de esos niños era la cura a la muerte. Se dio cuenta que, si se tomaba una parte de esa energía dorada, las brujas adquirían una pequeña parte de la inmortalidad de los pequeños.

—Es así cómo viven tanto tiempo... —Concluí —¿Qué sucedía con los niños dorados?

—Nacen inmortales, pero esta bruja se dio cuenta que esa inmortalidad, esas habilidades que poseen vienen de su energía, así que cuando las brujas tomaban constantemente de su fortaleza, con el tiempo ellos morían...

—Roma lo sabía... —Susurré.

—Quizás, cada bruja o brujo podemos reconocerlos. Si tomaba de tu energía, lo hizo moderadamente o llenaba tu energía al mismo tiempo que quitaba...

—¿Cómo es eso?

—Los niños dorados nacen con habilidades, ellos no pueden ser encantados, a menos que sea de manera física, ya sabes; tocándolos directamente o dándoles de comer algo, no se les puede ver el futuro, son capaces de entrar en la mente de las demás personas y logran restaurar su energía con su fuente...

—¿Con su fuente? ¿Qué quiere decir eso? —Esta vez preguntó Namjoon.

—Tienen que recargar su energía, cada uno de ellos nace con una fuente distinta, se le dice fuente o centro a eso en donde ellos pueden recargarla. Puede ser cualquier cosa, un lugar, una cosa, una persona, animal, naturaleza, incluso una acción.

—La mía... ¿Cuál era? —Cuestioné con suavidad.

—Seguro es el vino, siempre toma vino —Se burló Yoongi.

—Sexo... —Pronunció la chica y todos nosotros nos quedamos en silencio —Tu fuente, curiosamente y para tu mala o buena suerte es el sexo, tener sexo restaura tu energía dorada...

Tuve que reírme. Ahora entendía por qué me sentía mejor después de tener sexo con alguna mujer.

Era mi jodida fuente.

—Sigues teniendo el alma dorada...

—Pensé que eso se había ido después de que Roma...

—No, ella solo cometió un error en el encantamiento, pero eso no borra la manera en la que naciste...

Ella volvió a ponerse de pie y se acercó a mí.

—Ahora voy a desbloquearte recuerdos —Me murmuró. Me pidió cerrar los ojos y concentrarme en únicamente su voz y en los latidos de mi corazón.

Comencé a sentir mi cuerpo pesado, dejé de sentir la silla debajo de mí y las manos de la bruja sobre mi cabeza. De pronto no sentía nada a mi alrededor, solo silencio y tranquilidad, me permití abrir los ojos y entonces fue cuando me di cuenta de que ya no estaba en la sala de juntas de mi propiedad.

Estaba delante de un pueblo, lo reconocía, lo recordaba. Podía ver a personas caminar, algunos acarreaban objetos, e incluso animales. Me sobresalté cuando un grupo de niños pasaron corriendo justo delante de mí.

—¡Eres muy lento, Jeon...! —Uno de los niños se burló del otro.

Reconocí a uno de ellos. Su cabello era oscuro y brillante, tenía ojos grandes y labios delgados y pequeños.

Seguí a los niños hasta que llegaron al inicio del bosque, me detuve abruptamente cuando ellos lo hicieron, no siguieron riendo ni jugando, no entendía que pasaba hasta que miré delante de ellos, había una anciana, vestía una larga capa que cubría todo su cuerpo hasta sus pies, tenía puesta la capucha y observaba con sutileza a los niños, como si tratara de descubrir algo...

—¡¡Aléjate de los niños!! —Un desconocido hombre llegó hasta la escena, se colocó delante de los niños y comenzó a gritarle a aquella mujer que se largara, llamándola bruja.

Entonces me di cuenta de que conocía a esa mujer, era la madre de Roma.

Aquella mujer que fue quemada por el pueblo debido a que la acusaban de haber asesinado a un niño.

Pasé a otro recuerdo.

Tenía unos trece años, caminaba hacia lo profundo de un bosque, llevaba un arma en las manos, estaba cazando. Estuvimos un par de minutos más hasta que llegué a un lago de rocas, me di cuenta de que en medio de las rocas sobresalía un árbol, un árbol con una extraña y curiosa forma, en una de sus ramas había dos aves, una roja y la otra de un tono verdoso, muy sutil. Ambas estaban juntas y cantaban con energía...

Me llamaron la atención de forma inmediata, caminé hasta aquel árbol, el Jungkook adolescente soltó una maldición cuando casi resbala debido a que las piedras estaban mojadas. Subió a ellas y estiró el brazo para alcanzar a las aves, sin embargo, no contó con que estas se sobresaltaran y salieran volando en su dirección, él se asustó y resbaló...

Lo vi caer de espaldas en la piedra y golpearse un costado de la cabeza.

De pronto yo comencé a tener una visión:

Había alguien, lo escuchaba, hacía sonidos extraños, como gorgojeos, la imagen comenzó a acercarse y a aclararse hasta que fui consciente de un bebé, una bebé, estaba sentada sobre una manta en el pasto, había mariposas a su alrededor, la niña reía a carcajadas, tenía el cabello de un tono oscuro profundo y unos ojos intensos. Detrás de ella había dos aves, una roja y otra verde...

De pronto me di cuenta quién era. Era Adara...

La imagen cambió y esta vez estábamos en el mismo lugar, solo que esta vez había pasado el tiempo porque la misma niña esta vez correteaba mientras reía, perseguía a esas mismas aves, su cabello, ya más largo, ondeaba con el aire, lucia hermoso debajo de los rayos del sol, pronto me di cuenta que una extraña cuerda dorada salía de su pecho, era delgada y también ondeaba suavemente por el aire, pensé que era alguna clase de juguete de la niña, pero esta parecía no verla, la seguí con la mirada, era larga...

Hasta que me di cuenta de que esa cuerda dorada terminaba justo sobre mi pecho, ingresaba a mi cuerpo y se perdía en mi anatomía, justo como en el de ella, no lo comprendí...

El recuerdo terminó y entonces volví a ver al Jungkook adolescente. Estaba sobre la cama de alguien, con la cabeza vendada, el joven abría los ojos con dificultad, una mujer joven lo ayudó a sentarse sobre la cama.

—Al fin despiertas, llevas unas horas dormido... —La mujer le ayudó a beber agua —¿Estas mejor?

—¿Qué pasó?

—Resbalaste y te golpeaste la cabeza, te pondrás bien... —Le aseguró. El chico se quedó en silencio, tratando de entender el sueño que había tenido —No fue un sueño...

—¿Qué...? —El niño se confundió.

—Fue una visión. La niña, tuviste una visión de la otra mitad de tu alma, de tu persona especial... —Le dijo suavemente la adulta.

—¿Mi mitad...?

—Sí, aunque es extraño, ella no nace en este tiempo, tendrás que esperar por mucho para poder volver a verla.

El Jungkook joven se quedó sorprendido y al mismo tiempo sentía nostalgia, como sí extrañara profundamente a alguien, a esa niña...

Media hora después, él salía de aquella cabaña, agradeciendo a la mujer, sin embargo, al salir se encontró con Roma, lo miraba profundamente y con furia.

—¿Ro...? —Pero ella no lo dejó hablar. Fui testigo de cómo tocaba su cabeza y mientras lo miraba directo a los ojos, le repitió unas palabras.

—Olvidarás esa visión, y en lugar de ver a esas aves, verás solo el árbol torcido, y en lugar de aquella niña me verás a mí, la única persona a la que podrás amar debido a que yo soy tu mitad, yo soy la otra mitad de tu alma, repítelo...

—Roma es la mitad de mi alma, la única que podré amar —Repitió él, como un robot.

Empujé a la bruja lejos de mí y caí con fuerza al suelo. Tosía con brutalidad mientras llevaba mis manos a mi pecho, sentía una presión fuerte y profunda en ese lado de mi cuerpo, como si de pronto sintiera, finalmente, lleno mi pecho, se sentía pesado, pero al mismo tiempo liviano.

—Jeon ¿esta...? —Escuché a los chicos tratar de acercarse.

—Déjenlo, dejen que lo digiera, dejen que se acostumbre... —Los detuvo Hyo-Ji.

Esa presión en mi pecho se fue alejando poco a poco, al final solo dejó un cosquilleo muy débil, apenas podía sentirlo, pero estaba allí y tiraba de mí a alguna parte...

Hyo-Ji se hincó delante de mí y me miró a los ojos. Sentía los míos llorosos...

—Ahora lo sabes... ya no me necesitas para encontrarla, lo harás por ti mismo —Colocó su mano sobre mi pecho y sonrió.

Roma había borrado ese recuerdo, la visión la había alterado y me había hecho creer que ella era mi mitad, me había hecho creer que yo jamás podría amar a alguien más, más que a ella, tuve que vivir todo este tiempo pensando que jamás podría enamorarme en verdad, pero jamás fue así, yo ya amaba a alguien, yo había nacido por alguien y ahora lo sabía...

Adara era la otra mitad de mi alma, mi corazón, y debía hallarla, debía decirle todo lo que siempre debí decirle... 

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Jungkook es un niño DORADO.

Mini maratón

02/03

Gracias por leer.