Adrien suspiro al escuchar el grito de Chloe dentro del salón, ella podía ser algo posesiva con su amistad. Y, aunque no lo demostrara, en el fondo era una buena persona.

Al bajar las escaleras, guió a Marinette a una de las bancas cercanas, indicándole que tomara asiento junto a él.

No habían pronunciado palabra alguna desde que salieron del salón, y eso lo ponía nervioso. Sabía bien que ella no estaba molesta o algo por el estilo, aun así no podía evitar esa sensación.

Eran las únicas personas en ese parte de la escuela, todos se encontraban en sus respectivas clases (Excepto ellos y sus compañeros, que se encontraban en la baranda que daba enfrente de su salón, por alguna razón)

Ella tenía la mirada fija al suelo, el sabia la razón.

Sabía que Marinette tenía sus preocupaciones, que él se hubiera molestado con ella por aquellos comentarios.

Tomo aire, dándose valor para poder hablar con ella.

— Marinette — .

— Adrien ¡Lo siento! R—realmente sé que no era un tema de mi incumbencia — Sus manos apretaban débilmente su pantalón — No tenía derecho a decirte esas cosas ¡Y—yo lo siento! — .

Aunque él ya sabía lo que su amiga sentía respecto a eso, su corazón no pudo evitar sentirse estrujado ante sus palabras ¿Cómo podía pensar que estaba enojado con ella?

— Marinette — Volvió a llamar, logrando que lo mirara al fin — Tienes todo el derecho — Hizo una pausa para rascar su nuca con nerviosismo — Somos amigos, y los amigos no se guardan secretos, quien te debería pedir disculpas soy yo, por preocuparte — Mordió su mejilla por dentro, decir aquellas palabras le sentaban mal porque no podía revelarle que él ya sabía cómo se sentía, bueno, Chat Noir lo sabía.

— Pero, quizás tenías ¡Digo! Tienes una razón — Sus ojos tenían la preocupación encarnada — No debí, quizás no era el momento, no sé por qué lo hice de repente — —

Adrien la observó, definitivamente tenía mucha suerte.

Puso con gentileza sus manos en los hombros de Marinette, obligándola a que no girara la mirada.

— No — Negó con la cabeza suavemente — Te diré la verdad — Sonrió levemente, logrando un suave sonrojo por parte de Marinettte — Es difícil, Mari, el no poder mostrar tus emociones al cien por cierto, por el que dirán — Su mirada se desvió un poco — Debo tener cuidado si quiero seguir aquí, con ustedes. Quizás pensaras que es un problema algo tonto o — Calló de repente al sentir unas suaves manos apretando con delicadeza las suyas.

— Nunca pensaría eso, Adrien — Su rostro había adquirido más color carmín del que ella hubiera deseado en ese momento, bajo las manos de donde se encontraban, haciendo que Adrien hiciera lo mismo, estaba nerviosa, pero debía estar para el — T—tienes un gran peso encima y por eso lamento el cómo te dije las cosas, quizás con un poco más de tacto p—para empezar — Una pequeña risa nerviosa salió de sus labios, haciéndolo sonreír a él.

— Aparentemente no lo tienes — Bromeó, para reír un poco con ella — Y, lejos de molestarme, me sentí feliz —.

— ¿F—feliz? — Preguntó arqueando una ceja confundida.

Él asintió.

— Bueno, no creí que alguien lo notara, y cuando me dijiste todo aquello, preocupada, me sentí feliz — Un leve sonrojo se instaló levemente en sus mejillas, que desapareció rápidamente — ¡No me malentiendas! Sé que Alya, Nino e incluso Chloé se preocupan por mí, además del resto de la clase, pero el saber que alguien a quien aprecio atravesó esto — Dijo, señalando su rostro— Me hizo sentir feliz — .

— Sabes que puedes contar conmigo, Alya, Nino y como lo has dicho, incluso Chloé — Pauso un poco para poder tomar el valor que necesitaba — P—pero si aún te sientes inseguro sobre ese tema ¡D—digo! tema... Cuando necesites hablar sobre ello, aquí estaré — Una sonrisa apareció en el rostro de ambos — De igual manera lo sabré — Bromeo con tal naturalidad que a ella misma le asusto, volviendo a encender su rostro.

Una estrepitosa risa logro que aquello se disipara, lo observo reír por su mala broma y comenzó a reír también.

Ambos se sentían felices.

No había secretos, o al menos, no tantos.

[...]

Hasta varias semanas después el descubrió que su querida amiga Marinette tenía un secreto.

Uno que penso que ella no le guardaría, o que al menos tendría la confianza de hablarlo con él.

¡Comentarlo o que sabía él!

Eran amigos, el la consideraba (y considera) su mejor amiga.

Aquellas barreras que él tenía con ella en su identidad civil poco a poco iban desapareciendo. Ella tomaba un poco más de confianza, ambos podían bromear juntos y tener largas charlas en los recesos, él le contaba todo.

<<Bueno, excepto que en ocasiones voy a su casa con traje de cuero negro, a charlar y que ella me hablara de my lady se vez en cuando>> Pensó.

Ni a Chat Noir ella le había dicho, cuando ella sabía a quién amaba y, que de vez en cuando, se animaba a contarle un poco sobre ella.

Aun recordaba cuando con horror descubrió que el postre favorito de su bella dama con traje carmín era el pastel de queso.

<<Cruel ironía >>

Y fue peor cuando un día la descubrió saboreando en el salón de clases a Marinette uno de esos malditos pasteles.

¡¿Porque la desgracia lo rodeaba?!

Bueno, aquello se había salido un poco del tema.

Ella le había ocultado algo y eso le dolía.

Y no supo por que se sentía incómodo con aquella revelación.

Tenía miedo.

Miedo que le arrebataran a su amiga, aquella que con esfuerzo había estado descubriendo, que le apoyaba y sabia como se encontraba solo con mirarlo.

No quería perder su atención ¡Era su amiga!

Y... ¿Cuál era aquel secreto que la dulce Marinette le había ocultado?

Pues...

Era una de las horas libres del día, usualmente al ser la más temprana muchos alumnos ocupaban ese tiempo para hacer sus tareas, así como él y Nino.

Estaban en la biblioteca, tenían que usar solamente libros para aquella nefasta "línea del tiempo" que tenían que entregar en equipo.

Ambos estaban buscando libros en una de las grandes estanterías, todo normal.

Hasta que ocurrió.

— Ahhh, ¡Marinette! Tendrás que decirle tarde o temprano — Escucharon ambos a lo lejos, seguido de un "shhhhh" — Solo digo que si no haces nada, no podrás conseguir nada — Siguió pero ahora con un tono mucho más bajo.

— Alya, no creo que ahora sea buen momento — Insistió ella, Adrien al escuchar la voz de Marinette se puso más atento, ignorando la voz de Nino a un lado, que decía que no debían estar escuchando eso.

— ¡Claro que sí! El chico se ve interesado en ti ¡Podría jugar que también le gustas, Mari! —.

Y aquel comentario quedo grabado en su cabeza.

«También le gustas»

«Gustas»

«Gustar»

«A Marinette le gusta alguien, y nunca me lo dijo »

Y, por eso alrededor de las 10:00pm se encontraba como Chat Noir tocando tocando en la trampilla que da a si habitación, hasta recibir un leve "Pasa".

Se introdujo sin la menor delicadeza.

Salto de su cama hasta la parte baja de la habitación, buscándola con la mirada hasta toparla con ella en la silla contigua a su escritorio, con el cabello suelto.

Ella lo iba a saludar, como ya se había acostumbrado cada vez que él llegaba a su habitación.

Pero Chat no dejó que palabra alguna saliera de su boca, por que la había sorprendido con unas palabras.

— ¡¿Por qué nunca me contaste que alguien te gustaba, Marinette?! — Hizo una pausa mientras tomaba aire — ¿No confías en mí? —

Y Marinette vio en sus ojos la misma tristeza que vio aquella vez cuando le negó el saber su identidad, y le dolió.

Porque ella confiaba en él, con su vida y fácil la entregaría por su amigo gatuno.

¿Debería decirle ella alguna vez que ella era la heroína de traje rojo?

¿Debería admitir que le importaba más de lo que ella podía imaginar?

En algún momento, sí.

«Un segundo ¡¿Como él sabía aquello?!»

Cierto gato no había planeado muy bien aquello.

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Y aquí queda este capitulo, unos dan pasos adelante, luego pasos atrás, estos dos son un amor!

En fin, espero hayan disfrutado la lectura, un poco menos que lo habitual pero enserio tenia que quedar ahí, tiene que haber algo de drama!

Los incito (si, pero también invito) a pasar por mi nuevo proyecto, "La princesa y la plebeya" Donde hay salseo, nuestros hermosos héroes y dos amores imposibles *spoiler alert*

Besos!

   [EDITADO]