Idiotas
Al término del día cuando finalmente volvió a casa se sentía tan absorto en sus pensamientos y emociones vividas ¿Acaso aquello debía tomarlo como una coincidencia?
Hasta donde sabía, Marinette mantenía una amistad estrecha con Ladybug, pero ¿Acaso había alguna posibilidad que aquello no era del todo verdad?
Era algo muy pequeño por lo que se había comenzado a plantear eso, pero mientras más lo pensaba, más cosas obvias iban brotando en su mente, dejándolo peor de lo que estaba.
Durante los siguientes días de la semana había estado alerta, como si de un felino asechando a su presa se tratara.
Su presa: Ladybug y Marinette.
O Marinette y Ladybug.
Ambas, o una sola.
En el instituto prestaba más atención de la debida a sus movimientos, su actitud y como se anteponía en los problemas que enfrentaban día a día como adolencentes.
Por la noche cuando el pasaba a visitarla, cual gato callejero, se fijaba en la comodidad que sentía con él y como podía expresarse, incluso la actitud un poco mandona que tomaba cuando el tiraba sus cosas.
Y más tarde, cuando ella lo corría para poder dormir, alegando que tenía demasiado sueño, era casi justamente a la hora que tenía acordado en patrullar con Ladybug.
Cabe decir que se notaba que en realidad no tenía ni una pizca de sueño.
Su Lady, la dueña de su corazón.
Marinette, su mejor amiga.
Y la idea de que ambas fueran la misma persona hacia que su corazón se desbordara de alegría.
Pero tampoco debía ilusionarse, o pensar cosas extrañas.
Y así como así, la semana había pasado más rápido de lo previsto, la noche del viernes había llegado y en la mansión ya no se encontraba nadie del servicio, su padre llegaría dentro de poco pero sabía que llegaría directo a la cama, todo estaba en orden.
Se dispuso a salir por la ventana luego de que su transformación terminará, tenía antojo de unas galletas, quizás también unos rollos de canela, y sabía donde podía conseguirlos.
[…]
— Insisto, Adrien se esta comportando... Raro — Alya cerró sus ojos, buscando en su mente todo el anterior extraño comportamiento de su amigo.
Y es que al día siguiente de su aun más extraña y alarmante actitud, ahora estaba raro, observando todo a su alrededor como si un gato fuera.
Pero observando especialmente a Marinette.
— Adrien siempre ha sido raro Alya — Comentó Nino, restándole importancia al asunto mientras se llevaba otra papita frita a la boca — ¿No recuerdas cuando me preguntó que era cuando una mujer esta en sus días? Es inteligente, pero, oh chica, si que es raro — Añadió.
— Sí, recuerdo que fue cuando Alix tuvo un pequeño accidente — Recordó apenada, vaya que la compadecía. Sacudió su cabeza, se estaba desviando del tema — Pero no me refiero a eso, si no ya sabes, como mira a Marinette, como si la asechará —.
— Quizás se dio cuenta que le gusta y que su crush con Ladybug es imposible — Hizo una pausa — Además no sería raro, Marinette es una chica lin…¡Au! — Había recibido un leve golpe en las costillas, pero de la impresión sus frituras terminaron regadas por la calle.
— Te recuerdo que estamos en una cita Nino, no es correcto llamar a otras chicas lindas — Alya rió — Pero sí, Marinette es la chica más linda que cualquier chico podría desear, si yo fuera uno también me gustaría —.
— Eso no es algo que ningún novio quiere oír ¿Sabes? — Observo a ambos lados para cruzar la avenida, notando que una calle más adelante se encontraba la panadería Dupain-Cheng, divisando a su amiga en la pequeña azotea — Hablando de la reina de Roma — Pero su rostro se puso pálido al observar con algo de dificultad, a alguien mas con ella, Chat Noir.
El silencio se instalo entre ambos.
Nino giró a ver a Alya, quien tenia un rostro desencajado.
Volvió su vista al frente, sólo para observar como el héroe gatuno hacia una despedida exagerada y comenzaba a saltar de techo en techo.
Lo último que vio fue como Alya salió corriendo con la clara intención de alcanzarlo, con un claro pensamiento en mente.
« Nadie arruinará mi Adrianette, ese gato me dará respuestas »
Y Nino tuvo que emprender el mismo camino de Alya.
[…]
Era la primera vez que eso le pasaba, no habían pasado más de dos horas y su miraculous le indicaba que en poco tiempo su transformación desaparecería.
Prácticamente tuvo que huir para llegar a un callejón vacío y destransformarse.
Cuando Plagg salió del anillo, lo tomó entre sus manos, observándolo como se compadecía de si mismo.
— Necesito mi queso Adrien — Bramó, fingiendo agonía — Me usas egoístamente para ver a esa chica sin tener toda mi energía lista, que cruel —.
Se sintió levemente mal, después de todo tenia en parte razón.
Suspiró mientras de su bolsillo sacaba un trozo de aquel queso que tanto odiaba, debía ser más considerado.
— Lo siento Plagg — Cerro sus ojos y le sonrió al Kwami, ofreciendole el queso— Te prometo una gran bandeja de queso en casa, sólo carga algo de energía para llegar — El Kwami lo tomó gustoso, devorándolo de un bocado — Plagg, ¡Las garras! —.
Y así, con su transformación completa se disponía a seguir con su camino, pensando en alguna otra forma de recompensar a su amigo.
Pero, se percato de algo. Lo observaban.
Dos pares de ojos estaban bien puestos sobre él, con las mandíbulas desencajadas e intentando no desfallecer ahí mismo.
Alya y Nino lo vieron trasformarse.
Alya y Nino sabían que Adrien Agreste era Chat Noir.
— ¡Necesito explicaciones Agreste! —.
Estaba jodido.
— Hermano, estas jodido — Atinó a decir Nino, intentando salir del shock.
[…]
Se encontraban ahora en la habitación de Alya, Nino lo observaba desde la cama mientras esperaban a la susodicha.
Su habitación era sencilla, de un color blanco que transmitían tranquilidad y unos pequeños sofás al centro de la habitación como si fuera una pequeña sala. En una esquina estaba su computador de un color naranja y la mitad de aquella pared estaba llena de fotos.
Fotos de Ladybug y Chat Noir, combatiendo villanos o captados durante patrullas nocturnas.
Parecía que tenia un gran archivo sobre ellos
— Sí mamá, prometo no dormir tarde — Alcanzaron a escuchar afuera de la habitación.
La puerta se abrió y ella entró con un gran plato en la mano, contenía una gran cantidad de diferentes quesos.
Plagg enseguida se puso alerta.
— Es de lo que tengo chiquitin — Comentó dejando el plato en el escritorio.
— El paraíso — Y prosiguio a engullir todo aquel queso.
Alya escudriño con la mirada a Adrien, estaba visiblemente nervioso.
Ella por su parte no sabia que sentir, ¡Dios! Estaba tan emocionada ¡Un amigo suyo era un súper héroe! Uno que admiraba.
Pero por otro lado estaba preocupada por su amiga.
— Eres Chat Noir — Acusó, logrando que Nino se sentará recto, aquello iba a empezar — Eres el héroe de París y Dios sabe cuanto quiero hacerte muchas preguntas pero las primeras que vienen a mi mente son: ¿Qué hacías con Marinette? ¿Ella lo sabe? ¿No confías en nosotros? ¿Aquí muere el LadyNoir? —.
Nino suspiró, ya veía venir aquello.
Adrien tembló, tenía miedo, Alya daba miedo cuando se lo proponía.
— Chat Noir es amigo de Marinette, en ocasiones va a visitarla — Nino quiso reír al hablar sobre sí mismo en tercera persona.
— ¿Ocasionalmente? Dime que es una broma, si no fuera por tus obligaciones irías a verla a diario — Se escuchó al fondo la voz burlona de Plagg, Adrien lo maldijo mentalmente.
— Me agrada esa cosa — Comentó Nino.
Ya no lo iba a recompensar, gato traicionero.
— No, Marinette no sabe quien es Chat Noir, y no debe saber, como nadie más — Tragó duro — Tienen que prometerlo chicos, esto, esto nadie lo debe saber — Suplicó.
Ambos morenos se observaron, Alya sonrió cómplice.
— Sabes que puedes confiar en nosotros, hermano — Dijo Nino, acercándose a él y colocando una mano sobre su hombro — Tu secreto esta seguro hombre — Finalizó sonriendo ampliamente, logrando que Adrien se sintiera aliviado.
— Lo mismo digo, de igual manera — Hizo una pausa, observando todas las imágenes que tenia de ambos héroes — Cuando descubriera sus identidades, bueno, no pensaba hacerlo público, quería probarme a mi misma y conocer a quienes nos han salvado muchas veces — Añadió, levantando el pulgar hacia Adrien — Mucho menos ahora que se que mi amigo es Chat Noir —.
Adrien asintió, no se equivocaba, tenia unos grandes amigos.
Plagg de reojo veía la escena, estaba feliz que para él chico las cosas estuvieran resultando bien.
— Ahora, prosigue — Insistió Nino, también estaba atento y emocionado.
— Confió en ustedes, esto es algo que nadie debía saber, incluso entre Ladybug y yo no conocemos nuestras identidades — Esto ultimo lo comentaba con un deje de tristeza — Es por eso —.
Ellos asintieron, intentando comprender el dilema y gran responsabilidad que él llevaba en sus hombros.
— Y ¿Por qué el LadyNoir moriría? — Preguntó curioso — Mi Lady y yo somos más unidos incluso — Añadió, recordando que incluso en una ocasión ella había acariciado su cabello con delicadeza.
— ¡¿Entonces no te gusta Marinette?! — Exclamó Alya.
Aquello lo dejó congelado, aunque toda la semana habia estado buscando alguna pista de que Marinette no fuera Ladybug, el sabia que quería que si lo fuera.
¿Eso significaba que le gustaba Marinette?
Pues, ahora que lo pensaba, deseaba que Ladybug no fuera otra, añoraba fuera Marinette.
— Yo… —.
— ¡Lo sabia! ¡Sabia que tu supuesta curiosidad eran celos! — Lo señalo Nino, abriendo sus ojos lo más que podía —.
— Aunque me gusta el LadyNoir, voy a defender el Adrienette — Comentó, levantando sus hombros de manera despreocupada — Tienes que decirle que eres Chat Noir, de lo contrarió pensara que estas jugando con ella Agreste —.
Estaba totalmente confundido, pero aquello lo último lo saco de sus pensamientos.
Ella nunca podría pensar eso ¿O sí?
Pero por otro lado, era una buena idea.
¡Podía matar dos ratones con una garra!
Sí le daba pistas a Marinette sobre su identidad, todos los secretos entre ellos dos caerían, de pie, como un gato.
Y sí ella era, rogaba por que se lo dijera.
— ¡Eres una genio, Alya! —.
— Lo sé nene, lo sé —.
[…]
Era ya sábado por la tarde, habían quedado de salir los cuatro esa tarde a la cafetería en honor a los héroes de París.
Alya había quedado de pasar por Marinette junto con Nino, ella no se quería quedar con las ganas de escuchar como y por qué Chat Noir iba a visitarla, debido a que Adrien no le había dado detalles y estaba algo molesta por que Marinette nunca le comento nada.
Y aunque ya estaban llegando algo tarde «Por desviarse a cubrir el ataque de un Akuma, y poner algo nervioso a su amigo», los padres de Marinette los dejaron pasar directamente a su hogar, debido a que ellos se encontraban ocupados atendiendo la panadería.
Alya decidió subir a la habitación de su amiga, junto con Nino, extrañándose ambos de que su amiga no se encontrará.
Pensaron que seguramente estaría en el baño y no tardaría en subir, acomodándose en el mueble que tenía en la parte baja de su habitación.
Y entonces, vieron entrar a alguien por la escotilla que daba directo a la pequeña terraza.
Era Ladybug.
Para después, dejar ver a Marinette y una cosa muy parecida a Plagg pero en rojo.
Marinette era Ladybug.
— ¡Tienes que estar jodiendo! — Exclamaron ambos, llamando la atención de su amiga que los veía con cara de terror desde su cama.
Estaba jodida.
Y ellos tenían unos amigos idiotas, muy idiotas.
Pero ellos eran aun más idiotas.
[…]
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Baia baia... ¿Que les pareció?
Poco romance, mucha idiotez es como yo describiría el capitulo.
Siguiente capitulo vendría siendo el penúltimo, ahhhhhh.
Fue difícil encontrar un tiempo para esto, más que nada por que estoy en una etapa muy complicada donde no paré de viajar por asuntos personales, y sin estar establecida y el equilibrio que necesito, como que empecé en 2017 muy mal...
¿Emocionada? Sí
Por ultimo, este capitulo se lo dedico a Ladyaqua,Esme y a Waira, espero ponerme en contacto bien bien con ustedes pronto, por ahora estoy estancada y media muerta :'(
@bunymikuforum madre mía güilly, diste en el clavo xD ¡Esa es la idea del fanfic!
Agradezco mucho su apoyo de verdah! 💗
Muchos besos hermosuras, no olviden comentar para que me anime a escribir el próximo capítulo :')
Besos
(๑´'๑)♡
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