Epílogo
Janeth Blythe.
Había tratado de ignorar mis pensamientos. Acepto que me encanto ir con Isaí a ese campo lleno de dientes de león, pero ver un sapo. Eso, eso me hizo llorar, acepto que puedo llegar a ser muy dramática, pero es que es un sapo.
Aquí odiamos los sapos.
Sentí una vergüenza tan grande cuando fui sincera con Isaí al decirle que lo amaba, pero tampoco creí decir con tanto anhelo y naturalidad, esas palabras que para él sé que fueron especial, y para mí fueron lo que quise decir hace muchas semanas, no me arrepiento porque enserio, Isaí es un chico que puede llegar a hacer lo que nunca pensé que quería.
Pensé que mi tipo perfecto seria algún chico que estudiaría alguna carrera de números y empresas y cosas así y que lo encontraría cuando tuviera veinticinco años, literalmente pensé eso para mi futuro. Pero todo fue diferente.
Ese chico llego mucho más antes.
—Esto es horrible —Isaí dejo a un lado el ponche —¿En serio no te quieres ir?
—Acabo de llegar.
—Yo también y ya me quiero ir.
—¿Por qué? La decoración está muy linda.
—Muy brillante.
Mire el lugar, realmente es muy brillante. El gimnasio ahora mismo parece una fiesta de luces de colores con escarcha.
Isaí volvió a beber del ponche y analice su vestimenta. Una playera blanca de botones en, un pantalón jeans negro y unos zapatos que le hacían contraste con su vestimenta, su cabello negro se le miraba algo desordenado. Se ve muy bien, creo que es lo mas elegante que lo he visto.
—¿Te gusta algo de mí? —pregunto, viendo a las únicas dos parejas que bailar en el centro del gimnasio.
—Sí —le dije, viéndolo.
—¿El qué?
—Tú.
Isaí dejo de ver las personas para ladear su cabeza y dirigir toda su atención en mí. Sonreí viéndolo mientras él solo me observaba de pies a cabezas.
Me sentí algo pequeña cuando sus ojos azulados como el océano no dejaron de ver ningún centímetro de mí.
Aunque tengo que aceptar que me gusta como ando vestida, yo creo que, si ando sencilla pero elegante, claro que he visto chicas que hoy andan mejor vestidas que mí, pero me gusta cómo me siento. Un vestido rojo arriba de mi rodilla, y zapatos de tacón bajos en color negro, mi cabello rubio andaba suelto con mechones ondulados en mis puntas.
Me veo bien, no soy presumida, tengo una autoestima estable, acepto cuando me siento cómoda con lo que ando puesto. Y ahora era uno de esos momentos.
—¿Y tú ves algo que te gusta? —pregunte.
—Sí.
—¿Qué ves que tanto te gusta?
—A Janeth Blythe.
Largo de aquí sonrojo.
No puedo creer que, aunque hayan pasado meses siga poniéndome nerviosa cuando Isaí me sigue diciendo cosas, eso es algo que me ponga tan débil, porque siento en mi estómago un horrible hoyo y mis manos temblar.
—Isaí —dijo la voz de Darién —, mierda, Isaí, ayúdame.
—No te iré a sacarte de prisión.
—¿Qué? No, hoy no me meteré en problemas.
—Ilumíname.
—Quiero echarle alcohol al ponche.
—¿Que? —dije.
—Hecho —dijo Isaí.
Yo quede ahí parada escuchando como Darién le contaba su plan a Isaí. Mire a mi alrededor, nadie está viendo ni siquiera los maestros estaban viendo, estaban más pendientes como algunos estaban besándose en las esquinas.
—Leslie nos va ayudar —termino de decir Darién.
—Ya tienes todo planeado.
—Cada movimiento.
—Llegue, sé que me odian pero también me aman. —Leslie llego con un vestido azul oscuro que yo le ayude a elegir.
—Pensé que no ibas a venir. —le dije.
—Sí, eso creí, pero tenía que venir porque si no venía yo este baile seria aburrido, ¿ya escuchaste esa música que parece para un funeral? Pónganme música moderna.
—El ponche —aclaro Darién, irritado rodando sus ojos.
—¿Dónde metiste el alcohol? —le pregunto Isaí.
—Aquí lo ando. Tengo el plan perfecto, nadie está bailando, ven. Todos se están viendo entre sí, eso es malo —todos miramos el centro, ahora nadie estaba ahí —, ustedes hagan que todos se distraigan, Isaí vigila los maestros y yo, pero menos importante hago lo más difícil.
—Tus planes siempre salen malos.
—Mis planes son perfectos, alguien siempre los arruina.
—La última vez terminamos en una posta de policías.
—Fue tu culpa.
—La tuya.
—Oigan —llame la atención de los chicos —, hagan eso rápido me quiero ir.
—Cuando ustedes se vayan a bailar, son unas chicas que todos conocen, si ustedes van todos van. Privilegios de la popularidad.
—No somos populares —dije.
—Pero todos las conocen.
—A ver, mi rey —hablo Leslie —solo hacemos que todos tengan su atención en nosotras mientras bailamos como lombrices y tal vez así animamos a todos para que se nos unan.
—Así es, mi reina.
—Estos se traen algo —me susurro Isaí, yo solo sonreí viendo como Leslie y Darién planeaban todo.
—Bien, ágamos esta mierda —Leslie dijo viéndome —¿Iras conmigo a hacer el ridículo?
—Realmente no quiero, es muy lindo que me hayan incluido en su grupo de problemas, pero da mucha vergüenza.
—Vida solo hay una, Janeth, somos un dúo explosivo. Sé que tienes un potencial increíble, necesito a la Janeth Blythe loca, la que se ríe y no le importa la vida. Te invoco.
—Esa Janeth no ha salido de su cueva.
—Y no sé cómo ha estado escondida por tanto tiempo.
Pensé unos momentos todo lo que estaban planeando, estos chicos juntos son un desorden, no soy una chica problemática así que esto para mí es mucho y siento que es un pecado muy grande en el que estoy metida.
Mire la ‟pista de baile" no había nadie, y los que habían tomado la iniciativa ya se habían retirado. Ahora el lugar estaba vacío y la música sonaba, ni siquiera había música movida.
Tenía planes de irme de aquí e ir a un lugar donde me sienta cómoda, no tenía planes de quedarme y hacer el ridículo.
—¿Y si los descubren? —dije, preocupada.
—Eso no pasara —Darién se encogió de hombros —, somos unos expertos.
—No les creo en lo absoluto, pero haremos el ridículo por ustedes —dije.
—Isaí, nunca termines con Janeth, no vayan a cagar la relación.
Mire a Darién alejándose muy feliz de que lo vayamos a ayudar es o que tiene planeado hacer, Leslie se estaba aplicando un labial rojo en sus labios mientras se miraba en la pantalla de su celular.
Lévate mi cabeza para ver a Isaí, él ya me estaba viendo.
—Tienes que ir a ver los maestros —dije.
—Créeme te mirare más a ti que esos maestros.
Lo observé retirarse y recordé a Leslie. Me giré para verla, ella estaba muy entretenida viendo a... seguí su mirada para ver a Darién.
—¿Crees que Darién quiera reforzar la amistad conmigo?
—Si. —dije viendo a Leslie confundida.
—Te voy a confesar algo.
—¿Te gusta?
—Nos besamos.
—No me sorprende.
—A mí tampoco, lo veía venir, es mi tipo.
—Todos son tu tipo.
—Todos son guapos. Esa si es música, vamos, Janeth.
Leslie me agarro el brazo y me jalo hasta llegara al centro de todos, me sentí tan expuesta, mire a todos. Cada uno nos miraba confusos y sorprendidos, supongo que todos aquí se dieron cuenta del pequeño desplante que tuvimos, claro que todos aquí nos conocen y empezaron a habar de lo que paso, y parece que estamos dando de qué hablar otra vez.
Mi mirada busco a Isaí que estaba hablando con Darién mientras nos miraban, Darién levanto sus pulgares dándonos ánimos, Leslie le tiro un beso en el aire y Darién sonrió y mientras le decía algo a Isaí.
—Empecemos con esto.
—Tengo mucha vergüenza —confesé.
—Janeth, eso es falso, imaginemos que solo estamos nosotras, así como antes.
Respire profundo asintiendo, realmente hace mucho que no me divierto con Leslie, y aunque aún recuerdo lo que me hizo y me duele prefiero no pensar en eso, tal vez sea muy inocente al perdonarla, pero Leslie ha sido mi única amiga.
Leslie fue la primera en empezar a mover su cuerpo al ritmo de Despacito.
Pensé que no era la canción adecuada para un baile, pero no, realmente la canción era movida y Leslie me hizo señas para que le siguiera el paso, estaba apenada realmente esto es algo vergonzoso, cuando mi mirada se cruzó con la de Noah, él ladeo su cabeza y me miro confundido, sorprendido y enojado.
—Sé tú misma, Janeth, y que se jodan tus nervios —me grito Leslie ya que la música sonaba muy fuerte.
Mire a un grupo de chicas que nos miraban sonriendo mientras se decían cosas, sabía que tenía muchas ganas de unirse a nosotras.
Volví a mirar a Noah, él negó.
Volví a mirar a Leslie, ella asintió.
Y entonces, comencé a bailar, Leslie empezó a aplaudir emocionada y yo a reír por su reacción, el movimiento de cadera de la dos había ganado la mirada de todos, y nos sorprendimos cuando el grupo de chicas que nos miraran se unieron.
Y se fueron uniendo más cuando las cancines iban pasando y Algo me gusta de ti empezó a sonar haciendo gritar a todos uniéndose.
Miramos a Isaí y Darién ellos asintieron y se movilizaron rápido, los maestros se empezaron a movilizar cuando vieron que todos estaban empezando a unirse al grupo que nos encontramos bailando.
—¿Esa es la chica que te dijo perra? —me dijo Leslie gritándome en el oído.
Mire a Yorleny sentada junto a unas chicas que estaban hablado entre sí, Yorleny se miraba que sobraba ahí, pero ella no me quitaba la mirada de odio.
—Ella es. —dije, apartando mi vista de Yorleny.
—También me cae mal.
—Supongo que a todos.
—Tu cuñada se ve que quiere venir, creo que tiene pena.
—Si, Beverly es algo tímida —dije, viéndola hablar con Noah mientras ella sonreía.
—Deberías de ir a traerla, se ve que esta aburrida. Además, sirve para molestar a el odioso y guapo de tu hermano.
Mire a Beverly con su vestido negro que le quedaba increíble, sus piernas cruzadas, su cabello castaño largo y un maquillaje que la hace ver una chica mala buena onda con estilo.
Creo que debería de enojar a Noah con más razón. Beverly sonrió cuando empecé a acercarme, Noah sabe lo que quiero hacer y solo suspiro. Le extendí mi mano a Beverly ella sonrió y sin pensarlo dos veces, la acepto y caminamos hasta llegar donde Leslie.
—Si viniste —le dijo Leslie.
—Hola.
—Soy Leslie.
—Beverly.
Mire a Noah que ahora estaba viendo a Beverly bailar, me lo agradecerá luego, y Lester se acercó con su celular en sus manos, le dijo algo a Noah y contesto viendo a Beverly, Lester levanto su mirada y se sorprendió cuando la vio.
Busque con la mirada a los chicos, parece que todo salió bien porque venían caminando juntos mientras reían. Ellos me vieron y Darién volvió a levantar su pulgar confirmando que todo salió bien.
Volví a girarme para ver a Beverly y Leslie que bailaban, me centré en volver a incorporarme en el baile.
Mis planes de hoy no eran estos, no tenia planes de bailar y menos ayudar a los chicos en echarle alcohol al ponche. Hoy mi idea era diferente venir a este baile e irme lo antes posible, pero ahora sigo aquí bailando junto a las chicas y mis pies duelen.
No sé cuántas canciones u horas han pasado, pero realmente estoy agotada.
—Estoy agotada —dije.
—También yo, gracias por la invitación de venir, si no hubieras ido no me atrevo a venir —Beverly dijo levantando su cabello y haciéndose aire con su mano en su cuello.
—Una pregunta —Leslie llamo la atención de Beverly —¿Noah es así de amargado contigo?
—No, él es muy diferente.
—Conmigo también, creo que hoy me querrá ponerme una papaya en la almohada mientras duermo.
—¿Papaya? —pregunto Beverly.
—Me da asco la papaya.
—Si me cuenta sus planes le diré que no los haga. Me tengo que ir.
Beverly volvió con Noah muy feliz cuando se sentó a su lado con sus piernas cruzadas, arquee una ceja cuando Noah quedo viendo las piernas de Beverly.
Ignoré eso para mirar a Leslie que miraba a Darién, rodé mis ojos y fue mi turno de jalarla y hacer que avanzáramos nuevamente a la dirección de donde ellos estaban.
—¿Se aburrieron? —dijo Darién, bebiendo un vaso de ponche con alcohol.
—Estamos cansadas.
—Si, de hecho, ya me quiero ir —informe.
—Yo me quedo ¿Te quedas Darién? —una Leslie nada sutil en su coqueteo dijo.
—¿Quieres que me quede?
—Solo si quieres que me quede.
—Dejen sus mierdas raras y digan si quieren que nosotros nos vayamos y nos vamos —Isaí también le dio un sorbo al vaso con ponche.
—Por favor váyanse.
Mire a Leslie sorprendida cuando dijo eso, ella realmente nos estaba corriendo, aunque no voy a negar la tensión potente que se siente entre ellos. Isaí paso su mano por mi cintura y di un paso para acercarme a él.
—Pudiste ser más sutil y discreta también —le dije
—Para la próxima.
Sonreí y me di la vuelta para caminar con Isaí ignorado a Darién y Leslie.
—Se traen ganas —dijo Isaí.
—Poquitas.
—Poquitas las que les faltan para que se quiten esas ganas que se cargan.
Cuando llegamos a la salida mire la moto de Isaí a lo lejos, camine algo extraña porque ando vestido y sé que me dirá que suba.
—¿Estas bien? —me pregunto.
—Ando vestido.
—Lo sé ¿Quieres que te ayude con eso?
—No, ya hiciste demasiado.
—Aún tengo mucho potencial.
He de admitir que me hizo ponerme nerviosa. También tengo que admitir que tuvimos algo subido de tono en los baños agradecidos de que nadie haya ido y que la música en ese momento estaba muy fuerte.
No voy a volver los baños del colegio de la misma manera
—Deja de decir eso —me cruce de brazos.
—¿Qué quieres que diga?
—Otras cosas.
—¿Qué cosas?
—Eres bueno para decirme cosas.
—Ahora mismo no quiero decirte nada, solo quiero besarte. —Isaí acaricio mi rostro con sus manos.
—¿Y luego como mejoraríamos más la noche? —le pregunte estando a centímetros de sus labios.
—Bonita, contigo la noche siempre se mejora. —termino diciendo antes de besarme.
—————
Pido perdón.
No más quería decir que hasta aquí llego la historia de Isaí y Janeth, y me espero la hayan disfrutado con la intensidad con la que yo lo hice, y ahora les daré razones para no olvidar esta historia.
Razones para nunca dejar de amar esta historia.
Isaí Müller.
El bonita de Isaí.
El lema de Isaí y Janeth: Estar en las buenas, en las malas y en las peores.
Y daría una lista enorme de razones más, literalmente las apunte. Je, je. Pero bueno... hasta aquí llegue.
Siéntanse libres y felices con flores, libros, las estrellas, la luna y los atardeceres, porque ser diferentes no nos hace buenos ni malos, simplemente nos hace únicos.
25-03-2021
Saludos desde mi habitación, besos oscuros, cartas por montón y melodías de amor.
Abby.
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