Capítulo 7 *
JANETH
Mire al director y salí camine rápido por los pasillos para llegar al campus.
El señor director estaba tan molesto que me fue a buscar para ir a mi primera clase de música, estoy en esos momentos en los que me arrepiento de haber dicho que mi extracurricular seria música, ni siquiera llega a un sueño frustrado.
Mis nervios se activaron cuando mi celular comenzó a vibrar en la bolsa de mi pantalón, automáticamente reaccione y lo saque, estaba teniendo una llamada entrante de mi mamá.
Mi cerebro me empezó a crear muchas imágenes de lo que podría pasar.
El director me anduvo buscando y mis padres están en el colegio ¿y si el director encuentra a mis padres y le cuenta que ya llevo dos castigos en un mes y en ambos castigos he estado con Isaí?
Estoy segura de que tendría un castigo peor que el de Noah cuando les contó lo que paso en la fiesta anterior, la verdad papá es algo pesado con los castigos, el castigo de Noah es lavarle su auto, lo sé, y podrán decir ¿lavar un carro, ese es el castigo? Pero es difícil cuando papá hace su mayor esfuerzo por pasar por las calles más sucias y traer su auto hecho un desastre todos los días.
Noah me ha pedido ayuda, y yo muy amable lo he hecho, pero papá cuando mira que estoy ayudándole al día siguiente lo trae más sucio, apuesto que le paga a alguien para que le ayude a ensuciar el auto.
Por eso mi primera recomendación es: No hacer enojar a Jake Blythe.
Volviendo a mi realidad atendí la llamada de mi mamá.
—Hola. —conteste, caminando para acercarme más a las graderías.
—¿Janeth, donde estas?
—Ya estoy en las graderías. —conteste, buscándolos con la mirada —¿Dónde están ustedes?
—En el estacionamiento. —la voz de mi mamá se escuchaba de los más tranquila.
—¿Quieren que vaya por ustedes?
—Sí, hay mucha gente. Nos están viendo mucho y Jake está poniéndose irritado porque no le gusta que la gente lo mire.
Clásico de Jake Blythe.
—Bien, voy para allá. —dije, caminando para llegar al estacionamiento —Mamá.
—Dime.
—Si miras al director o algún maestro ignóralos.
—¿Por?
—Es mejor, ya llegare.
—¿Qué hiciste, Janeth?
—Nada malo.
—Mhu...
—Mamá, tengo que colgar.
Soy la peor, sin duda alguna me llevaría el premio para exponerme, estoy segura de que mamá ni siquiera sospechaba que por alguna razón yo hice algo malo o recibí algún castigo.
Como sea, de alguna manera si se dan cuenta lo resolvería.
Podría resolverlo, siempre puedo resolver las cosas.
Avance topándome con Noah, andaba su traje de deportistas y lo mire confundida, se supone que él debería estar con su equipo entrenando o haciendo esas cosas que hacen los muchachos del equipo de fútbol, pero como siempre ignore eso.
—¿Para dónde vas? —me pregunto, caminando conmigo.
—Mamá me llamo para que los vaya a traer al estacionamiento, así que voy para allá. —conteste, lo más tranquila.
—Mhu... —él asintió. Noté la incomodidad de Noah, pero decidí solo mirarlo de reojo y continuar caminando. —Así que es verdad que si vinieron.
—See. —asentí —¿Qué haces aquí?
—Sali a caminar, me siento ¿nervioso? —dijo dudoso, negó con su cabeza —ellos nunca han venido, recuerdo que la última vez que vinieron perdimos, fue por mi culpa, me sentí muy presionado.
—Ya relájate ¿bien? Estabas en primero cuando paso eso, ya estás en tercero, ahora eres hasta el capitán, eso es bueno.
—Me van a estar viendo.
—Solo imagina que nadie te está viendo, juega como si ellos no estuvieran. Te va a salir bien todo.
—Lo haces ver tan fácil. —suspiró —Mejor cuéntame algo tuyo, te pasan desgracias todos los días, me das risa.
Sonreí aceptando que tenía razón.
—Bueno, como sabes me toca entrar a una extracurricular, obligatoriamente. —empecé —Estaba un poco irritada y dije música.
Noah se rio.
La carcajada de Noah se escuchó un poco carrasposa y ronca y sus ojos se achinaban y sus hoyuelos se formaban. Su pecho subió y bajo por la risa que provoque.
—¿Música? ¿En serio? Janeth, tú que rompiste una guitarra enojada solo porque llegaste tarde a una firma de libros.
—Fue un acto justificado, ya no había firmas y llore toda la noche. —suspire, entramos al estacionamiento.
—Le rompiste la guitarra a un chavo que estaba cantando en la calle.
—Lo sé, ese chico me odio.
—¿Sabes la satisfacción que sentí al verte pagar con tu propio dinero esa guitarra y darle una buena, pero muy buena propina?
Rodé mis ojos recordando ese momento.
Claro que lo recuerdo muy bien.
Estaba yendo a una de las firmas más importante en mi vida, era la primera vez que esa escritora vendría y mi libro era de la primera edición, estaba emocionada por esa firma, y cuando llegue ya no estaba.
Llore toda la noche con mi libro. Había cruzado mucho tráfico y la tristeza que sentí fue indescriptible.
Pero era real, no me gustaba la música como algún pasatiempo, prefiero algo más como el arte.
Con Noah no volvimos a cruzar palabras, note la incomodidad que sentía, apuesto que está batallando mentalmente.
Mire el auto de papá estacionado, era una camioneta color negro, estaba muy bien blindada y limpia, las ventanas estaban cerradas, e incluso podría verse un auto de algún mafioso alrededor de todos los autos que estaban alrededor.
Noah noto el auto y suspiro avanzando, toco la ventana del copiloto y mamá bajo la ventanilla.
La sonrisa de mamá fue genuinamente honesta y bonita. Mis hermanos y yo heredamos los hoyuelos de mamá, por ende, la sonrisa de mamá hizo que sus hoyuelos se le formaran.
Su cabello rubio estaba suelto, hace algunas semanas le había dado unos retoques y lo había cortado, ahora ya no lo tiene tan largo ni tan corto, pero aun así mantiene un cuidado en él.
Papá por otro lado andaba unas gafas de sol, mientras sus antebrazos descansaban en el volante y él miraba algo fijo, sus ojos eran cubiertos por las gafas, así que mucho no pude ver.
Con mucha lentitud puso su atención en nosotros y giro su cabeza para vernos, fue algo intimidante, sentí la sensación de que papá sabia algo.
—¿Listos? —junté mis manos y sonreí.
Mamá fue la primera en asentir, abriendo la puerta del auto y salió.
Jaciel fue el siguiente en salir cuando note que estaba en la parte de atrás, Jaciel ni siquiera hablo, él estaba más entretenido en su celular que estaba en rotación mientras jugaba algo.
Adicto.
—¿Qué haces aquí? —le pregunto mamá a Noah.
—Quise venir, el entrenador nos dio tiempo para respirar. Aparte, el otro equipo no ha venido.
Mire a papá poniéndole seguro al auto y caminaba con ese porte de elegancia y como si tuviera el poder con cada paso que daba. Andaba ropa casual y coloco sus gafas. Su cabello estaba perfectamente peinado y camino guardando su celular en la bolsa de su pantalón.
Miro a Noah cuando llego al lado de mamá y, Noah solo evito la mirada.
Note eso.
Esto no me gustaba.
Sé que Noah lucha mucho por dar lo mejor, pero esta presión que siente ahora es notable, él está preocupado.
—Bueno —hable —, hay que seguir para buscar un lugar.
Avance primero para que me siguieran.
Entrando nuevamente a los pasillos camine al lado de Noah, si eso servía de algo, quería calmarlo, al menos que supiera que aquí estaba para él.
Pero mi momento de motivación hermana-hermano se fue cuando levante mi cabeza para ver al final del pasillo, no podía estar pasándome esto ahora.
En todos los escenarios posibles estaba pasándome a mí.
Isaí Müller, en su máxima expresión. Caminaba junto a su amigo, Darién.
Ambos chicos me miraron, Darién le dijo algo a Isaí, note que era algo que se lo dijo en tono burlón por la manera en la que sus expresiones fueron reflejadas, pero Isaí solo se encogió de hombros.
Mi familia y yo pasamos al lado de él.
Me fue imposible apartar mi mirada, cuando pase a su lado solo mire como sus ojos encontraron los míos.
Cambié mi mirada de dirección cuando sentí las miradas de mis padres detrás de mí. No miraría detrás para saber si Isaí había llegado bien hasta el final, la verdad no era prudente ni correcto.
Así que mire a Noah, él ni siquiera había notado nada, estaba caminando con su mirada en el suelo.
—Noah. —lo llame.
—¿Mhu? —él me miro.
—¿Estas bien?
—sí. —fue su respuesta.
—Noah. —lo llamo mamá.
—¿Sí?
—¿Estas nervioso? —pregunto ella.
—No. —Noah negó, lo mire, mire sus manos hechas puños.
Cuando llegamos a las graderías nos encontramos con Lester, él saludo a mamá y ella de lo más tranquila le pregunto que como ha estado, formando una pequeña conversación.
Nos coloque en un lugar de alguna manera centrada para que miráramos el partido bien, sé que Noah no quiere eso, pero es inútil que se esconda cuando tiene que jugar si o si, es el capitán y de alguna manera tiene que vencer esos nervios que lo están dominando.
Así que ni modo, nos sentamos juntos.
Incluyendo a Lester.
Noah se trató de ver relajado y se unió a la conversación de Lester y mamá.
Hasta que me quedé quieta, papá parecía algo aburrido por el momento y con sus brazos cruzados pensé en algo rápido para entablar una conversación.
—Entre al club de música. —le dije.
Él me miro, sus lentes de sol cubrían sus ojos, pero sabía que me miraba con atención.
—¿Cuándo? —pregunto él.
—Hoy, fue una decisión difícil.
—¿Difícil? ¿Tenías más opciones?
—Que me gustaran no, que no me gustaran sí. De hecho, no quería entrar a ninguna, pero requiero de una extracurricular, así que bueno, música suena bastante bien.
—¿Que instrumento usaras?
—Aun no entro a una clase, pero una chica me fue a buscar y me dijo que tocaría la flauta.
Papá se miraba convencido de mi decisión y asintió.
Y allí estaba ella.
Leslie pasando en el momento menos adecuado, ella le sonrió a mi papá y él inclino su cabeza hacia atrás como saludo. Ella se sentó en unas graderías más abajo, apartada de nosotros con un grupo de chicas.
—¿Sigues sin volver a hablarle?
—See. —me encogí de hombro, despreocupada.
—Pense que ya se habían arreglado después del problema que tuvo.
—Bueno, no quiero ser mala, pero ella se lo busco, fue como karma instantáneo.
—¿Siguen siendo amigas?
—No, estamos mejor así.
—¿Y ahora qué le pasa a Noah?
—¿Pasar de qué? —me hice la que no sabía, después de su cambio de pregunta, hubiera preferido que siguiera preguntando sobre mi amistad con Leslie que de Noah.
—Se mira bastante tenso.
—Supongo que es normal, es el primer partido del año.
—No es eso, se ve muy tenso, como que tuviera algo que lo está molestando.
—Su exnovia la tendría en esa lista. —me callé mordiendo mi lengua cuando dije eso.
—Escuche una conversación entre Noah y esa chica ¿acabaron mal?
—No le he preguntado la verdadera razón, pero yo supongo que sí.
Me quede callada viendo a Bianca quien hacia unas rutinas con su equipo de animadoras. Movía el busto y sus pompones muy llamativamente, gritaba números mirando a Noah indicando una nueva rutina, como si de alguna manera Noah la notaría.
—Noah siempre me dice que el día que vaya a presentarles a alguien como novio es porque tengo que estar cien por ciento segura de esa persona, supongo que eso paso con él. Noah no se miraba con ella en un futuro, creo que por eso nunca se las presento, por eso nunca la conocieron.
Papá miro a Noah.
—¿Quién es? —su pregunta fue directa.
—Noah me dijo que no dijera nada. —me encogí de hombros.
—Janeth, ya le expusiste su vida amorosa.
—Es que me va a matar si digo algo.
—¿Quieres saber algo curioso?
—¿El que?
—Como seria tu castigo ¿si sabes que el director me llamo hoy diciéndome que no entraste a clases y te mandaron a lavar los baños y que esa es una buena y justa razón por la que estas en el club de música?
Papá 1.
Janeth 0.
—Es la capitana de las porristas. —dije, tranquilamente.
Mi papá la busco con la mirada y la encontró, aparte, era muy obvio distinguirla, traía el silbato, y pompones de colores diferente que las demás. Bianca estaba de espalda, su cabello suelto con dos coletas y amarradas con dos cintas de color dorada.
—¿Qué te parece? —me acerque un poco para susurrar —A mí me parece vanidosa.
Papá no dijo nada, solo la miro y luego miro a Noah.
—¿Esa es la chica que lo llama todas las noches?
—¿Lo sabes?
—Alexa se levantó molesta para ver qué pasaba.
—Vaya, literalmente todos en la casa saben sobre lo mal que la está pasando Noah.
Noah me mataría, sin duda lo haría si se da cuenta que le conté a papá esto, pero supongo que no es nada malo, así que sonreí cuando note la sonrisa de papá.
—Noah se mete en líos tan complicados. —dijo
—Mamá dice que se parece a ti ¿es verdad?
—Sí, pero a diferencia mía yo tenía problemas más serios de resolver.
—Uh, cuéntame, papá ¿qué hiciste en tu juventud?
—Hui de mi casa cuando tenía veinte años, me fui a Albania. —confeso.
—¿Papá, te escapaste para vivir en Albania? —dije, sorprendida —¿en serio? ¿cómo hiciste? ¿s enojo mi abuelo?
—Si eso enojo, y mucho.
—Ay, que resentido. —sonreí.
Hablar con papá era divertido, le tenía mucha confianza, no es porque de alguna manera me considere la consentida, pero soy la única hija mujer que tiene, por ende, he tenido una muy buena comunicación con mi padre.
Y por muy extraño que parezca para mi generación yo tengo la confianza de hablar horas con mi padre y ninguno de los dos nos aburrimos.
Era algo que valoraba mucho de mi padre, que él siempre me escucha y no me juzga.
—Lo siento, digo lo siento. —ubique la voz suave y temblorosa a lo lejos. Mire a Beverly.
Beverly es una chica nueva la cual ha sido amable conmigo, he cruzado varias palabras con ella en la que hemos contrastado muy bien, es bonita y se pone nerviosa cuando tiene la atención de muchas personas.
Nos miramos con mi papá cuando vimos el sonrojo de la chica al ver a Noah, a él por su parte se le relajaron los músculos y sonrió.
Y escondí mi confusión con una sonrisa cuando Noah empezó a presentar a Beverly Queens a mis padres.
Una chica que tiene apenas un mes de haberlo conocido.
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Janeth me da en el mero Daddy Issues.
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