Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capitulo 35

Isaí Müller.

Relájate Isaí, peores cosas has hecho.

Estar en la casa de los Blythe no es nada.

Le dije a Janeth que vendría hoy a hablar con su papá, ella dijo que si por ella fuera no saliera de su habitación ¿Cómo se le ocurre decir eso? Siento muchas cosas por Janeth sí, pero no voy a permitir que me deje solo con su papá.

Eso sí que no, bonita.

Todo mundo sabe que ir y hablar con el padre de tu novia es una de las cosas más incómodas que puede haber en el mundo, sin duda es una de las tantas maneras de morir.

Cosas que están pasando ahora mismo:

Numero 1: Ver la cara molesta del papá de tu novia.

Numero 2: Ver a la mamá de tu novia esperando para que hable.

Numero 3: Ver los hermanos de tu novia. Uno se está riendo, el otro tiene sus brazos cruzados viéndome serio.

Numero 4: Ver a mi novia tapar su boca con su cabello claramente nerviosa.

Numero 5: Que la respuesta sea un no.

Mierda.

Ni siquiera los estoy viendo, a ninguno, es raro e incomoda ver al señor Blythe ¿Cómo tengo que empezar esta mierda? ¿tengo que empezar hablando yo o él? Obviamente yo, claro está.

Levante mi mirada para ver al papá de Janeth, tenía un porte serio, daba a demostrar poder, era todo un hombre respetado que se dedica a los negocios, a excepción que esta vez no va vestido de un traje elegante; no por completo, no andaba su chaqueta ni corbata. Su camiseta negra de botones estaba doblada hasta sus codos.

La señora Blythe, ella es una copia exacta de Janeth. Ella te da esa sensación de tranquilidad, pero no conmigo, con sus hijos. Ella no está enojada, tampoco incomoda, está muy relajada y algo inquieta.

Hablemos de los hermanos Blythe.

El mayor esta tan ansioso por saber que va pasar, sus brazos cruzados recostado en el sillón viéndome.

El menor es todo lo contrario, él quiere parecer estar muy serio, pero sin duda quiere reír.

—Veo que no quieres hablar —dijo el papá de Janeth viéndome muy serio —¿no hablas ahora?

—Si lo hago. —dije.

—Entonces ¿Qué vas a decir? No quiero ser grosero, pero hazlo rápido tenemos que salir.

—Pues...

—Janeth tenía muy pocas ganas de presentar a su novio.

—Ah sí, ¿por qué? ¿Quién es?

—No lo sé, tú tienes que saber.

Como la cagas.

Le di una ojeada rápida a todos. Todos fruncieron su ceño, está más que claro porque lo hicieron. Como se me ocurre decir ese comentario de mierda tan barato y sin sencido.

Janeth quiere tirarme una almohada encima, estoy seguro de eso.

—¿Cómo están? —como me gusta humillarme.

—Bien ¿y tú? —dijo la mamá de Janeth.

—Bien ¿y ustedes?

Hoy es el día donde me humillo delante de la familia de mi novia.

Si le contara a papá el ridículo que estoy haciendo sin duda alguna se reiría de mí por un mes entero.

El señor Blythe y Noah fruncieron su ceño, la señora Blythe sonrió amablemente mientras asentía, el menor de los Blythe si se rio. Pero Janeth, ella tapo su cara con su mano.

—Janeth, nunca termines con este tipo —el menor rio, y Janeth lo miro con sus ojos entrecerrados.

—Es la costumbre —me justifique —ahora sí.

—¿Ahora si qué? —el señor dijo.

—Ahora si voy a hablar.

—Qué bueno porque tengo mucho de qué hablar.

—Ah sí, este ¿quiere decir algo? —pregunte.

El señor asintió.

—¿Qué quieres con Janeth?

—Algo serio.

—¿Qué es algo serio para ti?

—Respetarla.

—Janeth —le hablo su papá

—¿Sí? —contesto ella nerviosa.

—¿Cómo te conquisto este chico? —el señor pregunto sin apartar su mirada de mí —dí la verdad.

—Hablando.

Janeth, te tire un jugo en tu tarea, mis estilos de ligar y coquetear no fueron muy sutiles, pero básicamente por ese jugo derramado en tu tarea empezamos a hablar más.

—No estas siendo muy hablador que se diga.

—Señor, quiero su permiso para andar con su hija —solté.

El señor se quedo callado y viéndome muy serio, sus ojos verdes me escanearon, él demostraba con su clara expresión su disgusto y dudas.

Él miro a su esposa que estaba sentada a su lado.

—¿Qué pasaría si me entero que Janeth está llorando en las madrugadas por ti? —me miro.

—Eso no va pasar.

—Ella no merece llorar por nadie.

—Lo sé.

—Es bueno que lo tengas en claro.

—No soy ese chico que será el causante de ellas.

—¿La vas a tratar bien? —pregunto él.

—Siempre.

—¿La vas a respetar?

—Claro.

—¿No te vas sobrepasar con ella?

—Nunca.

—¿Hasta donde llegaran tus límites?

—Hasta donde ella me lo permita.

—¿Qué te gusta de ella?

—Todo.

—¿Desde cuando te gusta?

Levante mi mirada a Janeth, ella parecía estar muy asustada y nerviosa, a su lado estaba Noah quien no ha quitado su mirada de mí.

Pero Janeth me sonrió.

Y solo recordé nuestra promesa: en las buenas, en las malas, y en las peores.

—Desde siempre —conteste.

—Muy bien, Müller —centre mi mirada al señor —, te diré un par de cosas importantes, quiero que escuches, entiendas y aceptes todo ¿entendiste?

—Sí.

—Nada de cosas indebidas en lugares público y menos en privados, no quiero notas bajas causadas por tu culpa en Janeth, esto va para ambos. No quiero volver a escuchar quejas de ninguno, tu nombre me causo dolores de cabeza.

—Que entren temprano a clases.

Todos quedaron viendo a Noah, mis instintos de un Psicópata quisieron lanzarle una piedra para que no siguiera diciendo nada.

—Así que también entran tarde a clases.

—Papá, eso no es verdad —dijo Janeth.

—Sea verdad o mentira, quiero que entres a clases temprano.

—Si lo hago, Noah ¿ves lo que provocas? No colaboras.

—No es mi intensión hacerlo.

—No quiero nada de cosas raras, tengan cuidado con lo que hacen, y para afirmar en esta relación que tienen —me señalo a mí y Janeth —no mandan ustedes, mandamos nosotros —señalo a su esposa y a él —porque si nosotros no le damos permiso a Janeth ninguno sale ¿Entendido?

—Sí.

Sentí un alivio, la plática está yendo bien, pensé que me odiaría por haber sido yo quien se fijó en su hija, aunque no descarto la idea de que él me deteste.

Enserio, pensé que diría que no, cuando me vio entrar a su casa no me recibió muy amable que se diga, pero es que yo tampoco pensé eso, estaba consciente que al venir aquí tenía que arriesgarme a cualquier tipo de trato.

—¿Qué tienes planeado estudiar? —pregunto.

—Ingeniería de sistemas.

Hablar de estudios no era el tema principal, ni siquiera lo puse en la lista de preguntas que probamente me preguntaría.

Pero básicamente la tecnología es mi fuerte.

—Suena bien ¿A que se dedica tu mamá?

—Es pediatra.

—¿Y tu papá?

Esa pregunta sin dudar sabía que estaría ahí. Sabía que algún momento me preguntaría por mi familia. Y conversar de mi familia con alguien nunca ha sido mi tema de conversación favorita.

Ni siquiera con Janeth lo hago.

La mirada de ella estaba sobre mí, sé que se siente avergonzada por la pregunta que hizo su papá, pero ni ella ni él tienen la culpa.

—Mi papá falleció hace un año.

Él asintió.

—¿A que se dedicaba?

—Era dueño de cuatro auto lavados.

—¿Qué paso con ellos?

—Están cerrados.

—¿Piensas en sustituirlo?

—Eso quiere mi mamá.

—¿No quieres eso?

—No.

—¿Tienes hermanos?

—Una hermana, es mayor.

—Bien.

Él parecía estar analizando la situación, tiene un semblante muy decidido, serio y demandante, parece que todo lo tiene bajo su absoluto control.

—¿Tu mamá sabe que estas aquí? —pregunto la señora.

—Sabe que estoy con Janeth.

—¿Le dijiste que te verías con ella?

—Sí.

—¿Ella sabe que estas saliendo con Janeth?

—Ella lo sabe, pero no he hablado con ella.

—Deberías.

—Si, tengo que hacerlo.

—Mi permiso lo tienen, ya dije mis condiciones, es eso o nada.

—Por mi está bien.

El señor Blythe asintió, se levantó de su asiento y me extendió la mano. No podía dejarlo ahí con su mano extendida, así que también me levanté y también le di mi mano.

Esto es tan vergonzoso.

La señora Blythe también se levantó y me extendió su mano, con una sonrisa mostrando sus óyelos.

—Cuida, respeta y valora a Janeth —me dijo ella.

—Lo hare.

—No abuses de la confianza que te va a dar —volvió a decir el señor Blythe mientras arreglaba su chaqueta.

—No lo hare, y gracias.

—Bien —dirigió su mirada a sus hijos —. Ya vamos venir —volvió a mirarme —, no creas que vas a estar aquí cuando volvamos. Límites y cuidado con esas manos.

No respondí nada, porque ellos salieron del lugar.

Mire a Janeth, ella tenía una sonrisa en su rostro y nunca la había visto sonreír así, podía ver sus dos óyelos muy bien formados.

—A mi papá no le caíste bien —dijo Noah.

—Pero a su hija sí.

Me senté nuevamente y miré como Janeth cambiada de lugar para sentarse junto a mí.

Ella me miro los labios y sonrió.

—Los estoy viendo —dijo Noah algo incomodo. 

—Sí, yo también y están estorbando —le contesto Janeth.

—Pero que grosera —el chico se levantó del sillón —, pero si me iré.

Quedaron observando como el menor de ellos se alejaba, subió las escaleras y esperaron con un silencio que para ellos fue cómodo, pero para mí fue algo desesperante.

Noah recibió una llamada y levanto su mirada a Janeth, ella lo miro burlona.

—Me tengo que ir, no hagan cosas raras, respeten la casa de mis papás.

Dijo antes de irse. La puerta se cerró con un portazo. Y ahora si estaba solo con Janeth.

Cuando la mire ella tenía una sonrisa y se miraba tan emocionada que lo primero que hizo fue estampar sus labios con los míos.

No negué su beso, agarré su rostro con mis dos manos profundizándolo, fue tan diferente, estaba lleno de seguridad y confianza, no había miedo había mucho más que un beso.

Era suave, tierno y ella lo tenía bajo su control. Sus labios estaban algo tibios y suaves, el beso es tentador. Ella se alejo un momento para mirar mis ojos. Y volvió a unir nuestros labios , el deseo era palpable y me encantaba esto, me encantaba que el beso haya sido diferente, porque nunca nos habíamos besado con la emoción que lo hicimos hoy.

—Isaí, eres increíble y me encantas —dijo cuándo nos separamos —¿por qué tardaste tanto en llegar a mi vida?

—Porque estaba buscando el día indicado para derramar un jugo encima de tu tarea.

—Sabía que no había sido un accidente.

—Bonita, mi vida entera es un accidente.

—¿Yo fui un accidente? —ladeo su cabeza.

Negué rápidamente.

—Fuiste más como una inspiración para dejar de cagarla tanto —dije, honestamente.

—Nunca había sido la inspiración de alguien.

—Bueno, ahora eres la mía.

Janeth se sonrojo.

Nunca la había hecho sonrojar.

No quiero ser presumido, pero siempre notaba cuando ella se ponía nerviosa cuando le decía algo, pero nunca la había visto sonrojada. Se ve más tierna.

—¿Soy suficiente para ti? Es que enserio no quiero que te alejes de mi vida.

—Eres mucho mas que suficiente, Janeth. Y quiero que sepas que siempre te elegiré, incluso en los días que no nos entendamos.

—En las buenas, en las malas y en las peores.

—Tú lo dijiste.

Janeth sonrió. 

—¿Iras al famoso baile que harán? —pregunto.

—Nadie me ha invitado —conteste.

—A mí tampoco.

—Que coincidencia, deberíamos de ir juntos ¿Qué dices?

—Acepto, es la mejor idea.

—Pero no voy a alquilar un traje.

—No es necesario, con todo te ves bien.

—No me gusta presumir —me encogí de hombros —, pero sí.

Janeth rio fuerte, sus carcajadas dulces y fuertes hicieron eco por todo el lugar. Enserio jamás la había visto tan feliz como hoy, e incluso los días que han pasado ella ha sido diferente, ella está volviendo a hacer la Janeth que era antes.

Y ahora que conozco las dos versiones de ella, me quedo con la que ha hecho cambios desde que está conmigo.

Ella y yo somos el complemento perfecto.

Y si a mí me tocara quedarme con una de las tantas versiones que tengo , sin duda me quedo con la que ahora mismo he formado.

—Isaí —dijo ella entre risas —, eres un presumido.

—Janeth —la mire —, eres tan bonita.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro