Isaí Müller

Después del sucedido del viernes no he sabido nada de Janeth, y para ser sincero me preocupa, la he llamado pero no contesta, sé que no tienen señal porque me manda al buzón.

Como Darién pasa por mi todos los días porque según él su segundo nombre es puntualidad estábamos en el aula, exacto un lunes ya. Y todos entraban pero los Blythe no.

Los Blythe no daban señales de vida y el timbre ya había sonado y pues la maestra ya había entrado y empezaba a pasar lista.

—A tu novia y a tu cuñado no los hemos visto —dijo Darién quién escribía lo del pizarrón.

—No es mi novia —respondí.

—Pero lo va ser —soltó el lápiz y me miró —¿Verdad?

—Aún no sé.

—¿Cómo qué no sabes? La chica te gusta, corrección ambos se gustan.

—No es cierto.

—Isaí ¿A quien quieres engañar a tu mamá que todo te cree?

—Mi mamá me pregunta por Janeth, siempre me dije que quien es.

—Hasta yo me pregunto que va pasar entre ustedes. —volvió a empezar a escribir —Habla con ella y sean sinceros.

No respondí.

Este idiota tiene razón tengo que hablar con ella, yo le fui sincero diciéndole mis sentimientos y no fue nada fácil decirle, pero siento que la metí en muchos problemas con Noah, él vio y no solo él, Lester y las dos chicas nuevas también vieron y me preocupa ella, solo ella.

Trate de olvidar el hecho que Janeth no está aquí y empecé a copiar lo del pizarrón así pasaron todas las primeras horas hasta poder llegar a la última clase antes del receso historia la clase más aburrida.

—¿Cómo estuvo su fin de semana? —entró el maestro al salón y dejó los libros en el escritorio —¿Bien?

Unos contestaron que “Sí” otros no contestaron y yo fui de ese grupo que no contesto. El maestro empezaba a pasar lista pero frunció el ceño cuando levantó su mirada y vio que el lugar de los Blythe estaba vacío.

—¿Y los Blythe? —el maestro dejó la lista en el escritorio.

—No vinieron —respondió una chica de adelante.

—O no vinieron o no entraron a clases como siempre —el negó con su cabeza y volvió a agarrar la lista.

—Está vez no vinieron —volvió a decir la chica.

—Esta vez no les daré tiempo para entregar la tarea de hoy —nadie dijo nada —Les di dos semanas para esa tarea.

¿De qué tarea habla?

—¿La hiciste? —Darién preguntó.

—Ni siquiera sé de que tarea habla.

—De la que había que hacer en parejas y te tocó con tu rubia ¿No lo hicieron?

—Esa tarea. —mire el pizarrón —No, no la hice.

—Yo creo que ella tampoco.

El maestro camino a la puerta y se puso a hablar con una señora y señor y al lado estaban los mellizos Blythe, sin duda son los padres de ellos, los conozco porque cuando fui a la casa de Janeth ellos eran los que estaban y para ser honesto no me pusieron incómodo, Nah para nada.

—¿Son tus suegros? —Darién dijo mientras evitaba estallar de risa.

—Que no.

El maestro entró y borro algo en su lista y unos cuantos segundos después Los Blythe entraron.

—Jóvenes, traigan sus tareas —dijo el maestro.

Yo no la hice.

—¿Tú la hiciste? —le pregunté a Darién.

—Sí, me tocó con la cerebrito de enfrente.

—Pues opino que ya pasaste la clase.

—Sí, pero tú no la hiciste.

Unos se empezaron a levantar a entregar sus trabajos y algo me sorprendió Janeth entregó algo y la posibilidad de pasar pueda que sean altas, a menos que solo su nombre haya puesto.

—Genial, la suerte está contigo hoy —Darién miro a Janeth.

Ella no miró a nadie solo camino y se sentó en su lugar, sacó sus cosas y hundió su cabeza en su mochila, eso se me hizo raro y gracioso.

—Bien, comencemos la clase —el maestro empezó a borrar lo que el maestro anterior dejó escrito en el pizarrón.

Y con eso empezó a hablar sobre la segunda Guerra mundial.

Y yo sólo quiero terminar esta clase.

#

Las clases habían concluido y se me hicieron eternas las horas, ya quería que llegara la hora de salida y una de las primeras cosas que quería hacer era ver a Janeth pero no la encontré siento que me esta evitando.

—Isaí —la voz de...

Noah.

—¿Ocupas algo? —pregunté con mucho desinterés.

Porqué aparte de comportarse como un idiota decirme que no soy lo suficientemente bueno para su hermana me hizo enojar, quise decir que todo ese montón de cosas que dijo fueron por el enojo que lo estaba consumiendo en ese momento.

—Sí, hablar de lo que pasa entre tú y Janeth.

—¿La has visto? —pregunté.

—Sí, todos los días la veo.

Como que anda muy gracioso hoy.

—¿Sabes donde esta? —cuestione.

—Salió, ¿donde? no sé.

—¿Qué querías?

—Ya te dije que quiero saber que es lo que intentas hacer con Janeth. —él me miró muy serio —Janeth esta loca, seré directo.

—Adelante el escenario es tuyo. —me miró mal.

—No sé que rayos pasa entre ustedes o si intentan algo pero si es así no te atrevas a lastimarla porque odiaría verla llorar por ti, tampoco te sobrepases no abuses la confianza que te va dar, tengan discreción en el momento de esta en público.

—¿Publico?

—Hable con Janeth, ella me dijo que papá no se tienen que enterar por ahora, y creeme Müller, si papá se entere eres hombre muerto, quiero darte entender que tengan en privado esto ¿Entiendes?

—¿Estas tratando de darme tu aprobación para salir con Janeth?

—Soy su hermano, y en casa soy único que sabe, así que sí.

—Bueno...

Ambos giramos la cabeza a la entrada de la puerta ahí venia caminando Janeth Blythe. Mientras escribía algo en su celular cambiaban con paso lento hasta llegar donde nosotros levanto su vista del celular miró a cada uno si ceño se frunció, apago el celular y lo guardo en la bolsa trasera de su pantalón.

—Te apuras —Noah nos dio una mirada un tanto amenazante y se retiro.

Ambos estábamos en silencio ella miraba el suelo mientras jugaba con los mechones de su cabello.

—Janeth.

—Uhm —levantó su mirada.

—¿Estas bien?

Ella asintió.

—¿Por qué no debería de estarlo? —ella ladeo su cabeza y su cabello cayó a un lado.

—No sé, creo que me preocupe.

—¿Te preocupaste? ¿Por qué?

—¿Por ti? —me recosté en la pared.

—¿Por mí?

—Sí, no tuvimos comunicación desde lo del viernes.

—Oh sí, perdón. —agarro su cabello y se hizo una coleta alta —Mis padres y sus mejores amigos tenían planeado una excursión o algo así, donde tenían una cabaña en el campo y pues tuve que ir con ellos desde el viernes, ahí no había señal de Internet ni nada de eso.

—Tenemos que hablar.

—¡Isaí!

¿Darién por qué llegas cuando no te ocupo?

Ambos miramos como Darién venía hacia nosotros mientras le echaba una mirada rápida a una chica que pasó a su lado.

—Hola Janeth —dijo cuando llegó.

—Hola Darién. —ella respondió.

—Bueno lamento interrumpir su momento amoroso pero tenemos que irnos ¿O ustedes van a salir?

—No —Janeth respondió.

Ella miraba donde estaba Noah, él estaba recostada en su auto mientras escribía algo en su celular y Lester hablaba también viendo su celular.

—Voy a conquistar a esa Nerd —ambos miramos a Darién.

—Disculpa ¿A quién?  —Janeth miró a Darién mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

—A esa cerebrito que va allá.

Miramos a la chica que caminaba a un lado sin mirar a nadie mientras cerraba el zipper de su mochila.

—Es la que se sienta adelante —dije.

—Sí, ella es. —Darién respondió —aunque es un poco anticuada, con ella me tocó hacer la tarea en equipo y solo hablamos del mismo tema que nos toco, y después me habló de la saga de Harry Potter dice que leyó todos los libros y me regalo uno.

—¡Ay! Eso tierno, tienes que conquistarla, pero no la trates mal tampoco lo hagas solo porque la quieras en tu cama o algo así —Janeth lo señaló con su dedo —No lo hagas y si lo haces te dejo de hablar.

Un risa salió de Darién levantó sus manos al aire.

—No lo haré, lo prometo, solo porque eres como mi cuñada. —Darién respondió mientras a Janeth le salió una risa algo nerviosa.

Y una bocina de un auto sonó, los tres vimos de donde venía el ruido y era Noah quien volvió a salir del auto para ver a Janeth y hacerle señas de que era hora de irse, ella también le hizo señas que ya llegaría y su mirada volvió a nosotros.

—Tu hermano es odioso —dijo Darién.

—No lo es, solo es un poco amargado. —Janeth sonrió —Nos vemos —ella levanto su mirada a mi y me sonrió haciendo presentes sus hoyuelos.

Se dio la vuelta y camino a dirección a donde estaban sus hermanos y el menor le dijo algo pero ella negó y subieron al auto y solo vimos como ellos se alejaban.

—¿Hablaron de algo interesante? —fue lo primero que preguntó Darién.

—No porque llegaste.

—Lo siento es mi maldición.

—Si que la es. —empezamos a caminar. —¿Así que la nerd?

—No me juzgues.

—No lo iba a hacer, pero vaya eso es raro.

—Lo sé.

Y en eso se basó nuestras conversación hablando de que Darién quiere conquistar a la nerd porque la miró sin lentes y le pareció bonita.