JANETH

Isaí Müller.

Enserió que quiero golpearlo por mentiroso, tengo que aceptar que me da temor decir que nos vayan a detener por ir tan rápido, pero literalmente conduce como lunático.

Pero solo me baje de la motocicleta con el casco puesto, no sé de dónde habrá conseguido uno tan rápido, pero aquí estábamos, enfrente de un restaurante de comida rápida.

Esto no es nada tranquilo y solitario, pero no me quejo, esta bien. Tengo hambre.

Isaí estacionó la moto correctamente, se quito el casco y se acomodo el cabello, al mismo tiempo que me miraba.

Me observó divertido y es cuando recordé que tenia el casco todavía puesto. Se agacho un poco y quedo a mi estatura, ladeo la cabeza y sonrió.

—¿Todo bien ahí adentro?

—Todo perfecto aquí adentro. —respondí.

Isaí se enderezó y se acercó para quitarme el casco con cuidado, el aire fresco choco en mi rostro e Isaí simplemente me miro con una sonrisa.

Una sonrisa real.

Me acomode el cabello y sonreí.

—¿Estoy despeinada? ¿Tengo frizz.

—No tengo ni idea de que es eso. —contesto viéndome tranquilamente —Pero no, no estas despeinada, de hecho, me sorprende que tengas el cabello tan lacio.

—Gracias, es un halago que admiren mi cabello.

—Ya veo. —me hizo señas para avanzar y mire hacia la entrada —¿No te molesta que venga Darien?

—¿Tu amigo? No, esta bien. —dije, entrando primero cuando Isaí me abrió la puerta.

—Sí, es que le dije que vendría aquí contigo, él me consiguió el casco y me dijo que si podía venir, le dije que te preguntaría.

—Uy, me preguntarías —sonreí —¿Por qué?

—Porque no quiero que estés incomoda, Darien tiende a hacer muy odioso.

—Es gracioso.

—Eh, no, nada de eso. —avanzamos mientras platicábamos —¿Te parece bien aquí? —señaló una mesa.

Asentí, mientras nos sentábamos, él se sentó a mi lado, había un ambiente bastante tranquilo, había varias personas alrededor, demasiadas para ser exacta, aunque decidí ignorar eso y concentrarme en Isaí y en que estaba sentado a mi lado.

Cuando iba a decir algo él recibió una llamada y cerré mi boca mientras él respondía.

—¿Dónde estás? —Isaí quedo viendo alrededor.

—Buscando donde dejar mi moto. Fui a traer a Daisy y dijo que iría a traer algo que encargo en línea. La van a estafar. —escuche la voz divertida de Darien.

—Ya.

—¿Estas con Janeth?

—Sí, aquí esta conmigo.

—Esta muy bueno eso. —dijo Darien muy relajado —Te voy a colgar, ya voy a entrar.

Isaí colgó la llamada.

—¿Ibas a decirme algo?

—No, nada. —sonreí.

—¿Segura?

Asentí.

Isaí me observo y no dijo nada, yo por mi parte me concentre en la canción que sonaba y mejor sonreí al escuchar somebody to you de The Vamps.

Tararee la canción bajito y mire las pantallas plasmas en las paredes, partidos. Habían partidos en cada, una de ellas, mire a Isaí por encima de mi hombro, no era posible, mi pesadilla hecha realidad, él estaba viendo el partido.

De repente me empecé a sentir algo extraña.

—Ahí viene tu amigo. —le dije.

Isaí cambio su mirada y ubicó a Darien, cuando él llegó me sonrió, le devolví la sonrisa y rompió el silencio.

—¿Cómo estás?

—Bien. —dije, obviamente ya no me sentía cómoda —¿Tú estás bien?

—Yo estoy bien. —dijo él —Yo también quiero ver el partido, córrete un poco, me voy a sentar aquí.

Isaí me toco la pierna y me hizo señas de si podría correrme más hacia la pared, no hice ningún gesto de molestia, es más, obedecí y me quede en la esquina de la pared.

—Le dije a Daisy qué viniera. —escuche a Darien.

—¿Para qué? —Isaí no se escuchaba molesto, ni nada, simplemente muy Isaí, neutro.

—Ella me preguntó que haría y le conté que vendría contigo a ver el partido, y me dijo que caería por aquí.

Genial.

Una chica más.

¿Cómo arruinar una cita en cinco segundos?

A) Invitar al mejor amigo.

B) Que el amigo invite una chica.

C) Que la cita sea un día de un partido y él esté pendiente del juego.

D) Todas las anteriores.

Que desastre, ni siquiera sé porque dije cita, cuando hablamos y dijimos que comeríamos me hizo ilusión que pareciera una cita, porque se sentía bien hablar con Isaí, más de una manera nuestra, sin presión, sin problemas, simplemente nosotros, pero, para él no es una cita, claro que no, él no me mira como yo lo veo.

Seguí ignorando el hecho de que me sentía ignorada y le puse más atención a las canciones de fondo.

One Direction.

Best song Ever me sacó una sonrisa, mientras tarareaba y mi mente empezó a olvidar donde estaba, ignorando el ruido, solo yo, escuchando One Direction.

Hasta que todo se esfumó, una voz que no conocía se hizo presente y el silencio qué había en la mesa desapareció.

—Buenas, jóvenes ¿Cómo estamos? —la chica saludo a Darién e Isaí.

Me miró, yo le sonreí, pero ella me ignoro y siguió la conversación con ellos dos.

Ok.

—¿Te perdiste? —Le bromeo Darién.

—No —se rio la chica —, fui a comprar algo que necesito.

—Ella es Janeth. —me presento Darién —Es amiga de Isaí.

Volví a sonreír.

¿Qué recibí?

Nada, solo una mirada, un asentimiento y la chica miro a Darién y él sonrió a él, pero no fue una sonrisa amable, más bien fue de sorpresa.

Me sentí tan tonta.

Miré a Isaí. Isaí solo existiendo seguía viendo a la chica algo molestó, pero no dijo nada.

—¿Hay algún lado para cargar mi celular? Esta en diez.

Oh, sorpresa.

¿Adivinen donde hay?

Correcto, en mi lado, donde había déjalo el casco.

—¿Hay donde estas? —me pregunto Isaí.

Asentí y solo aparte el casco.

Era evidente que no le agrado a esta chica.

No era que me importe, no es como que necesite la aprobación de ella, pero era imaginación mía o estaba siendo grosera.

Observe la chica conectar su cargador a su celular, andaba una mochila bastante llena de codas, el cabello negro, algo claro amarrado con un moño bajo, era de piel blanca, su cuerpo era bonito, sus ojos eran color café, se miraban una chica sencilla al vestir, solo un pantalón y una camisa, nada más, anda algo maquillada, pero solo traía un delineado, podría decir que lo más resalta su personalidad de chica pick me.

Odio juzgar las personas sin conocerlas, porque definitivamente no sé nada de ella, pero decirle pick me fue algo muy malo de mi parte, no debo juzgarla sin conocerla.

En primero, ¿qué es una chica pick me?

¿Seré yo la pick me?

—¿Saben? Yo no iba a venir, pero vine solo por algo, la comida.

—Se nota. —le dijo Isaí.

—No me culpes.

—Yo no dije nada.

La chica se empezó a reír y me miro y volvió a mirar a Isaí y Darién.

—Ahora sí, miremos como va a perder su equipo. —volvió a hablar la chica.

—¿Qué eres tú? —le dijo Darién.

—Nada. —la chica sonrió.

—¿No apoyas ningún equipo?

—Solo mi precioso país.

—Es imposible ¿Qué eres?

—Daisy.

—¿Qué eres?

—Daisy.

—Escúchala —Darién le hablo a Isaí —¿Le creemos?

—Poco creo eso. —Isaí decidió hablar y seguir la conversación.

—Enserió, yo no apoyo mucho eso. —la chica sonreía.

—Pero no dijiste que te gustaba el Barcelona.

—Pero por mi hermano, pero no porque apoye.

—Pero si los miras.

—A veces, sí.

Hola pared, soy Janeth ¿Cómo estás?

Me siento como una estatua, no puede ser posible que me este sintiendo excluida nuevamente, como siempre.

Siempre he sido la chica excluida, en todos los aspectos posibles, sé que no soy lo suficientemente interesante o divertida, definitivamente tampoco soy la más extrovertida, pero al menos si me tomarán en cuenta para algo pequeño me sentiría menos aburrida.

Me quiero ir, tengo hambre, tengo sueño y estoy cansada.

¿A quién llamo para que me saque de aquí?

Pero si llamo a alguien eso sería muy introvertido ¿no?

Decidí no ponerle tanta atención a eso y agarre mi celular por primera vez en toda la conversación en la que no estoy incluida, agradecí tener siempre un juego para este tipo de momentos, mi juego de restaurante.

Empecé a jugar con mi celular bajo la mesa y fue ahí donde pude ganar la atención de Isaí.

—¿Qué haces?

—Nada interesante. —respondí, mientras jugaba.

—¿Así es como te escapas de las reuniones de tus padres?

—Algo así.

—¿Cuál es la temática de tu juego?

—Cocinar, atender clientes y expandir mis restaurantes por toda la cuidad.

—¿No te dejan malas reseñas?

—Claro que no, soy una excelente chef.

Isaí me paso su mano por encima de mi hombro y me acerco a él, para susurrarme algo.

—Que linda eres.

Sonreí y lo mire.

—¿En serió crees que lo sea?

—Mucho, Bellabel.

—Me haces sonrojar.

—Te ves preciosa sonrojada.

—Ya basta. —sonreí, nerviosa.

Isaí diría algo más, pero me quitaron su atención:

—¿Viste eso? —Darién le dijo e Isaí volvió a poner su atención en la pantalla.

La chica y yo nos miramos unos segundos y ambas apartamos la mirada.

Volví a mi juego y volví a estar ahí, con ganas de irme.

Un grito me hizo levantar la cabeza del susto, y fue cuando todo el lugar se puso a festejar cuando anotaron un gol.

—¡Me asustaron! —la chica se reía y ellos se burlaron.

Ya es suficiente, necesito irme.

Baje todo el brillo de mi teléfono y busque alguien a quien llamar, la única persona en la que pensé que vendría rápido a responder por como me siento tratada sería Noah.

¿Y si lo llamó?

No puedo llamarlo, le escribiré.

Fui directa y le mande mi dirección, poniéndole qué si podía venir por mí y que me llamara cuando estuviera afuera.

La respuesta de Noah no tardo mucho, solo diez minutos, y fue porque lo llene de spam, gracias, eh, Noah.

Respondiendo que estaba cerca y que ya llegaría.

Sentí un alivio, tenía que esperar solamente que Noah llegará e irme, estaba muriendo de hambre y no pedimos nada de comida, si nos hubiéramos puesto de acuerdo pudimos haber comprado algo entre todos.

Y ahí estaba.

Te amo Noah, pero nunca te lo diré.

Llamada entrante.

Los tres estaban hablando y se quedaron callados cuando conteste la llamada.

—¿Hola?

—¿Cómo que hola? ¿Que estas haciendo aquí?

—Estoy bien, gracias por preguntar.

—¿Esta vacío? Quiero comprar algo, tengo hambre.

—Esta vacío. —dije viendo alrededor —¿Me das? Yo también quiero.

—Voy a entra y comprar para que comamos algo, ve saliendo, te espero en la caja.

—Bien, gracias.

—Payasa.

Y colgó la llamada.

Mire a Isaí y él me observo.

—¿Qué pasó?

—Tengo que irme.

—¿Ya te vas? ¿Por qué? —dijo Darién.

—Me están esperando.

Darién se levantó para que Isaí saliera y por último yo.

Isaí se coloco a mi lado y yo me despedí de Darien.

—¿Ya te vas enserió?

—Sí, tengo hambre. —dije.

—Pensé que ibas a comer aquí.

Me quede como estúpida sonriendo y diciendo que no con mi cabeza.

—No, iré a comer a otro lugar.

Mire a la chica, no quise ser grosera como ella, así que me despedí, le dije adiós con mi mano y ella me quedo viendo, se lo pensó e hizo lo mismo.

¿Fui tonta si? porque le dije:

—Nos vemos.

Ella no dijo nada, solo quedo viendo a Darién y se quedo callada.

Comencé a caminar y mire a Isaí caminando s mi lado.

—¿Dónde vas?

—A dejarte.

—¿A mí? ¿A dónde?

—¿A dónde vas?

—Noah vino por mí.

Isaí se detuvo.

—¿Y como sabía que estabas aquí?

Uy.

Mal ahí Janeth.

—Él me escribió, y ésta pagando en caja.

—Ya veo.

Mire hacia atrás, Darién y la chica Daisy nos estaban viendo, no estábamos lejos, de distancia podría jurar que hay solo como cinco pasos, era nada, podían escuchar todo.

Agradezco tanto ser hermana de Noah qué siempre llega cuando lo necesito, como ahora que esta detrás de mí.

—¿Nos vamos? —dijo.

—Sí. —respondí.

Isaí miro a Noah y yo estaba ahí parada, sé que ellos dos no se agradan, aunque nunca supe el porque, pero era evidente que es por algo que ha pasado.

—Ya vámonos.

—Qué sí.

Mire a Isaí y le sonreí.

—Disfruta el partido, espero ganen.

—Me escribes cuando llegues a tu casa.

Note como Noah ladeo la cabeza en confusión, no dijo nada, pero aun así note su molestia.

Asentí a lo que Isaí me dijo y di un paso hacia atrás, agarre el brazo de Noah para avanzar y él se quedo viendo a Darién y Deisy.

Deisy no dejaba de ver a Noah y yo la observe, y ella bajo la cabeza, Noah noto eso y sonrió con burla, y comenzó a caminar y yo lo seguí.

—Tú y tus amistades extrañas.

No dije nada y volví a mirar atrás, Isaí volvió a sentarse y Daisy volvió a hablar y ellos le seguían la conversación.

Me sentí algo decaída porque yo si quería distraerme un rato y estar con Isaí, si tan siquiera me hubieran agregado a la conversación.

Entre al auto con Noah, él me dio una hamburguesa con papas y un refresco.

Noah me conoce, pero tampoco me va a forzar a contarle, así que siempre espera que sea yo la que hable.

Lo mire comer muy tranquilamente y él me miro.

—¿Qué?

—Gracias.

—Yo solo pase por aquí.

—Igual, muchas gracias.

—Come Janeth, no has comido nada.

Sonreí y comencé a comer mientras Noah me contaba en como ha estado estudiando mucho para su examen de admisión a la universidad.

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