Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

8. Confesiones y arrepentimientos

COLTON

Me despierto temprano por la mañana, antes que ella, y lo agradezco porque no sabría ni qué decir. Sé que me estoy justificando y que lo que hicimos anoche estuvo igual de mal que si nos hubiésemos tocado; bueno, tampoco tanto, pero estuvo mal.

Sin embargo, estoy convencido de que lo que nos pasa es algo puramente físico, que es lujuria y atracción, no hay sentimientos de por medio. Sí, pienso en ella durante el día y me pongo nervioso cuando la veo, pero supongo que todo es por la culpabilidad, por lo que le estamos haciendo a Boston. La traición.

—Buenos días, guaperas, ¿y esas ojeras a qué se deben? —interroga Cass cuando llego hasta ella.

—No sabría ni por dónde empezar, joder. No he tenido un momento para sentarme contigo y contarte... Bueno, necesito tu consejo, canija, ya no sé qué hacer, creo que estoy perdiendo la cabeza.

—¿Tan grave es? Espera, no contestes —dice alzando una mano—. Necesito un café bien cargado porque, por tu cara, creo que voy a necesitar estar despierta. ¿Te cojo algo de la cafetería y nos fumamos la primera clase?

—No te imaginas la falta que me has hecho todo este tiempo, Cass. —Sonrío y le doy un abrazo.

—Venga, no te pongas ñoño que las chicas te están mirando y no se imaginarían ni en mil años que el Fiera tiene sentimientos —vacila y me saca la lengua mientras camina hacia atrás—. ¿Café con leche y sándwich de pavo y atún?

—Siempre —contesto con una sonrisa.

Miro al cielo y veo que está bastante nublado, a diferencia de la semana pasada que el tiempo nos regaló un par de días de sol, excepto aquel fatídico viernes que siempre recordaré... En lugar de sentarme en el césped, camino un poco más para llegar hasta unas mesas de merendero que hay bajo una especie de cúpula, para los días más invernales.

Saco el tabaco de liar para hacerme un cigarro y aspiro en profundidad el aire de la mañana. A lo lejos veo cómo Boston sale de la residencia, me ha escrito hace un rato, pero no le he contestado. Necesito definir esta situación de una puta vez porque no es tonto, sabe que algo pasa, y como Chelsea también se esté comportando de un modo tan extraño y distante como yo, no creo que tarde mucho en sumar dos más dos. Y eso no puede pasar.

—Ya estoy aquí, he traído provisiones —informa Cass con una bolsa llena de chocolatinas y un par de refrescos—. Oye, ¿dónde se compra la hierba en esta ciudad?

—Cállate, anda, que acabas de llegar y ya quieres llevarme por el mal camino, demonio. —Destapo el vaso de cartón para dar un sorbo al café.

—Ya que has sacado el tema... —dice haciéndose la interesante.

—No, el tema lo has sacado tú —río y la señalo con un dedo mientras con la otra mano me enciendo el cigarro.

—Bueno, escucha, he oído por ahí que este fin de semana se celebra una carrera de esas a las que solían ir nuestros padres, podríamos...

—Cassandra que te veo venir, no me líes. —Rompo en una carcajada que ella acompaña, joder, no sabía cuánto la extrañaba hasta ahora.

—No seas un cagueta, solo vamos a mirar, tomar unas copas, fumarnos unos porros, ya sabes. Venga, no me digas que no te apetece porque te conozco —señala antes de dar un sorbo a su café—. Además, por la cara que tienes y lo raro que estás desde que he llegado, algo me dice que necesitas salir de esta cárcel. —Hace un gesto en círculo con el dedo, refiriéndose a la universidad.

—Eso no voy a negarlo. —Miro al horizonte cuando reconozco a Chelsea saliendo de la residencia, camina hasta Boston y se dan un beso, parecen sonreír mientras entrelazan sus dedos y se dirigen hacia los edificios de Psicología y Negocios.

—Por favor, dime que la novia de Boston no tiene nada que ver con tu estado de ánimo —pide tras seguir la dirección de mis ojos y reparar en ellos.

Yo no contesto, me limito a dar una calada al cigarro y expulsar el humo mientras miro a mi amiga, Cass apoya los codos en la mesa y se frota la cara con las manos antes de soltar una bocanada de aire.

—No te voy a decir lo grave que es esto porque sé que te lo has debido repetir a ti mismo infinidad de veces.

—He perdido la cuenta.

—¿Desde cuándo? —pregunta entonces.

—Poco más de un mes.

—¿Os habéis acostado?

—No, ni si quiera nos hemos besado.

—¿Cuál es el problema entonces?

—Que los dos queríamos hacerlo, Cass —confieso, con ella no puedo ser hipócrita—. Este mes ha sido la primera vez que hablamos a solas en casi un año, y siento una atracción indescriptible al estar tan cerca de ella. —Me escucha atenta sin decir nada—. El viernes pasado, Boston me pidió que la llevase conmigo a la fiesta de un club para que la dejasen entrar porque ella no tenía entrada. Bueno, da igual, el caso es que yo tenía que llevarla en moto, y me apetecía fastidiarla un rato, jugar, ya me conoces.

—Continúa, ¿qué pasó?

—Alargué el camino y me metí por la zona industrial abandonada, la moto se jodió y nos dejó tirados, y comenzó a granizar. Aquella puta tormenta parecía puesta allí a propósito para nosotros, joder —maldigo al recordarlo—. Nos metimos en una caseta de vigilancia, estábamos calados, ella llevaba un vestido ajustado que le quedaba... de locos.

—Pero no os liasteis, no pasó nada. ¿No? —Alza una ceja y yo niego con la cabeza.

—Hubo un momento de tensión en el que reconozco que estuve a punto de besarla, pero discutimos y, bueno, llamé a una grúa y al final terminamos yendo al club.

—Vale, ya veo por dónde va la historia, te pasaste bebiendo, ¿verdad?

—Los dos nos pasamos en general. Empezó a bailar reggaetón con Boston sin dejar de mirarme a mí, yo estaba borracho y cachondo, yo que sé. —Chasqueo la lengua y me termino el café de un trago—. Me miró mientras iba hacia el baño y yo la seguí, terminamos en una zona restringida, llevó mis dedos hasta sus bragas y, si no llega a ser porque Greg nos interrumpió, aquella noche habríamos cometido el mayor error de nuestra vida.

—Madre mía, Colton. —Suelta un suspiro y niega con la cabeza—. No sé qué decirte.

—Espera, que no acaba ahí.

—Ah, que hay más. —Se muerde el labio y se acerca un poco cuando bajo el tono de voz.

—Anoche... Bueno, dejémoslo en que nos corrimos el uno frente al otro.

—¿Cómo dices? —Se tapa la boca con una mano y yo simplemente asiento—. ¿Sin tocaros entre vosotros?

—No, ni un pelo. Pero es igual, sé que el trasfondo es el mismo.

—A ver, el mismo, el mismo, tampoco —me anima después de hacer una mueca con los labios—. No es lo mismo que os acostéis, a que os masturbéis en la misma estancia.

—¿Y si te digo que mientras lo hacíamos, no paraba de decirle lo que le haría si pudiese?

—Mmm, bueno, pongámoslo en una escala del uno al diez. Si uno fuese una amistad sana y normal, y diez fuese que os acostéis, digamos que estáis en un... ¿siete?

—O sea que he traicionado a mi mejor amigo en un setenta por ciento, estupendo, ya me siento mucho mejor, Cass. —Pongo los ojos en blanco y ella suspira.

—Mira el lado bueno, aún estás a tiempo de frenar esto. Si lo dejáis aquí, nadie tiene por qué enterarse.

—¿Y si no podemos?

—¿Cómo que no podéis? ¿Vas a decirme que Chelsea te gusta de gustar?

—No, no creo. —Sostengo su mirada cuando levanta las cejas—. No lo sé, joder, supongo que es atracción sexual, tentación, solo que una muy grande ahora que la tengo durmiendo cada noche a metro y medio de mí.

—Bueno, pues tendrás que hacer un esfuerzo si no quieres perder a Boston por echar un polvo más. ¿Es que no puedes buscarte a otra? —reclama negando con la cabeza.

—Oye, Cass, que esto no lo he buscado yo, te lo aseguro. —Saco los pies del banco que va unido a la mesa de estilo merendero, y doy un par de caladas al cigarro antes de tirarlo y pisarlo con un pie.

—Perdona, joder, es que no me esperaba que tu mayor frustración cuando llegase a San Francisco sería que quieres acostarte con la novia de tu mejor amigo, a quien, por cierto, hace cuatro días no podías ni ver —especifica corriendo hasta mí con la bolsa de provisiones en su mano y el café en la otra.

—Pues ya lo sé. Mira, mejor hablemos de otra cosa. ¿Dónde se celebra la carrera esa que has dicho?

•••

¡Holaaaa! Perdonad la tardanza, soy lo peor🫠 Me he prometido a mí misma y por Instagram (nerea_vara) que voy a subir capítulo cada dos días para presionarme a escribir, así que comentad a tope para que no se me olvide!! Tendréis el siguiente capítulo en cuanto lleguemos a los 50 comentarios aquí y en la última publicación de Instagram🙌🏼 Venga, lectoras fantasmas, quitaos la sábana 😂
IG: nerea_vara

¿Qué os ha parecido el capítulo? Me encanta la relación entre Cass y Colton❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro