19. La hostia de Molly, confesiones inesperadas y un beso cortado
🩷COMENTA y VOTA para
que suba el próximo capítulo🙏🏼
CHELSEA
Molly nos está pegando duro.
Boston se ha enrollado con Blake dos veces, una en un reto de segundo nivel para ella, y otra en un reto para él. Si los besos son el nivel dos, ¿qué será el tres? Yo estoy mirando el lado bueno de esta situación, y al final voy a tener que darle las gracias a Emi por proponer este juego, puesto que, gracias a él, me he dado cuenta y he podido confirmar mis sospechas acerca de mis sentimientos por Boston. No he sentido absolutamente nada cuando le he visto besándose con Blake, tan solo incomodidad por la situación y extrañeza por verle con otra; pero ya está, nada de dolor ni ganas de irme corriendo a llorar.
En ambos retos, Colton ha estado muy pendiente de mí, mirándome y preguntándome si estaba bien o si quería dejar el juego e irme. Los demás, bueno, la realidad es que todos estamos bastante pasados, Colton y yo incluidos.
A él le han pedido que se enrollase con Emi, pero me ha pedido el veto y no lo ha hecho. Ella se ha extrañado y le ha hecho un gesto con la cabeza como queriendo saber a qué ha venido eso, pero él le ha restado importancia con una sonrisa, me ha mirado y le ha dado un trago a su copa.
Ahora es mi turno.
—Venga, verdad y reto a la vez para acortar esto, que somos muchos y ya quiero ir a darme un chapuzón —propone Blake, ante lo que asiento y le hago un gesto para que continúe, pero Cassandra se le adelanta.
—¿Verdad que dices odiar a Colton porque en realidad lo que te pasa es que no soportas admitir que te atrae y no es como tú pensabas? —espeta antes de apretar los labios y disculparse después con la mirada. Eso le ha salido del alma, vamos.
Greg también le lanza una mirada acusatoria y yo trato de contener la risa cuando Boston saca la cabeza del cuello de Blake para mirarme sorprendido a la vez que cabreado, frunce el ceño y aguarda mi respuesta.
—Pues sí, es verdad —reconozco encogiéndome de hombros mientras me río, miro al susodicho y me alegra ver que está sonriendo mientras asiente—. ¿Qué pasa? —pregunto a Boston cuando empieza a resoplar—. ¿Tú te morreas con otra un día después de dejarme y yo no puedo admitir que me pone tu amigo?
—¿Pero qué cojones estás diciendo, Chelsea? —inquiere conteniendo la respiración para no perder los nervios.
El problema de las drogas es que pueden llegar a tener unas consecuencias muy subjetivas dependiendo de la persona y de las expectativas. Por ejemplo, si te tomas una pastilla o te bebes una copa —porque el alcohol también es una droga por muy normalizado que esté— pensando que te va a sentar de puta madre y que vas a pasártelo bien, lo más probable es que ese sea el efecto que tiene en ti. Sin embargo, si te comes una Molly y, encima, está mezclada con alcohol, y tu estado de ánimo cambia a uno depresivo y alterado, la droga va a multiplicar mucho más la percepción de la situación. Que es lo que le está pasando a Boston ahora mismo.
—Lo que oyes —contesto sin más.
—Hasta hace cinco minutos no podías ni verle, su sola presencia te irritaba, ¿y ahora reconoces que te pone cachonda? ¿Me estás vacilando? —Se levanta del sofá, así que yo hago lo mismo.
—Hostia puta, Cassandra —murmura Greg imitando a los dos—. Venga, allá paz que estamos de fiesta.
—¿Y tú no dices nada? —Boston se dirige a Colton, el cual está con la mirada perdida en la chimenea al mismo tiempo que se muerde los labios.
—¿Qué quieres que diga, tío? —contesta encogiéndose de hombros, como queriendo marcar distancia y fingir que no tenía ni idea.
—Venga, Bos, tampoco es para tanto —interviene Emi—. A mi me pones tú y hasta anoche tenías novia, ¿y qué pasa? No pasa nada. —Nos mira a todos y algunos asienten sin saber bien cómo reaccionar—. Todos tenemos ojos en la cara, Colton está como un tren, es normal que le atraiga a la chica, joder.
—Dejaos de gilipolleces ya, venga. —John se levanta y camina hasta nosotros—. Cada uno a su sitio, a tomar por culo —habla más serio que cualquier otra vez desde que le conozco—. Ya la tuvisteis ayer por la noche, que los gritos se escucharon en toda la casa, primero en la habitación y después en la puta escalera —apunta mirando a su amigo—, no te he dicho nada porque es tu vida y tu relación, pero a una novia no se le habla como lo hiciste tú con ella ayer, así que atente a las consecuencias y espabila de una puta vez.
—¿De qué hostias vas? —Boston sujeta a John por la camiseta y ambos se encaran.
Colton deja su copa en el suelo y se levanta rápidamente, al igual que Ember. Se interponen entre ellos y Ember aleja un par de pasos a John, mientras que Colton y Greg hacen lo mismo con Boston.
—No me toques —espeta entonces el que ya es mi ex novio con seguridad, a Colton.
—¿Y yo qué te he hecho ahora? —consulta él haciendo un gesto con las manos.
Boston me mira a mí, sus ojos son un reflejo de la profunda decepción que está sintiendo, después mira a Colton y por último a los demás antes de darse la vuelta y perderse por el pasillo hacia las escaleras.
—Dejad que se relaje —sugiere Greg antes de volver a sentarse.
—Necesito otra copa, joder. —Colton chasque la lengua negando con la cabeza, pasa entre dos sofás y va hacia la cocina americana, por lo que apenas está a unos metros de nosotros y podemos verle.
—Ponme una a mí también —pide su primo a la vez que alza el vaso para mostrar que está casi vacío.
COLTON
—Lo siento, no quería provocar malos rollos... —Chelsea se disculpa con los codos apoyados en las rodillas.
—Ni se te ocurra pedir perdón, no has hecho nada —asegura Cass levantándose para sentarse a su lado, de modo que yo paso a ocupar el de ella cuando regreso al salón.
—No, esa has sido tú, enana. —Mi primo le reprocha la pregunta que ha desencadenado todo esto.
—Ya lo sé, joder, pero tampoco era necesario que se pusiese así.
—Es el bajón de Molly —informa John tumbado con las piernas apoyadas en Emi, quien le está haciendo cosquillas cariñosas.
—Pues habrá que volver a subirlo antes de que desaparezca —comenta ella con voz traviesa—. Aún es muy pronto, solo son las dos.
—¿Pero tienes más? —Blake la mira cuando retira las piernas de John y se levanta para ir a la cocina, todos nos giramos en los sofás para mirarla y romper a reír cuando vemos cómo saca un bote de galletas y dentro tiene otra bolsita llena.
—¿Por quién me habéis tomado? —contesta regresando con nosotros—. Estas eran las de emergencia, y creo que esto lo es. —Señala la cara que se nos ha quedado a todos después del numerito de Boston.
Nos ofrece una a cada uno y todos ponemos la mano, cuando llega a Chelsea, duda un instante, me mira y finalmente la acepta antes de darle las gracias. Estamos a punto de llevárnosla a la boca cuando Emi grita:
—¡Esperad! —Alza la mano y todos nos detenemos, excepto Blake que ya la tiene en la punta de la lengua—. Seguimos jugando, ¿verdad? —Sus ojos se iluminan—. Chelsea te tocaba a ti la prueba, así que te reto a que le pases la pastilla a Colton con la lengua.
—A tomar por culo —dice mi primo antes de negar con la cabeza y tragarse su pastilla de éxtasis.
Ella me mira y yo sonrío con las cejas alzadas, le hago un gesto con la cara, abro la palma de mi mano para ofrecerle la pastilla y aguardo a ver qué hace. Cuando veo que se pone de pie, yo también lo hago y camino un par de pasos hasta quedar frente a ella.
—¿Solo pasarle la pastilla? —pregunta a Emi.
—Bueno, pasársela y asegurarse de que se la traga, que no queda nada dentro...
—Vamos, que os enrolléis —resume Blake al lado de Greg, el cual no sabe si reír o llorar.
—Tú mandas, Campanilla —le digo en un tono más bajo para que solo ella me escuche. Entonces asiente, coge la pastilla de mi mano y la coloca en la punta de su lengua con una sonrisa.
Cuando apoya una mano en mi hombro, yo decido aventurarme un poco más y posar las mías en su cintura. La acaricio mientras me aproximo despacio y cierro los ojos después de ver que ella lo hace, siento la humedad de su lengua contra la mía y entonces nuestros labios se unen por segunda noche consecutiva. Con la diferencia de que anoche no queríamos que nadie nos viese y hoy estamos haciéndolo delante de todos. Bueno, de casi todos.
Llevo la pastilla hasta mi garganta y la trago, pero, aun así, ninguno de los dos nos detenemos. El beso continúa y, si no fuese porque hace ya un rato que tuve que cortar las tiras del tanga de Emi porque me estaba asfixiando, ahora mismo mi polla estaría en una situación muy complicada. Sin embargo, no llevo nada más que un pantalón de deporte, por lo que la erección comenzará a notarse pronto como no nos detengamos.
—¡Serás hijo de puta!
Todo sucede tan deprisa que apenas percibo el puñetazo que Boston me da hasta que no caigo contra John y Emi en el sofá. Necesito un segundo para orientarme y darme cuenta de lo que está pasando. Me froto la mandíbula y pestañeo varias veces mientras mis amigos me ayudan a levantar y otros sujetan a Boston, el cual grita cosas de las que no soy consciente hasta pasados un par de segundos más.
—¿¡Eras tú, verdad!? —Trata de zafarse de mi primo, pero Greg es igual que un armario empotrado, inamovible—. ¡Tanto decirme que me estaba poniendo los cuernos y era contigo, cabrón!
—Boston, por favor. —Chelsea se lleva la mano al pecho y parece que le falta la respiración.
—¡Que te calmes, hostia! —advierte mi primo tirando de su camiseta para que le mire a él—. ¿Te estás dando puta cuenta de lo que estás haciendo, Boston?
—¿Tú lo sabías? —le pregunta entonces a él—. Pues claro que lo sabías, es tu primo, seguro que os habéis estado descojonando todos a mi costa. —Mira al resto del grupo con decepción.
—Mira, tío, lo primero, no sé de qué cojones hablas —interviene el dueño de la casa—. Y lo segundo, no pienso aguantar esta mierda aquí, así que, o te relajas y hablas como una persona normal, o te vas a dormir la mona y lo solucionamos mañana.
—¿¡Podéis dejarlo ya!? —Cass grita desde el sofá, donde está sentada junto a Chelsea, a quien parece estar dándole un ataque de ansiedad o de pánico.
Ignorando la mirada de Boston y las consecuencias, me arrodillo frente a ella y trato de buscar su mirada para que se concentre en mí y se olvide de todo lo demás.
—Tranquila, ¿vale? —Sostengo sus manos entre las mías—. Estoy aquí.
—¿Pero vosotros estáis viendo esto?
—¡Que te calles! —chillan Emi y Blake a la vez—. A tu novia le está dando un puto ataque y tú no paras. —Emi mira a Boston con desaprobación antes de irse a la cocina a por un vaso de agua, el cual le ofrece a Chelsea cuando regresa.
—Venga, Campanilla, respira conmigo. —Hago un esfuerzo por ignorarlos y poner toda mi atención en ella. Asiento cuando se chupa los labios y traga saliva, cierra los ojos y empieza a controlar su respiración—. Eso es, lo estás haciendo muy bien.
—Estoy bien —miente aún con la voz entrecortada.
Desconozco donde está Boston, pero he dejado de escucharle, por lo que supongo que se habrá largado a la habitación.
Si había algo peor que se enterase de lo que hemos estado haciendo estas últimas semanas, era que se enterase estando colocado y borracho. Ya no hay marcha atrás. Vale que no hemos admitido nada, pero después de esta noche y lo que ha pasado, no tendría mucho sentido seguir negando lo evidente. Me duele, y sé que mañana cuando se me hayan pasado los efectos de Molly y del alcohol, me dolerá más porque seré más consciente. Ahora mismo, la verdad, tan solo quiero que Chelsea se recupere y demos por zanjada la puta peor noche en lo que va de año.
•••
Pues la bomba explotó🫠 y de qué manera! A ver, necesito que me digáis quién está del lado de Boston y quien del lado de Colton, porque seguro que no todas entendéis a alguna de las partes. Lo único que puedo deciros es que esto traerá mucha tela y que necesitáis leer lo que va a pasar cuando vuelvan a la 305...🫣
Dadme 350 comentarios y os lo cuento❤️ pero por favor, no comentéis por comentar🫠 los que sean simplemente "actualizaaa" y ese tipo, pues no cuentan jajaja😅 Simplemente comentad *OPINIONES*, no palabras al azar para sumar🙏🏼
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro