Llego a la casa de Liv cinco minutos después de haberla llamado tal y como le había dicho. No paro de mandarle mensajes y de llamarla avisándola de que ya estoy en la puerta y a ninguno me contesta, ¿se puede saber qué ha hecho hoy con el móvil la señorita que no le hace ni caso? Irritado me acerco a la entrada y llamo al timbre. Escucho voces y pasos en el interior. No consigo saber lo dicen, pero reconozco perfectamente las voces de Olivia y de mi hermano. Al cabo de un rato se hace el silencio y se abre la puerta de par en par.

─ Hola, pasa ─ me saluda Liv ─ termino de arreglarme y bajo.

Se va corriendo escaleras arriba y le sigo con la mirada hasta que desaparece de mi vista. No sé qué es lo que le falta, yo la veo perfecta tal y como está. Apuesto a que hasta recién levantada está guapísima. Pero bueno, no digo nada y tan solo me siento en el sillón enfrente de donde se encuentra mi hermano quien por cierto me está mirando fijamente y no con una expresión precisamente agradable.

─ ¿Qué pasa? Deja de mirarme ─ pregunto molesto.

─ ¿Qué pretendes Aaron?

─ No sé a qué te refieres.

¿Qué mosca le ha picado?

─ ¿Por qué sonríes? ─ vuelve a preguntar.

─ No estoy sonriendo.

─ Antes sí ─ se levanta y se acerca desafiante hacia mí.

─ Solo estaba siendo amable ¿Se puede saber que te pasa?

─ Deja de jugar con ella ─ advierte.

─ ¿O qué? ─ me levanto al igual que él y le miro desde arriba ya que soy un par de centímetros más alto que él, aunque tampoco mucho.

No dice nada tan solo vuelve a sentarse y yo hago lo mismo. Alex siempre ha sido muy protector con Liv. Siempre he sospechado que lleva enamorado de ella toda la vida, pero es demasiado cobarde como para admitirlo. Aunque bueno, a lo mejor solo son suposiciones mías, tampoco es que haya podido comprobarlo.

─ Tranquilo, hermanito, solo estoy ayudándola ─ añado para ver si así se relaja.

─ ¿Y eso por qué? Tú no ayudas a nadie.

─ Porque tenemos un trato que me conviene.

─ ¿Qué trato?

─ No puedo decírtelo, es algo entre ella y yo ─ vuelvo a sonreír y eso le pone de los nervios.

Parece que va a decir algo más, pero por suerte para mí, Liv aparece interrumpiéndole. Alex me sigue mirando desafiante, pero le ignoro y me giro hacia ella.

─ Me gusta tu jersey, te queda muy bien ─ le digo solo para molestar a mi hermano, aunque es verdad, me gusta como le queda ese jersey.

"Mentira, te gusta cualquier cosa que lleve"

Pues también es cierto.

─ Gracias ─ contesta extrañada lanzándole una rápida mirada a mi hermano y vuelve a dirigirse a mi ─ ¿nos vamos?

Los dos nos levantamos y la seguimos hasta el exterior de la casa. Tras esto Alex se va por su lado y nosotros nos subimos a mi coche.

***

Durante todo el trayecto Olivia ha estado especialmente rara. No ha dicho ni una palabra desde que se montó en el coche y eso es de lo más extraño porque nunca se calla. Pensaba que después de nuestra excursión del lunes ya habíamos vuelto a ser amigos, pero parece que no. ¿Qué habré hecho ahora?

─ ¿Estás bien? ─ le pregunto cuando termino de aparcar.

─ Sí. Es que no me apetece nada ver a esa gente.

Menos mal, pensaba que le pasaba algo conmigo, me alivia saber que no.

─ Yo tampoco, pero será rápido. Hacemos el paripé una hora y nos largamos.

Asiente y salimos del coche. Cuando estamos en la puerta esperando a que nos abran noto como cada vez se pone más nerviosa y no sé por qué, ya hemos hecho esto antes. Le cojo la mano para tranquilizarla, pero no funciona ya que solo hace que sus nervios aumenten como siempre que me acerco a ella.

─ No te separes de mí, por favor ─ susurra a mi oído.

Sus palabras hacen que me preocupe sobre todo porque noto un matiz de miedo en su voz. ¿Pasó algo el otro día y no me he enterado? No me da tiempo a preguntar ya que el anfitrión aparece y nos saluda falsamente.

─ Ya estaba pensando que no ibais a venir. Pasad, el resto está fuera.

Nos acercamos al jardín donde se encuentran los demás y nada más pisar el césped me vienen recuerdos de la fiesta del otro día. No he podido sacarme ese beso de la cabeza en toda la semana y eso que era pura actuación. Además, tampoco era la primera vez que la besaba.

Saludo a todos nada más llegar. Prácticamente todos ellos forman parte de mi grupo de amigos como Zack, Tyler y Dylan que junto a Noah somos amigos desde pequeños hasta que nos dimos cuenta de que este último era un capullo egoísta engreído, pero, aunque no le soportamos nos seguimos juntando con él. Somos una panda de hipócritas. También están mi exnovia Valeria y la víbora de Rebecca quienes nada más llegar me roban a Liv de mi lado, pero no dejo de mirarlas, no me fio ni un pelo de ninguna de las dos. El resto de los invitados no tengo ni idea de quienes son, pero tampoco me interesa mucho.

─ Tío, estás perdido hace siglos que no te vemos ─ comenta Zack pasándome una cerveza cuando llego a su lado.

─ Nos hemos visto hace media hora.

─ Pues ya echaba de menos esa preciosa carita ─ bromea apretujándome las mejillas.

De reojo veo a Olivia incómoda. Me ha pedido que no me alejara de ella y nada más llegar ya ha fracasado.

─ Voy a llevarle algo de beber a Liv ─ pongo de excusa para irme.

─ Déjala, está con las chicas, no las molestes. Mejor cuéntanos como os va, no nos contaste nada de que te gustaba ─ añade Dylan chinchándome.

─ Eh... ya me conocéis chicos, solo estamos pasando el rato, no es nada demasiado serio ─ no les he contado nada de nuestro plan tan solo lo sabe Zack y espero que siga siendo así, mis amigos son unos bocazas.

─ Pues no lo parece, más bien diría que tenéis algo más que sexo ─ interviene Tyler.

Ja, sí supiera que no ha habido nada de eso... Miro a Zack en busca de ayuda quien coge ahora el turno de palabra.

─ Dejad a Aaron tranquilo, es un bloque de hielo, no va a admitir que está enamorado.

Le mato. Ignorando a los tres me alejo de ellos en dirección hacia mi falsa amada. Hora de actuar como haría un buen novio.

─ Hola chicas, os la robo un momento ─ digo sosteniendo a Liv de la cintura y comenzamos a andar lejos de ellas.

─ Gracias, estaba a punto de tirarlas a la piscina ─ susurra y me causa gracia porque la veo completamente capaz de hacerlo. Debería haberla dejado cinco minutos más, habría sido divertido ─ Nunca he conocido a nadie tan superficiales y cotillas como esas dos.

─ ¿Un sorbo para olvidar? ─ le paso la cerveza que estaba bebiendo y nada más probarla hace una mueca.

─ Ugh, que asco ¿Cómo te gusta esto?

─ No está tan malo cuando te acostumbras al sabor.

─ Creo que prefiero no acostumbrarme.

Dice eso, pero se pasa la siguiente media hora bebiendo de mi lata tanto que yo apenas la he probado, pero no me molesta. Por ahora todo va bien, muchísimo mejor de lo que me esperaba. Hasta Noah hoy está siendo agradable y Liv y Zack parece que se han hecho inseparables. Me alegra que se lleven bien. De hecho, ahora mismo, nos encontramos los tres en el salón porque se les ha antojado jugar a algún videojuego. Y aquí están, jugando al Just Dance picándose sin parar entre ellos. Ni que decir tiene que yo no pienso jugar, el baile no es precisamente lo mío. El resto siguen en el jardín haciendo dios sabe qué. La verdad es que no me interesa, todos son unos falsos.

─ Venga Aaron te toca ─ me anima mi amigo.

─ Yo no juego.

─ Venga no seas aguafiestas

─ Déjale Zack, tiene miedo de perder ─ añade Liv pasándole el brazo por los hombros.

─ Podría ganarte hasta con los ojos cerrados, preciosa.

─ Demuéstralo ─ me reta y casi consigue convencerme.

─ Paso, prefiero estar aquí disfrutando de las vistas ─ añado echándole una descarada mirada de arriba abajo haciendo que se sonroje.

─ Lo dice por mi guapa, no vayas a pensar que es a ti ─ añade Zack ─ Yo te bailo cuando quieras, mi niño, solo tienes que pedírmelo ─ me lanza un beso y yo le respondo con otro. Es un idiota, pero en el buen sentido.

─ Voy a por algo de beber. No os beséis ni nada parecido, al menos respeta nuestra relación que no existe porfa ─ bromea Liv saliendo de nuevo al jardín.

En seguida Zack se tira en el sofá a mi lado sacándome de mi embobamiento con ella y devolviéndome a la realidad.

─ Me gusta esa chica.

─ A mí también ─ admito.

─ Espera, espera ¿estas admitiendo que te gusta o que te gusta gusta?

─ ¿Qué diferencia hay?

─ Vale, lo segundo es evidente ─ afirma él mismo, aunque yo sigo sin entender a qué se refiere ─ Dios mío hay que explicártelo todo. Que estás loco por sus huesos básicamente.

─ Ni de coña. ¿Tanto has bebido?

─ Ay, amigo mío, sabía que este día llegaría. Sabía que tenías sentimientos, tío, ven aquí

Mi amigo me abraza medio emocionado lo que me deja confuso, ¿qué cojones se ha tomado? ¿Acaso está drogado? No le veo otra explicación.

─ Deja de negarlo, el amor es lo más bonito que hay en esta vida ─ este chico tan intenso como siempre.

─ No estoy enamorado ─ vuelvo a negar

─ Aún no, pero lo estarás.

─ De eso nada.

─ Antes te dije que te cambiaba la cara al hablar con ella pero ahora que he visto como la miras confirmo mi teoría de que estas enamorado.

Suspiro. A la mierda todo ya.

─ ¿Tanto se nota?

─ Awwww, el pequeño Aaroncini está enamorado

─ Cállate, no me llames así imbécil ─ le doy una colleja y este ni se queja ─. No estoy enamorado, pero tal vez me guste un poco. No me he sentido así nunca con nadie. Ni con Valeria y eso que fue mi novia durante años.

─ ¿Y qué sientes? Venga, desahógate con Zacky.

Me río. Es el único que bromea con temas serios y aun así consigue que me abra a él.

─ No lo sé, es confuso. Todo esto es falso ¿sabes?, a lo mejor solo me estoy metiendo demasiado en el papel ─ reflexiono ─ pero no sé, con ella siento que puedo ser yo mismo. Que no tengo que fingir ser alguien que no soy.

─ Tiene sentido que te guste, fue tu amor platónico de pequeño, ¿recuerdas? Y creo recordar que el año pasado pasó algo entre vosotros.

─ Pero lo supere. Me olvidé de ella y me prometí a mí mismo que nunca pasaría nada, pero ahora...

─ Ahora... ─ me anima a continuar.

─ Ahora solo puedo pensar en besarla.

Uff, sí que me ha costado confesarlo. Aun así, no puede pasar nada entre nosotros, por mucho que quiera. Noah tiene razón, nunca voy a perdonarme por lo que hice, aunque no fuera mi culpa, podría haberlo evitado. Además, ni siquiera sé si es correspondido y lo más probable es que no, ya me lo dijo una vez. Seguro que soy el único que está rayado con todo esto.

Por cierto, Liv está tardando mucho en volver ¿no? Me levanto para buscarla y como sí supiera lo que estaba a punto de hacer aparece. Nada más verla sé que algo ha pasado y lo confirmo cuando veo que le tiemblan las manos, aunque intenta ocultarlo.

─ ¿Qué ha pasado? ─ le pregunto acelerado acercándome a ella.

─ Nada, nada, ¿seguimos jugando? ─ dice con la sonrisa más falsa que puede, pero estoy tan cerca que puedo ver como se le empiezan a formar las lágrimas en los ojos.

Zack nos mira desde el sofá también preocupado. Sin pensarlo llevo a Liv a la cocina y cierro la puerta para que nadie nos escuche y así se sienta más cómoda.

─ ¿Qué ha pasado? ─ vuelvo a preguntar, esta vez con un tono un poco más suave.

─ Nada.

─ ¿Por qué no quieres contármelo? Sé que ha pasado algo.

─ Porque te vas a enfadar ─ confiesa.

Pues claro que me voy a enfadar como me entere de que alguien le ha hecho algo. Vaya, arde Troya.

─ ¿Te han dicho algo? ─ niega con la cabeza ─ ¿ha sido Rebecca? ─ vuelve a negar ─ ¿Noah? ─ vuelven las lágrimas a sus ojos y aunque lo niega sé de sobra que ha sido él. Tengo una ligera idea de lo que ha podido pasar, pero no quiero ni pensar en eso.

No digo nada más y me acerco para simplemente abrazarla y consolarla, pero se aleja enseguida de mí. Es en ese momento en el que me doy cuenta de que no deja de sostener la manga izquierda de su jersey y por desgracia todas mis suposiciones cuadran.

─ ¿Qué te pasa en el brazo?

─ ¿Qué? No, no me pasa nada ─ tartamudea.

Cuando la pillo distraída cojo su brazo y levanto la manga. Ella lo retira rápidamente, pero es tarde y ya he visto la marca roja que tiene alrededor de la muñeca como sí alguien le hubiera agarrado demasiado fuerte.

─ Será hijo de...

Salgo hecho un energúmeno y a pesar de las suplicas de Liv a mis espaldas sigo fijo en mi objetivo. Ahora mismo solo quiero arrancarle la cabeza. Mi cólera aumenta cuando le encuentro tan tranquilo disfrutando de ser el centro de atención de todo el mundo. Pues ahora lo va a ser más aún.

─ No vuelvas a acercarte a ella ─ amenazo al llegar a su lado.

─ No le he hecho nada ─ niega y lo peor es que tiene el descaro de sonreírme.

─ No soy idiota, Noah. Como te atrevas a volver a tocarla te juro que llamo a la policía.

Vuelvo al interior para encontrarme con Liv y largarnos de inmediato de aquí, sin embargo, no todo es tan sencillo como aparece y el imbécil me detiene antes de que dé un paso.

─ Yo no hice nada malo ¿sabes?, fue ella la que me suplicó que lo hiciera.

─ No me venga con el cuento de víctima otra vez, lo interpretas estupendamente pero ya no sirve.

─ Tal vez la que está interpretando un papel es ella ─ no hace más que escupir veneno por la boca.

No puedo más con él, estoy harto. Me largo de aquí antes de acabar pegándole una paliza. No merece ni eso. Ya sabía yo que me iba a arrepentir de venir. Cualquier sitio donde este él acaba siendo un desastre.

__________________

¡FELIZ NAVIDAD!

Espero que estéis pasando un día genial y por supuesto que os haya encantado el capítulo. Podéis contarme vuestras opiniones de que os ha parecido.

La semana que viene tendréis un capítulo extra en el se descubrirá un poco mas lo que pasó entre Liv, Noah y Aaron.

Nos vemos pronto 😘