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4: Al filo de un ataque de nervios

Estar sobrio cuando todos los demás están ebrios es un rollo. No os voy a mentir, es gracioso las locuras que hacen o las chorradas que dicen, pero solo un rato. Llega un momento en el que se hace insoportable. Sí fuera por mí me iría ahora mismo, pero no puedo, Liv aún tiene demasiada energía como para querer marcharse. Llevo literalmente toda la noche preparándole mojitos y para mi sorpresa, a pesar de no haber bebido mucho a lo largo de su vida, su tolerancia al alcohol es más alta de lo que imaginaba. Esta chica es una caja de sorpresas. Aunque bueno, tengo que admitir que la mayoría de las veces le he echado muy poco alcohol e incluso a veces nada, no quiero que le dé un coma etílico y su padre me torture de por vida. Un momento, ¿Dónde está Liv? ¡Estaba a mi lado hace un segundo! La voy a matar.

Inmediatamente me pongo a buscarla. Miro en la cocina, entre la gente que está bailando, en el sofá incluso hasta en el baño y nada. Ha desaparecido de la faz de la Tierra. Ya está, definitivamente hoy es la noche de mi muerte. Le pregunto prácticamente a todos los que conozco si la han visto sin resultado. ¿Como puede irse sin que nadie la vea? Mi última esperanza es preguntarle a Noah, seguro que sabe dónde está. Le encuentro en el sofá rodeado de chicas. Que patético es.

─ Hey Aaron, acércate ─ me dice nada más verme.

─ No puedo, estoy buscando a Liv, ¿la has visto?

─ Puede ─ pero no dice nada más ─ siéntate cinco minutos y tal vez te lo digo.

Imbécil. Resoplando me acerco y me siento a su lado en el hueco que ha dejado libre una chica que ha pasado a sentarse en su regazo. Este me ofrece una copa la cual rechazo sin pensarlo. No debería estar aquí, debería ir a buscar a Liv.

─ Sabes, sigo sin creerme que estéis junto ─ apunta Noah.

─ Pues muy bien, a mi sigue sin importarme.

─ Te conozco Aaron y sé que no saldrías con ella después de lo que le hiciste.

─ Yo no le hice nada.

─ Exactamente, no hiciste nada y eso te mata.

Como odio que tenga razón. Pero no pienso tirar por la borda todo nuestro plan. Necesito centrarme y no dejar que me coma la cabeza.

─ ¿Te la has tirado ya? ─ pregunta sin sorprenderme. Conociéndole ya me imaginaba que me preguntaría algo de eso.

─ A ti que te importa ─ digo empezando a cabrearme.

─ Eso es un no ─ confirma él mismo ─ Pues deberías, yo lo hice y fue la mejor noche de mi vida ─ me provoca. Si lo que quiere es que se me cruce el cable lo está consiguiendo-─ Después me llevé una paliza pero mereció la pena. ¿Debería repetirlo?

─ Eres un maldito psicópata.

Me levanto indignado y con mil ganas de pegarle. Intento controlarme y volver a centrarme en lo que estaba haciendo antes de esta conversación, pero es imposible. Ahora mismo lo veo todo rojo. Aprieto los puños dispuesto a darle un puñetazo y quitarle esa sonrisa de la cara de un solo golpe.

─ Tío relájate, sabes lo que pasará si lo haces ─ me advierte mi mejor amigo quien se ha dado cuenta de todo lo que está pasando y acude a mi rescate. Ni siquiera me había dado cuenta de que estaba cerca.

─ Se lo merece Zack ─ digo sin apartar la mirada de Noah.

─ Lo sé, pero es lo que quiere. Venga, vámonos.

Tira de mi alejándome de allí, pero no damos ni dos pasos cuando la voz de Noah nos detiene.

─ Tu novia esta fuera y dile de mi parte que pienso en ella todas las noches ─ grita el capullo levantándose.

Se acabo. Me suelto del agarre de Zack y vuelvo en su dirección para meterle un puñetazo y mi reacción solo hace agrandarle la sonrisa cabreándome el triple. Seré estúpido. Estoy haciendo exactamente lo que quiere. Necesito salir de aquí y dejar de verle la cara a este imbécil.

Salgo al jardín para que me de el aire y respiro hondo intentando relajarme sin éxito. Entre toda la gente diviso claramente ese vestido negro que lleva volviéndome loco toda la maldita noche. No os imagináis el alivio que siento al encontrarla. En eso no mentía el imbécil y se encuentra justamente donde me ha dicho. Está caminando por el borde de la piscina. Espero que no se caiga, con lo torpe que es no me sorprendería. Por si acaso me acerco a ella para frenarla y se sobresalta al verme.

─ Me has asustado ─ dice riendo y su sonrisa me alegra el día.

─ Te estaba buscando.

─ Pues ya me has encontrado. Aquí estoy.

Pone sus brazos alrededor de mi cuello abrazándome y yo le correspondo el gesto. Otro de mis descubrimientos de hoy ha sido que Olivia borracha es extremadamente cariñosa. Lo cual sorprendentemente no me disgusta, de hecho, ahora mismo me viene muy bien.

─ ¿Que te pasa? Te veo un poco alterado ─ me dice sin separarse de mi.

─ He estado hablando con Noah ─ se separa un poco para mirarme extrañada. ─ sobre ti ─ confieso.

─ ¿Puedo preguntar que habéis dicho?

─ No seas cotilla.

─ Oye tengo derecho a saber que decís sobre mi─ me da un ligero golpe en el brazo lo que me hace reír. Nuevo descubrimiento. Liv puede hacer que se me quita el enfado de golpe.

─ Mejor cambiemos de tema.

─ Vale, ¿te parece mejor el de que Valeria se está acercando hacia nosotros? ─ lo que me faltaba, mi exnovia ─ y Rebecca viene detrás ─ Mierda. Con Valeria puedo lidiar, pero con la bruja de Rebecca otra vez ni de coña ─ Ah y Noah acaba de salir también.

Perfecto, ¿alguien más que quiera arruinarme la noche? Se aceptan voluntarios.

A Liv no la veo preocupada, tan solo se dedica a jugar con el cuello de mi camisa mientras yo pienso en una forma de librarnos de ellos, ¿tal vez sí nos vamos corriendo? No, nos chocaremos con ellas o nos alcanzarían. Hay demasiada gente como para salir rápido. Maldita sea, esto es sin duda alguna una emergencia y espero que Liv lo interprete también así, si no me va a matar por lo que estoy a punto de hacer. Sin darle más vueltas al asunto levanto suavemente su cabeza con una mano y estampo mis labios contra los suyos. Espero que sea suficiente y se den cuenta de que estamos ocupados y no queremos hablar con nadie. El beso le pilla completamente por sorpresa, pero a los pocos segundos se acerca aún más a mí y nuestros labios comienzan a moverse en total sincronía. Pasa las manos por mi nuca y las mías recorren toda su espalda de arriba a abajo. Lo que empezó siendo un simple beso inocente como distracción está yendo cada vez a más. Por este motivo me separo de ella anhelando inmediatamente el sabor a hierbabuena de su boca. Miro hacia todos lados y efectivamente mi estrategia ha funcionado. No hay rastro de las arpías ni del imbécil.

─ ¿Me has besado porque era una emergencia, para ponerla celosa o para irritarle? ─ pregunta con la mirada fija en mi pecho.

─ Puede que todas ─ admito, aunque no es el motivo real por el que lo he hecho ─ Pero te falta una.

─ ¿Cuál? ─ empieza a jugar ahora con el primer botón de mi camisa y mirándome fijamente.

─ Me moría por hacerlo.

Se detiene de golpe y aparta la mirada.

─ ¿Qué quieres de mi Aaron?

Espera ¿qué? Me he perdido en esta historia.

─ No quiero nada.

─ Llevas ignorándome toda la vida y ahora de repente me dices que te morías por besarme, ¿te crees que soy idiota?

─ No, por supuesto que no ─ digo perplejo.

─ Pues para, no me hagas ilusiones de algo que no es real ─ dice con cierto halo de tristeza.

Me mantengo en silencio. Debería decir algo, pero no tengo ni idea de por dónde empezar y menos cuando tengo la sensación de que diga lo que diga la voy a cagar.

─ ¿Puedo preguntarte algo? ─ dice rompiendo el silencio, así que asiento con la cabeza y dejo que continúe ─ ¿por qué saliste con ella? ─ pero no sé a quien se refiere ─ Con Valeria ─ aclara.

─ Porque era lo que se esperaba de mí ¿no? El capitán del equipo de hockey y la capitana de las animadoras, era inevitable ─ confieso.

─ Pues vaya, deberías salir con quien quieras.

─ Lo dice la chica que me ha obligado salir con ella.

Mis palabras le causan gracia y suelta una pequeña carcajada.

─ Lo digo en serio ─ me mira muy seria ─ ¿ni siquiera te gustaba un poquito?

─ Algunas veces, pero no estaba hecha para mí. Es una buena chica, pero chocábamos mucho. Estamos mejor como amigos ─ admito. Por alguna extraña razón no me cuesta ser sincero con ella.

─ ¿Alguna vez has estado enamorado?

─ ¿Por qué quieres saberlo?

─ Curiosidad.

─ No y dudo estarlo alguna vez.

─ Pues que triste ─ pone una mueca.

Puede ser, pero cada vez tengo más claro que el amor no está hecho para mí. Lo último que quiero ahora mismo es enamorarme.

─ ¿Alguna pregunta más cotilla? ─ le pregunto con una sonrisa curiosa.

─ Tengo un millón más.

─ Pues decide, solo pienso contestar a una más.

Se lo piensa un rato hasta que se decide por lo último que me esperaba que preguntara.

─ ¿Por qué dejaste el hockey?

─ Dejó de gustarme ─ miento. Es un tema delicado para mí y no quiero hablarlo con ella y aún menos estando borracha. Sé perfectamente que no me cree, pero no dice nada lo cual agradezco.

─ ¿Me pasas mi móvil, porfa? ─ me pide y yo lo saco del bolsillo de mi pantalón porque se lo he estado guardando todo este rato ─ Joder, solo son las dos ─ se queja dejando caer la cabeza en mi hombro.

─ ¿Ya quieres irte? Pues vámonos, yo tampoco quiero estar aquí.

─ No podemos, ya oíste a mi padre ─dice seria. ─ No quiero que vuelva hasta mínimo las cuatro de la mañana- añade poniendo voz grave imitando a su padre, lo que me causa gracia. Dios mío que mona es.

─ Pero no dijo nada de que no podamos estar en otro sitio.

Valora mis palabras durante unos segundos y a continuación asiente con una gran sonrisa. Antes de irnos buscamos a Alex para avisarle y este nos dice que se quedarán un rato más y volverán en taxi. Seguimos nuestro camino y cuando ya estamos en la puerta alguien nos interrumpe.

─ ¿Ya os vais? ─ pregunta Noah acercándose.

Hago un esfuerzo por girarme y mirarle a la cara como si nada hubiera pasado.

─ Sí, gracias por invitarnos nos lo hemos pasado muy bien ─ respondo lo más educadamente que puedo porque no quiero liarla delante de Olivia. Y pensar que hubo un tiempo en el que fui amigo de este imbécil.

─ Me alegro. El miércoles es mi último día en Naperville, podéis pasaros por aquí y nos despedimos. Vendrán un par de amigos nada más. Algo mucho más íntimo que hoy.

─ Nos lo pensaremos.

"Ja, dudo que pase".

Olivia bosteza a mi lado, ni siquiera se está enterando de la conversación. Le pongo mi chaqueta para que no pase frío fuera ya que tan solo lleva un vestido de tirantes. Un vestido precioso, por cierto, pero se estará muriendo de frío con eso. Acaba de empezar octubre y aunque aún no hace tanto frio por las noches refresca, no sé cómo se le ha ocurrido salir sin una chaqueta. Madre mía, me estoy metiendo demasiado en el papel de novio o de madre, ¿Qué me importara a mí si tiene frío o no?

Por fin nos largamos de la interminable fiesta, aunque aún tengo que estar dos horas con esta señorita que está ya medio dormida ¿y donde la llevo yo ahora a estas horas?

─ Tengo hambre ─ me dice de camino al coche.

Ir a comer es una buena opción para matar el tiempo.

─ ¿Te apetece una pizza?

─ Siii. PIZZZZA, PIZZZZA ─ comienza a corear como una loca.

─ Marchando ─ me río por su emoción.

Nos subimos en el coche y arranco. Durante casi todo el camino permanecemos en silencio. De hecho, tengo que comprobar un par de veces si se ha quedado dormida, pero no, tan solo está concentrada mirando por la ventana. De vez en cuando cantamos alguna canción que suena en la radio, pero nada más, como por ejemplo ahora que está sonando "Wannabe" de las Spice Girls y Liv se ha puesto a cantar a todo pulmón tanto que su entusiasmo me ha contagiado y le sigo el rollo.

─ Oye, que sepas que no estoy borracha─ dice de repente cuando acaba la canción.

─ Sí tú lo dices.

─ De verdad ─ insiste ─ solo me encanta esa canción y estoy muy feliz.

─ ¿Soy el causante de esa felicidad?

─ En parte. Esta noche ha salido todo perfecto, mucho mejor de lo que me pensaba. Todo el mundo se ha creído que estamos juntos. No podría haberlo hecho sin ti. Gracias de verdad.

─ No hay de que. Ha sido divertido.

Aparco el coche enfrente de la pizzería, la cual he llamado antes para que la pizza estuviera lista cuando llegásemos. Salgo a por ella y a los cinco minutos regreso al coche para comérnosla allí mismo, ya que a estas horas tan solo está abierto la comida para llevar.

─ Por cierto, lo siento ─ se disculpa Liv cogiendo un trozo de pizza pero no entiendo porque se está disculpando exactamente.

─ ¿Por qué?

─ Porque no sabía que iba a estar todo el instituto.

─ Ya, yo tampoco había caído en eso. No pasa nada no te rayes ─ pero sé de sobra que le va a seguir dando vueltas al asunto.

─ No puedo ─ lo sabía ─ ¿qué va a pasar cuando lleguemos el lunes a clase y vean que ni nos hablamos?

─ Si nos hablamos.

─ Ya sabes a qué me refiero, Aaron ─ suspira frustrada.

Entiendo porque se preocupa y tiene razón. La gente no se va a olvidar tan fácilmente de lo que han visto esta noche y tampoco van a hacer como sí no hubiera pasado nada.

─ Supongo que tendremos que seguir con la farsa un poco más ─ admito.

─ ¿Tú crees? ─ asiento ─ Joder, ¿por qué nos habré metido en este lio? ─ echa la cabeza hacia atrás mostrando como su frustración está aumentando.

─ No pasa nada Liv. Seguimos un par de semanas hasta que se pase el revuelo y cuando veamos que ya todos se han olvidado de nosotros lo dejamos.

─ Dicho así suena muy sencillo ─ valora cada una de mis palabras.

─ Pero no te ilusiones. Sí la farsa aumenta, nuestro trato también ─ le recuerdo

Me mira un poco asustada, pero en sus preciosos ojos marrones también puedo ver una muestra de picardía y emoción.

─ Durante una semana tendrás que hacer todo lo que quiera.

─ Ni de coña, un día y mucho que es ─ se queja.

─ Siete días.

─ Una semana son siete días imbécil.

─ Mierda, no ha colado. Entonces cinco.

─ Dos ─ regatea.

─ Un fin de semana.

─ Vale, acepto ─ dice ofreciéndome la mano para cerrar el trato ─ pero una cosa más.

─ ¿Qué?

─ Solo si vuelves al equipo de hockey.

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¡Buenos días!

Hoy subo el capítulo más pronto de lo normal porque es el único momento en el que puedo, pero mucho mejor ¿no?

Espero que os haya encantando este capítulo. Ha sido uno de mis favoritos y que mas he disfrutado escribiendo aunque también tengo que confesar que me ha costado un poquito al cambiar de narrador. ¿Que narrador os gusta más? Contadme vuestras opiniones.

En el próximo capítulo volverá a narrar Liv pero no os preocupéis, habrá más capítulos donde narre Aaron y a lo mejor otros personajes.

Hasta la semana que viene :)

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