Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

12: Perro ladrador

¿Dónde estoy? No recuerdo absolutamente nada de anoche. Intento pensar, pero me duele tanto la cabeza que es imposible. ¿Tanto bebí? Sea como sea no pienso volver a hacerlo.

"Sí, claro, eso no te lo crees ni tu"

Ya está la pesada

"Formo parte de ti, tú eres la pesada"

Pesada. Eso me recuerda a Aaron. Mierda Aaron. Se me vienen imágenes a la cabeza de los dos tirados en esta misma cama y no precisamente durmiendo. Dios mío que desastre. Una parte de mí espera que todo haya sido un sueño y la otra está deseando que vuelva a pasar. Uf que vida más dura. Fijo la vista hacia el frente sin mirar ningún punto en concreto intentando recordar algo más e intentando comprender que estúpida razón le llevó a largarse, ¿acaso hice algo mal?

No le doy más vueltas y salgo de la cama de un salto en busca de respuestas, pero me detengo al sentir frío de repente debido a que estoy medio desnuda ¿y mi ropa? Corro por toda la habitación buscándola por todas partes hasta que me tropiezo por culpa de mi disfraz que está en el suelo justo al lado de la camisa de Aaron, pero no hay rastro de él.

Encuentro mi ropa encima del escritorio minutos después, justo al lado de mi móvil y me visto rápidamente mientras marco su número.

─ Buenos días ─ dice demasiado alegre. ¿Como es posible que no tenga resaca si bebió incluso más que yo? Necesito que me explique su truco.

─ ¿Dónde estás? ─ pregunto más desesperada de lo que quería sonar.

─ Sabes, la gente suele saludar primero cuando llama a alguien.

─ Me importa una mierda, tenemos que hablar ─ suelto irritada por su animada actitud.

─ Abre la puerta.

Espera ¿qué? ¿Ha estado aquí todo el tiempo y no ha sido capaz de entrar? Y será verdad. Corro hacia la puerta y ahí está sentado en el suelo y mirándome desde abajo.

─ Buenos días ─ repite igual de animado.

─ ¿Qué haces aquí?

─ No voy a conseguir que me digas buenos días ¿verdad?

─ Buenos días ─ respondo de malas maneras.

─ Falta mejorar la actitud, pero me conformo ─ sonríe adorablemente.

Uf, debería odiarle por jugar conmigo de esta manera, pero no puedo hacerlo cuando me mira de esta forma, en su lugar lo que hago es ofrecerle la mano para ayudarle a levantarse. Si es que soy tonta.

─ Estaba esperando a que te despertarás ─ comenta una vez se pone en pie.

─ Podrías haber entrado. Llevo esperándote desde que te fuiste. ¿Por cierto acaso has dormido?

Y encima me preocupo por si duerme. Si, definitivamente me he vuelto idiota.

─ No quería molestarte y no, no he dormido apenas ─ se pasa la mano por el pelo tal y como suele hacer cuando está nervioso o intenta ocultarlo ─ Antes tenemos que hablar.

─ ¿Quieres pasar? ─ le invito.

─ ¿Me estas invitando a entrar en mi propia habitación?

Soy un cuadro. Aun así, entra y se sienta en la cama. Hago lo mismo y tomo asiento a su lado. Estoy demasiado nerviosa y no tengo ni idea de cómo actuar.

─ Creo que lo mejor es que empecemos de cero. Nada de relación falsa, nada de besos, nada de nada. Solo amigos ─ rompe el silencio.

─ Fuiste tú el que me besaste, las dos veces ─ le recuerdo.

─ Lo sé, por eso mismo. Quiero hacer las cosas bien contigo y esto solo nos está confundiendo. No puedo darte lo que quieres ahora mismo, no quiero tener una relación seria ─ habla sujetando mi mano entre las suyas contradiciendo todas sus palabras.

─ ¿Quién ha dicho que quiera tener una relación contigo? ─ me mira dudoso ─ Mira solo quería divertirme un rato pero bueno si lo que quieres es mantener las distancias conmigo puedo hacerlo.

Parpadea varias veces y al reaccionar pronuncia no muy convencido.

─ Sí, es lo que quiero, por ahora y no me líes que soy fácil de convencer. ¿Te parece bien?

Asiento, aunque no sea lo que más ilusión me haga del mundo, pero bueno tengo que aceptar su decisión. Lo mejor será que empiece a olvidarme de él, sobre todo porque su tacto y su cercanía me está matando ahora mismo de ahí que me levante de golpe aportando distancia.

─ Si ya está todo arreglado ya puedo irme.

─ ¿Quieres que te lleve? ─ se ofrece.

─ No hace falta. Descansa, se nota que te mueres de sueño ─ insisto, aunque se levanta.

─ De eso nada, déjame ser un buen amigo.

Uf amigo, odio esa palabra saliendo de su boca. Dejo de insistir porque es inútil, diga lo que diga no va a dejar que me vaya andando. Le sigo hasta llegar a la planta de abajo y allí nos llega un increíble y delicioso olor a tortitas. Ambos nos miramos extrañados pero emocionados a la vez. No hay nadie en el mundo que ame tanto las tortitas como nosotros.

Al llegar al salón vemos que Zack está tranquilamente desayunando y viendo un programa de dibujos animados en la televisión. Parece un niño pequeño, le adoro.

─ Hola Olivia ─ dice ignorando al castaño que está a mi lado ─ ¿Tienes hambre? He hecho tortitas.

Asiento con la cabeza y me acerco hacia él deseando hincarles el diente a esas tortitas que desde aquí tienen una pinta buenísima. Aaron me sigue y cuando se acerca para coger uno de los platos el pelirrojo le da un manotazo impidiéndoselo. Con un gesto totalmente contrario me tiende el mío y cuando pruebo tan solo el primer bocado alucino. Creo que son las mejores tortitas que he probado en mi corta vida. Zack me mira con orgullo al ver mi cara de máximo disfrute.

─ Lo sé, mis tortitas son orgásmicas.

─ Totalmente ─ confirmo metiéndome otro trozo en la boca.

─ Opinaría lo mismo si al menos me dejaras probarlas ─ se queja Aaron desde el otro lado.

─ Que pena, para ti no quedan. Antes tienes que reflexionar ─ le calla Zack y su seriedad me hace reír ─. Lo digo en serio. No sabes cuanto bebió anoche después de estar contigo. Tiene que aprender que el alcohol no es la solución.

─ Hablas como un padre ─ comparo.

─ Me lo dicen mucho.

Entiendo la postura de Zack, pero me da pena Aaron. Quizás debería ser buena amiga y compartir mi plato, al menos para que lo pruebe. Parto un cacho con el tenedor y se lo doy, todo esto esquivando la mirada asesina que me lanza el otro.

─ Gracias, eres la mejor ─ dice con una sonrisa que le ilumina la cara ─ Tu sí que eres una buena amiga no como este idiota

─ ¿Idiota yo? Ya se te ha olvidado la que liaste anoche ─ le contesta su amigo claramente enfadado

Miro a Aaron y elevo las cejas como señal para que me dé una explicación, pero esquiva mi mirada y continúa hablando con Zack.

─ Vale ─ suspira ─ tienes toda la razón. Me dejé llevar.

Ambos dan por acabada la discusión dejándome cada vez más confusa.

─ ¿Alguien piensa explicarme que pasó o vais a hacer borrón y cuenta nueva?

─ Voto por la segunda opción ─ opina Aaron.

─ Si yo también ─ le apoya.

Voy a protestar cuando me interrumpe las risas de Mia y Alex bajando la escalera. En cuanto nos ven cada uno adopta una actitud diferente. Mia como siempre, nos sonríe y saluda a todos alegremente. Por el contrario, Alex no dice ni una palabra y sonríe forzadamente. Se nota de sobra que sigue molesto conmigo y por lo que veo también con su hermano.

Dejo de mirarle y por costumbre me aparto hacia un lado para dejarle hueco en el sofá a mi lado, pero lo ignora y se sienta lo más lejos posible. Estoy harta de la cabezonería de los Crown. Van a acabar volviéndome loca estos dos idiotas. Cuando no es uno es el otro.

─ ¿Nos vamos? ─ le susurro a Aaron quien asiente.

─ Pasadlo bien tortolitos ─ comenta irónico Alex cuando nos levantamos y a la vez su novia le lanza una mirada asesina para que se calle.

Intento ignorarle porque no quiero saltar y volver a discutir con él, pero uno de mis principales defectos es que tengo la mecha demasiado corta.

─ Por supuesto que lo haremos ─ respondo con altanería.

Voy directa al garaje echa una furia. Sigo sin comprender porque le enfada tanto verme con su hermano. Nunca le ha importado. No quiero que se estropee nuestra relación por esta tontería, quiero tenerlos a los dos en mi vida tal y como era antes. ¿Estoy siendo demasiado egoísta?

Me doy cuenta de que Aaron no me está siguiendo. Retrocedo para volver al salón a por él porque si hay alguien que explota con más facilidad que yo ese es él.

─ Puedes enfadarte conmigo todo lo que quieras, pero no lo pagues con ella ─ su voz hace que me detenga.

─ No estoy enfadado, solo estoy esperando a que todo se desmorone ─ añade indiferente.

─ Alex, por una vez estoy intentando hacer las cosas bien lo mínimo que podrías hacer es confiar un poco en mi

Responde con una carcajada seca y que deja claro todo lo que piensa, pero aun así contesta.

─ No confío en que ninguno de los dos pueda hacer que funcione. Estáis intentando arreglar algo que ni siquiera pudisteis empezar y en ese momento tenía mucho más sentido y estaba convencido de que lo conseguiríais. Ahora solo estáis enamorados de las ideas que tenéis del otro y va a acabar en un desastre inevitable que lo arrasará todo. Sois unos inmaduros.

No puedo creer que esas palabras hayan salido de la boca del mismo Alex que durante tanto tiempo me intentó convencerme para que luchara por lo él, ahora no quiere ni que lo intentemos. Se cree perfecto y que lo sabe todo, pero nada más lejos de la realidad, soy su mejor amiga, sé de sobra que ni él ni su relación son tan perfectas como aparentan.

─ Escúchame Alex estoy empezando a cansarme de tu actitud de niño perfecto ─ salgo de mi escondite donde he estado escuchando toda su conversación sin que me vieran. Aaron y el resto me miran completamente asombrados, pero Alex no cambia su expresión, lo más probable es que ya supiera que le estaba escuchando.

─ ¿Por qué? ¿Por qué soy el único que os dice la verdad?

─ Estas dando por hecho algo que ni siquiera ha ocurrido. Siempre haces lo mismo o acaso tengo que refrescarte la memoria ─ salto en seguida.

─ No viene a cuento recordar eso ahora.

─ Claro porque no te conviene, al menos yo asumo mis errores no como tú que culpas a los demás ─ exploto sin poder controlar mis palabras.

Se queda en silencio mirándome desafiante.

─ Tu relación tampoco es perfecta, es incluso peor que la nuestra y eso que es inexistente ─ digo señalando a Aaron ─ pero al menos no está construida sobre una base de mentiras ¿Por qué aún no se lo has contado verdad? ─ más silencio ─. No le has dicho que... ¡Aaron! ¡Suéltame! ─ grito cuando me alza sobre su hombro para sacarme a la fuerza de ahí.

Le doy innumerables patadas sin efecto ya que sigue su camino sin inmutarse.

─ Cuando te relajes te bajaré.

Descargo toda mi ira sobre él hasta que me harto ya que muy idiota es una roca y es totalmente inmune a mis golpes.

─ ¿Has acabado? ─ pregunta divertido ─. ¿Si te suelto me prometes que no vas a volver a estallar?

─ No puedo prometerte eso. Sigo demasiado enfadada ─ admito

─ Aun así te voy a bajar porque me está empezando a doler ya el hombro.

Sigo demasiado furiosa, tanto que tengo la sensación de que quiero romper algo, pero se me quitan las ganas cuando me doy cuenta de que todo el garaje esta patas arribas, sobre todo el material de hockey que está prácticamente destrozado.

─ ¿Que ha pasado aquí? ─ pregunto asustada por la respuesta.

─ Eh... tuve una discusión con mi hermano.

─ ¿A esto se refería Zack cuando dijo que la liaste? ─ pregunto aunque es obvia la respuesta.

─ Has dado en el clavo ─ confirma Zack el mismo ─. ¿Puedo irme con vosotros? Es todo demasiado incómodo ahí dentro.

─ Puedes irte a tu casa, vives aquí al lado ─ le reprocha Aaron.

─ No gracias ─ y sin más dilación se sube al coche.

Aaron y yo le seguimos, pero antes de arrancar se gira hacia mí para decirme algo, pero le interrumpo antes de que lo haga.

─ Ya sé lo que vas a decirme.

─ No te enfades con él, no lo dice en serio, lo único que quiere es protegerte, ya se le pasará ─ responde con las mismas palabras que había pensado que me diría.

─ No le he pedido a nadie que me proteja, se cuidarme perfectamente solita ─ intento retener las siguientes palabras en mi interior, pero acaban saliendo solas ─. Además, no vas a hacerme daño esta vez ¿verdad?

─ Por supuesto que no ─ responde casi ofendido por la pregunta.

─ ¿Me lo prometes?

─ Te lo prometo.

Eleva su dedo meñique y yo envuelvo el mío sobre el suyo sellando así la promesa al igual que solíamos hacer cuando éramos unos críos.

─ Un momento precioso ─ interrumpe Zack asomando la cabeza entre nosotros desde el asiento trasero ─ pero arranca de una vez, no tengo ganas de ver como os coméis la boca.

El castaño suspira irritado por la interrupción, pero aun así arranca y yo solo me dedico a mirar por la ventana como si los últimos cinco minutos no hubieran ocurrido. Un rato después nos detenemos en una gasolinera donde Aaron se baja a repostar quedando Zack y yo solos en el coche lo que me pone un poco nerviosa, porque, aunque me cae estupendamente tampoco es que le conozca mucho y no sé de qué hablarle.

─ Sé que esto puede sonar muy raro porque casi no nos conocemos pero, ¿me harías un favor?

─ Claro ─ respondo entre asustada y curiosa. ¿Para que necesitará mi ayuda?

─ No sé si lo sabes, pero trabajo como ayudante del entrenador en el equipo de hockey para poder pagarme la universidad y necesito que me ayudes a hacer que Aaron vuelva al equipo.

Se ha vuelto loco. Después de lo que me lió la última vez paso de hablar con él de algo que este mínimamente relacionado con el hockey.

─ Lo veo difícil, no quiere saber nada del tema ─ contesto.

─ Por favor, Liv. Le necesitamos y a mí no me escucha. Hemos perdido casi todos los partidos desde que se fue y si perdemos uno más me despiden. Y no solo eso, le encanta y sé que lo echa de menos. Estoy seguro de que volver al equipo le ayudaría en todos los sentidos, con la universidad, con su salud mental, con todo.

─ Si tanto le encanta no lo habría dejado ─ suspiro reflexionando más para mí que otra cosa ─. ¿Y qué te hace pensar que a mí me va a escuchar?

─ Solo inténtalo ─ ruega.

─ Está bien.

¿Por qué me meteré siempre en estos jardines? De nuevo tengo que convencer a Aaron de que haga algo que no quiere hacer, pero esta vez dudo mucho que sea tan fácil.

─ Gracias de verdad, te debo una.

─ Si aún no he hecho nada ─ rio.

─ Pero sé que lo conseguirás.

Cuanta fe tiene en mi este chaval. Espero que tenga razón sino la llevo clara.

________________

Buenos días, ¿que tal todo?

Esta semana he estado liadísima con todos los exámenes finales pero aún así no podía dejaros sin capítulo. Espero que lo hayáis disfrutado.

Nos vemos en una semana😉

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro