Jungkook

He tenido algunos sueños recurrentes en mi vida. Parece ser la forma en que mi mente me dice las cosas. Por ejemplo, solía soñar que entraba a la oficina vestido sólo con un chándal y una camiseta mucho antes de dejar mi trabajo en la ciudad.

Este sueño es, con diferencia, mi favorito. Taehyung se sienta a horcajadas en mi regazo y mueve sus caderas perezosamente mientras monta mi polla. Tiene la expresión más sexy en su hermoso rostro, con las mejillas rosadas, los párpados caídos y los labios hinchados por los besos entreabiertos. Están manchados con mi semen de cuando me la chupó hace un momento. Los lame y gime. Su vientre está redondeado por el embarazo, y ahueca todo su pecho, sobresaliendo sus pezones oscuros. Gotas de leche blanca rezuman una tras otra, como hilos de perlas sobre sus dedos y la curva de su vientre. Está teniendo un orgasmo interminable, extasiado, lleno de mí. Mi polla en su agujero, mi semen en su estómago, mi bebé en su útero.

Estoy duro como una roca cuando me despierto. Por suerte, mi pareja, mi querido esposo, está justo ahí, con su cuerpo desnudo pegado al mío. Me pongo encima de él, mi polla y mis pelotas me duelen de necesidad. Adormilado, simplemente se agarra las piernas por debajo de las rodillas y se ofrece a mí. Me hundo en él fácilmente y hago una pausa. Follamos casi todos los días y él puede tomarme sin ninguna preparación, siempre ansioso por mí.

-Mmm. Sí -suspira, moviéndose para que mi polla frote las paredes resbaladizas de su agujero-Amo tu polla.

-Bien.

Le doy unas cuantas embestidas largas, maravillándome de la forma en que gime y tararea. Su erección roza mi vientre donde rebota entre nosotros.

-¿Soñaste conmigo? -dice con voz áspera, ya sin aliento.

-Sí. Necesitaba entrar en ti.

-¿Me despertaste porque necesitabas follarme?

-Sí. ¿Alguna queja?

-No. Me encanta. Follar con sueño es lo mejor.

-Lo sé. Por eso lo hago. Córrete por mí y podrás volver a quedarte dormido.

-Quiero dormir lleno de ti. -Sus palabras ya se están arrastrando. Está cerca-¿Qué soñaste?

-Me estabas montando. Corriéndote sobre mi polla.

-Mmm.

-Y tú estabas gordo y redondo con mi bebé.

-Jungkook...

Ah, le gusta. A él le gusta la fantasía, al igual que a mí.

-Tu barriga era tan grande, como un melón, y te ordeñabas tus pezones. Apretaste tus grandes pezones y la leche salió de ti en riachuelos mientras tu agujero se aferraba a mi polla.

Él grita, sus ojos se ponen en blanco y sus músculos internos revolotean alrededor de mi polla. Lo follo más fuerte, alimentando su orgasmo, hasta que sus llantos se convierten en gemidos de satisfacción. Sólo entonces me permito correrme. La parte inferior de mi cuerpo hormiguea y mi polla se sacude dentro del suave agujero de mi esposo. Es dócil después de correrse, todo dulce y jodidamente borracho.

-Me gusta -murmura.

-¿Qué, cariño?

-El sueño. Que me folles estando embarazado.

-¿Sí?

-Mmm. Significaría que soy tuyo en todos los sentidos posibles.

-Lo serás. Todo mío.

Aprieta mi polla con sus músculos internos.

-¿Puedo dormir contigo dentro de mí?

Su tercer celo se acercaba, solo quedaban unas pocas semanas, y eso lo está volviendo deliciosamente húmedo. Salgo y nos hago rodar hacia un lado. Acurrucándolo, deslizo mi polla todavía dura dentro de su agujero suelto.

-¿Así?

-Sí. Perfecto.

-Descansa, cariño.

-Te amo, Jungkook.

-Yo también te amo.

...

Cuando me despierto unas horas más tarde, Taehyung yace de lado, apoyado sobre su codo. Él me sonríe. Es sábado, así que no tenemos que ir a ningún lado.

-Buenos días.

-Hola, amor -murmuro y me acerco para poder acariciar sus clavículas.

-He estado pensando.

-¿Sí? -Beso la suave cresta, luego el hueco en el centro.

-Quiero saltarme el anticonceptivo esta vez.

Mi corazón late con fuerza, retrocedo. De repente, estoy completamente despierto.

-¿Sí? -dejo escapar. Taehyung tiene sólo veinticuatro años. Comenzó su trabajo como maestro de primer grado aquí en Busan hace diez meses. Él sabe lo que quiero, pero no he intentado persuadirlo. Todavía es muy joven. - No tienes que hacerlo, amor. Anoche fue sólo un sueño. No lo dije para presionarte. No tienes que hacerlo a menos que estés seguro. Tenemos tiempo. Puedo esperar. Te amo y nunca he sido tan feliz como lo soy ahora. No tienes que apresurarte a hacer nada por mi culpa.

Coloca un dedo sobre mis labios.

-Jungkook, lo he decidido. Llevo meses pensando en ello y estoy seguro. Quiero tener un hijo contigo. Estoy listo.

Oh, santo cielo.

-¿En serio? -digo con voz áspera.

Él asiente.

No puedo soportarlo. Es demasiada alegría para que la soporte un solo hombre. Me abalanzo sobre Taehyung y aplasto nuestros labios. Él gruñe con sorpresa pero luego me rodea con sus brazos y piernas y me devuelve el beso. Una nariz mojada golpea mi pie donde sobresale del borde de la cama, y me aparto del beso embriagador.

-Maldita sea, Noodle, estamos teniendo un momento aquí.

Nuestro perro lloriquea suavemente.

-Tiene hambre -dice Taehyung- Me temo que tenemos que levantarnos.

-Ugh. Supongo que es un buen entrenamiento para cuando seamos padres, ¿eh?

Taehyung sonríe y me pellizca el costado.

-Arriba. Me estás aplastando y quiero huevos para desayunar.

Con un gruñido, me levanto y me siento en el borde del colchón. Nuestro perro se mueve entre mis rodillas con impaciencia, indeciso si quiere más caricias o que nos apresuremos a alimentarlo. Bostezando, Taehyung se estira como un gato. Más tarde hoy visitaremos a Yoongi y Jimin. Confieso que ver a Yoongi acunando al bebé Bo-mi contra su pecho, con una sonrisa sensiblera en su rostro, me ha hecho añorar aún más a mi propia familia.

...

A mi esposo no le gusta que derroche dinero en él con demasiada frecuencia, pero a veces no puedo evitarlo. Dejamos a Noodle con el tío Yoon-shik y Mi-suk y tomamos el tren a la ciudad. Después de pasar unas horas en el parque con Yoongi, Jimin y Bo-mi, llevé a Taehyung a cenar a uno de mis restaurantes favoritos. Ahora cree que volveremos a la estación de tren.

-Maldita sea. Me equivoqué de nuevo. Pensé que íbamos a girar a la izquierda.

Todo en esta ciudad parece igual.

-Tenías razón. Si fuéramos a la estación de tren, habríamos girado a la izquierda.

-¿Sí? ¿Adónde vamos entonces?

Tiro de su mano y lo empujo detrás de mí hacia los grandes escalones de piedra frente al hotel.

-Reservé una habitación para nosotros.

Los ojos de Taehyung se abren como platos.

-¿Aquí?

-Sí. Vamos.

Él mira boquiabierto el pomposo vestíbulo cuando nos registro y permanece en silencio hasta que llegamos al séptimo piso. Paso la tarjeta de acceso a través de la cerradura y abro la puerta.

-¿Qué opinas?

Taehyung se da vuelta con una sonrisa de asombro en su rostro.

-Estás loco.

-¿Pero te gusta? - Pregunto, repentinamente inseguro.

Mordiéndose el labio, Taehyung me mira y sonríe. Él asiente una vez, su expresión tan emocionada y culpable que me río. El personal ha seguido mis instrucciones al pie de la letra. El jacuzzi está preparado y, junto a una mesita, hay una botella de champán en una cubitera con hielo y una fuente tapada. Debajo de la tapa se esconde una selección de quesos, pan fresco y fruta. Nuestros albornoces están colocados sobre la cama. Sólo nos faltan las zapatillas, pero como el suelo es de cálida madera, supongo que no las necesitaremos. Unos minutos más tarde, Taehyung está sentado entre mis piernas en la bañera, bebiendo champán.

-¿Cuál es la ocasión? -pregunta tímidamente- Nuestro aniversario no es hasta el próximo mes.

-No sería una gran sorpresa si lo hiciera el día de nuestro aniversario de bodas. Además, para entonces ya estarás en celo.

-Cierto. Podemos celebrarlo de otra manera.

Voy a fecundarlo de verdad. Esa será mi celebración.

-Definitivamente lo haremos.

...

El cálido baño de burbujas y el champán nos tranquilizan a todos. Taehyung está sonriendo, con los ojos cerrados, cuando arrastro mi polla a lo largo del tejido necesitado dentro de su agujero resbaladizo. Inclino mis embestidas de diferentes maneras, tratando de ver qué lo hace gemir y temblar más. Una idea repentina hace que mi polla palpite y la retiro. Taehyung se queja.

-De rodillas en el suelo junto a la cama.

Él obedece, arrodillándose en el borde y levantando el culo. Agarro sus nalgas y las separo antes de hundirme en él hasta el fondo. Luego abrazo su torso y lo levanto. Aprieta las mantas con los puños y curva la columna. El siguiente empujón da en el clavo, la cabeza de mi polla besa la boca cerrada del útero de Taehyung y mi esposo grita.

-Ahí. -Empujé de nuevo y me quedé quieto, alojado en él-. ¿Sientes eso?

-Sí -jadea.

Girando mis caderas, masajeo el bulto carnoso, la puerta al lugar sagrado, con la punta de mi polla.

-Pronto voy a embarazarte, mi pequeño compañero. Cierto.

Taehyung gime y empujo firmemente en el mismo lugar, sacándole un gemido salvaje.

-Por favor.

Me encanta cuando suplica. Lo follo más fuerte, luego vuelvo a disminuir la velocidad, manteniéndome lo más profundo que puedo. Sus sonidos se vuelven animales y se estremece, con los nudillos blancos cuando golpea la ropa de cama.

-Te dejaré embarazado, cariño. Sigo soñando con eso. Sobre lo hermoso que estarás embarazado de mi bebé.

-Te amo -murmura- Te amo. Fóllame más fuerte. Dame tu semen. Por favor. Préñame.

Suena casi febril. Mi chico necesitado. Tiro de sus pezones y cumplo su deseo. Nuestra piel se golpea con la fuerza de mis embestidas, y los gritos eufóricos de Taehyung resuenan en toda la suite. Empujo su útero con todas mis fuerzas cuando se corre, y funciona porque se estremece con la fuerza de su placer, su agujero me aprieta como un tornillo de banco. Él imagina lo mismo que yo, rogándome que lo embarace.

-Fóllalo. Folla mi útero. Embarázame.

Eso lo hace. Mi clímax me atraviesa como una tormenta, haciéndome estrellarme contra la carne temblorosa de Taehyung. Nos desplomamos en el suelo formando un montón de sudor.

-Algo me dice que mi tercer celo será incluso más divertido que el segundo -dice Taehyung mucho después, con la voz aún ronca.

Me río entre dientes. Oh, sí.

...

Taehyung

Noodle está obsesionado con mi vientre. Se está volviendo un poco ridículo. Siempre que estoy en posición horizontal, el perro se acomoda lo más cerca posible de mí, colocando su cabeza justo encima de mi vientre o acurrucándose en él. Acaricio su cuello y él me mira con esa expresión dulce y devota que reserva sólo para mí.

-Lo sé. Tampoco puedo esperar a que salga. Pero no podrá jugar contigo de inmediato, ¿sabes? Tendrán que tener paciencia y esperar a que crezca un poco antes de poder perseguirse en la playa.

El perro parpadea y sigue mirando.

-Tendremos que tener cuidado al principio. Será pequeño y frágil. Pero lo entiendes, ¿no? Sí, tú puedes. Eres el perro más inteligente de todos.

El sol de invierno que entra por la puerta del patio proyecta largas sombras en la sala de estar, y puedo ver la silueta de Jungkook antes de que entre a la casa.

-Hola, amor -llama, y Noodle salta para correr y saludarlo. No me levantaré. Tengo el vientre pesado y me duele la espalda baja. Jungkook se inclina y me besa ligeramente en la mejilla. Está todo sudoroso por la carrera.

-Sólo necesito ducharme. Ya vuelvo.

Intento leer un poco más, pero parece que no puedo concentrarme. Mi mente está en mi pareja, desnudo y mojado en la ducha. Desearía poder entrar allí y exigir sexo, pero probablemente no cabríamos en la ducha ahora con lo grande que me he vuelto.

¿Quizás podría esperarlo en la cama?

Estoy cachondo todo el tiempo estos días, pero a Jungkook le da vértigo, así que ni siquiera intento ocultarlo. Es el embarazo. El médico dijo que deberíamos seguir teniendo sexo "cuando sea necesario" y que el sexo cerca del parto son incluso beneficiosas para mí. Debería facilitar el parto. A juzgar por lo mucho que follamos, el bebé probablemente saldrá de mí después de una embestida. Sin ser consciente de ello, me desnudo en el dormitorio y me acomodo sobre las almohadas. Abro mis piernas dobladas y masajeo mi pecho. Me duelen los pezones y la tensión en el tejido de debajo se intensifica cada hora.

Se abre la puerta del baño.

-¿Taehyung? -mi esposo llama.

-Aquí.

Aparece en la puerta. Al verme extendido y necesitado por él, sonríe y cierra la puerta detrás de él, dejando caer la toalla al suelo. Primero besa mis pezones y luego los chupa. Quiero que siga adelante, se siente increíble, pero yo también estoy vacío. Pronto, no puedo soportar la sensación de vacío en mi agujero.

-Quiero montarte.

Jungkook se apoya en la cabecera y sostiene su gran polla en posición vertical para que yo pueda sentarme. Gimo de alivio cuando se hunde en mi agujero hasta la raíz.

-¿Necesitabas mi polla, cariño?

-Sí.

-Chico cachondo.

Me golpea las nalgas y el escozor envía un delicioso cosquilleo por la parte inferior de mi cuerpo. Salto hacia arriba y hacia abajo, sosteniendo mi vientre, y la polla de Jungkook frota la boca agrandada de mi útero justo a la perfección. Me pellizca los pezones doloridos y me quejo. Necesito más. Algo. No sé qué, pero mis sonidos se vuelven llorosos.

Jungkook agarra mi pecho hinchado y comienza a ordeñarlo, masajeando el músculo hinchado, y las sensaciones en las puntas de mis pezones se vuelven eléctricas. De repente, se enfrían un poco y miro hacia abajo. Dos gotas de líquido adornan las pequeñas protuberancias oscuras.

Finalmente.

Jungkook ha estado soñando con esto y ahora finalmente puedo darle lo que desea. Me muevo en su polla y mis gemidos se vuelven frenéticos. Ver mi leche burbujear hace que mi sangre hierva a fuego lento y mi agujero hormiguee. Jungkook gruñe.

-Pareces un dios, mi amor. Córrete. Déjame ver cómo sale de ti el semen y la leche.

Córrete.

Y lo hago. Me empalo y jadeo, el orgasmo envía un placer eléctrico a través de todo mi ser. Mi semen mancha el torso de Jungkook, y él sumerge sus dedos en esas gotas y las lame una por una mientras yo me retuerzo y gimo. Él choca contra mí, rugiendo como un animal cuando empapa mis entrañas con su semilla.

Sudados y pegajosos, nos quedamos entrelazados hasta que nuestra respiración se calma. Luego Jungkook se arrastra más abajo y envuelve sus labios alrededor de mi pezón, succionando suavemente mientras acaricia mi gran barriga. ¿Podrá hacer fluir la leche? Traga alrededor de mi carne y abre más la boca, profundizando mi pezón y zarcillos de alegría recorren mi pecho. Lo siento: un fino chorro de leche sale a chorros de mí en una ráfaga de hormigueos. Un gemido se escapa de mi garganta y mi esposo me mira a los ojos.

La mirada que me da es de pura adoración.

Tomo su nuca, sostengo su cabeza cerca de mi corazón, pidiéndole sin palabras que siga haciéndome esto mientras la excitación y la satisfacción se mezclan dentro de mí. En el fondo se me ocurre que podría sentirme incómodo amamantando a mi pareja. Pero en cambio, me inunda la felicidad mientras Jungkook chupa una y otra vez, durante largos minutos. Vacía un lado, me gira suavemente y envuelve su boca alrededor de mi otro pectoral. Está tan hinchado que palpita y ya con el primer tirón suave, la leche sale.

Gimo de alivio. Masajea la parte inferior con la lengua, tarareando suavemente, y me pongo positivamente eufórico.

El bebé vendrá cuando quiera, así que saborearé estos últimos días en los que estemos solo mi esposo y yo. Nuestras vidas volverán a cambiar y sé lo suficiente sobre la paternidad como para estar un poco nervioso al respecto. La falta de sueño, el vómito del bebé, las rabietas, los dibujos animados en bucle, el desorden y el ruido constantes, hacer el amor furtivamente cuando el niño finalmente se quede dormido y montones interminables de ropa sucia... Pero es el bebé de Jungkook y mío. Nuestro hijo. No puedo esperar a conocerlo, a saber si tiene los ojos de Jungkook, a verlo acunado en los brazos de mi esposo.

Jungkook tira un poco más fuerte, toma mi otro pezón y lo masajea suavemente. Puedo sentir su amor como una sensación física, como una manta esponjosa que me cubre y me calienta por completo. Sonriendo, cierro los ojos.