Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 9*

BEVERLY.

—¿Y esa quién era? —se quejó Yorleny cuando salimos de clases.

Me pase mi cabello por detrás de las orejas un poco irritada por esta conversación.

Soy nueva aquí, por mucho tengo solo tres semanas, literal. Llevo solo tres semanas en clases y esta tan llena de dramas por los pasillos.

En mis antiguas escuelas no pasaba nada de esto y si pasaba no me involucraba. Poco me importaban los dramas adolescentes, estoy acostumbrada a estar en mi propia burbuja, sin problemas y bulla exterior.

Janeth a mi lado rodó sus ojos y negó con su cabeza, seguramente esta irritada como lo estoy yo.

Y no hablare mal de Yorleny, enserió me agrada, pero ha mencionado toda la mañana lo que paso con Lester y esa chica, que no sé quién sea, no es que me importe tampoco.

Y creo que Janeth es la que más irritada esta, la ha llenado de preguntas de quien es ella, pero Janeth se limita a contestar, note la tensión de odio entre Janeth y esa chica.

Yo por mi parte preferí guardar silencio y no hacer comentarios de esa situación.

—Míralo —se detuvo Yorleny —, esta con ella.

Janeth los miro a lo lejos, Lester hablaba y reía con esa chica, Janeth volvió a mirar a Yorleny, cuando noto que Yorleny seguía viendo a la pareja a lo lejos me miro a mí, rodó sus ojos y suspiro rendida.

—No son novios, solo para dejarte tranquila. —afirmo Janeth.

—¿La conoces?

—Por desgracia.

—¿Que más sabe?

—¿En serio te gusta Lester?

—Mucho.

—No soy nadie para criticar los colores favoritos de las personas, pero si crees que tienes esperanzas pues espero y lo logres cambiar.

—¿Cambiar?

—Claro, es el capitán de un equipo y eso lo hace alguien intocable, así que básicamente todas se le lanzan y él muy gustoso las agarra a manos llenas, a eso me refiero cuando digo cambiar.

—Tú lo conoces bien ¿verdad?

—Es el mejor amigo de mi hermano, así que sí, claro que lo conozco bien.

—¿Y a ella? —Yorleny quería indagar mucho —¿Que sabes de ella?

—Se llama Leslie Martin, no hay mucho que decir de ella.

—¿Crees que esa Leslie este interesando en él?

Janeth se encogió de hombros restándole importancia.

Mis ojos lo notaron.

Noah salió del instituto con esa chica.

Su novia.

Él no decía nada, pero ella se miraba bastante cómoda caminando a su lado. Sin decir nada Noah y su hermana cruzaron miradas, note la conexión rara que habia en ellos por Janeth asintió.

—Tengo que irme. —sonrió Janeth —Otra cosa, Yorleny.

—¿Sí? —dijo ella.

—No te acerques a ella, no intentes nada, Leslie es alguien a quien no quisieras de enemiga, si los ves juntos déjalos estar, créeme cuando te digo que no intentes nada con ella. Sé de lo que es capaz.

Yorleny la miro como si nada de lo que dijo Janeth la va a afectar.

Janeth noto su reacción y sonrió.

—No digas que no te lo advertí —Janeth me dijo adiós con su mano —. Mañana nos vemos, Beverly.

La rubia se fue con su hermano, quien estaba con su novia. Ella era tan bonita, llevaba ese traje de porrista, su cabello en una coleta alta y su cabello era tan brillante y amarillo. Era bonita, no lo voy a negar, hacían una pareja tan linda con Noah.

Y apuesto que Noah opina lo mismo, él la mira hablar mientras ella sonríe. Noah suspiro, levanto su mirada y su mirada choco con la mía.

Ladeo su cabeza al verme, yo lo mire, pero no quise sentirme incomoda ni tampoco incomodarlo a él, así que enfoque mi mirada en Yorleny.

—Perdóname, pero Janeth no me agrada. —confeso.

Sus palabras me sorprendieron tanto que la mire con mucho asombro.

—¿Que dijiste? —pregunte, muy sorprendida.

—¿Has visto como me mira? Se cree la reina de este lugar, no sé cómo la trata su padre para creerse tan intocable.

—¿Por qué le hablas si no te agrada?

—Ella fue la primera a la que le hable, créeme cuando te digo que al principio me agrado, pero luego... Dios, Janeth es tan insoportable.

—A mí me agrada —dije —. Ella ha sido muy amable conmigo.

—No es que sea odiosa como tal solo que, no sé a veces no la soporto, se cree tan bonita, hay chicas más lindas que ella. Janeth no es la gran cosa.

—¿Si te cae tan mal porque le hablas? —le volví a preguntar.

—Hipocresía, Bev. Solo para aparentar, cuando llegue aquí Janeth estaba más sola que un perro.

—Sigo opinando lo mismo, si no te agrada deja de hablarle.

Yorleny sonrió con su ceño fruncido, negó con su cabeza y miro nuevamente a Lester.

—Janeth podría ayudarme para ser novia de Lester. A veces hay que utilizar tus defectos como ventaja.

Me quede callada viendo a Janeth, luego mire a Yorleny.

No me gusta esta situación.

No soy participe de este tipo de amistades en las que hay mucha falsedad, me agrada Yorleny, es una chica muy tranquila, y Janeth también me cae muy bien, es divertida, aunque Yorleny diga lo contrario, pero es muy triste que una de ellas sienta mucho odio por la otra.

No me gusta porque esto traería problemas en un futuro, no sé si Janeth también tenga los mismos pensamientos que Yorleny, pero tomo las palabras que le dijo a Yorleny como una descripción hacia ella misma.

Janeth tiene esa mirada dominante que podría sostener con cualquier persona, sin importar si fuera la persona más intimidante, ella podría ganar en un concurso de mirada, luego esa seguridad que emana es tan superior que cualquiera la admiraría con tan solo caminar por los pasillos.

Janeth Blythe es una chica muy segura de sí misma, y si ella estaba sola sin ninguna amistad, tal vez sea porque ella no necesita a nadie.

—No seguiré hablando de Janeth, que estrés hablar de ella. —Yorleny rodó sus ojos.

—¿Yo te agrado? —le pregunte.

Yorleny me miro confundida.

—Claro, eres muy tierna, Bev. Tú y yo podríamos ser mejores amigas muy fácilmente ¿por qué me preguntas eso?

—Porque dijiste esas cosas de Janeth, creo que es normal que piense que tienes esos mismos pensamientos hacia mí.

—Beverly, claro que no. —Yorleny sonrió y puso su brazo sobre mis hombros para caminar —Desde hoy serás mi mejor amiga, créeme, me das tanta confianza. Yo jamás diría algo malo de ti, me caíste muy bien desde que te conocí, así que deja de pensar en que no me agradas.

Sonreí con poco incomoda, mi celular sonó y lo tomé rápidamente. Me detuve cuando miré su nombre en la pantalla.

Carlos.

Yorleny arqueo una ceja asombrada y con mucha curiosidad.

—¿Quién es Carlos?

—Nadie. —conteste.

—Para no ser nadie te pusiste muy nerviosa.

—Es mi novio, digo, exnovio.

Corté la llamada y me encogí de hombros muy tranquila.

—¿Por qué terminaron?

—Problemas, ya sabes, estamos estudiando en lugares diferentes y esa fue una razón muy grande.

—Entiendo. —Yorleny asintió —No me has contado ¿por qué te pasaste para aquí?

—Mi papá se dio cuenta que salía con Carlos y me cambio de colegio, por eso ¿Que paso contigo?

—No sé, mi mamá quiso pasarme aquí. Dijo que aquí había muy buena educación para los de último año, así que aquí estoy.

Asentí.

Mi padre también había mencionado algo así, que esta era una muy buena institución y que tendría una muy buena oportunidad para entrar una buena universidad.

Mi celular volvió a sonar y Yorleny sonrió al notarlo. Estaba muy irritada con Carlos, me había dicho muchas cosas y ahora viene a pedirme una disculpa como si nada de lo que dijo paso.

Lo conozco, sé que para eso me llama, para disculparse.

—Contéstale. —me insistió Yorleny.

Guiándome por lo que dijo conteste la llamada.

—Beverly, guapa. —fruncí un poco mi ceño, él jamás me ha dicho guapa.

—¿Hola?

—¿Ya saliste de clases?

—Sí.

—¿Dónde estás?

—Afuera, de hecho ¿por qué?

—No te miro.

—¿Que?

—Vine por ti.

—¿Que dijiste? —pregunte, asustadas —¿Estás aquí? —Yorleny se llevó una mano a su boca.

—Sí, afuera. —contesto Carlos.

—¿Que estás haciendo? —me queje. Yorleny se acercó a mí, pego su oreja a mi celular mientras trataba de escuchar la llamada. No la aleje.

—Ahora mismo estoy caminando, creo que necesitamos hablar de nosotros, no podemos estar así. —se escuchó triste.

—Carlos, no ¿Por qué haces todo esto? —dije, buscándolo con la mirada.

—Porque te amo, Beverly, porque te amo.

Me detuve cuando lo miré.

Él también me miro.

Colgó la llamada y sonrió acercándose.

—Escuche todo. —dijo Yorleny —Ese chico te ama.

—Yo a él no.

—¿Que? ¿Por qué no?

—Bueno, ya ni sé que es lo que siento por él.

—Creo que si deberían de hablar. Hablando se entiende la gente.

—Yo estoy bien así, no quiero hablar con él.

—Vamos, Beverly, mira lo guapo que esta.

No respondí porque Carlos estaba muy cerca.

Mire a mi alrededor y solo mire alumnos los cuales no me conocen, pero por otro lado mire a Lester y la chica mientras conversaban.

Por otro lado, están los Blythe.

Los mellizos estaban solos, me miraban. Dios, ellos me miraban, miraban a Carlos.

Y no entiendo porque siento esta sensación de miedo.

Un chico de unos quince años se acercó a Noah y Janeth y le paso la mano enfrente de Noah para devolverlo a la realidad. Noah aparto su mirada de mí.

—Beverly. —su voz me hizo apartar la mirada de Noah.

—¿Sí?

—Que bella estas.

—Ella es Yorleny. —dije, incomoda —. Es mi amiga.

—Hola. —saludo ella.

—Hey. —Carlos asintió.

—Creo que debería irme —Yorleny suspiro —Un gusto.

Carlos asintió y Yorleny se alejó haciéndome señas de que Carlos estaba muy guapo.

Carlos se dio la vuelta para ver a Yorleny y ella cuando miro su movimiento hizo como si no hacía nada caminando muy tranquilamente.

Carlos volvió a mirarme.

—¿Nos vamos?

—¿Donde? —pregunte, confundida.

De hecho, todo me confunde, su sola presencia me es molesta, está aquí, Dios mío. Carlos está aquí después de decirme que me haya al carajo ¿en serio?

—Donde sea, yo solo quiero hablar contigo.

—No entiendo que estas tratado de hacer.

—Solucionar lo nuestro.

—¿Lo nuestro? —dije —Carlos, ya no hay un lo nuestro, me lo dejaste muy claro cuando me mandaste al carajo.

Carlos me sostuvo la cara con sus dos manos.

—Te amo. —me miro —Te amo tanto que no puedo mirar a nadie más que no seas tú.

—Me terminaste.

—Fue un impulso, Dios, ¿por qué no me crees cuando te digo que te amo?

—Me dejaste sola, Carlos.

—Hablemos.

—Hablar no sirve de mucho.

Carlos sin decirme algo más, me agarro de la mano y me llevo a la fuerza. Me queje del dolor y cuando mire su auto me tense, no quería estar ahí.

Me solté a la fuerza cuando abrió la puerta.

—Sube. —dijo, con mucha molestia.

—¿Disculpa?

—Que subas.

Lo mire muy ofendida.

No es primera vez que me habla así, pero si es primera vez que me exige subir a su auto a la fuerza.

—Por favor, Bev.

—¿Que te pasa? —pregunte, asustada.

Carlos se recostó en su auto se llevó sus manos a su cabello con fuerza y sollozo.

—No puedo estar un minuto sin ti, Beverly, vuelve conmigo. Te extraño tanto, me haces tanta falta. —dijo, bajito.

Me acerque a él, toque su rostro para levantarlo y mirarlo. Sus ojos marrones brillaban, quería llorar.

Carlos quería llorar por mí.

—Te amo, Beverly. Sé que tú no, pero yo sí puedo darte de mi amor.

—A mi papá no le agradas.

—Hare cualquier cosa para que me acepte como tu novio.

Sonreí.

Él también lo hizo.

Me acerco a él y supe que estaría muy atada a él cuando deje que sus labios tocaran los míos.

Deje que me besara.

Yo lo bese.

Extrañaba sus labios.

Como se moldeaban mis labios a los suyos, me saboreaba con delicadeza y profundizaba el beso sin quitar esa dulzura con la que él siempre me besaba.

Cerré mis ojos con fuerza tratando de omitir todas esas veces que me dejo sola, esta vez sería diferente. Él va a cambiar.

—Como te extrañaba, Bev.

—¿Vas a cambiar? —le pregunte.

—Voy a cambiar.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro