Capítulo 16*
BEVERLY.
La fiesta era como me la esperaba.
Y por muy extraño que parezca estaba divirtiéndome, había pasado toda la noche con Yorleny, bailamos y fue primera vez que bailaba en público, me sentía tan relajada, tranquila y me estaba divirtiendo.
Yorleny también está muy tranquila y alegre. Se había quitado hasta sus zapatos de tacón, ni siquiera sé dónde los dejo, y estoy segura de que ni ella lo sabe, agradecí que me había venido con zapatos bajos, porque estaría tan cansada.
—Vamos a buscar que tomar. —dijo Yorleny.
Asentí caminando con ella.
Entramos a la cocina en la que estaba llena de botellas. No iba a beber y por suerte encontré una botella con agua. Agarre una y la bebi.
—¿Te diviertes?
—Mentiría si digo que no. —respondí.
—¿Te puedes quedar un rato sola? Quiero ir al baño.
—No, está bien. Aquí te espero.
—Si te vas algún otro lugar me llamas.
Asentí.
Yorleny se alejó corriendo y descalza. Sonreí divertida viéndola. Me termine la botella con agua y la tire en el bote de basura.
Al levantar mi mirada sentí un revoltijo, no de los bonitos, fue más de preocupación y confusión, más cuando encontré a Bianca viéndome.
La cocina estaba sola, solo éramos ella y yo, y me preocupe más por la forma en la me mira. No es una mirada amistosa, era de molestia.
Esta chica era una advertencia muy grande, no es alguien que quisiera como amiga ni como enemiga, así que decidí caminar para salir de la cocina.
—Beverly ¿cierto? —me detuve. Maldita sea, no quería hablar con ella.
La miré y asentí.
Bianca sonrió.
—Me alegra que hayas venido, siempre es bueno tener personas que no están acostumbrados a este entorno.
—Gracias.
—Espérate, no te vayas. Quiero hablar contigo.
—¿De qué? —pregunte —Tú y yo no nos hablamos.
—Siempre hay una primera vez para todo.
—Algo quieres ¿verdad?
—Tal vez.
—¿Qué quieres?
—A Noah. —ella sonrió.
—No estoy entendiendo nada —confesé —¿Por qué me dices eso a mí como si yo lo tuviera?
—Porque eso es lo que no quiero que pase, que lo tengas.
—No entiendo.
Bianca suspiro, se acercó con una sonrisa falsa.
—Últimamente has estado muy cerca de él ¿Crees que no me di cuenta de que estuviste todo el partido con su familia?
—Estuve sentada con Janeth. —aclare.
—Conversaste bastante con la madre de Noah ¿Que parece? Ella es encantadora ¿verdad?
La mire sin entender a que va tanta platica, entiendo que ella y Noah estén teniendo una relación extraña de ir y venir, pero no es que yo esté interesada románticamente de Noah.
Así que esta conversación personalmente se me hacía ridícula, innecesaria e inmadura.
—Sí, ella es amable. —conteste.
—Lo sé, platique con ella en navidad del año pasado. Noah me llevo a su casa y la madre de Noah cocina delicioso.
—Dato necesario. Muchas gracias, lo necesitaba.
—¿Te gusta Noah?
—No. —fue mi respuesta —Es mi amigo, deberías de pensar en que él no es tuyo, sino que también puede tener tiempo para sus amistades y pasatiempos.
—¿Me estás diciendo que él te ha dado entender que yo no le doy tiempo para sus amistades o para sí mismo?
—No lo digo yo, lo dicen todos.
—Pues lo hago, pero ¿qué tiene de malo que lo haga conmigo a su lado? Es mi novio y no deberías de meterte en donde, claro está, no te incumbe.
—Tienes razón, no me incumbe, pero soy su amiga, lo quiero ver bien, disfrutando de la vida, del amor sano ¿A caso sabes que es un amor sano?
—Claro, mi amor por Noah es sano, lo que tú estás haciendo es empezar a parecer una mosca pegada a él.
—No es cierto.
—Si lo es.
—Entonces déjame preguntarte algo, si tu amor por él es sano como juras ¿por qué cada vez que te tiene cerca veo sus ojos llenos de tristeza y amargura? Está claro que lo de ustedes no funciona.
—Y eso a ti te parece genial ¿no? —Bianca sonrió, molesta —Claro, así haces que yo me aleje y tú poder ligártelo. Se sincera conmigo ¿Te gusta Noah?
—No, pero si quisiera algo con Noah intentaría algo, pero vuelvo y te repito, él es mi amigo. Quiero que este bien, eso es todo.
—Pues está conmigo. Yo tengo todo lo que él quiere. —se cruzó de brazos y sonrió —Y es un poco molesto que tengamos esta conversación, cuando deberíamos ser amigas.
—Evidentemente no entiendo que, de esta conversación, mejor dime: ¿Qué es lo que tú quieres?
—Que te alejes de él.
Arquee una ceja. Estaba sorprendida, aunque si me imagine que esta chica era esas típicas niñas que hacen amenazas para hacer que el chico no tenga amistades femeninas, pero esto es demasiado.
Vaya que tenía problemas severos.
Mire a mi alrededor esperando que Yorleny apareciera rápido e irnos para dejar esta conversación inútil aquí.
No puedo creer que literalmente este teniendo una conversación en la que Noah es el protagonista, y él ni cuenta se da. Quién sabe si está aquí.
—¿Y qué pasa si al alejarme él me llame para desahogarse conmigo? No podrías impedirle eso ¿o sí? Porque no eres su dueña y él no es un juguete. —dije, seria. Esta conversación ya me estaba estresando.
—Te preocupas y defiendes a un chico que ya tuvo a la mayoría de las chicas de toda la escuela.
—¿No se supone que es tu novio? ¿Por qué dices eso?
—Porque es la verdad. Tal vez por eso se está acercando a ti, porque Noah siempre consigue lo que quiere, y a la que quiere. Cuando consiga lo que busca volverá conmigo, por eso casi no me preocupo, nadie es competencia para mí. Noah siempre vuelve a mí, siempre lo hace.
—Mhu, pues yo lo veo muy feliz sin ti, espero no se vuelva a meter en líos amorosos contigo. Eres muy pesada.
—Ya vi que no tienes planes de alejarte de él.
—No realmente. —me encogí de hombros.
—Bien —ella ladeo su cabeza inocente —, no quiero causar un espectáculo, pero enserio quiero que estemos en paz.
—Eres muy problemática, yo ni siquiera empecé.
—Yo solo quería decirte que Noah es mi novio y me pone muy celosa verlo ser tan amable contigo.
—Ya me quedo claro.
—Así que por las buenas o por las malas, guapa. Y claro, por tu bien.
—¿Me estas amenazando? —pregunte.
—Tómalo como quieres. Ven conmigo, jugaremos la botella —Bianca me agarro la mano y me jalo —¿Amigas?
Mi inseguridad estaba presente, de repente me empecé a sentir pequeña y el montón de personas que estaban a mi alrededor me daba mucha incomodidad.
Bianca me puso en un lado y no sé porque me quede parada, podría ser porque estaba sola, temí que me pusiera en ridículo, pero entonces la mire junto a Noah.
Él le decía algo y ella contestaba muy amable mientras se aferraba más a su brazo, él parecía incomodo, pero acostumbrado a ella.
Saque mi celular de la bolsa de mi chaqueta y llame a Yorleny.
No recibí respuesta y entonces decidí irme a buscarla o un lugar donde haya más señal.
—¿A dónde vas? —me detuvo Bianca.
Mire su mano que me había agarrado mi chaqueta, levante mi mirada a ella y ella aparto su mano soltando su agarre.
Había algo que odiaba con todas mis fuerzas y eso sin duda era que jalaran mi ropa. Y esta chica había hecho todas las cosas que tengo en una lista de cosas que más enojo me causan.
Soy una chica muy tranquila, pero eso no quita el hecho de que no puedo perder la paciencia y explotar.
—Ya me voy. —conteste.
—¿Que? ¿Por qué?
Mis ojos detallaron a Noah, quien nos miraba muy tranquilo.
No sé porque razón sentí tanta ira al verlo, podrá ser porque dijo que no iba a venir y lo estoy viendo, me había mentido, pero honestamente no tendría que importarme si está o no está en un lugar.
Él tiene novia. Y estará donde ella este.
La ignore cuando mi celular comenzó a sonar, el número de Yorleny apareció y sin pensarlo dos veces conteste. Me lleve el celular a la oreja y mi otra mano a mi otra oreja para tapar algo de la música y poder escucharla a ella.
—¿Dónde estás? —me pregunto Yorleny.
—¿Dónde estás tú? —pregunte, gritando. La música realmente estaba muy fuerte.
—Volví a la cocina.
—Espérame ahí, voy para allá.
Ignore a Noah y Bianca y camine nueva a la cocina donde tenía que estar.
Colgué la llamada y caminé rápido para encontrarme con Yorleny.
Al verla me sentí aliviada, honestamente ella es la única chica con la que más me llevo y estar sola en una fiesta no es agradable. Me reí cuando miré que ya tenía sus zapatos, ella sonrió y rodo sus ojos divertidos.
—Estuve buscando mis zapatos. ¿Dónde te habías metido? —me pregunto.
—Tuve una conversación rara con esa chica.
—¿Que chica?
—Bianca.
—¿Que? —Yorleny se tapó la boca con sus manos —¿Que quería?
—¿Puedes creer que me dijo que me alejara de Noah? —me burle —Como si de alguna manera yo lo quisiera.
—¿Qué? ¿De que habla? ¿Esta celosa de ti?
—Me lo confirmo, pero le dije que Noah y yo solo somos amigos. —aclare.
—¿Y a qué viene eso? —Yorleny se apoyó en la mesa, viéndome muy atenta.
—No lo sé en realidad, me dio a entender que esta celosa de mi 'cercanía' a Noah, como si de alguna manera tuviéramos algo. Es gracioso.
—¿Y cuál es la relación que tienen?
—Amistad.
—¿Segura?
—Sí, Yorleny. Yo no tendría nada con él.
—¿Por qué? Es guapo, le caes bien, él esta soltero, tú también estás libre. Lígatelo, además ya saben que Noah es un chico muy liberal con las chicas.
—¿Que? No, eso es lo que no me gusta, lo que dicen de él y que se mete con cualquier chica.
—Beverly, el chico te presento su familia. Sus padres.
—No seas paranoica, que haya conocido su familia no quiere decir que me vaya a casar con él. Fue en plan de amigos.
—Claro.
—No estaré con él de manera romántica, ¿has visto a su novia? Básicamente me dijo que me cortaría las manos.
—Yo mejor no opino nada. —dijo Yorleny —Al final las cosas que menos te esperas pasan.
—¿Que estas insinuando?
—Nada. —ella se encogió de hombros. —Acabas de decir cosas muy fuertes.
—No son fuertes, son aclaraciones sinceras. —dije —Me llevo bien con Noah, me agrada como amigo, solo eso. Él es un chico contrario a mí.
—Ya que, es tu opinión.
—De hecho, recordándolo bien Bianca me dijo que iban a jugar la botella ¿crees que con mi presencia la fastidie un poco?
—¿Un poco? —sonrió Yorleny —Mucho.
Por instinto caminamos juntas y Yorleny me siguió mientras le decía donde había estado con Bianca. Al llegar había varios jugando.
Incluyendo a Noah, Lester y una chica la cual no sé su nombre, pero he notado la enemistad que hay entre Janeth y ella.
Nos quedamos paradas viendo como una chica se quitaba su blusa y quedaba en sostén. La conclusión el juego se me empezó a hacer infantil e inmaduro, pero sería divertido.
—¿Prenda o siete minutos en el paraíso? —le pregunto Bianca a una chica que estaba solo con un short.
—Carla, no tienes que hacerlo. —le dijo un chico.
—Déjala a ella. —se quejó Bianca, viendo al chico —¿Prenda o minutos en el paraíso?
La chica se levantó del suelo, agarrando su ropa molesta.
—Nada, ya me cansé de estos juegos absurdos. —dijo, decidida.
El chico también se levantó y la siguió.
Bianca hizo un gesto de culpa que cambio por una risa burlona.
Noah la miro y negó con su cabeza.
—Ahora quedaron menos personas. —dijo ella.
—¿Podemos unirnos? —pregunto Yorleny.
—Claro, todas siempre son bienvenidas. —ella sonrió, viéndome con burla.
Me senté al lado de Bianca para fastidiarla un poco y ella se acercó más a Noah, demostrando que le pertenece.
Nos miramos con Yorleny y sonreímos.
Pero entonces lo mire a él.
Mire a Noah.
Y note la molestia en sus ojos, tenía su mirada fija en el suelo, su cabello estaba desordenado y sus músculos tensos, más cuando me descubrió viéndolo.
Pero hizo algo que me dejo confundida, algo que él nunca había hecho, frunció su ceño y miro hacia otro lado molesto, dejándome con la duda de porque él está enojado.
Y no hay que ser bruja para comprender que él está enojado conmigo.
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