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Capítulo X: El equipo ocho se reúne de nuevo.

Declaimer: Los personajes de Naruto NO son míos, pertenecen a Kshimoto, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.

—Felicidades, tienen el honor de ser el primer equipo al servicio de dos aldeas— tanto Kiba como Shino se miraban el uno al otro, sin comprender por completo lo que la Hokage decía desde hace unos minutos. Ellos ni siquiera eran un equipo completo, además de que no creían necesaria la introducción a la historia de ambas aldeas y cómo fue su recién alianza —La esposa del Kazekage ha decidido volver a su labor como ninja, pero Gaara creyó conveniente que ella recupere a su antiguo equipo. Es una forma de fortalecer aún más a nuestra alianza. Ustedes estarán al servicio directo de Konoha y Sunagakure, una aldea no puede disponer del equipo para una misión si la otra aldea no lo aprueba. Esto sigue estando en una fase experimental, aunque el Kazekage y yo esperamos que funcione correctamente— para Kiba fue inevitable no mostrarse verdaderamente emocionado con esa noticia, Hinata volvía al equipo, ellos eran nuevamente un grupo de rastreo. El equipo ocho pronto volvería a reunirse.

—Hokage-sama— lo llamó la pequeña niña que también había sido citada a la oficina de Tsunade, no entendía porque ella debía estar en la reunión si trataban asuntos exclusivos del equipo ocho. Ella no cuadraba en la ecuación, o al menos eso es lo que consideraba.

—Oh, Hanabi— la rubia se volvió hacia ella con una sonrisa sutil plasmada en sus labios, detrás de Tsunade, su asistente Shizune no dejaba de acomodar todo el desorden de su maestra. Lo cual para todos los presentes resultaba un tanto injusto, en ocasiones parecía que Shizune era la madre de la Hokage, debido a que siempre cuidaba que no tomara en horas de trabajo además de otras cuestiones relacionadas a su salud —Cuando Hinata no pueda participar en alguna misión, o necesiten algún refuerzo, será posible que te unas al equipo. Siempre y cuando tengas como mínimo el rango de Chūnin. Es la manera en que puedo cumplir tu petición de ser parte del equipo ocho para honrar a tu hermana.

La menor sintió unas pequeñas lágrimas reunirse alrededor de sus ojos, pero su orgullo Hyūga le impidió derramarlas. Le agradaba la idea de poder participar en misiones con su hermana, al menos en lo que ella seguía preparándose como ninja para futuras acciones —Gracias, Hokage-sama— Tsunade y Shizune la miraron con ternura, justo como lo haría una madre con su hija.

—¿Hay algo más que debemos saber?, ¿Por qué Kurenai-sensei no fue citada?— preguntó Shino, que hasta el momento se había mantenido al margen de la conversación. Obviamente él también se sentía feliz de que pronto volverían a formar equipo con Hinata, pero lo que sus compañeros no estaban entendiendo es la gran responsabilidad que caía sobre sus hombros. Ellos eran parte ahora de una cláusula en un contrato de alianza entre dos grandes naciones, fallar en algún momento no era una opción. Debían demostrar que realmente valían la pena como Shinobis.

—Siempre tan observador— comentó la rubia casi en un suspiro, existían ciertas cosas que no escapaban del radar de Shino —Como probablemente sabrán, Asuma y Kurenai han contraído matrimonio desde poco antes de la partida de Hinata— los tres ninjas dentro de la oficina de la Hokage asintieron, permitiéndole continuar con su relato —Kurenai ha tenido algunos síntomas de embarazo, y aunque puede tratarse de una falsa alarma de nuevo, ella quiere retirarse un tiempo para poder ser madre.

—¿Eso significa que nos hace falta un Jōnin en el equipo?— quiso saber Kiba, que se ganó una mirada de reproche por parte de la Hokage, por haberla interrumpido.

—No necesariamente, Hinata desde hace unas semanas está siguiendo un entrenamiento a cargo del antiguo maestro de Gaara para poder subir de nivel— Hanabi abrió sus ojos un poco más de lo normal, su hermana se estaba esforzando para convertirse en una Kunoichi de nivel superior, ella no quería quedarse atrás. Ese día más que nunca, su hermana volvía a demostrar porque era su ejemplo a seguir —Cuando la vean nuevamente, tal vez ya sea Jōnin.

—No la defraudaremos, Tsunade-sama— Kiba hizo una reverencia en señal de respeto, queriendo demostrar con ese gesto su gran determinación. Shino y Hanabi no dudaron en imitar sus acciones.

—Eso espero, demuestren lo que los ninjas de Konoha somos capaces de hacer— Tsunade se levantó de su asiento y golpeó su escritorio, contagiada del gran júbilo del que Gai siempre estaba hablando.

—¡Hai!

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Los días siempre eran calurosos por las tardes y fríos en las noches, algo a lo que Hinata se había acostumbrado en todo el tiempo que pasaba en Sunagakure. Un año ahora le parecía poco, desearía seguir a lado de Gaara por lo que restaba de su vida. Acompañada de él, se sentía completamente feliz, valiosa y sobre todo importante. Mentiría si decía que no extrañaba su anterior vida en Konoha, pero justo en ese momento admitía que el gran cambio que significó su matrimonio, no era tan malo como creía que sería. En ese instante en especial, la ojiperla se miraba en el reflejo de los ojos de su esposo, portaba un nuevo atuendo de misión cortesía de Temari, y se despedía de Gaara antes de que sus amigos llegarán para partir a su primera misión como el equipo ocho.

Al principio creyó que usar nueva ropa no era algo necesario, pero cambiar su estilo de vestimenta era parte fundamental para adaptarse a Sunagakure. Ahora había dejado su chaqueta para cambiarla por una blusa tipo kimono de color lila y un Obi más oscuro que ajustaba su cintura, aunque por el momento no se atrevía a cambiar sus clásicos pantalones ninja por el short y mallas que sugirió Temari y Hanabi, ni sus sandalias por las botas largas.

—Estarás bien, yo confío en ti— Gaara acarició su mejilla derecha luego de besar con cariño sus labios. Estaría una semana sin la compañía de su esposa, por eso se había encargado de despedirse correctamente de ella antes de que su equipo llegara a la oficina. Sabía bien lo nerviosa que ponían a Hinata las muestras de afecto en público.

—Gracias, Gaara-sama— se alejó del escritorio prácticamente en contra de su voluntad, los toques en la puerta eran una alerta de que era momento de partir.

—Adelante— Gaara subió su tono de voz para permitirle el paso a Kiba y Shino, quienes se abstuvieron de abrazar a su compañera luego de tanto tiempo sin verla. Debían comportarse de manera profesional ante el Kazekage, ya después tendrían todo el tiempo para celebrar que estaban juntos otra vez.

—Buen día— saludaron ambos chicos con una corta reverencia, Gaara asintió con la cabeza para corresponder. Normalmente no era muy expresivo, y justo ahora que su momento con Hianta se veía interrumpido, no le era posible ni siquiera sonreír por compromiso.

—Su misión a petición de la Hokage es verificar que en los alrededores de la aldea no se encuentre algún miembro de Akatsuki. No es algo seguro, pero le han informado que podemos ser el blanco de uno de sus ataques— la azabache tomó el pergamino con los detalles que el Kazekage le entregaba, lo abrió al estar con sus compañeros con el motivo de que todos vieran lo mismo que ella —No es necesario que se acerquen o los enfrenten, su misión es encontrar su guarida y regresar. La Hokage y yo evaluaremos la situación y eventualmente tomaremos una decisión.

—Entendido.

—Hinata— la joven dejó de ver el pergamino para dirigir su mirada a su esposo, quien se mostraba un poco intranquilo —Cuídate, por favor.

—Lo prometo.

Kiba casi quería llorar por la dulzura que siempre demostraban esos dos, la mayor parte del tiempo se les veía felices, incluso en algunas ocasiones demostrando afecto en forma de abrazos y diminutos besos. Tanto Kiba como Shino sabían bien que ya no debían preocuparse por la felicidad de Hinata, ella por fin encontraba el lugar a donde pertenecía.

Partieron antes de que el sol siguiera bajando para pronto ser reemplazado por la bella luna. Cada integrante del equipo inmerso en sus propios pensamientos, analizando el entorno y reuniendo la información que consideraban importante. Hinata iba al frente del equipo, con su Byakugan activado, preparada para cualquier situación que pudiera presentarse. Era su primera misión como líder del equipo, mismo motivo por el que quería esforzarse.

—Naruto-kun, siempre he seguido tus pasos...— por fin después de semanas, se permitió recordar a la persona que tanto admiraba —Pero, desde hoy, por primera vez quiero avanzar por mi cuenta.

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Los pies de Kankuro no dejaban de avanzar con rapidez, creando un eco cada vez que daba un paso por los pasillos vacíos del edificio del Kazekage. La noticia que recibió de Baki no era para nada agradable, y temía que afectara a Gaara. Debido a la situación, fue él quien se ofreció a informarle a su hermano. El Kazekage, por otra parte, se encontraba revisando distintos documentos dentro de su oficina, hace unos días que su esposa había partido de la aldea. Hasta el momento no encontraban mucha información según sus reportes, pero casi al final habían conseguido encontrar un lugar donde probablemente se quedaba una pareja de Akatsuki. Desde entonces sentía una opresión en el pecho, como un presentimiento para nada bueno.

—¡Gaara!— su hermano mayor abrió la puerta sin haber llamado antes, su rostro empapado de sudor y sus labios temblando le hicieron ponerse de pie. La angustia rápidamente ocupo un lugar dentro de su corazón —E-es Hinata. Ella y Kiba están en el hospital.

—¿Qué?— de pronto el suelo debajo de sus pies se movió, todo a su alrededor daba vueltas. Su esposa herida. Hinata en el hospital.

Fue Kankuro quien se apresuró a tomarlo en sus brazos antes de que sufriera un colapso.

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El hombre de cabellera rubia con el que se enfrentaron se hacía llamar a si mismo Deidara, el objetivo inicial no era llamar su atención, pero un movimiento inoportuno de su amigo Kiba los terminó delatando. El castaño fue el primero en ser herido, y Hinata de inmediato se interpuso en el camino del Akatsuki con la intención de protegerlo. La desventaja radicaba en que ella combatía a corta distancia, mientras Deidara bien podía atacar desde varios metros lejos de ella. Shino se quedó un momento como expectador, ayudando a Kiba al tiempo que Hinata usaba una nueva técnica para protegerse de una de las expresiones del rubio. Para Shino fue una sorpresa agradable ver a Hinata danzar de una manera en que sólo había visto a un Hyūga, justamente a su primo Neji. No sabía desde cuándo su compañera de equipo utilizaba la rotación, e imaginó que probablemente lo aprendería de alguna de esas veces que Neji solía visitarla en Sunagakure al igual que Hanabi. Antes de que la pareja de aquel hombre apareciera, Shino usó a sus insectos como distracción para poder escapar. Lo cual en un principio fue realmente difícil.

Después de descansar por un tiempo dentro de una cueva abandonada, lugar en el que Kiba no parecía mejorar con el pasar de las horas, Hinata decidió que lo ideal sería cancelar su misión y regresar a Sunagakure. De esa manera Kiba recibiría atención médica, ellos consiguieron estabilizarlo, pero sin las medicinas necesarias, no era sencillo seguir tratando a su amigo. Fue desde entonces que no paraba de caminar, sin importar el sol, el frío de la noche o el cansancio en cada uno de sus músculos. Ni Shino o Hinata se atrevían a rendirse, menos cuando quedaban sólo un par de horas para llegar a la entrada de la aldea. Cada uno de ellos cargaba a Kiba de un costado, ayudándose entre ambos.

—Hinata, debemos tratar tu herida antes de seguir— mencionó Shino al notar que la herida en la pierna de Hinata se volvía a abrir. Si él mismo ya se sentía en el límite, no podía imaginar lo mucho que su amiga sufría con aquel dolor constante. Se estaba forzando más allá de lo que era posible

—Es más urgente llevar a Kiba-kun a la aldea— le respondió la joven, reuniendo todas sus fuerzas para sonreir, en un intento por no preocupar a su amigo. Lo que pudiera pasar con ella le parecía insignificante en comparación a la situación de Kiba, quien no despertó en ningún momento desde que fue herido en combate. Esa explosión por poco y terminaba con su brazo derecho, aunque seguramente no se salvaría de alguna cicatriz.

—Puedo llevarlo, no es necesario que me ayudes con eso— insistió por enésima vez, si la pierna de Hinata seguía sangrando de esa manera podía traer un problema al llegar a Sunagakure, si es que conseguían tan siquiera acercarse a la aldea. Por más que su amiga cambiaba sus vendajes, estos volvían a teñirse de un rojo carmesí cada que caminaban algunos metros, esto debido principalmente a que no se detenían a descansar.

—No puedo dejarte todo a ti, es mi responsabilidad— ser la líder de esa misión le hacía sentir más presión. Debía velar siempre por la seguridad de todos, además de buscar el cumplimiento de sus objetivos. Ya había fallado al permitirse descubrir por el enemigo, no pensaba dejar caer a sus amigos también.

—Hinata...

—Lo siento mucho, esta era mi primera misión como líder y lo arruiné todo— su preocupación que aumentaba con el pasar de los días por fin buscó ser libre a través de unas cuantas lagrimas saladas. Creía que al llegar terminaría defraudando a Gaara y sus hermanos, a su padre, Neji y a Hanabi. Porque ella ya se sentía desilusionada de si misma —Kiba-kun está herido y Akatsuki nos descubrió.

—No es tu culpa, Kiba subestimó a nuestro enemigo. No debió ser tan imprudente— comenzó su pequeño discurso, con el cual pretendía subir el ánimo de su amiga y hacerla entrar en razón. Que la primera misión de Hinata con su nuevo puesto de Jōnin acabara siendo arruinada, seguramente la bajaría la buena autoestima que recientemente estaba construyendo. La conocía perfectamente bien, casi como si fuera su propia hermana.

—Pero...

—No, Hinata. Escúchame bien— la interrumpió antes de que ella continuara culpándose de lo sucedido. La voz fuerte de su amigo le hizo entender que no la dejaría seguir hablando por el momento. Por ahora debía callar y prestar total atención a sus palabras —Tal vez si la Hinata de antes estuviera con nosotros, habría sido más difícil escapar. Lo que yo miré hoy fue a una Kunoichi valiente y tenaz, que no se dejó intimidar y defendió a su equipo hasta el final— las lágrimas se reunieron una vez más en la comisura de sus ojos, sólo que en esa ocasión por culpa de la emoción que le causaba Shino y no por culpa —Hiciste un trabajo excelente, no des un paso atrás ahora que tú determinación ha crecido tanto.

—Shino-kun... Gracias.

—Siéntete orgullosa de ti, porque aunque fallamos capturando al enemigo, encontramos información valiosa— asintió firmemente, limpiando sus ojos con discreción y creyendo por completo todo lo que Shino decía. Confiaba sin lugar a dudas en todo lo que su amigo confesaba, porque sabía perfectamente que él jamás mentía. Siempre decía la verdad aunque esta fuera dolorosa —Y lo más importante, has demostrado tu gran valor como Shinobi.

—Prometo que la próxima misión será un éxito— Akamaru, que hasta el momento había permanecido en silencio, ladró para apoyar lo que la ojiperla determinaba con gran convicción.

—Y yo confío en ti, Hinata.

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Gaara no se separaba de la camilla en que su esposa estaba recostada, según lo que Shino le dijo cuando llegó al hospital y lo escrito en los reportes de misión que Hinata aún no enviaba, Akatsuki iba detrás de él. Era necesario que se preparara porque no se encontraban seguros de cuando sería la fecha en que atacarían, pero justo en ese instante, el Kazekage no quería apartarse de su esposa. La idea de casi perderla sin haberle confesado antes cuanto la amaba casi le volvió loco, afortunadamente Hinata mejoraría con los cuidados que le darían al igual que con unos días de reposo.

—Hinata es una de las mujeres más fuertes que conozco, debió verla, realmente se esforzó— fueron esas las palabras que el único miembro consciente del equipo ocho le había relatado antes de ir al encuentro de la joven Hyūga.

—Gaara-sama— la voz dulce y un poco baja de Hinata le indicó que ella por fin estaba despierta. Fue inevitable para él no envolverla en la calidez de sus brazos, la chica simplemente de dejó abrazar sin oposición. Con sólo unos días lejos de Gaara. Había comprendido lo mucho que extrañaba sus pequeñas pero sinceras muestras de afecto.

—Me alegra saber que estás bien— el pelirrojo se separó un poco de ella para ver sus lindos ojos, necesitaba tenerla de frente para decir lo que tanto anhelaba. No importaba si ella no se sentía de la misma manera todavía, no podía seguir guardando aquel sentimiento —Te amo.

Hinata sonrió feliz de escucharlo, la emoción reflejada en sus ojos perla terminó por enamorar al Kazekage —Yo también, lo amo.

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Extra:

Unos meses antes del compromiso.

El Clan Hyūga se llenaba de orgullo al saber que eran los elegidos para recibir a la visita especial de la Hokage, normalmente no dejarían que alguien ajeno estuviera dentro de sus territorios, mucho menos con el evento trágico que sucedió en la antigua firma del fin de la guerra, pero siendo que los invitados eran tres adolescentes de Sunagakure, no creían educado negarse a aquella petición. Sin embargo, no dejarían de vigilar a los chicos que estarían alrededor de cuatro días en Konoha. Entre las personas encargadas de seguir los pasos de Temari, Kankuro y Gaara, se encontraban Neji y Hinata, que no dejaban de ver como el pelirrojo se remojaba con la lluvia que caía del cielo como pequeñas y brillantes gotas.

Neji no lograba comprender el motivo por el cual el chico estaba afuera de la casa, sentado sobre la madera de uno de los espacios que el techo no lograba cubrir, y permitiendo a la lluvia empapar sus ropas y su singular cabello rojo. En sus manos llevaba ya una sobrilla para entregarle a Gaara como recomendación de su tío, empero, Neji creyó que sería mejor si le permitía a Hinata hacer entrega de aquel objeto. Ella hace tiempo que le había pedido ser entrenada por él, al menos en cuestión de las técnicas de su familia, y aun cuando Neji no tenía inconveniente en hacerlo, consideraba que había otras cosas en las cuales debería instruirla también. Una de ellas era su forma de relacionarse con los demás, su prima era en extremo tímida, intentar conversar con chicos de su edad y formar nuevos lazos de amistad no era algo malo.

—Hinata-sama— la llamó después de pensar mucho la situación. Confiaba en que todo saldría bien si el seguía vigilando desde cierta distancia —¿Puede llevarle esta sombrilla a Gaara?

La ojiperla dejó de ver en dirección del chico para enfrentar a su primo, que le extendía el paraguas y señalaba con su dedo índice al que en un futuro sería el Kazekage —Neji-niisan.

—Yo estaré aquí. Puede hacerlo, Hinata-sama— la animó, la azabache terminó por contagiarse de su seguridad.

Con pasos lentos pero determinados, la Hyūga se acercó al pelirrojo que parecía no tener intención de refugiarse de la lluvia. Pensó que tal vez se debía a que en su aldea, ese tipo de fenómenos naturales no ocurrían normalmente. Gaara abrió sus ojos al no sentir la lluvia recorriendo su rostro, eso acompañado de un constante golpeteo de gotas en una superficie a centímetros de él. Se encontró con una chica de aparentemente su edad, de larga cabellera y ojos perlas como los que siempre le observaban desde su llegada. Ella intentaba sonreír, pero sus nervios la terminaban traicionando, aunque Gaara de inmediato identificó que no se trataba de que le tuviera miedo. Era otro sentimiento.

—Gaara-kun... Probablemente no me recuerde...— las palabras se quedaron atorradas en su garganta, no sabía cómo iniciar una conversación o explicar el motivo por el cual lo había protegido de la lluvia.

—Te recuerdo. Hinata Hyūga de los exámenes Chūnin— ella asintió feliz, pero sin dejar por completo de lado su incomodidad por no poder formar más frases coherentes.

—Le prepararé un té, también algunas mantas para que pueda calentarse luego de un baño— Gaara se mostraba confundido por lo que Hinata le decía, y eso motivó a la ojiperla a explicarle mejor la razón de sus palabras —Es lo que debe hacer después de mojarse con la lluvia. Para no enfermarse.

—Entiendo.

Gaara tomó la sombrilla de las manos de Hinata, que se sonrojó debido al contacto de sus manos frías, y con un rápido movimiento la sentó a su lado. La chica seguía sorprendida por sus acciones, sin embargo, decidió quedarse a conversar con él. Ambos bajo la protección del paraguas que Neji había traído.

—Gaara-kun...

—Me gustan las tardes de lluvia.

—A mí también me gustan.

Un poco retirado de la escena, Neji observaba con un ligero tic en el ojo izquierdo. Su idea ahora no la consideraba demasiado buena, sería mejor que decidiera poner en práctica las habilidades de comunicación de su prima con chicas. Así Hinata tendría más amigas que amigos.

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Notas de la autora:

• Estas fueron pequeñas viñetas de lo que sucedió antes de los eventos ocurridos en el prólogo.

• Aunque la misión del equipo ocho falló, creo que esto hace fortalecer también a Hinata. Lo que me gustaría es demostrar que no siempre nos sale todo perfecto, pero no por eso nuestros esfuerzos valen menos.

• Hinata y Gaara ya tienen dieciséis años.

• El extra es como mi manera de demostrar que existieron algunos momentos de ellos antes del compromiso y su matrimonio. Además de que me encanta agregar al Neji celoso xd

• Siempre tuve pensado hacer de esta una historia corta, por ese mismo motivo estoy pensando en si abarcar el arco de la guerra o irme directo al secuestro por parte de Toneri. Porque si tengo pensado escribir sobre eso, ya verán el motivo.

• Los invito también a leer otras de mis historias. Actualmente estoy escribiendo, además de Inesperado, dos Obihina y lo próximo son unos One-Shot para Kakashi 👀

• Obviamente los invito a no ser lectores fantasma xd

• Sobre los nombres para el primer bebé de Gaara y Hinata, les admito que todos fueron muy lindos, me es muy difícil escoger. Algunas ideas fueron muy buenas, como las de escoger los nombres debido al significado, o el de seguir la tradición de los nombres de la familia Hyūga. (Que todos inician con H: Hiashi, Hanabi, Hinata). Por lo que resumiré a estos, ayúdenme votando por su favorito. Aunque debemos admitir que en el fondo todos queremos que se llame Itachi xd

Itama

Haru

Saikai

Yoru

Hyoga

Nao

Aiko

Akihiko

Yuki

Yasahiro

Menma

Dejen sus votos y comentarios 💖

Nos leemos en la próxima actualización 👀❣️

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