Ambos quedaron en shock. Kōki fue el primero en reaccionar y se giró abruptamente cayendo arrodillado.

-Espera en el jardín padre- dijo lo más calmado posible, si es podía estar calmado.

Masaomi  asintió y huyó al jardín.

-¿Estas bien?- preguntó Seijūrō ayudando al castaño a levantarse. 

-No podré ver a Masaomi-san a la cara. Que vergüenza.

-No te sientas culpable. Padre no debió entrar sin anunciarse antes- trato de calmar al castaño pero a quien le mentía, su padre siempre era así.

Asintió y se levantó -Voy a la habitación.

Seijūrō soltó un suspiro y asintió, todas la lujuria se había ido -Voy a ver a mi padre.

-Si.

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Masaomi  escuchó los pasos y sintió más el aroma de su hijo que del castaño -Lo siento, hijo. No sentí el ambiente. Venía con prisa.

-No te preocupes.

-Por lo menos te hubieras lavado- dijo algo sorprendido al ver el estado de su hijo.

Se encogió de hombros -¿Qué era lo que venía a decir?

-Pues les iba a proponer ir de viaje a Kyoto. Así Kōki-san conocerá la casa principal y al resto de la familia. También la ciudad.  Saldríamos hoy mismo,  en unas dos horas. Esta arreglado todo para que vayamos en el helicóptero. Ya sabes, para no tardar tanto en carretera.

-Comprendo- era buena idea -. Le diré a Kōki.  Voy por él.

Después de cinco minutos Seijūrō regresó con el castaño. Quien no se atrevía a mirada al mayor.

-Siento la interrupción... No fue mi intención- si antes el castaño está rojo, ahora estaba peor.

-Padre viene a por ponernos que viajemos hoy mismo a Kyoto.

-¿De verdad?- se entusiasmó ante la idea de conocer un lugar. Tal vez podría inspirarse.

-Si. ¿Te gustaría ir?

-Por supuesto. ¿A qué hora saldríamos?

-Pues vayan y hagan equipaje para una semana. Los espero y partimos directo a la casa, recogemos  a Shiori y salimos rumbo a Kyoto.

-Voy- el castaño sonrió y corrió hacia la casa.

-Con cuidado. No te vayas a caer - le.grito Seijūrō.

Masaomi miró a su hijo. Parecía un alfa totalmente nuevo -¿No están en celo, verdad?

-No- respondió -. De haberlo estado te hubiera dado una paliza por entrar en mi zona.

Masaomi se puso pálido al recordar eso -. Tendré más cuidado. En mi defensa debo decir que te envié un mensaje de que venía.

Seijūrō no dijo nada. No iba a decir que había apagado su teléfono para nadie lo molestará. Incluso había descontado el de la casa.

- Ve a empacar, y ayuda a mi nuero.

Asintió.

-Y tomen un baño. No quiero preguntas de Shirio. Me matará al saber que los interrumpí.

-Está bien- Seijūrō subió a su habitación. Encontró al castaño bañandose.

Kōki salto al sentir unas manos rodeándolo -Sei-seijūrō.

Mordió el hombro del castaño -No sabes cuánto me está constado no follarte aquí mismo.

Las mejillas del castaño se tiñeron de rojo. Era la primera vez que el pelirrojo le hablaba de esa manera.

-Quiero tomarte. Hacerte completamente mil otra vez. Y cuando lo haga jamás lo volveremos a olvidar.

-Seijūrō- jadeó, no fue conciente de que se restregaba contra el pelirrojo.

-Sera mejor  apresurarse- dijo con algo trabajo. El leve aroma a feromonas de Kōki lo estaba volviendo loco.