Ambos corrieron y ayudaron al azabache.

-Nana. Alcohol- gritó Shiori. El azabache se había golpeado en la caída y ahora sangraba, una cortada en la mano.

La omega llegó con el alcohol y ayudó en despertar al azabache.

-T-Tú...- tartamudeo pero el ardor en la mano lo distrajo -. Duele. Shirio-san estoy muriendo.

-No reo- le acarició la cabellera -. Solo es una pequeña cortada. Nana nos ayudará. Anda, levántate.

Asintió  se levantó y se sentó el sillón grande.

-Listo,  Mibuchi-san.

-Gracias, nana-chan.

-De nada- sonrió con cariño -. Ahora le traigo su postre favorito.

-Gracias- sonrió maravillado.

Una vez que Nana se alejó rumbo a la cocina, reo miró al castaño -¿CÓMO ES POSIBLE? SOLO ME FUI DE VIAKE A NEW YORK UN MES. Y SEI-CHAN NO ESTABA AQUÍ.

-No está en mi decirte cómo sucedió todo. Tendrás que hablar con mi hijo. Por ahora todo lo que debes saber es que Kōki-kun es pareja de Seijūrō y están a la espera de mi nieta.

-O nieto- agregó Kōki.

-Ya- miró al castaño. No parecía de esos omegas hambriento de dinero -. Definitivamente tengo que hablar con Sei-chan.

-Si. Y retomando el tema, ¿nos ayudas?

-Por supuesto. Necesito ver el lugar.

-Pues vamos. Y aprovechamos para comenzar a comprar- propuso Shiori.

-Solo algunas cosas- dijo Kōki rápidamente-. En unos días me harán los depósitos completos.  Por el momento será lo escencial. Ya tengo nuevos encargos y necesito comprar material también.

-Esta bien- dijo Shiori.

Y Kōki supo por la mirada de Reo que la pelirroja no estaba tan bien,  no tan de acuerdo.

Una ida a la habitación por las llaves y se dirigieron al departamento.

-Woh. Hermosa vista- dijo reo observando  en el cristal.

-Si. Por eso lo elegí.

-¿Sei-chan no?

-Tambien estuvo de acuerdo.

-Bien. Tomaré algunas fotos e iremos a ver al centro comercial que encontrarnos. También tengo un software donde puedo agregar muebles. Una vez que tenga el diseño listo, se los haré llegar.

-Bien. Iré a ver el jardín- declaró Shiori antes de subir al siguiente piso a través de las escaleras.

Reo miró al castaño -¿Dónde se conocieron? Hasta ahora Sei-chan jamás me habló de ti. Aunque hace unos 15 días me envió un mensaje de que tenia que hablar conmigo.

-Ya veo... Es algo complicado, por le momento le puedo decir que nos conocimos en un club nocturno en noviembre.

-Hmm... Si. Creo que me invitó y no pude ir. Estaban celebrando terminar la especialidad.

-Entiendo.

-¿Sabes? Conozco a Sei-chan desde que estábamos en pañales, nuestras madres son amigas.  Yo... Tuve un enamoramiento por él por unos años- confesó y río por la cara del castaño -. Pero Sei-chan no pasó muy bien su adolescencia. Fue diagnosticado con doble personalidad cuando entro en desarrollo su alfa. No congenio. Por eso es que no tenía deseos sexuales o apareamiento con algún omega o beta. Claro, yo me confesé a Sei-chan y él me rechazó, no solo porque le era indiferente sino porque crecimos como hermanos.

-Ya veo... Supongo que fue difícil para Mibuchi-san.

-Lo normal. Mi primer amor me rompió el corazón.

-Si...- no supo que decir. Nunca se había interesado en algún alfa.

-Quiero conocerte y si se puede, ser amigos.

Kōki miró al omega. Tomó la mano que el azabache le ofrecía -Sera un gusto.