Éste extra va después del capítulo 10 y antes del 11.
Es un regalito 🎁 por haber estado tan pendientes de la maratón ❤️
No quise colocarlo como parte de la novela al ser muy corto pero si alguno quiere puede leerlo.

***

Allan subió las escaleras con lentitud. Su corazón latía demasiado rápido por los nervios. Se arrepentía de haber discutido con Liz. Así que, cuando Sam le comentó que las llaves de Tom estaban en su coche. Le había pedido que se las dejase para devolvérselas a la chica.

Llevaba una Biblia nueva en su mano, con ayuda de Cathy había comprado la más apropiada. No era rosa, ni de algún color brillante. Tampoco negra. Pues aunque conocía la pasión de Liz por ese color prefería regalarle una exclusiva.

No solía sorprender a las personas pero, al haber discutido con ella el día anterior se sentía tan avergonzado que había decidido ir esa misma mañana.

Así, podrían ir juntos a la universidad y explicarle lo que sucedió. Debía hacerlo pues sino ella no comprendería su reacción.

Suspiró.

No sabía si abrir la puerta o llamar. Miró la Biblia entre sus manos.

Quiso sorprenderla así que abrió con la llave.
Cuando entró vio a Liz en el sofá. Los rayos de sol iluminaban débilmente la estancia.

-¡Buenos días! Soy Allan. Siento interrumpir así pero ayer ...

Un escalofrío le recorrió cuando no se movió.
Se acercó lentamente.

Entonces vió la sangre.

Allan cayó al suelo por la impresión. Las nauseas le inundaron.

Otra vez no Jesús. Por favor no

La angustia recorrió su cuerpo. La reminiscencia vivida le llenó tanto que no fue capaz de moverse.

Su respiración acelerada le impedía que a sus pulmones entrase aire. Volvió a orar y esta vez. Se levantó.

Se acercó a la chica y vió el corte en ambas muñecas. Comprendió que se había intentado quitar la vida de nuevo.
Comprobó su pulso, era tan débil que apenas podía sentirlo. Debía reaccionar. Sobreponerse al miedo. La adrenalina recorrió su cuerpo.
Olvidó la sangre.
Solo pensó en ella.
En lo importante que su presencia se había convertido para él.
La preocupación le llenó. Deseaba con todas sus fuerzas que sobreviviese. La agonía de pensar en su muerte le consumía.

Cogió su teléfono con las manos temblorosas y llamó a emergencias.

Contestaron al instante.

La cuenta atrás comenzaba.

PREGUNTA IMPORTANTE‼️‼️
¿Si queréis más maratón? *_*
Dejadlo en comentarios y veremos q hacemos.
Dios les bendiga ❤️