Capítulo 39: El Espíritu Santo☾︎
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
2 Corintios 4:7
***
-El espíritu Santo es Dios en nuestro corazón. Él nos guía a toda verdad, nos da poder - explicó el pastor en la mitad de la prédica - Cuando aceptamos al señor Jesucristo como nuestro salvación él nos sella como sus hijos y nos da su Espíritu Santo, la escritura nos muestra:
el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
Juan 14:17-18
El único que no puede dejar huérfano es un padre. Y en este versículo vemos como Jesucristo habla de él mismo como el padre pues es uno.
Él es el espíritu Santo,él es el padre. Él es nuestro único Dios.
La Biblia nos muestra que recibiremos poder al ser sellados con la promesa de su Espíritu:
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 1:8
Y seguro se preguntarán ¿Para que es ese poder?
Para vencer la tentación, para salir purificado de las pruebas, para detener potestades de las tinieblas en el nombre de Jesús, ¡Para vencer! Aún en el momento más oscuro. Su poder en nosotros nos da fuerza.
Los hermanos pasaron al altar para arrodillarse. A Liz siempre le había dado vergüenza pasar pero al ver a Evan quiso acompañarle.
La chica se arrodilló y oró. Le adoró con tanta pasión que recibió el Espíritu Santo.
El culto estuvo lleno de la bendición de Dios y los hermanos fueron llenos de la presencia de Dios.
Cuando terminó más tarde de la hora que solía terminar, todos estaban gozosos.
Se saludaron unos a otros en comunión. El ambiente era hermoso.
Haiden se acercó a Maylin. Liz desde lejos observó la escena. La chica tenía los brazos cruzados y negaba. El joven explicaba algo con entusiasmo.
Supuso que estaban debatiendo algo sobre la Biblia. Era común en ellos.
El joven sonrió a la asiática con tal embelesamiento que Cathy se acercó a Liz suspirando.
-¿Viste como la miró? -comenzó la morena.
-Sí. Creo que le gusta
-¿Crees? Esta súper enamorado
-Seguramente. Pero, mejor no decirle nada a Maylin hasta que él se confiese
-Lleva dos años así... Quizás necesite un empujoncito...
-Por cierto ¿Sabes donde esta Leonor? Iba a preguntarle algo
-Ni idea. No ha venido. Voy a llamarla -expresó Cathy sacando su teléfono.
-No. Ya la llamo yo
-Claro ...
Cathy miró a lo lejos y sonrió con tristeza. Liz observó en aquella dirección pero había tanta gente que no sabía que podría haber causado esa reacción en la joven. Cathy se acercó a su prima y se despidió.
Liz cogió su teléfono y marcó.
-Dios te bendiga-respondió Leonor, con voz cansada.
- No quiero molestarte. Te llamo para saber como estás
-Estoy bien
-No te vi hoy en el culto
-Estoy en el hospital.
-¿Qué? ¿Que ha pasado?
-Es An.
***
Leonor se había reconciliado con su familia. No vivía con sus padres pero podía mentener una conversación con ellos y la apoyaban económicamente.
Por ello, logró convencer a su padre de que atendiesen a An en aquel prestigioso hospital privado.
La chica estaba en un estado de desnutrición severo.
Leonor la acompañó todo el día pero no fue bien recibida por Sofía. La envidiaba. La pelirroja habló.
-Seguro se mejorará. Necesita tratamiento pero lo logrará
La castaña, Sofía, giró su rostro para hacer una mueca de desprecio.
-Lo sé.
-An confía mucho en ti
-Ajá.
- Me hablaba mucho de ti
-No tienes que mantener una conversación conmigo. Todos sabemos lo que hiciste -contestó con severidad Sofía. Leonor calló.
Kanu abrió la puerta y entró. An se encontraba dormida. Tras un ataque de ansiedad los médicos optaron por sedarla.
Sofía salió. Leonor quería quedarse pero vió a Kanu observar a An. Uno de sus ojos estaba morado y cojeaba debido a la paliza de hacía unas semanas. Pero, estaba de pie frente a su cama.
Se levantó a por un café. Y en silencio desapareció de la sala.
An comenzaba a despertar. Kanu se sentó a su lado y la observó al detalle.
El pelo azul de la joven estaba revuelto y el menor lo peinó con sus dedos. Comprobó con preocupación como el pelo de la joven se caía con apenas rozarlo y que además, tenía varias calvas debido a la falta de nutrientes.
An bostezó con indiferencia ante su puro gesto de cariño.
-¿Terminaste?
-No. Aún falta un mechón
Varios cabellos azules cayeron. Kanu tragó saliva sin ser capaz de decir nada.
-Date prisa que nos vamos
An quiso levantarse pero Kanu la empujó hacia atrás. Cayó tumbada en la cama.
-¡Kanu!Estoy bien. Vamonos
-No sabes lo que dices
-¡Déjame salir!
El joven dió un golpe a la mesa tan fuerte que la asustó. Solía obedecer sus órdenes y jamás se mostró agresivo con ella. Temió que la golpease. Sus ojos estaban cristalizados.
-¿Sabes el dolor que me causa verte así? Estoy seguro de que no te haces una idea de lo mucho que me destruye - pronunció Kanu con lentitud.
An no fue capaz de sostenerle la mirada.
-Kanu...
-No puedes seguir así.
- Estoy bien
-Nadie está bien cuando se odia. Mirate ¡Te mueres!
-Tengo mis razones
-Ninguna es real. Tu cuerpo era precioso.
An se removió. Observó su brazo. Aunque en realidad era esquelético ella no lograba verlo así. Su mente distorsionaba la realidad.
-¿Por qué estas aquí? Vete
-Quiero ayudarte
-¿Por qué?
La chica deseo llorar. Ni siquiera Kek con quién había compartido tantas noches la había acompañado. La soledad la invadió.
-Fuiste la única que me defendió cuando todos quisieron destrozarme.
-Tú lo hubieses hecho por mí
-Sí. Pero tú no lo hubieses hecho por nadie más.
La puerta se abrió y ambos dieron por terminada la conversación.
Leonor se acercó a la cama de su compañera. Sonrió sin mostrar sus dientes.Detrás de ella, entró Sofía.
-¿Como te sientes?
-¿Viniste por compasión? -se burló.
-No. Vine porque somos amigas
-Fuimos. Cometiste errores importantes en nuestra "amistad"
-Lo sé pero Dios cambió mi vida. Y puede cambiar la tuya
An se rió con desgano.
-No necesito tu compasión. No soy tu obra de caridad. Desaparece de mi vista
-An
-Soy capaz de tirarme por la ventana con tal de no verte más
La firmeza con la que pronunció aquella frase hizo que Sofía, asustada por su vida agarrase el brazo esquelético de su hermana.
-Será mejor que salgas -habló Kanu. -Gracias por todo Leonor...pero...
-Sí. Lo sé -sonrió a Kanu.
Una lágrima resbaló por su mejilla. Salió clamando a Dios misericordia.
La de pelo azul podría morir esa misma noche si su cuerpo seguía sin responder
***
Liz llegó a la puerta de la habitación de An justo cuando Leonor salía.
-No entres- pronunció sin levantar la cabeza.
-No lo iba a hacer. Vine por ti. Sé como es An de cruel. No tiene corazón ni sentimientos
-Creí que si le hablaba de Dios -explicó pero al instante secó sus lágrimas. Cambiando de dirección sus pensamientos.Levantó la vista y mostró desinterés.-Da igual. Vámonos
-Sí
-¿Viniste sola?
-Maylin y Cathy están en el coche. Debo hcer algo pero te acompaño a ...
-¡No! Voy yo -sonrió.
-Estan en el número 32 de la planta baja del garaje.
Liz percibió lo rota que su amiga se sentía.
Quizás, el recuerdo de Romeo tenía algo que ver.
Caminó por el pasillo alejándose de Leonor. Buscaría la planta de rehabilitación. Debía encontrar a aquella joven.
El sentimiento de culpa mezclado con las pesadillas se hacía asfixiante. Necesitaba pedir perdón a la chica que golpeó en las rondas. Aunque eso no solucionase nada.
Los pensamientos intrusivos de ansiedad causaron una fina capa de sudor en su frente.
Pensó en preguntar a alguna enfermera pero ninguna le generaba confianza.
Cruzó pasillos, subió y bajó plantas. Leyó carteles pero no encontró el que deseaba.
Escuchó voces al final de un pasillo alejado y nada concurrido. Buscó alguna señal que indicase qué había allí. Pero no vio nada.
-Recordad que este pasillo siempre tiene que estar vigilado -regañó una mujer grande y bajita.
-Por aquí no pasa un alma
-Da igual. Eres la encargada
La señora gorda se alejó y dejó a su compañera sola refunfuñando. Era delgada, morena y portaba una carpeta blanca.
A Liz la escena le hizo gracia. Quizás allí estaba la chica en rehabilitación. O algún famoso.
¿Cuántos meses habían pasado? La joven quedó en coma hacia dos años pero,desde hacia unos meses según el informe de Kek, estaba en rehabilitación. En ese hospital.
La mujer camino por el pasillo. Movió el pie con nerviosismo. Entró al cuarto.
Liz quiso irse pero por alguna razón que ni ella misma comprendía. Se quedó.
Cerró los ojos pensando en Leonor. Debía volver. Verla y consolarla. Eran amigas.
Caminó en dirección al garaje. Pero, a su lado apareció la enfermera morena con la carpeta. Lejos del pasillo.
La joven muerta de la curiosidad volvió al pasillo misterioso.
Caminó a paso lento. Intentando no hacer ruido con sus zapatos por si la enfermera gorda volvía.
Llegó frente a la puerta. Los dedos le temblaban.
Presentía que descubrir aquello podría traerle problemas.
Y justamente así sucedió.
Al abrir la puerta y cerrarla casi al instante su corazón se aceleró.
Pero, quedo completamente sin respiración cuando vio el rostro de la persona en la camilla.
Ni en un millón de años se hubiese imaginado que estaría allí.
Quiso salir corriendo.
***
¿problemas? ¿Liz? Que raaaaro ¿No? Hajajajaja
Bueno...el siguiente capítulo es muy intenso y tiene pistas CLAVES solo intenten recordaaar ⚠️
Otra cositaaa: quienes hayan leído efecto halo sabrán quién es Romeo :'( me dio tristeza por Leonor 😢
Preguntisima de hoy...
¿Creen que An se salve?
Bendiciooonesssss 🌼🌼🌼
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