Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;El nos guiará aun más allá de la muerte.
Salmos 48:14

Liz se sentó al lado de Alfred. Verle allí era un sueño cumplido. Sabía que creía en Dios pero no esperaba que quisiera asistir a la iglesia.
Evan bostezó. Quiso regañarle por acostarse tarde. No lo hizo. Se veía feliz a pesar de las ojeras. Hablaba con Tom sobre un videojuego que ambos jugaban. Suspiró pidiéndole a Dios ayuda.

Comenzó la alabanza y se pusieron en pie. Vió al nuevo pianista. Si Allan no volvía, podría seguir. Jesucristo lo era todo. Pero, no podía evitar añorarlo. Se arrepentía de no haber sido amable.

La canción alejó sus pensamientos:

-has terminado tu carrera,
Has guardado la fe":
Estas palabras quiero oír de mi Señor.
Cuando mi vida acabe aquí
Sólo te pido, mi Señor
No me permitas
Dejar mi obra sin terminar. 🎵

Munna escuchaba todo desde la última silla. Quería despedirse de Kalila y la única forma que encontraba era yendo a la iglesia. El templo estaba tan lleno que aseguraba que nadie la veía.
Amaba a su hermana menor y no deseaba irse a Francia sin reconciliarse. Le había escrito el día anterior a Marc que asistiría al servicio del Domingo.

Tras las alabanzas, la oración por las peticiones y diversos anuncios, comenzó la prédica.

-Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;El nos guiará aun más allá de la muerte.(Salmos 48:14)
Es una verdad indiscutible que algún día moriremos. Todos estamos destinados a morir físicamente hablando. Nuestro cuerpo nos muestra señales a través del envejecimiento de que nuestro fin es ese. Aunque algunos mueren jóvenes o niños,
Y es triste despedirse de un ser querido, vivimos con la única certeza de que vamos a morir.
Y ¿Qué podemos hacer ante eso? Nada.
Pero, la muerte no es el final. Es solo el comienzo de una eternidad de más muerte o de salvación
Si hemos aceptado a Jesucristo como nuestro salvador, nos hemos bautizado y hemos decidido vivir una vida en santidad nuestro muerte solo será el principio de nuestra felicidad infinita
Allí en el cielo no habrá dolor, ni tristeza,tampoco oscuridad. Estaremos eternamente adorando al amado de nuestra alma.
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
1 Tesalonicenses 4:13
Los que ya murieron en Cristo porque aceptaron seguirle están en paz, durmiendo hasta la venida de Cristo. Y quisiera hermanos que no vean la muerte como el final, sino como el principio de la verdadera vida plena.

El alma de Mun cambió completamente. Su pensamiento fue transformado. Tenía a Cristo y quería bautizarse. La vida eterna era lo que siempre había buscado sin saberlo.Se arrodilló.

Sé quebró delante de Dios confesandole sus faltas. Recordó a Marc, y el amor que sentía por él. Supo lo que debía de hacer.

Cuando el culto finalizó, Munna caminó hacia el pastor y habló con él. Se presentó como la hermana de Kalila. Comentó que tenía un viaje mañana y que deseaba bautizarse hoy. El Hno José se rascó la nuca. Miró hacia la ventana. Estaba por llover.

- Hace mucho frío para ir al río pero podemos bautizarte en una piscina. -propuso el pastor.

-Sí. Está bien. Pero por favor que sea hoy

-Amén

Munna corrió hasta Kali. Le contó su decisión de seguir a Jesucristo. Ella no dijo palabra. Lloraba de la alegría. La abrazó olvidándose del rencor que tenía.Si Dios la había perdonado a ella, debía perdonar a su hermana.

***
La hna. Sara tenía piscina en su casa. Decidieron que la bautizarían allí. Varios hermanos asistieron.
El bautismo se celebró con rapidez puesto que amenanaza con llover.
Munna salió de la piscina glorificando a Dios. Kali le pasó una toalla y la abrazó. La hermana mayor pudo ver a lo lejos a su amado.No sabía como había llegado pero, allí estaba. Suspiró y caminó hacia él en medio de la multitud que la felicitaba.

-Marc.

-Mun. Te has bautizado. -pronunció con clara decepción.

-¿Como pudiste dejar algo tan grande? La paz que Dios me da, nadie me la puede dar. No lo cambiaría por nada. -hablaba aun mojada y tiritando por el frío. El ambiente era gélido. Las bajas temperaturas del invierno congelaban hasta el aire que se respiraba.

-Lo sé.

-No lo parece. Tú y yo no podemos fugarnos

-¿Qué?

-No creo que sea lo correcto.

-Nunca me quisiste. Right?

-No es eso. Hay algo en mi corazón que me dice que debo ir a la india.

- your heart...

-Quizás ni siquiera sea mi corazón. Puede que sea Dios mismo. No sé explicarte que es. Pero es lo que debo hacer

-No lo hagas. No me destroces así.

-Marc. Yo no quería casarme pero siento que será lo correcto

- Te casarás con un extraño. Si tanto te importa lo que dice la biblia debes saber que el matrimonio es para siempre.

-Lo sé

-Do whatever you want

-I hope you understand that the only thing you need is God and not me- respondió Mun por primera vez en inglés.

Marc la miró. Munna tenía los ojos cristalizados pero no llegó a derramar una lágrima. Marc grabó su rostro en su memoria. Su cabello negro corto, su piel color canela, sus rasgos orientales y exóticos.
Y se despidió con una simple mirada. Creyendo que nunca más la volvería a ver.

Álvaro quiso hablar con él pero le empujó con ira. Su rostro completamente rojo reflejaba su dolor profundo.

***

No voy a llorar..no voy a llorar ...😢
*llora*
Es demasiada intensidad...
¿Alguien se esperaba la decisión de Munna? ヾ(≧O≦)〃