30
Una fuerte exhalación resonó en el salón vacío, no era su respiración sino la del estratega Hansol, Jisung abrió los ojos admirando en silencio la gran belleza del hombre al frente, este alfa que se quemaba por seguir besándolo, Jisung pensó, que tan lejos estaba dispuesto a llegar con este… desliz. Aunque era grosero llamarlo deliz cuando Hansol entregaba todo de sí en este acto. El calor entre ellos los rodeaba de una abrasadora sensación, algo que Jisung había sentido antes, con su esposo en el balcón, sin embargo, todavía no había comparación entre lo que Minho despertaba y lo que Hansol le provoca, la verdad sea reconocida, Bang Jisung sentía atracción carnal con Hansol, por la diosa luna que un alfa como este despertaría tal pasión.
—Por favor, —Jisung suplicó, colocando sus manos en los hombros de Hansol para apartarlo al menos unos milímetros, —deme un momento- —no tuvo lo que pedía pues Hansol se abalanzó de nuevo a comerle los labios, no era un beso suave, llevaba cierto toque de necesidad, Hansol le demoraba, absorbiendo cada suspiro, mordiéndole los labios como si quisiera quedarse con algo de Jisung en él.
Acalorado, el omega tuvo que ejercer más fuerza para por fin alejarse del alfa y respirar adecuadamente, —lo siento, —pronunción titubeante, —necesito un momento, no puedo continuar con … esto, creo que ha sido demasiado.
Apartandose lento, Hansol se recató y alejó sus manos del omega, la sensación en sus dedos era cosquillosa, emocionante, —me disculpo sinceramente por mi arrebato… —miró al otro lado del salón, —pero no me arrepiento de nada, si al menos te he hecho sentir algo agradable.
Jisung sonrió, —creo que me ha hecho sentir algo más que agradable, estratega.
Compartieron una mirada amistosa y sonrieron juntos, Hansol se acomodó el uniforme, irguiéndose en toda su altura, se inclinó hacia Jisung en una reverencia educada, —me retiro, mi señor, estaré ansioso esperando su respuesta a mi… petición.
El omega Bang asintió también recomponiendose, —le aseguro que tendrá mi respuesta mañana al despertar.
El alfa asintió con una expresión de gratitud, finalmente y contra sus deseos, se encaminó a la puerta y salió dejando a Bang Jisung con el peso de considerar como es debido tan indecorosa, pero muy valiosa propuesta de… infidelidad. ¿Cuáles son los contras de tal acción?. Con una respiración corta se dirigió a la puerta para salir y después tomar camino a su habitación donde a cada paso que daba pensaba con cuidado que debería hacer. Su esposo tiene un querido también, alguien a quien dice amar aunque el inicio de ese supuesto amor sea manipulación, eso es algo que a Jisung no le concierne, por mucho que deteste la manera ruin en la que Felix consiguió los afectos de Minho, fue algo que no ocurrió en su tiempo, no tenía derecho sobre dicho tema.
Entonces, ¿qué haría él? ¿Hablaría con su consorte para llegar a un acuerdo donde los dos consientan a alguien más en sus habitaciones? ¿Sería eso correcto? Después de ver como sus padres se amaron profundamente y como fueron enteramente felices hasta que la muerte los separó, ilusamente Jisung siempre quiso encontrar a alguien con quien compartir algo similar, pero debido a las circunstancias, parece que no será posible, así que ¿cuáles son sus opciones?
Llegó hasta la puerta de su habitación tan confundido como cuando salió del salón de reposo, al girar la manija cerró los ojos entrando en silencio, recostó su espalda en la puerta cerrándola en el proceso, recordó la sensación de ese beso, la necesidad, el anhelo y cómo esas manos y brazos ajenos le abrigaron el cuerpo, más no el corazón.
Abrió los ojos y su sorpresa fue retratada en el pequeño suspiro que dejó salir, su consorte se encuentra en su habitación, mirándolo con cierto desdén.
—El estratega Hansol, ¿se fue? —Minho preguntó a lo que Jisung asintió, —¿lo disfrutaste?
Él lo sabía y eso le quitó un peso a Jisung, negándose a sentir vergüenza, asintió con el mentón en alto, caminó hacia sus armarios para buscar sus prendas de dormir, escucharía lo que su esposo quería decir, tomaría un baño y dormiría plácidamente para dar una buena respuesta a Hansol por la mañana. —Fue un poco insolito, pero muy gratificante.
Minho soltó una leve risa sarcastica, —el desacaro te lo transfirio en el beso, esta mañana vino a verme y a decirme que haría uso de su posición para… ofrecerse como cualquier amante.
—¿Por qué estás molesto? —Jisung ignoró lo dicho, —es mejor para ti así te dejo en paz y te puedes ir a revolcar con Felix.
—¿Qué dices? después de lo que pasó en el balcón, la manera en la que tu y yo-
Jisung se detuvo, dejó sus prendas sobre el cofre al final del dosel, Minho se levantó de la cama y se acercó a su esposo, se miraron frente a frente, —no hay un “tu y yo” Minho, nos casamos, bien por nuestros pueblos, pero ha sido un tormento dirigir mi atención a ti cuando tú sólo miras a ese omega, ¿sabes lo que he deseado que me tomes a mi? —su revelación impactó a Minho, pero el omega consorte Bang Jisung ya no está en posición de seguir ocultando lo que siente en realidad, ha sido paciente, protector, ha perdonado una y muchas veces, ha sido comprensivo y entregado, incluso la situación de su matrimonio lo llevó a ser infiel, ha hecho cosas que nunca pensó que haría, ya ha sido suficiente. —Lo que he necesitado que dejes de mirar a Felix y me veas a mí, ha sido mi culpa dirigir mis afectos a ti cuando tú no podías quererme, pero he hecho más que amarte para cuidar de tí y tú… ¡¿Qué has hecho tú por mi?!
El olor del omega se volvió pesado, y ligeramente amargo, Minho respiró hábilmente para atraer ese olor, dio un paso más cerca de Jisung, —sé que no he sido el mejor compañero en esto y que me has ayudado y protegido de la vergüenza, lo sé y te lo agradezco, pero necesito más tiempo para ordenar mi mente, te aseguro que lo que siento por Felix ya no es lo mismo de hace unos meses, y lo que siento por ti también es diferente, solo necesito-
—¡¿Necesito?! —Jisung levantó la voz, —¿no escuchas? acabo de decir que siempre es lo que tú necesitas ¿Y lo que yo necesito Minho? ¿Cuándo vas a darme lo que yo necesito? —el alfa guardó silencio, Jisung jadeo exasperado, —lo ves, si tu no puedes darme lo que necesito, ¿porque no puedo ir a buscarlo en alguien más?
Mirando a su esposo como si acabara de decir algo cruel, Minho dio un paso más, casi tocando el cuerpo de Jisung con el propio, —así que piensas aceptar, lo que Hansol te ha propuesto, ¿lo harás?
—Lo estoy considerando, —el omega aceptó al instante y sin titubeos, —además no tienes derecho a enojarte o reclamar nada, eres mi esposo solo de nombre, los escasos besos y roces que hemos tenido no son nada comparado con lo que Hansol me dará-
Impulsado por el desagrado Minho sujetó a Jisung de los brazos con cierta violencia, —no lo repitas, no te atrevas a decir lo que harás con él, no lo harás. —Afirmaba cerrando la distancia con el rostro de su esposo, fugazmente recordó las palabras de Seungmin “nadie dirá nada por tener intimidad con su esposo”.
—¿Y por qué no lo haría? —Jisung desafió, —no te debo nada, deja de lado ese orgullo alfa e ignorame, Hansol me dará lo que tú no y harás lo mismo con Felix, será un trato justo y-
—No, —el alfa interrumpió con un tono contundente, —eres mi esposo, mi compañero, ante la luna y las leyes terrenales mío, nadie más tomará a mi consorte.
Hechizado por esas palabras, Jisung bajó la guardía y se dejó caer en ese abismo oscuro de incertidumbre, pero justo en este momento, no iba solo, Minho lo acompañaba, terminando así con la distancia de los separaba, unieron sus labios un segundo, el primer encuentro suave y lento, al separarse se miraron a los ojos y el arrebato de calor los impulsó a casi agredirse uno al otro en un lucha de pasiones, Minho rodeo a Jisung con ambos brazos presionando sus labios con los contrarios, las manos abiertas del alfa deslizándose por todos lados, bajando a esas gloriosas nalgas apretandolas con todo gusto, Jisung suspirando incansable, sujetando a Minho por los hombros y el cuello, su esposo lo guió contra el armario cerrado arrinconandolo contra este, separaron sus labios después de tocarse profundamente saboreando la lengua del otro, así Minho atacó ese cuello delicioso con el olor más exquisito que había respirado jamás.
—Ah… —exhaló Minho, inhalando en el cuello de su esposo, —hueles demasiado bien omega, —susurró antes de abrir los labios y lamer a lo largo el cuello de Jisung, desde el frente hasta la marca superficial que casi se borraba, deseaba morder de nuevo, sus colmillos picaban, los sonidos que Jisung hacia, provocaba que su sangre se calentara.
Jisung no sabía qué hacer, Minho lo dominaba con facilidad, lo que Jisung tanto había deseado, que su alfa fuerte y dispuesto lo doblegara, el éxtasis que sentía le hacía olvidar el pudor o la vergüenza, se abrió la camisa dándole a Minho más lugares que lamer y morder como quisiera y su esposo lo hizo, al dejar descubierto su pecho, el alfa no demoró que atacar uno de sus pezones, succionando con fuerza, Jisung pegó la cabeza a la madera amando la sensación de su pecho profanado por su esposo, entonces Jisung quiso darle placer a Minho, así que reuniendo fuerza en sus brazos, empujó a Minho contra el armario cambiando posiciones.
Jisung fue a por los labios de Minho de nuevo, le besó húmedo, chupando la lengua de su esposo, obligándolo a darle poder, cuando tuvo al alfa dócil y maleable en sus manos, Jisung le soltó los botones del pantalón de lino metiendo su mano dentro para sacar aquello que enloquece a los omegas y cuando por fin lo tuvo en su palma, suave y húmedo, grueso y duro, lo acarició con agilidad, pero sin demasiada rapidez, se apartó de los labios de su esposo, se miraron abriendo los labios y compartiendo suspiros.
—Sung, —Minho susurró tomando el rostro del omega por sus mejillas, —no puedo seguir, —pronunció rompiendo por completo la burbuja de complacencia en la que estaban.
Ofendido, Jisung se apartó abruptamente, dirigiéndose al alféizar para abrir la ventana y respirar un aire que no tenga feromonas de alfa. —Te odio, Minho.
Guardando su polla en sus pantalones, Minho tuvo la intención de acercarse, pero no lo hizo, lo que tenía que decir lo diría a la distancia, con entereza, —no quiero hacerte daño, —dijo sincero, —será la primera vez que tendrás intimidad a cómo será la mía, conozco las bases pero no se como lo haré, te mereces que te traten con paciencia y delicadeza, yo soy torpe e inexperto, el deseo que siento en este momento, me temo que me hará perder la razón y podría tomarte de forma… violenta, por puro instinto sabes que no tengo buen control sobre mi alfa, no quiero eso para ti, necesito calmarme y pensar con serenidad para poder cuidarte como te lo mereces. —Reveló todo el pesar en su pecho, —además esto ha sido un arrebato de irá para los dos, y sí mañana decides que no lo querías así-
—Minho, —Jisung interrumpió, su corazón emocionado al escuchar la gran preocupación de su alfa por cuidarlo en la intimidad y como aseguró no poder controlarse, Jisung podría provocarle tal irracionalidad, —si no he sido lo suficientemente claro, te lo repito, yo lo deseo, lo quiero contigo, mi cuerpo se quema porque tú quieras hacerme lo que los alfas hacen con los omegas en celo. No soy un delicado cachorro, ven aquí y tómame alfa como el omega que soy. Yo necesito a un esposo que pueda hacerse cargo de este calor que siento en el vientre.
Mirándolo a su consorte, Jisung terminó de quitarse la camisa, rápidamente jaló los cordeles de sus botas para retirarlas lanzandolas a cualquier parte, Minho no apartó la mirada ni por un segundos, sus ojos atentos a lo que Jisung hacia, como el omega se abría el pantalón, las protecciones de las piernas y se retiraba la prenda para después deslizar su prenda interior fuera dejando al descubierto su espléndida desnudez.
—Soy tu esposo, Minho, de este cuerpo puedes tomar lo que quieras..
Minho respiró lento, dio un paso al frente y se detuvo, no tenía idea de qué hacer ante esta provocación.
…
Un cabello platino se movía silenciosamente por los pasillos del ala este de la fortaleza Bang, asegurándose de que todos sus amos estaban seguros en sus habitaciones, el líder ya se hallaba durmiendo, el guerrero Hwang no dormía pero también estaba en su habitación, la habitación del heredero estaba vacía, pero Seungmin percibió el aroma del heredero en la habitación de su amo Jisung y a él dentro, por lo que no había de que preocuparse, una vez seguro de que todo estaba bien, se dirigió a la habitación de su amo Chan, tocó dos veces anunciando su entrada, el alfa le pidió un momento a lo que Seungmin solo esperó unos segundos.
—Seung, te pedí un momento, —replicó el alfa Chan levantandose de la cama absolutamente desnudo.
Seungmin deseo realmente haber esperado más… Estudió al alfa y la habitación con detenimiento, mientras comenzaba a hablar, —deseaba pedirle disculpas a mi señor por mi falta de atención estos días.
—No hay nada de que disculparse, sé que no soy exactamente tu prioridad, estoy bien con ello, —con actitud nerviosa, Chan declamaba rápidamente, —me permites, quiero descansar.
Seungmin sonrió con los labios juntos, respiró un poco y asintió, se acercó hasta el alfa y lo tomó del cuello para besarlo, fue un beso exigente y agresivo que el alfa disfrutó de principio a fin, entonces sintió la mano de Seungmin en su pene y dejó caer la manta revelando su cuerpo por completo, Seungmin le acariciaba provocando corrientes placenteras, pero entonces el omega le apretó causando dolor, lo que doblegó al alfa como si no fuera nada.
—Prometiste no volver a meter omegas a tu cama, y me mentiste, —Seungmin recitó, —te la pasas repitiendo que deseas mi perdón y que deseas hacerme tu consorte, pero si esta es la vida que ofreces, prefiero mil veces morir como hechicero, con una daga de plata en el pecho. —Se alejó soltandolo al alfa bruscamente.
Chan quiso alcanzarlo, pero Seungmin se apartó rápido, casi corrió fuera de la habitación, sabía que Chan lo buscaría, así estuviera desnudó lo buscaría y lo encontraría, Seungmin caería, de nuevo en las mentiras de ese alfa, Seungmin le creería, así que fue al lugar donde pensó que estaría a salvo, entró a la habitación del guerrero Hwang y pegando su cuerpo a la puerta cerrada suspiró de alivió.
Hyunjin muy alarmado, se levantó de su silla frente al mesón donde escribía algunas cartas, se acercó a Seungmin para observar que no estuviera herido, —¿te encuentras bien? —Le tocó el hombro.
Seungmin cerró los ojos unos segundos y al abrirlos miró a Hyunjin, el alfa tenía una expresión preocupada, Seungmin giró hacia él, y sin pensar racionalmente dijo: —¿puedes consolarme?
Hyunjin muy sorprendido asintió sin otras intensiones, jaló a Seungmin del brazo atrayéndolo a su cuerpo donde lo recibió con paciencia y ternura, abrigandolo con el olor de sus feromonas, pero sin marcarlo, eso sería demasiado íntimo y ofensivo, el omega triste pedía consuelo sin más y es lo que Hyunjin le daría. El omega platino lo buscaba con necesidad, pero no de cuerpo sino de afecto, de calor amistoso y fraternal, sin pasión en el medio.
Y se abrazaron por mucho tiempo, tanto que las piernas de Seungmin dolían, pero no quería dejar de sentirse protegido, cálido. Hyunjin los guió a la cama, donde se sentaron sin dejar de abrazarse, Hyunjin le acariciaba el cabello a Seungmin y este terminó cerrando los ojos para dormir tranquilamente, solo cuando Seungmin estaba sumergido en el descanso, Hyunjin dejó de abrazarlo recostándolo sobre su cama, lo abrigó completo en las matas dando una mirada complacida, tomó papel y tinta para seguir escribiendo, pero fuera de la habitación, en el ala oeste encontró una habitación preparada que no estaba cerrada, allí terminó de escribir y descansó lo poco que quedaba de la noche.
…
Parecía haber transcurrido una eternidad, pero lo cierto es que apenas habían pasado unos segundos desde que el omega Jisung terminó de retirar las prendas que le cubrían ofreciendo su cuerpo al alfa que le miraba con avidez, su consorte se sentía provocado por su cuerpo, se sentía tentado a probarlo y eso es un punto de flexión que Jisung no ignoraría . Dió un paso al frente, decidió que no debería sentirse cohibido, su cuerpo es hermoso, Seungmin se lo ha dicho muchas veces y si los alfas del ejército lo deseaban con ropa, sin esta sería mucho más deseable, así que caminó con un detallado contoneo de caderas que lo hacía ver sensual sin obscenidad.
Lee Minho el heredero de Busan, no podía apartar la mirada de su esposo, definitivamente, Seungmin tenía tanta razón al decir que Jisung tenía un cuerpo deseable, compadece a todos esos guerreros que lo admiran y desearían verle así, como solo él puede, ni Hansol podía, al menos no por el momento y Minho planeaba que nunca sucediera.
Terminando con la incertidumbre, Minho tomó el final de su camisa de manta con ambas manos y la jaló hacia arriba para quitarla, su pantalón ya abierto le siguió, pero antes retiró sus botas de entrenamiento, soltando los cordeles con torpeza, su esposo le observaba y eso encendía una mecha en entre ellos, como un sentimiento de antelación por lo que podría llegar a suceder, segundos después, alfa y omega se mostraron en absoluta desnudez.
El alfa Lee se movió primero en busca del omega, su omega, a cada paso que daba, Jisung detallaba ese cuerpo esculpido, recuerda que al conocerse Minho no tenía un cuerpo tan fornido, pero hoy día, después de todo ese arduo y agotador entrenamiento, su alfa tiene músculos definidos, abdomen firme y una piernas gruesas que llevaría a cualquier omega al pecado, de pronto Jisung se imaginó arrodillado besando esas piernas, deslizando su lengua por esos muslos hasta llegar a la carne caliente y dura entre ellos. Elevó la mirada cuando Minho se posicionó al frente, con manos temblorosas, el alfa le tomó por la cintura, el primer contacto entre sus pieles fue electrizante, la suavidad de sus cuerpos complaciéndose entre sí.
—El cuerpo de mi esposo es admirable, —Jisung susurró contra los labios de Minho mientras sus manos tocaban las cicatrices recientes en el pecho del alfa.
—Es gracias a ti, —Minho evidenció, ascendiendo su palma derecha por la espalda de Jisung hasta posicionarla a media espalda, se inclinó un poco más sobre el rostro de su esposo, —todo lo que ha cambiado en mí, ha sido gracias a tí, soy diferente hoy por qué llegaste a mí vida.
Embriagado de palabras, Jisung cerró los ojos rozando su nariz contra la de Minho, de pronto el pecho de su alfa vibró con un gruñido voraz y fue cuando el temor de Minho se hizo real.
—Lo lamento, —el heredero susurró con súplica, —pero no puedo detenerlo más, —ante la revelación de su poco control, Minho arremetió contra su esposo aplastandolo entre sus brazos con fuerza desmedida, Jisung gimió ante el crujir de su cuerpo siendo apresado deliciosamente contra el de su alfa.
Su boca fue atacada con desenfreno, saqueada por completo con mordidas y lamidas descuidadas, su lengua succionada por la boca del alfa, pero lejos de ser grotesco, para Jisung es demasiado placentero, aunque fueran un pueblo civilizado, no podían olvidar sus raíces salvajes, sus almas primitivas provenientes de la naturaleza, no hay nada más sincero que dejarse llevar por tus instintos. Sin aviso alguno, Jisung sintió los dedos de Minho presionando contra su agujero goteante, su lubricación natural había comenzado a fugarse desde que observó al alfa desnudarse, y cuando esos dedos se abrieron paso dentro suyo, Jisung tuvo que apartarse del beso, necesitaba respirar, sujetando a Minho de las mejillas lo detuvo.
—Min- —suspiró a medias siendo ahogado de nuevo por otro beso asfixiante, con su mano derecha Minho lo sujetó de la pierna izquierda para levantarlo con un brutal movimiento, Jisung no pudo hacer más que obedecer, rodeando la cadera de su esposo con sus piernas, ahogando gemidos de intensidad al ser penetrado más profundo por esos dedos cuando fue levantando.
Minho caminó hasta la cama sentándose en esta con su omega encima, —sube en mí, —susurró, —ponla tú mismo, no voy a lastimarte, —aseguró alejando sus manos a como pudo del cuerpo de su esposo, su alfa palpitaba feroz en su pecho, pero Minho no lo dejaría ser un completo salvaje, apenas juntaba un pensamiento cuerdo en su cabeza, pero si esto llegaría al final, dejaría que Jisung controle la primer intromisión.
No mentía cuando dijo que conocía las bases, lo había estudiado al sentirse un cachorro recién salido del vientre frente a la experiencia de su amigo el guerrero Hwang e incluso del omega doncel Seungmin. Pero por muchas preguntas que hizo y todo lo que leyó, nada cambiaba el hecho de que podría lastimar a su omega si era descuidado al penetrarlo por primera vez, los alfas no son pequeños, sus miembros en su mayoría crecen en tamaño y grosor al alcanzar un nivel de excitación fervoroso, Minho sentía que estaba a nada de alcanzarlo.
Miró al omega regresando al presente y apretó las mantas bajo sus palmas en puños tratando de controlarse, no tocaría a Jisung hasta que el omega se sintiera cómodo con su polla dentro, la sola idea lo hizo delirar. Jisung no lo miraba, el omega respiraba por sus labios entreabiertos, levantándose con sus piernas fuertes, tomando la dura polla debajo suyo con la mano derecha para alinearla con su entrada, estaba concentrado, agitado, sudoroso y rojo del rostro, Minho tuvo que exhalar varias veces para mantenerse al margen, su esposo se veía demasiado hermoso, cuando la punta de su polla presionó el elástico agujero, Minho tiró la cabeza hacia atrás suplicando a la luna por tranquilidad.
Con balbuceos casi incoherentes, soportó la dulce presión que le rodeo la polla mientras su esposo se deslizaba hasta tenerla toda dentro, pequeñas manchas de sangre aparecieron en la mantas por sus garras que sobresalieron de sus dedos hiriendo sus puños por lo fuerte que apretaba.
Colocando una mano sobre el pecho de su esposo, Jisung suspiró cerrando los ojos, su cuerpo expandiéndose a la medida perfecta para albergar a su esposo en su interior, sentía un ardor picante alrededor de su entrada, pero se esfumaba a la par que la satisfacción crecía, sus paredes palpitando ante la sensación de ser profanado… por fin, después de desearlo tanto, Jisung tenía a su esposo dentro suyo, hasta lo más profundo.
—Minho, —susurró, —mírame, por favor. —Deslizó su mano izquierda por el cuello del alfa hasta tomarle del cabello para obligarlo a levantar la cabeza.
Minho obedeció sin mucho esfuerzo, su omega pedía algo, y Minho le daría lo que pidiera, lo miró, y justo en ese momento, no pudo detener sus manos, las llevó al culo redondo que le aplastaba los muslos apretandolo con fuerza, Jisung gimió alto al ser empujado un poco más abajo, Minho llevó su nariz al cuello de este respirando estrepitosamente, —Jisung, es demasiado, no puedo mantenerlo a raya, —confesó tratando de obligar a su alma primitiva a controlarse, más de veinte años desde su nacimiento y nunca había sentido que se quemaba por follarse a alguien, ni siquiera con Felix había sentido tal fuego arder en su piel. —No te muevas o voy a perder la poca cordura que me queda.
El omega, con una sonrisa maligna y coqueta se atrevió a jugar con él, levantándose unos pocos centímetros para dejarse caer sin mucha delicadeza.
—Ah….
Gimieron juntos, enloqueciendo juntos, lo siguiente no tuvo fin, los instintos dominaron, Jisung saltaba sobre los muslos de su esposo mientras este le guiaba directo a su polla dura, embestidas violentas, el sonido de la carne chocando era casi melodioso, Jisung estaba riendo sin aliento, tan elevado en feromonas alfa que parecía inconsciente, más no lo estaba, era absolutamente consciente de su alfa empujándolo salvajemente sobre su polla.
Minho mordía los brazos de Jisung sobre sus hombros mientras le abría las nalgas tratando de empujarlo un poco más adentro, no pudo soportarlo, en un impulso rápido, se levantó con Jisung encima, dio la vuelta dejándolo sobre la cama, tuvo que retirarse un momento a lo que el omega negó quejándose y tratando de regresarlo a su lugar sin éxito, Minho se arrodilló entre las piernas de su omega tomando su polla en su boca sin demora a lo que el omega gritó arqueándose contra la cama, el alfa continuó succionando con agilidad como si quisiera sacarle todo lo que tenía para dar, necesitaba a Jisung más excitado, lo necesitaba derramando lubricación por montones para no tener que preocuparse por la delicadeza al joderle con brutalidad como su alfa deseaba y fue bastante fácil arrastrar al omega a la incoherencia, sólo bombeo feromonas sin descanso al mismo tiempo que chupaba la dulce longitud en su boca, las mantas debajo ya estaban húmedas de tanta lubricación, así que Minho se apartó.
Erguido en todo su porte alfa, miró el desastre que había provocado, Jisung encontró su mirada, las llamas enloquecieron dentro de sus cuerpos, Minho sonrió acariciándose, y Jisung le devolvió el detalle llevando su mano a su agujero abriéndolo para que alfa lo viera.
Es tuyo… Jisung le decía sin hablar.
Es mío… Minho repetía, no había palabras en medio, pero era lo que en sus pechos resonaba, el débil vínculo de la marca superficial parecía más fuerte, se alimentaba de ellos.
—¿No vas a entrar? —el descarado omega preguntó.
Minho quería morderlo para enseñarle que no debía desafiarlo de esa manera vil.
Él lo hizo, dejándose caer sobre el cuerpo de su esposo, no tuvo cuidado al alinearse para volver a donde pertenece, dentro de Jisung, embistió con violencia al tiempo que mordía el pezón izquierdo del omega que gritó demasiado extasiado.
—Te voy a anudar, —Minho le dijo abandonando el pezón izquierdo para atacar el derecho ahora, succionando y mordiendo en sintonía con el movimiento de su cadera. —Te voy a llenar de mí, mi olor se quedará en ti por meses, —seguía delirante, meciéndose contra el agujero de su esposo, sintiendo la generosa presión húmeda, entrando y saliendo con gloriosa fuerza que ambos agradecían.
Si, si, así, más duro, más fuerte, más adentro, eran pensamientos juntos.
—Ah, Min- diosa luna, damelo dentro, por favor, que sea dentro, dentro, dentro, —Jisung balbuceaba buscando los labios de Minho sujetándolo de las mejillas, lo beso cortos segundos, antes de decirle, —quiero tus bebés dentro de mí.
Minho embistió tan fuerte que el dosel de la cama crujió ante el esfuerzo, sus colmillos picaban por morder, no pudo detenerlo, atacó el cuello de Jisung donde la marca superficial ya casi se borraba y mordió, en el instante en el que sus colmillos perforaron la carne tuvo a Jisung corriendose con abandono, retorciéndose sin control debajo de su cuerpo, gimiendo alto mientras se abrazaba a él aferrado, Minho tuvo que dejar de morderlo al sentir que su nudo crecía corriendose al siguiente segundo dentro de su consorte, el calor de su corrida llenándolo, llevándolos un poco más a la incoherencia, aplastando a Jisung con su cuerpo Minho dejó de correrse después de lo que pareció una eternidad, respirando irregular, alfa y omega seguían sonriendo, aún demasiado embriagados de feromonas, excitación y sensaciones.
Por puro instinto, Minho reunió fuerza para levantarse sujetando a Jisung con sus brazos y así llevarlo con él, no había fuerza en el mundo que lo alejara de Jisung en este momento, lo llevaría con él hasta punto donde las estrellas tocan la tierra y el viejo lobo podía amar a su diosa Luna.
De pie con el omega alrededor de su torso, el alfa movió las mantas húmedas a un lado para recostarse de espaldas, en una posición más cómoda para que pudieran dormir, Minho acariciaba la espalda, cuello y cabello de Jisung mientras este respiraba en su cuello, entonces cuando el nudo se desvaneció Minho se retiró del interior de su omega.
—No, —Jisung se quejó, montando los muslos de Minho para tomar la polla medio dura de su esposo y devolverla a su lugar.
—Tengo que curar la marca, —Minho se quejó también, él quería cuidar de su omega y el testarudo no se dejaba.
Jisung se recostó sobre Minho de modo que la polla del mayor seguía dentro y también su cuello llegaba hasta la boca de este. Entonces Minho lamía los bordes grotescos sanando lentamente la herida hasta que solo fueron marcas de dientes recién hechas, con un color un poco rojizo oscuro.
No dijeron nada, no necesitaron palabras conscientes en este momento, la marca no había completado un lazo de apareamiento ya que no estuvo en sintonía con el nudo, pero había un vínculo que se fortalecía, la compatibilidad entre los dos es innegable, y esto solo lo demostraba aún más. El sueño profundo los abordó después de la campal batalla de pasiones en la que se vieron envueltos.
…
El cabello platino de Seungmin estaba alborotado después de que el doncel pasara sus manos por este varias veces, no importaba lo mucho que limpiara sus ojos, la imagen al frente no cambiaba, lo bueno de todo esto es que no estaba alucinando, el guerrero Hwang estaba tan estupefacto como él, pero estaban, ambos, ante la misma imagen.
Los herederos de Busan estaban durmiendo juntos, con evidentes, demasiado evidentes rastros de una apasionada noche de intimidad, a decir verdad, era casi ofensivo lo evidente que es, la habitación entera apestaba a feromonas fusionadas, incluso con la ventana abierta, las mantas ahora secas pero manchadas, su amo Jisung con mordidas en los brazos y una marca reciente, el heredero Lee estaba amoratado de los hombros tal vez por la presión de dedos, o chupetones, era difícil deducir con todo el enredo de extremidades.
—¿Tú ves lo que veo? —Seungmin preguntó.
—Lo veo, aunque creo que mis ojos no están viendo bien, ¿tiene algún hechizo para arreglarlos? estoy viendo una marca recién hecha en el cuello de tu amo, eso … ¿se enlazaron? ¿de verdad lo hicieron? —El tono sorprendido de Hyunjin dio voz a los pensamientos de Seungmin.
—Vamos, pediré el desayuno para ellos, necesito que me ayudes a traerlo, —Seungmin dijo, recibió un asentimiento del guerrero y ambos salieron de la habitación.
Bajaron las escaleras hablando de cualquier cosa que no fuera el por qué Seungmin entró a la habitación de Hyunjin buscando consuelo, nada de ello se mencionó.
El omega guerrero Felix, ahora conocido por ser buen arquero, ya no tuvo problemas para infiltrarse dentro de la fortaleza, no cometería el mismo error de antes, ahora como guerrero de una unidad reconocida podría llegar hasta las habitaciones de los amos sin problemas, así que en cuanto vio a Hyunjin y Seungmin pasar de largo a la cocina, tomó las escaleras para dirigirse al ala este, las habitaciones de los herederos de Busan, tenía muy claro lo que diría, estaba harto de observar como su alfa se escapa de sus manos, las infusiones ya no funcionaban, Minho dejaba de darle atención, así que hablaría con Jisung, sería sincero con sus afectos por Minho y propondría una tregua.
Lo primero razonable que se le había ocurrido en mucho tiempo, lo admitía, su amor por Minho le nublaba el juicio y lo obligaba a los más bajos y ruines actos, era natural, los omegas matarían por el alfa que deseaban, los escritos antiguos lo decían.
Al llegar a la habitación de Bang Jisung heredero consorte de Busan, Felix sintió un olor almizclado extraño, algo se sentía como Minho, pero también como Jisung, pero no era desagradable, solo extraño… Lo desagradable fue lo que vio al abrir la puerta. Tocó dos veces y nadie respondió, decidido a no irse sin hablar con Jisung, abrió la puerta encontrando a Jisung durmiendo casi debajo de Minho, el alfa aplastaba la mitad del cuerpo del omega mientras lo abrazaba por la espalda, en la unión del cuello y hombro derecho de Jisung había una marca de apareamiento reciente, los rastros de… intimación entre ellos, destruyeron la cordura de Felix, un brote de deseos violentos lo llevaron a sacar la daga de acero de su cinturón de armas, se acercó a la cama y elevando la daga sobre Jisung estaba decidido a morir después de asesinar a este omega.
Pero no pudo hacerlo, en ese momento, Minho se movió entre suspiros de ensueño, jaló a Jisung más cerca, girandolo con facilidad y aún dormido, lo abrazó protegiéndolo.
Felix desistió, corriendo fuera de la habitación, llevando su daga con él, salió de la fortaleza sin mirar a nadie, tomó un caballo y se apresuró a cabalgar al bosque más lejano, la frontera con Seúl, llegaría tan lejos como su corcel le permitiera, lejos de la traición.
—Esto será un desastre, —Seungmin dijo viendo cómo Felix se alejaba, —necesitó ayuda.
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