27
Sobre la esponjosa cama vestida de mantas de seda duerme el segundo hijo del líder de Daegu, su respiración pausada y su cuerpo cómodamente relajado, no tenía intención de levantarse sino fuera por un ente maligno que abrió las cortinas gruesas de par en par dejando que la voraz luz del día le diera justo en la cara, con una mueca de disgusto e incomodidad tuvo que abrir los ojos observando al ente maligno que perturbó su sueño.
—¿Por qué me despiertas? —reclamó —es temprano aún.
Seungmin sonrío, su cabello platino recién peinado y su rostro aseado, una belleza exótica y maligna, —mi habitación, yo decido cuándo abrir mis cortinas.
Jisung frunció la cejas y renegando en susurros pateó las mantas y salió de la cama, su doncel tenía formas poco sutiles para correrlo de la habitación.
—Realmente no entiendo porqué no vas a tu habitación, si no quieres al heredero de Busan en tu cama, haz que duerma en el piso y ya. —Seungmin comentaba sin dobles intenciones.
Jisung suspiró, —no es eso, solo no quiero volver a caer en su amabilidad, si convivo con él en la habitación no podré seguir siendo inflexible.
El omega doncel lo entendió, le había pasado algo similar con el heredero de Daegu, entre más cerca estaba, más perdía el respeto por sí mismo, dispuesto a hacer lo que sea por ese alfa, los omegas son, desde los años salvajes, hasta hoy día, los que más pierden al enamorarse, por qué sus sentimientos son más limpios y claros, el que se engaña lo hace por necedad, no por que no comprenda cuales son sus sentimientos, sin embargo hay una ventaja sobre los alfas. Cuando un alfa se enamora de verdad, no existe poder en la tierra que lo obligue a apartar la mirada de su omega, es la esencia del alfa, leal hasta los huesos, con cada fibra de su cuerpo respetan y desean a un solo omega.
Seungmin dejó de mirar a su amo mientras se desperezaba, centró sus ojos en el broche con el sello de la manada Bang en sus manos, la pieza de plata refinada representa una promesa, el heredero de Daegu se la entregó, jurandole que lo amaría hasta la muerte y que seguiría constante buscando su perdón.
Una promesa vacía.
—Iré a cambiarme, —su amo dijo y Seungmin solo asintió con un sonido sencillo, cuando escuchó el cerrar de la puerta, guardó el broche y se desvistió para ponerse el uniforme.
Fuera de la habitación del doncel platino, Jisung tomó varias respiraciones profundas llenándose de valor para ir a su habitación, después de lo ocurrido la noche anterior, su omega sigue alborotado, afortunadamente había tomado el neutralizador de feromonas que fabrican los sanadores, más bien hechiceros que se hacen pasar por sanadores para protegerse. Cuando los omegas empezaron a entrenar como guerreros, el olor siempre había sido un problema, el sudor y las feromonas intensificaban los olores por lo que siempre había uno que otro alfa u omega que perdía el control, así que los hechiceros de Daegu buscaron la forma de contener las feromonas para evitar este problema, precisamente el entrenamiento de hoy, sería sobre control, su esposo debía poner especial atención el día de hoy, aunque extrañamente Minho ya no ha perdido el control sobre su alfa como cuando se conocieron.
Caminó tranquilo, un par de soldados de la guardia le saludaron dando buenos días, llegando al pasillo de su habitación sintió un olor a cerezas viejas muy conocido, tan solo sentirlo ligeramente hizo a su sangre hervir con ira, "Minho se atrevió a meter a su querido en la habitación de Jisung".
—No tienen ni un poco de vergüenza, —gruñó apretando los puños para tratar de liberar un poco de la tensión de su cuerpo, caminó con pasos lentos, el olor de las cerezas se hacía más amargo a cada paso, se sentía como el olor del miedo, sus ojos se abrieron con sorpresa al ver que el omega Felix estaba contra la pared siendo cuestionado por uno de sus soldados de la guardia, el soldado Sunwoo le apuntaba con una daga mientras le preguntaba por qué estaba en las habitaciones de los amos.
—¡Conteste! —gritó Sunwoo.
—Soy- sirviente de Busan- —Felix trató de excusar, pero fue interrumpido por la voz fuerte de Sunwoo.
—Ningún sirviente de Busan tiene permitido entrar a los pasillos de habitaciones, la servidumbre de Busan solo ayuda en la cocina y entrenamientos, —Sunwoo informó, —sólo los sirvientes de Daegu tienen permitido acercarse a las habitaciones de los amos.
Jisung se acercó, la primer mirada que recibió fue de Felix, aún aturdido lo miraba hostil, Jisung quiso burlarse, pero su corazón no es así de cruel, el soldado Sunwoo inclinó la cabeza hacia él, pero no flaqueo ni por un instante la amenaza a Felix.
—¿Qué es este alboroto tan temprano? —fingió ignorancia.
—Este omega ha entrado sin permiso mi señor.
Jisung miró atentamente a Felix, —ya veo, debe ser de los sirvientes que atendían a mi esposo en Busan, —dijo suavemente, puso su mano sobre la muñeca de Sunwoo, —no hay necesidad de violencia, Sunwoo, —lo apartó con sutileza calmando a su soldado con una expresión comprensiva, —el omega cometió un error por su ignorancia, —Jisung se dirigió a Felix, — y ahora que ya sabe que no puede acercarse a las habitaciones, no lo hará de nuevo, ¿verdad?
Con un gran rencor y su orgullo pisoteado, Felix asintió, —lo lamento mucho, no volverá a pasar.
Sunwoo se inclinó en una reverencia completa, —me disculpo por usar demasiada fuerza, —levantó la cabeza, —pero es nuestro deber como soldados de la guardia dar la vida por nuestros amos, le agradecería omega, que no se acerque más.
Felix no tenía más opción que acatarse, se inclinó despidiéndose de Jisung como un sirviente hacia su noble, y se fue casi corriendo por el pasillo. El omega Bang puso su mano en el hombro de Sunwoo y dijo: —si lo ves de nuevo por aquí, no hagas nada, solo informame. —Sunwoo asintió sin cuestionar, despidiéndose respetuoso continuó su patrullaje.
Jisung dio media vuelta y un par de pasos más hasta llegar a la puerta de su habitación, estaba listo para sentir el mismo aroma a cerezas, estaba listo para desilusionarse aún más de su esposo, pero contra todo mal pronóstico, al abrir esa puerta y entrar a la habitación solo halló calma, un tenue aroma a calidez, como una mezcla de licor de manzana y un poco de canela, pero es más fuerte el olor del licor, Jisung no pudo evitar inhalar ávidamente ese el delicioso aroma, no había sentido las feromonas de Minho desde la última vez que reafirmaron la marca y eso ya casi cumplía tres semanas.
Se acercó a la cama y sujetó sus manos detrás de su espalda para abstenerse de tocar al alfa que duerme plácidamente sobre las mantas de seda, no vestía nada más que una prenda inferior que apenas le cubre su intimidad, recostado sobre su pecho, la amplitud de su espalda fue gloriosa, los musculos relajados y su cabello negro profundo cayendo sobre su frente cubriendo hasta sus ojos, el grosor de sus muslos descubiertos, incluso la curva de su trasero fue majestuosa. Su respiración pausada lo hace ver tan relajado y bien descansado que Jisung no quería perturbar su sueño.
Obligándose a apartar la mirada, el omega Bang se dirigió al armario para tomar su uniforme y cambiarse en el cuarto de baño. Aprovechó para lavarse un poco y enjuagar su cabello, trató de borrar la imagen previa de su cabeza para que su omega deje de corretear por todos lados en su pecho, pero fue imposible, se desvistió con tranquilidad, vistiéndose de igual forma, se miró en el espejo de medio cuerpo fijado a la pared y sonrió, los colores de Daegu siempre serán sus favoritos, los pocos recuerdo de su madre son cuando ella usaba hermosas prendas de gala con los colores del territorio, ella lucía preciosa y su padre deslumbraba por la forma en la que la miraba.
Jisung deseaba que alguien pudiera mirarlo así alguna vez, con esa devoción, una expresión sin descripción, la mirada brillaba con un sentimiento casi mágico. Sacudió su cabeza despacio para dispersar esos pensamientos, terminó de acomodar su uniforme y salió del cuarto de baño para ir a su mueble de accesorios, aunque no es del todo correcto llamar accesorios a sus protecciones de cuero y metal, estaba colocando el broche de la manada Bang en su pectoral izquierdo cuando escuchó movimiento detrás.
—Creo que hay algo malo con mi olfato, —fue lo primero que dijo Minho, su esposo, al despertar, Jisung giró para mirarlo y su mano derecha se apretó alrededor del broche de la manada Lee, el heredero de Busan se halla sentado sobre la cama su pecho formidable desnudo, parece tan fuerte, pero cómodo, incluso suave sedoso, Jisung tragó saliva deseando poner sus manos sobre ese pecho mientras montaba duramente la intimidad de ese alfa. —¿Jisung?
El mencionado parpadeo girando de nuevo hacía el mueble, —¿Por qué crees que algo está mal con tu olfato?
—Ayer por la noche... No pude sentir tu olor, y no es la primera vez que me pasa, desde mucho antes en ocasiones no puedo oler nada, —explicó con un tono pensativo, —creía que era un problema por las enfermedades que tuve de niño, pero dejó de pasarme hasta hace poco.
El omega consorte, se acomodó el broche de la manada Lee sobre su pectoral derecho y giró caminando hacia su esposo, tomó una camisa de dormir y se la lanzó, —pontela no puedo hablar contigo estando casi desnudo.
Solo entonces el heredero de Busan fue consciente de que no llevaba más que una prenda encima, un poco avergonzado, alcanzó la camisa y se la puso rápidamente, cuando por fin algo le cubría el pecho, su esposo se sentó frente a él, —ayer no podías sentir mi olor porque bebí un neutralizador de feromonas, los fabrican los sanadores de Daegu.
—¿Eso es posible? —Minho preguntó con interés y curiosidad, Jisung asintió.
—Con algunas hierbas hormonales y algo de veneno, no es dañino, las hierbas cancelan el veneno. —Explicaba sencillamente, —pero dices que esto te pasaba desde antes, así que no solo fue el neutralizador.
El heredero afirmó con un sonido, —en Busan, me pasaba seguido antes de casarnos, pero podía sentir el olor de Felix así que no creí que fuera grave.
Jisung abrió sus ojos ligeramente más por la sorpresa, —¿Solo podías oler a Félix y no sospechaste nada? —él asintió, y Jisung no evitó un suspiró acompañado de una risa irónica, —Minho eso es un claro indicio de hechicería, en batalla usan ese tipo encantamiento soltando frascos de humo, así confunden a los guerreros y pueden atacar en la confusión.
—¿Dices que estoy siendo hechizado? —el heredero no podía creerlo, parecía ilógico, esto le ha pasado por años, sí recuerda bien, casi desde sus trece años, y en Busan hace más de cincuenta años que no hay hechiceros.
—Hagamos un prueba, —Jisung ofreció sentándose más cerca sobre la cama, se desabrochó los botones de su hombro izquierdo abriendo la camisa gruesa de su uniforme, su pecho y cuello quedando al descubierto, —acércate y olfatea.
Minho lo hizo, en ese instante, su nariz rozó la piel de su esposo, tan tersa y delicada que no parecía que Jisung fuera un guerrero, se concentró en el olor, las feromonas, ahí estaba, esa profunda esencia que se adentra en su cuerpo provocando un deleite sublime, ese afrutado olor de una conserva exotica, a esta distancia y olfateando desde la fuente, también lograba distinguir un tenue olor a durazno tal vez o algo más difuso. Está tan concentrado y perdido que no controló sus manos rodeando a su consorte con sus brazos lo atrajo a sí con una fuerza desconocida, con los ojos cerrados sintió a Jisung sentarse a horcajadas sobre sus piernas.
—Creo que ya es suficiente, —Jisung susurró, sin embargo no trató de apartarse, siguió disfrutando de las caricias en su cuello, la marca superficial picando por una reafirmación, han pasado semanas. —Minho basta, —decía hipócrita, él no quería parar, —se supone que amas a alguien.
—Sung, —el alfa susurró con sus labios sobre la clavícula de su esposo, —tú piel es maravillosa, —halagó sincero, apartándose del cuello, siguió la línea de la clavícula hasta el hombro derecho y dejó un beso ahí para después subir a la mandíbula de su esposo alcanzando sus labios con poco esfuerzo.
Jisung apretó la tela fresca de la camisa de dormir, la jaló entre respiraciones fuertes y exhalación agitada, Minho está devorando sus labios con un hambre insaciable, todo salvajismo, los sonidos obscenos de los labios húmedos y el encuentro entre sus lenguas, Minho jaló la tela del uniforme probando el desgarre de los boches internos del costado derecho de la prenda, Jisung sintió la piel de su abdomen y pecho descubierta ante las manos de su esposo que lo despojaba de su camisa con prisa, él también quería tocar a Minho así que en lo empujó un poco separando sus labios y jaló la camisa de dormir hacia arriba desvistiendo al alfa.
Tan pronto como los dos estuvieron medio desnudos juntaron sus pechos sintiendo la delicia de la sensación piel con piel, excitante en niveles agravantes, hipersensibilidad como si fuera un calor de celo. Las manos de Minho iban de la exquisita cintura de su esposo hasta ese esponjoso trasero, le gustaría tocarlo sin la gruesa tela del uniforme. Jisung por fin pudo tocar es pecho apetecible de su esposo, y justo como pensaba la piel bajo sus palmas abiertas es sedosa y encajan perfecto, apretando ligeramente se alejó de los salvajes besos, miró a Minho y pudo ver el borde rojizo en el iris de sus ojos.
Lo tomó de las mejilla acariciando por debajo de las pestañas, —¿esto es causa de tu alfa?, tus ojos son rojos —preguntó agitado.
Minho negó, rodeando la cintura de Jisung con su brazo izquierdo, su mano derecha subió hasta su mejilla, —tengo control sobre mi alfa, lo juro, no es como antes, además yo también veo los bordes violetas en tus ojos.
—Me confundes Minho, —decía Jisung pegando sus frentes, —me gusta esto, me deseas y me hace sentir bien, pero no me amas ni quieres hacerlo, entonces, ¿qué puedes darme que valga la pena?
Tragando saliva Minho asintió, —lo sé, esto también me confunde y odio ponerte en esta situación, pero yo tampoco comprendo que pasa-
No pudo continuar pues Jisung no se contuvo más y volvió a besarlo.
La puerta de la habitación se abrió sin avisó obligándolos a apartarse abruptamente, los engendros del mal se multiplican, pues Hyunjin y Seungmin fueron los culpables de esta inoportuna interrupción.
El omega platino los miraba con picardía y una expresión socarrona hacía Minho, el heredero de Busan casi escuchaba el omega platino decirle "te lo dije", por su parte Hyunjin trató de disimular su sorpresa y gusto, pero falló terrible mente.
—Creí que te habías quedado dormido, —Hyunjin se excusó.
—Yo no, —siguió Seungmin, —yo de hecho abrí la puerta de esta forma para sorprenderlos en estas escandalosas circunstancias. —Terminó riendo, se dirigió a los baúles de Minho dejando sobre estos un uniforme de Daegu diferente a los que Jisung usa.
Jisung, revelándose a sentirse apenado trató de bajar del regazo de su esposo sin perder el porte, salió de la cama y dándole la espalda a Sungmin y Hyunjin para arreglarse el uniforme.
—Mi señor heredero por favor salga de la cama y vaya a asearse, —Seungmin pidió a Minho que ya estaba vistiéndose con las prendas de dormir, el alfa asintió y caminó al cuarto de baño.
Jisung fingió demencia y fue a su mueble de zapatos para ponerse las botas, tomó unas de cordeles y se sentó el sillón al pie de su cama, estaba por comenzar a ajustarlas cuando Seungmin se arrodilló delante de él obligándolo a apartar la manos.
—Mi amo no tiene por que sentirse apenado, —Seungmin dijo sin mirarlo mientras ajustaba los cordeles, —el alfa en su cama es su esposo, sobre el cual tiene todos los derechos maritales. —Terminó y se levantó, solo entonces miró a su amo y le besó la frente.
Minho salió del cuarto de baño limpio y relajado.
—Traje protección diferentes, —Hyunjin le dijo.
—Y yo le tengo una propuesta, —Seungmin informó. Minho asintió hacia él, —vista el uniforme de Daegu y demuestre a todos que está dispuesto a todo por su pueblo y por su esposo.
—No es ofensivo para una alfa cambiar los colores de su territorio, —Hyunjin opinó sin malicia.
Seungmin dudó antes de responder, —no es precisamente ofensivo, solo es demasiado raro que un alfa vista los colores del territorio de su esposo, siempre es al revés. Pero creo que en este caso era un punto a favor, los guerreros y guardia de Daegu respetan mucho a Jisung y si su esposo es capaz de portar los colores de su territorio será muy significativo, le dirá a los vasallos de mi amo que este alfa no tiene prejuicios y que puede ser orgulloso por su esposo.
—Podría malinterpretarse para los de Busan. —Jisung opinó no muy convencido.
—A mi me parece bien, —Minho dijo por fin, —ayer fue un poco ofensivo que los veteranos casi me hicieran a un lado por ser de Busan, entiendo que no confían mucho en mí y si esto es de ayuda para que pueda entrenar mejor con los veteranos, estoy de acuerdo.
—Pero para los guerreros de Busan- —Jisung decía, pero fue interrumpido por su esposo que lo tomó de la cintura.
—Tranquilo, Seungmin se encargará de que no se haga una tormenta, ¿no es así? —Minho dijo con absoluta confianza al omega platino, —usarás tu alta capacidad para correr rumores y mantendrás todo bajo control.
Seungmin sonrió complacido por la confianza, —yo me encargo.
Sin decir más, todos a excepción del heredero de Busan se retiraron de la habitación, el alfa Lee se vistió con el uniforme de Daegu y al mirarse al espejo soltó una exhalación, el negro dorado y azul oscuro de su manada siempre lo hizo sentir gallardo y orgulloso, pero el rojo, negro y plata de Daegu era por mucho aun más imponente, las nuevas protecciones que Hyunjin le trajo son mucho mejores que la anteriores, se acomodan mejor a su cuerpo, botas de cordeles, el broche de su manada, cinturon de armas, parecía un verdadero guerrero con gran experiencia, listo para liderar un combate mortal.
Salió de la habitación de su esposo y al toparse en el pasillo con algunos soldados de la guardia los primeros efectos de su uniforme aparecieron, los soldados lo miraron diferente, no sabía que era diferente, pero había más... aceptación, le saludaron cordial y con respeto, al llegar al comedor con el líder Jackson, el heredero de Daegu y el consejo del líder, el silencio de sorpresa gobernó de norte a sur el salón, el alfa Lee actuó como si nada pasara llegando donde su esposo para sentarse a su lado, se sirvió vino y dio un buen sorbo a la copa de metal, Jisung ayudó también actuando como si nada.
—Te ves impresionante, —le susurró un momento después, —pero creo que te ves mejor sin el uniforme. —dijo arrepintiéndose al segundo de su atrevimiento.
Seungmin casi se ahoga con el jugo de moras que estaba tomando, —vaya, tiene un poco de intimidad y se vuelve un desvergonzado, —siguió abriendo más la grieta de vergüenza. Hyunjin dio su aporte asintiendo como si fuera un tema serio.
Minho miraba su plato fingiendo que no moría de ganas por reírse. El desayunó concluyó con tranquilidad y algo de prisa, ya que el entrenamiento de hoy es importante, sobre control de feromonas, conexión con el alma primitiva y los sanadores de Daegu darían indicaciones de como usar algunas infusiones. Los integrantes del consejo saludaron a Minho con atención incluso el alfa Chan le dijo que había elegido bien el día de hoy.
En el campo de entrenamiento la aceptación del heredero de Busan por parte de Daegu fue casi inmediata, guerreros jóvenes y veteranos, soldados de la guardia, hasta el estratega Hansol le sonrió, pero por parte de Busan fue alarmantemente silencioso, pocos hacían comentarios positivos los demás sólo callaban.
—No puedo creer que hayan obligado a nuestro heredero a cambiar los colores de su territorio, —Felix dijo a Chae mientras estaban convenientemente junto a otros omega inconformes. —Es escandaloso.
Chae se encogió de hombros, —yo creo que es bueno, mi señor consorte también vistió los colores de Busan en Busan y a todos nos pareció bueno.
—Pero él es omega, los omegas tienen que acatarse a lo que-
—¿Digan los alfas? —terminó la frase la comandante Sana, su pelo cobrizo atado en una coleta alta, la omega se plantó frente a Felix, —dices que mi señor Jisung debía acatarse solo por ser omega, ¿su posición como comandante, parte de la nobleza y experiencia no te vale de nada?
—Solo digo que los omegas no estamos en el mismo nivel-
—Mi señor lo está, —Sana interrumpió de nuevo, —muchos de nosotros omegas estamos muy al nivel de un alfa y en lugar de correr rumores ofensivos sobre tu propio heredero deberías darte cuenta de que ese alfa solo está demostrando que los prejuicios alfa no van con él, eso es respetable e incluso honorable, se vista de los colores que se vista es el esposo de mi señor Jisung y eso ya le da mucho poder.
Felix tragó saliva, apartó la mirada, —yo solo-
—Sana, —esa es la voz de Seungmin, Felix la reconoció, —no seas tan dura, este joven ha sido educado de forma distinta, —el omega platino elevó la voz, —sé qué para muchos el uniforme del heredero de Busan no es agradable, no entendemos, pero nuestros señor heredero de Busan solo está enviando un mensaje a su pueblo, no tenemos por que ser divididos por territorio, si el puede llevar los colores de Daegu y mi amor el heredero consorte los de Busan, por qué dividirnos, en la guerra que se avecina nos necesitamos unos a otros, y eso es lo que el heredero de Busan quiere decirles.
Los guerreros de Busan, alfas y omegas tuvieron más aceptación a Minho después del discurso del omega platino, Seungmin quería reírse del omega rubio ya que indirectamente gracias a él, su plan funcionó, además de que Felix ya tenía en cuenta que ya no podía ser descuidado, ni con sus actos ni con su lengua, cualquier paso en falso y la gente de Daegu podía ponerlo en su lugar.
El entrenamiento fue constante y riguroso, algunos novatos de Busan estaban reacios a tomar el neutralizador o cualquier infusión que preparan los sanadores de Daegu, pero toda esa mala espina se fue lijando momento a momento, con guerreros cansados y hartos del día la noche llegó a Daegu.
Minho no había podido tener un momento libre, los veteranos no lo dejaban en paz ahora, quería enseñarle muchas cosas y llenarnos de conocimiento estratégico, a lo que el heredero de Busan está feliz aunque bastante cansado. Se hallaban en el gran salón antes de que la cena se sirviera, las largas mesas de madera llenas de mapas y escritos que tanto el consejo del líder como los veteranos e incluso el heredero de Daegu le mostraban a Minho.
Mirando desde las sombras está Jisung, justo en el balcón al costado derecho del salón, una sonrisa dulce en sus labios al ver como Minho trataba de tomar nota de todo lo que le decían, los colores de Daegu se ven realmente bien en ese alfa, pero Jisung no mintió cuando dijo que se ve mejor sin ello.
—¿Por qué no te unes? —preguntó el alfa Hansol acomodando junto al omega Bang.
—Es su momento, estaba emocionado por la aceptación de los veteranos, tiene que disfrutarlo sin mí opacando, —dijo sincero, y miró a Hansol, —ha estado mirándome de forma distinta, estratega Hansol y quiero saber porque.
Choi Hansol sonrió amplio, miró a Jisung y con confianza le tomó la mano, —has estado al tanto de mis afectos, ¿estoy en lo cierto? —el omega parpadeo sorprendido, pero asintió, —la pasé fingiendo que no me gustabas y que no te quería de esa manera Jisung, soy casi diez años mayor y creía que debías comprometerte con alguien más cercano a tu edad, además mi respeto al líder no me permitía aceptarlo.
—¿Por qué es diferente ahora? —Jisung cuestionó con interés, —aun eres mayor que yo y le tienes mucho respeto a mi padre.
—Si, lo sé, pero... saber que te casaste con alguien que no te puede amar como lo mereces me hace sentir vergüenza, porque yo sí puedo darte todo lo que quieras y necesites, pero perdí mi oportunidad por... cobardía, —aceptó con una voz culpable y áspera, miró a Jisung a los ojos, y le beso el dorso de la mano, —ahora no me importa la forma en la que pueda estar a tu lado, perdona si soy demasiado atrevido y si esto te ofende me disculparé de inmediato, pero... no me importa convertirme en alguien que pueda darte consuelo, así no sea más que tu-
Jisung se apartó, —está diciendo que quiere ser mi amante, —afirmó, su corazón latiendo acelerado, una confesión de este tipo, jamás lo imaginó y menos del estratega Hanson que siempre fue como un segundo hermano mayor, aunque Seungmin hiciera comentarios sobre su atractivo, Jisung no lo veía de esa forma, pero... ¿porqué no? Minho tiene a su querido, Felix que incluso se atreve a meterse en las habitaciones y no tienen ninguna vergüenza para regodearse como el querido. —No es justo.
—¿No es justo? —Hansol repitió.
Suspirando Jisung dio la vuelta y tomó de nuevo la mano del alfa, —no es justo para ti, maestro, yo si lo amo, tal vez no con desenfreno, pero mis afectos los tiene él, mi deseo, mi pasión, si te aceptó como amante solo sería por... reemplazarlo, no es justo para ti.
Hansol sonrió con tristeza, —perdí mi oportunidad Jisung, ya nada es justo para mí sobre ti, sé lo que sientes por él, está en tu mirada, pero también sé que aún no lo amas lo suficiente como para ser leal sin importar nada. —Se acercó un paso, quería tomar la mejilla del omega pero se contuvo, —si tú lo permites, te daré cosas que él no puede darte.
—No le parece osado tomar la mano de mi esposo de esa manera, —Minho interrumpió, —sé que fue su alumno, pero su acercamiento es bastante inapropiado.
Hansol desvió la mirada, soltando la mano de Jisung se apartó, —mis disculpas mi señor heredero de Busan, tiene razón, mi comportamiento es inapropiado, —mirando a Jisung se inclinó hacia él como despedida, —me retiro.
Minho no dejó de mirarlo hasta que el estratega Hansol salió del salón. —No creo que debas mantener esa relación... Estrecha que tienes con el estratega Hansol. —Dijo a su esposo adentrándose en el balcón y cerrando las puertas de madera para tener privacidad, el consejo y los veteranos seguían en el salón.
—¿De qué hablas? No hay razón para alejarme de él, —Jisung fingió ignorancia.
—Está interesado en tí... —Minho evidenció
—Lo está, pero eso jamás ha sido un problema, siempre me ha tratado con respeto y nunca me ha propuesto cosas fuera de lugar. —Jisung defendió.
—No quiero que sigas tan cerca de él, podría dar pie a rumores y especulaciones, tenemos que ser cuidadoso con-
No pudo seguir hablando pues Jisung lo empujó con una fuerza moderada, —crees que tienes el derecho a sermonearme, —lo empujó de nuevo con un semblante desafiante y una postura retadora, —eres un alfa infiel, irresponsable, poco leal, y un esposo negligente, ¿Crees que tienes lo que se necesita para darme órdenes?
—No es una orden es una petición, por favor aléjate de él. —Su voz cargada de convicción, y su rostro serio acentuando sus palabras.
—¿Por qué? ¿Hiere tu ego? Que yo le guste de verdad a alguien muy capaz y atractivo ¿Hiere tu ego? —el omega Bang se giró dándole la espalda a su esposo al sentirse vulnerable. —Quieres que la pasé detrás de tí esperando tus migajas
—No, yo jamás te pondría en esa situación, solo no creo que él sea adecuado para... —se interrumpió a sí mismo sin poder dejar de pensar en lo que escuchó, — ¿Vas a aceptar su propuesta? ¿Lo harás tu amante?
El omega Bang lo miró dando dos pasos cerca, sonrió con altivez, —eso no te concierne, —dijo alejándose para dar la vuelta, pero Minho lo tomó de la muñeca deteniendolo.
—Dime si lo harás, —exigió demandante.
Jisung miró sus manos y después a su esposo, ese fuego llameante en los ojos de Minho, rojizo en los bordes del iris, el alfa en sintonía con la racionalidad del hombre, —¿por qué no?, —susurró acercándose al alfa Lee con movimientos cautelosos, con su palma izquierda le tomó del cuello sin ejercer presión, —Hansol es un alfa prominente, fuerte, capaz, muy inteligente, él podrá satisfacer mis necesidades, mis deseos más profundos. Te quitarás ese peso de encima y podrás ir a revolcarte con ese omega tuyo.
—No serías capaz de tener intimidad con él, —el alfa Lee afirmó con impotencia, —eres mi esposo, y yo jamás me he acostado con Felix.
Jisung soltó una leve risa, —piensas que nací ayer, no te creo.
—Haré que Felix te lo jure si lo necesitas, jamás he tenido intimidad con él, —la decisión y honestidad de su voz sorprendió a Jisung y lo hizo dudar.
—Pero... no lo entiendo, —bajó su mano del cuello al pecho de su esposo, —has estado a nada de hacerlo conmigo y no lo has hecho con él. —Se miraron a los ojos y el fuego ardió fiero.
El primero en moverse fue Minho, acorralando a Jisung contra el barandal del balcón se apresuró a unir sus labios con ese deseo voraz que alimenta a su alfa de necesidad.
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