El hijo menor de los Bang dormía plácidamente sobre sus mantas de seda, no tenía la intención de levantarse, pero algún ente maligno abrió las cortinas de su habitación permitiendo al temerario sol arrasar con la oscuridad, con el rostro fruncido en una mueca de molestia, giró boca abajo y trato de seguir durmiendo, pero de nuevo ese ente maligno hizo de las suyas robándole las mantas.  

Su cabello castaño estaba todo alborotado cuando se sentó sobre la cama y por fin abrió los ojos. —¿Qué infiernos te pasa? —cuestionó al ente maligno. 

El omega de cabello platinado sonrió de lado y le dejó sobre la esquina de la cama una bandeja con el desayuno, —los invitados de tu padre ya llegaron... —el omega Bang no reaccionó ante esas palabras, —tu futuro esposo está allá abajo esperando conocerte.

Entonces toda la atención de Jisung estuvo sobre el engendro del mal, —¿Cómo es? ¿Apuesto o asqueroso? ¿Alto o bajo? ¿De qué color son sus ojos? ¿A que huele?

El ente maligno tuvo la desfachatez de reírse mientras buscaba la vestimenta ideal para Jisung, —creí que no estabas interesado en casarte.

—No me levantas falsos, nunca dije eso... yo si quiero casarme, pero nadie se quiere casar conmigo. —Su tono altivo fue disminuyendo en cada palabra.

El ente maligno de acercó a la cama y presentó ante el omega Bang los conjuntos elegidos, —no digas tonterías, hay muchos alfas dispuestos a casarse contigo, eres hermoso... ¿Cuál te gusta más?

Jisung señaló el conjunto de la izquierda mientras tomaba su desayuno, —tú no deberías de decir necedades, sé perfecto que no atraigo a ningún alfa porque no soy todo delicado y sumiso, vamos Seungmin soy un comandante de guerra, primero me matan antes de someterme.

Seungmin rodó los ojos dejando las prendas sobre un sillón individual a unos pasos de la cama, extendió su mano a Jisung quien la tomó saliendo de la cama con un pedazo de pan en la boca, Seungmin comenzó a quitarle las prendas de dormir mientras Jisung seguía comiendo.

—¿Crees que pueda llegar a amarme? —Jisung preguntó después de minutos de silencio.

Seungmin se burló de él como el engendro del mal que es, —si no se enamora, siempre podemos atarlo a ti. —Decía mientras le ayudaba a vestirse.

Jisung lo miró con el ceño fruncido, levantó las manos dejando a Seungmin colocarle el cinturón corsé, —dijiste que no volverías a usar tus habilidades como hechicero.

—No lo haré, tranquilo, solo no pienses en el amor ahora, tienes que conocerlo primero, —Seungmin ajustó los hilos del cinturón y dejó un elegante lazo al frente, —listo, ponte las botas y recuerda que eres el hijo menor de la poderosa fuerza militar Daegu, levanta el mentón con elegancia no con imponencia, estarás frente a tu futuro esposo no frente a tus guerreros, sé amable y trata de no ser tan directo. Eres un omega no un alfa.

—Bien, —Jisung respondió mientras ajustaba el cuero de sus botas, —soy un omega, no un alfa. Soy un omega, no un alfa, —siguió repitiendo la misma frase mientras bajaba las escaleras junto a Seungmin, estaban por dar la vuelta en un pasillo y entrar al recibidor de la casa Bang cuando Jisung lo vio.

A lo lejos parecía un distinguido integrante de la corte del rey, uno de esos alfas diplomáticos con muchos estudios, cientos de escritos en sus memorias, esos que parecen hablarte con poemas en lugar de palabras simples, portaba los colores de su territorio, negro profundo, dorado intenso y azul oscuro, sabía que era él y no el otro joven porque él llevaba el broche con el sello de su manada en el costado izquierdo.

Jisung detuvo sus pasos, de pronto se sintió muy nervioso, no se había mirado al espejo no tenía idea de cómo lucía, ¿Y si parecía muy militar? ¿Y si se veía muy tosco como un soldado?

—Jisung basta, —se quejó el ente maligno, —tus pensamientos me molestan, te ves hermoso, estás usando los colores de tu territorio, pero si quieres verte mejor podemos hacer esto, —Seungmin recitó un par de palabras en una lengua desconocida para Jisung y después deslizó suavemente su dedo índice sobre los labios del omega Bang, —ahí hay un espejo, —Seungmin señaló la pared a un costado.

Jisung corrió a mirarse y se sorprendió de lo hermoso que lucía, sus labios estaban ligeramente más rojos, ni siquiera se había dado cuenta de que Seungmin le arregló el cabello y limpió su rostro, su camisa blanca holgada se ajustaba firme a su abdomen, cintura y cadera gracias al cinturón corsé en color negro y rojo, de pronto se sentía orgulloso de portar los colores de su territorio.

—Te esperan Jisung, —Seungmin recordó.

Jisung parpadeo varias veces y siguió caminando, finalmente giró al final del pasillo y entró al recibidor, inclinó la cabeza ligeramente hacia los invitados, su padre y su hermano mayor le dieron el lugar entre ellos, así que caminó hasta posicionarse ahí.

—Él es Bang Jisung, mi hijo menor, —presentó el líder Bang.

—Un espléndido placer conocerle, —halagaba el líder Lee, —este es Lee Minho, mi hijo único y heredero de Busan.

Minho trató de sonreír amable, no lo logró, pero al menos pudo tomar la mano del omega que la extendía con cordialidad, le dio un beso de cortesía y reverenció ligeramente.

—Bueno creo que lo más adecuado es dejar que al menos den una vuelta por los jardines antes de anunciar el compromiso, —opinaba el líder Jackson. —¿Te parece bien Jisung?

El omega asintió sin decir palabras, Minho imitó la acción, entonces Jisung tomó la delantera con pasos largos, mostrando silenciosamente el camino, mientras la pareja caminaba al frente Seungmin los seguía a una distancia prudente, Hyunjin también se unió a la caminata un par de pasos detrás de Seungmin.

—¿Tiene hambre? —Jisung preguntó después de minutos sin hablar.

Minho estaba distraído, su pensamiento corría hacia Felix, aunque su cuerpo estaba muy lejos de él. Trataba de pensar en una solución adecuada a toda esta injusticia, no había podido mirar a Felix a la cara después de la junta del consejo, se mantuvo lejos de él, evitándolo, ignorándolo para no enfrentarlo.

¿Cómo podría decirle a su omega que iba a casarse con alguien más? Está seguro de que Felix entendería que no es su culpa y que todo es por una causa mayor justificada, pero, aun así, Minho no podía solo despedirse de él como si nada, tenía sueños, anhelos en los que el hermoso rostro de Felix estaba presente como su omega.

Un ligero olor a preocupación lo devolvió a su realidad, miró a Jisung con una expresión interrogante, —disculpa, no te escuché. —Se excusó.

Jisung bajó la mirada, juntó sus manos al frente y respiró profundo, tenía que controlar el revolotear de su omega, no era un novato sin control sobre su omega, —preguntaba si tiene hambre.

—Oh... no realmente, ¿y usted?

Jisung miró a Seungmin detrás de él, quería pedir consejo sobre como hablar con su futuro esposo, pero desde luego que Seungmin no podía leerle la mente a la distancia en la que se encontraba, respiró profundo de nuevo y asintió.

—Creo que sería bueno un bocadillo en el jardín, —ofreció cauteloso, de pronto su nerviosismo se esfumaba, comenzó a pensar en esta situación como una batalla silenciosa en la que debe acercarse a su enemigo con palabras amigables.

No dijeron más mientras caminaban por el jardín hasta el pequeño kiosco donde en ocasiones tomaban el desayuno, un sirviente omega estaba cerca por lo que Jisung pudo hacer su petición a la cocina. Seungmin se acomodó detrás de Jisung, aun manteniendo la distancia, por el contrario, Hyunjin estaba bastante cerca de Minho, eso alertó a Seungmin.

—Entonces, ¿Viviremos en Busan? —Jisung preguntó de pronto cortando el silencio.

Minho quería negar, pero Hyunjin se aclaró la garganta como advertencia, Minho asintió, —en la casa de la manada Lee, tendrá lo que necesite, no se preocupe.

—¿Puedo llevar a Seungmin conmigo? —Jisung preguntó con cierto temor. Minho miró al omega platino detrás de Jisung. —es como mi doncel compañero, le aseguro que me haré responsable si llegará a causar algún inconveniente-

—Si, —respondió el alfa Lee con un tono cortante y frío, esa fue su única respuesta.

Jisung juntos sus manos al frente y con la mirada baja suspiró silencioso, Seungmin dio un par de pasos más cerca de Jisung para poder escuchar sus pensamientos.

Esto va mal, Jisung pensó, me siento incomodo...

Entonces Seungmin decidió intervenir, su mano derecha se movió como las olas del mar y un par de palabras salieron en susurros de sus labios.

Jisung sintió una tranquilidad relajante que lo llevó a olvidar la incomodidad, —creo que deberíamos comenzar a tratarnos como amigos, —Jisung opinó, —después de todo ya está decidido que seremos pareja, así que si me usted lo permite quiero llamarle Minho.

El alfa Lee desvió la mirada, nadie además de su familia, Hyunjin y... Felix podían llamarlo Minho, se sentía incorrecto permitirlo, usarlos los nombres de pila era como permitir un beso. Su alfa aulló en negación, pero el humano sabía que tenía que hacerlo, se casaría con este joven omega en un par de días, en unas horas celebrarían el compromiso.

Apretando los puños bajo la mesa miró a Jisung y asintió.

Jisung sonrió sincero, —gracias Minho, —un leve rubor le adornó las mejillas cuando dijo, —puedes llamarme Jisung, o Sung, mi padre me llama SungSung, y mi hermano mayor Sunggie, pero creo que es demasiado pedir que me llames Sunggie, así que Jisung está bien. —El sirviente omega apareció con una bandeja con galletas de mantequilla y té de hierbas. Jisung se ofreció a servirle a Minho por lo que el sirviente se despidió al instante.

—Gracias, —Minho medio sonrió ante las atenciones del omega. Necesitaba distraerse así que decidió hacer conversación con un tema particular, —me informaron que eres tercer comandante de la guardia en Daegu.

Jisung sonrió grande y genuino, —sí, bueno lo era, después de mi última victoria en Jeju, mi padre me nombro segundo comandante, pero debido a que vamos a casarnos tendrán que destituirme de mi título.

—Ah... lo lamento, no lo sabía, tal vez no querrías casarte por perder tu título, —Minho intentó persuadir.

Pero el omega Bang negó sin problema, —no me interesan los títulos, yo era feliz como un comandante de régimen, es mi padre el que se emociona haciendo fiestas y creando títulos para los guerreros, los mantiene motivados a pesar de las muertes, —de pronto la expresión de Jisung se volvió penumbra, —escuché sobre la reciente batalla en la frontera de Seúl, lamento mucho las pérdidas que tu territorio sufrió.

Minho sintió una opresión en el pecho, estaba tan ensimismado en no querer casarse que olvidó que su territorio había sufrido casi trescientas bajas, se sintió culpable e insensible, ni siquiera había preguntado a su amigo de toda la vida como se sentía después de perder a muchos de sus colegas guerreros.

—¿Tú... estabas en batalla también? —Jisung preguntó siguiendo el hilo de la conversación.

Minho negó de inmediato, —mi padre dijo que debía proteger su descendencia, soy el único heredero.

—Oh, pero ¿No tienes primos que pueda tomar la sucesión?

Minho parpadeo, —sí, los tengo, pero no podemos dejar que la sucesión la sigan otros.

Jisung ladeo la cabeza, —¿Por qué no? En Daegu ni mi hermano ni yo hemos sido predispuestos a ser el nuevo líder-

—Pero es claro que será tu hermano, tú no podrías eres un omega, —Minho interrumpió.

Jisung se levantó golpeando la mesa con su puño, —¿Cómo te atreves a hacer ese comentario tan déspota y discriminante? ¿Acaso eres un salvaje?

—Jisung, —Seungmin llamó en un tono de advertencia.

El omega Bang jadeo queriendo decir algo más, pero no lo hizo, bajó la cabeza sabiendo que estaba sobreactuando, sabía que fuera de los muros de Daegu todavía había cientos y cientos de prejuicios que domesticar para que por fin los omega pudiera ser reconocidos como iguales, su padre había hecho algo increíble, casi imposible con su pueblo al conseguir igualdad entre alfas y omegas, pero no todos los territorio eran así.

—Me disculpo, he reaccionado de una forma injustificable, lamentó este arrebato, solo le pido de favor que no haga esos comentarios discriminantes en mi presencia.

Minho estaba sorprendido, no había visto a un omega ofenderse por un comentario tan casual, en Busan los omegas atendían a los alfas como en las demás civilizaciones, era lo normal, estaba desconcertado cuando supo que su futuro esposo era un guerrero, y más cuando supo que también era comandante, le pareció que solo era un título para mantener tranquilo a un omega revoltoso, pero Bang Jisung no le parecía un omega revoltoso, al contrario.

Desde el primer momento le pareció tranquilo, sencillo, pero capaz, podía sentir su aura fuerte, imponente, como un verdadero guerrero. De pronto se sintió tonto, este omega era incluso más experimentado que él, tenía carácter fuerte y valentía, lucía como alguien en quien podrías confiar y ser bien dirigido, mientras que él ni siquiera había podido ordenar su manada en ausencia de su padre.

Se levantó de su asiento y se inclinó hacia Jisung en una reverencia completa, —me disculpo profundamente por mi comentario, no era mi intención ofenderte en ningún sentido, entiendo que soy un invitado aquí y que debo tener más cuidado al hablarte Jisung.

El omega Bang sintió su pecho vibrar ante la mención de su nombre, su cuerpo se calentó extrañamente y tuvo que sentarse de nuevo para disimular su incomodidad.

—Está bien, lo entiendo, por favor toma asiento, —Jisung se apresuró a pedir, —me alegra que podemos hablar sobre nuestras diferencias, te prometo que haré todo lo que pueda para que nuestro matrimonio sea prospero.

Minho sonrió, no era una sonrisa realmente sincera, pero al menos ya no sentía rechazo total hacia Jisung, se propuso a sí mismo ser un buen amigo para Jisung, el omega parecía comprensivo, tal vez si le hablaba de Felix y sus sentimientos, Jisung entendería y aceptaría divorciarse después de ganar la guerra.