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Cuatro

•Aprendiendo a ser Papá•

Cuando supo que su esposo estaba embarazado, fue una de las mejores noticias de su vida.

Sinceramente creía que no le podía ir mejor en la vida, cada una de sus pinturas era tan única y alegre, con un toque amoroso y la incógnita que se guardaba entre sus trazos por el hecho de no saber el sexo del bebé.

Mejor tarde que nunca se enteró de que no era solamente uno, sino dos y que serían ambos niños. Cosa que no le molestaba en lo absoluto, admite abiertamente que una niña no estaría para nada mal, pero también dos pequeños estaba perfecto.

Cada parte del embarazo de su querido Tae estuvo al tanto de todo y trataba de cumplir sus antojos por más extraños y desconcertantes que sean, no podía llevarle la contraria y lo había aprendido a la mala cuando un día el sueño le ganó y despertó en el sofá con una maleta de ropa hecha. Una exageración de parte de Kim pero por un lado lo entendía, tenía las hormonas alborotadas y francamente cargar con dos bebés en un vientre no parecía ser nada fácil o liviano.

Cada etapa la pasó con la mayor resistencia y tranquilidad posible, aveces él tenía que ser el responsable entre los dos, pero una vez que sus hijos nacieron no pudo evitar romper en llanto, se veían tan pequeños y tiernos.

TaeHyung y él habían estado en la habitación de hospital luego de que todos se fueron y francamente pasaron buenos momentos en la Soledad, solo acompañados con sus dos pequeños y durmientes bebés quienes no sabían nada de su alrededor.

El castaño se había encargado de abrazar y felicitar al de ojos oceánicos en cada momento posible, lo felicitó por ser tan fuerte y agradecía el haberle brindado una familia.

Ambos se quedaron juntos abrazados sin importar que Jeon debía permanecer en su lugar de espera.

Actualmente ya estaban en su hogar, ha pasado ya una semana desde que los pequeños llegaron a sus vidas y para el padre alfa primerizo era algo que lo tenía nerviosos y hasta ansioso.

No sabía cambiar un pañal, en verdad nunca pensó que lo necesitaría, cuando intentó hacerlo solamente se llevó un gracioso regaño de su esposo, pero lo que ahí pasaba es que hería su orgullo, a JungKook todo le salía bien de manera innata, entonces el hecho de no saber cuidar bien de sus hijos lo tenía aveces de un humor bastante deprimente.

Otra cosa era cuando lloraban, muy pocas veces era él quien lograba calmarlos, siempre tenía que pararse su pareja para arrullarlos hasta que duerman nuevamente, otra cosa que lo incomodaba, pero es porque TaeHyung estaba durmiendo muy poco gracias a eso. Y aunque no dijera nada, sabe que se sentía cansado. Porque ambos trabajaban, el Omega lo hacía desde casa, con una página en línea. Mientras que el castaño seguía asistiendo a la sala de artes para continuar su rutina diaria.

En verdad quería ser más útil, al menos podía cocinar, pero siendo Francos, no siempre era la mejor forma de ayudar, ya que aveces salía muy tarde del trabajo o entraba muy temprano así que igualmente su Omega tenía que encargarse de todo.

Todas las situaciones le estaban haciendo perder el cabello. Se preguntaba cómo lo hacía YoonGi, que parecía estar muy tranquilo todo el tiempo al igual que JiMin.

Siempre hizo ver todo de una manera tan fácil que JungKook juró ser un buen padre, pero ahora lo estaba dudando, porque cuando sus hijos lloraban al mismo tiempo y él no podía calmarlos rápido se desesperaba por la frustración y terminaban de mal humor.

Justo era uno de esos momentos donde el pequeño Beomgyu estaba despertando, nunca lo hacía de buen humor ya que al parecer siempre quería estar pegado a TaeHyung. Pero eso no era lo malo, no, lo irritante es que tras despertar él, siempre le seguía DaeHyun quien al tampoco sentirse en los brazos de Tae comenzaba un pequeño drama.

El cargó al pequeño que despertó primero y lo meció en sus brazos tratando de que no despierte al otro, no quería que llorase o las cosas se pondrían pesadas en la casa.

¿Quién hubiese imaginado que ser papá sería tan difícil?

Vio los gestos del menor deformarse y ahí supo que estaba perdido, porque su pequeño comenzó a llorar con su carita roja con tanto sentimiento que Jeon casi quería irse a llorar de igual manera.

Y como si de su mala suerte se tratase, DaeHyun despertó y no tardó en unirse al doloroso cántico de su hermano, haciendo sentir realmente humillado al alfa que hacía todo su esfuerzo por mantenerlos callados.

Tarde.

TaeHyung apareció por la puerta con sus dos ojeras notables y su usual cara de cansancio. Sin decir una palabra, tomó a DaeHyun en brazos y lo arrulló con su suave aroma invernal haciendo que el bebé se calme en seguida y solamente se le quede viendo.

Pero aún faltaba Beomgyu, por lo que se puso en una mecedora que habían colocado para esos casos especiales, pidio en silencio a su pareja que le pase al bebé y por supuesto JungKook lo hizo.

Creía que los omegas y las madres tenían un don, porque él no puede explicarse como es que sus dos pequeños revoltosos parecían ser dos muñequitos tranquilos cuando el Omega de ojos azules llegaba.

-¿Podrías traerme algo de té? -Pide amablemente TaeHyung y de inmediato JungKook suspira asintiendo- Del de manzanilla por favor.

Una vez que el menor se fue, Kim levanta la parte superior de su pijama para poder alimentar a sus hijos, era complicado, tenía dos así que por obvias razones, como los cuidaba al mismo tiempo también los alimentaba al mismo tiempo. Aún seguía siendo un poco doloroso cuando succionan de él, pero pensaba que valía la pena cuando sus barriguitas estaban llenas y ambos cerraban los ojos nuevamente con sueño.

Cosa que pasaba rápido, mucho antes de que su esposo llegase con el té que le había pedido. Eso le dio tiempo para acomodar a sus hijos en su cuna y asegurarse de que estuviesen bien protegidos y cómodos ahí. No había querido ponerles cunas distintas, habían dos, si, pero él consideraba que mientras sean tan pequeños mantenerlos unidos era mejor, bajo supervisión para que no se hagan daño, pero juntos al final.

Vio a su pareja llegar con la taza humeante y le sonrió un poco cuando se la entregó murmurando un leve "gracias".

-¿Porqué la cara? Ya están tranquilos, Kook.

El menor se quedó callado unos momentos, pero luego desvío la mirada uniendo sus manos y llevándolas a su cabeza para echar atrás su cabello.

-Creo que no soy buen padre, sinceramente soy un asco en esto. -Hizo una mueca sin querer dirigirle la mirada al mayor, se sentía avergonzado- Veía a YoonGi hacerlo, parecía tan sencillo con MinGi, todo era más tranquilo y siempre estaba calmado, no parecían tener problemas ¿Porqué yo parezco ser el único inexperto aquí? Ni siquiera se calman la mayoría de veces cuando trato de atenderlos. Y... Me siento inútil, estás más cansado de lo que deberías, no se supone que las cosas sean así.

Aquella confesión conmovió al Omega que solamente se acercó a abrazar a su esposo, estaba madurando bastante, no es que antes no pareciera un adulto, pero ahora se miraba más el cambio que estaba teniendo.

Y le ponía feliz que tome en cuenta aquellas cosas tan importantes a la hora de ser una pareja, no solamente era hacer y deshacer en cada esquina, también era tomar responsabilidad de las cosas.

-Conejito, no puedes pretender que nuestros hijos sean como los de otras personas. MinGi es un cachorro relativamente tranquilo, raramente da problemas y cuando lo hace es muy fácil de calmar, pero debes tomar en cuenta de quién es hijo. YoonGi no molesta, JiMin también es muy relajado ¿Cómo somos nosotros? ¿Esperabas dos pequeñas estatuas? No, era obvio que esto sucedería. -Rió besando una de las mejillas del pálido mientras lo sentía relajarse- Somos padres primerizos, estás aprendiendo cómo cuidar de tus hijos, siempre es más difícil que cuidar unos ajenos. Pero estás aprendiendo y es lo que importa, a penas va una semana y si, estoy cansado, pero todo vale la pena, son más apegados a mi, pero porque por ahora, soy quien les brinda mayor comodidad y seguridad. Así que no te sientas mal, Kookie, solo dale tiempo a nuestros hijos, ellos te aman, pero son muy pequeños para saberlo.

El cuerpo ajeno terminó de relajarse, ya estaba en un estado mucho menos tenso que antes. Eso alivió a TaeHyung quien tomó a su pareja por las mejillas y le dio un suave beso en los labios. Le parecía muy noble de parte de su esposo que esté tan preocupado por él, pero ambos habían querido tener a sus hijos, así que la responsabilidad venía incluido en el paquete.

-Ahora ven, quiero dormir un momento antes de que despierten.

Lo tomó de la mano derecha y lo guió hasta la cama, ahí se acomodaron juntos, siendo un lío de extremidades entrelazadas entre sí y calor compartido.

-Tae... -Murmura ganándose un "¿uhm? Como respuesta inmediata del de ojos azules- No sé que haría sin ti, te amo.

Una pequeña risa resonó en la habitación, el de piel bronceada levantó la mirada dejando otro beso en los labios de su pareja y suaves caricias en el cabello castaño de este.

-Soy tu esposo, si necesitas desahogarte sobre algo sabes que estoy aquí. No debes agradecerme por eso, pero si te sirve de algo, te voy a contar que YoonGi también era un pésimo padre. JiMin me contó que la primera semana ambos la tuvieron difícil hasta que aprendieron lo básico del cuidado de su hijo. Así que no te sientas triste, conejito. Ya aprenderás de igual manera -Cuando vió aquella dentadura mostrarse y sobre todo esos dos dientes superiores que hacían honor al apodo, el Omega no evitó sonreírle igual y abrazarlo más- También te amo.

JungKook aún pensaba que ser padre era algo complicado, pero vió el rostro sereno de su pareja cuando se durmió en sus brazos, el como descansaba luego de una tanda tan compleja como la que vivía a diario, TaeHyung soportaba todo eso y siempre se veía optimista, entonces él consideró que decía hacer lo mismo.

Aún estaba aprendiendo a ser papá, sería un camino largo de largas experiencias nuevas, pero si hay algo que le reconfortaba de una manera casi culposa es que él podría ser malo en eso, pero ya quería ver a NamJoon cuando comience a experimentar lo mismo.

Había estado viendo a SeokJin últimamente, era su primo y de vez en cuando se encontraban, no era tonto, sabe que Kim estaba embarazado y vaya que iba a reír cuando la torpeza y dedicación de su morocho amigo se unan al tratar de hacerse cargo del embarazo y de el bebé que vendría.

No debería reír, pero bueno, algo gracioso tenía que sacarle a la situación.

Con esa última sonrisa cayó igualmente dormido, esperando que sus hijos se apiaden de su existencia y les den al menos dos horas de descanso.

Pero... Algo le decía que DaeHyun no estaba dispuesto a esperar.

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