El cielo estaba despejado y el sol irradiaba un brillo tenue, lo habitual a estas horas de la tarde. Varios pájaros volaban libremente, perdiéndose entre las copas de los árboles. Quería ser como ellos.

Respiré hondo, dejando que la paz del aire me envolviera. Llevaba horas sumido en mis recuerdos, reviviendo las incontables veces que serví como el violinista de Felipe y sus relaciones pasajeras. Recordaba cómo, de vez en cuando, me mostraba un cariño que avivaba mis sentimientos, haciéndome creer que eran correspondidos.

—¿Josué?

—¿Qué? —Desvié la mirada hacia Pedro, el novio de mi hermana. Venía de vez en cuando a visitarnos o a quedarse a dormir. Al ver que traía su bolso, supe que esta vez era lo segundo.

—¡Qué agresividad! —Se rió y se acercó a mí—. Vamos... están dando tu programa de trivias.

Lo seguí hasta la sala y me acomodé en la silla reclinable. En el canal 35 transmitían Adivínalo y ganarás, mi programa favorito.

—¿Y cómo vas con los novios?

—Si tuviera, sería el novio —respondí con sarcasmo. Pedro soltó una carcajada.

—Tú y tu manía de pluralizar todo.

—¿"Pluralizar" es una palabra?

Me encogí de hombros.

 —Sí. Y si no lo es, igual me entendiste.

En la pantalla, el locutor estaba de pie en el centro del escenario, sonriendo al público y echando vistazos a los dos participantes situados en los extremos.

Uno llevaba un cartel con el nombre Oli, y el otro, Curtis.

El presentador, Pierson, asomó su rostro sonriente en primer plano y explicó las reglas, que yo ya conocía de memoria: no hablar mientras se formulaba la pregunta, dos oportunidades para responder y la opción de pedir ayuda al público o a un amigo cercano, lo que costaba una de sus oportunidades.

Con las reglas claras, Pierson introdujo la mano en una esfera giratoria y sacó el papel con la primera pregunta de la noche.

—Bien, queridos participantes, la primera pregunta es: ¿Cuántas zonas horarias tiene Rusia?

Pedro me miró con las cejas en alto. Sonriendo, respondí sin dudar:

—Diez... no, ¡once! Son once.

El contador en pantalla bajaba rápidamente desde 20. Oli presionó la bocina y dijo con seguridad:

—Dos.

Pedro me lanzó una mirada burlona.

—Dijo dos, probablemente sea esa.

Pero el locutor le dedicó su clásica sonrisa de ¿estás seguro, compañero? y luego reformuló la pregunta con la mirada. Oli, sin dudar, reafirmó su respuesta:

—Sí, señor.

—Bien, Curtis, te toca responder...

Curtis mordió su labio inferior y, pensativo, murmuró:

—No lo sé...

Pierson, riéndose ante la inminente penalización, anunció:

—Rusia tiene 11 zonas horarias... ¡Respondieron mal! Y eso significa...

Desde la comodidad de mi sillón, me uní al público en un grito entusiasta:

—¡CASTIGO!

Y el castigo llegó en forma de un pastelazo en la cara de ambos concursantes. Como si fuera la primera vez que lo veía, estallé en carcajadas.

🦂

Una hora después, Curtis llevaba 30 puntos más que Oli, quedando a solo 20 de la victoria. Antes de anunciar los comerciales, el locutor, con su tono característicamente amable, comentó:

—Esto no es una pregunta, pero... ¿qué me dirían ustedes, mi querido público, si les contara que la nueva telenovela de Text Joint Channel está a punto de estrenarse?

Las cámaras enfocaron al público entusiasmado mientras él continuaba:

—Recordemos que será protagonizada por Melanie Luther e Iñaki Versan. En esta comedia romántica, el personaje de Mel fingirá estar en una relación con su mejor amigo solo para darle celos al chico que le gustaba en su juventud, lo que traerá situaciones...

No escuché el resto. En ese instante, la realidad se desdibujó a mi alrededor. Una idea acababa de iluminarse en mi mente... y era, sin duda, la mejor idea del mundo.