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Capítulo 18


Jason

El grito de terror de Evy me hizo dejar mi equipaje y corre al interior de la casa. La conmoción que causó la forma en que estaba su pie, solo fue superada al verla llorar llamando a Sebastián. Ver a mi hijo inconsciente, a Evy y Susan dando gritos fue horroroso.

—No convulsionó y el desmayo fue solo por segundos—detalla Gregory y afirmo distraído caminando de un lado a otros. —los exámenes mostraran que todo está bien —se detiene en mi camino evitando dar otro paso —No va a pasarle nada, tuve golpes más fuertes.

—Espero que si ...

—Ella no tiene la culpa —señala. —las cámaras de seguridad lo muestran claro.

He repetido el video del incidente muchas veces y no solo en mi móvil también en mi cabeza. Hay un registro mental de cada clics, sin audio, pero no hace falta. Los niños jugando, Evy vigilándolos, Margaret se detiene intercambia palabras con ella, sonríen. Luego aparece Julia le enfrenta, mis hijos se asustan, Julia golpea un mueble.

—Ella se tiró para impedir que cayera sobre Sebastián —hablo en voz alta —sin ese movimiento ese mueble ...

—¿Por qué estas enojado entonces?

Todo esto pudo evitarse si tan solo hubiera sido Franco con Julia. Su padre me lo había advertido, sus sentimientos estaban escalando a terrenos posesivos. Estaba convencida era la señora de la casa, llegando a menospreciar a sus padres en algunos momentos.

Al mismo Gregory esta mañana lo retó al decir que no era una empleada. Dios sabe de qué humor se había levantado en la mañana y logró controlar la furia. Eso sí, al llegar a casa de nuestros padres le exigió a mamá poner orden en mi casa.

—Lo de Julia pudo evitarse —confieso —Evy no estaría en este momento en cirugía, ni yo esperando ese puto examen de mi hijo.

El peso del mueble sobre su tobillo causó fractura y hubo que ingresarla a cirugía. Si ella no lanza a los niños a un lado otra seria la historia en este instante.

—Admiro la capacidad de reacción de la chica —Gregory se nota asombrado al decirlo —mamá esta eufórica por lo que hizo. Creo que no podrás despedirla asi lo desees —sonrío porque pienso lo mismo y ambos miramos la pareja venir hacia nosotros y guardo silencio. —¿Sabes que me gusta de ella?

—Que no se te lanzó encima, ni te coqueteo, te mira a los ojos y puedes hablar sin temor a malinterpretaciones.

—Iba a decir que es inteligente y su rostro es fácil de leer —sonríe acariciando el mentón y niega —pero tú tienes una descripción mejor...en cuanto a evitarse —no se si quiera escuchar lo que piensa, pero acaba diciéndolo —La única forma era sacándola cuando Evy entró a tu casa. —Gregory sonríe y yo lo veo molesto —sabes que tengo razón.

—Ella no hizo nada. Los Nielsen asegura que Evy la evita y guarda silencio en casi todos los ataques...

—En los celos no es necesario que el otro haga algo —me interrumpe divertido —con existir basta.

—¿Qué te han dicho? —pregunta Emma quien llega con Alexis.

Han dejado a los niños en casa con Desiré, Charly y los padres de esta. Es un verdadero milagro si al llegar encontramos a los adultos completos.

—Está en cirugía, fractura de tibia —explico.

—¿Qué hay de los niños? —pregunta Alexis.

—Sebastián está en su último examen —señalo la puerta y afirma —mamá esta con él y papá tiene a Susan. Ambos me han sacado de allí bastante molestos.

—Nosotros podemos cuidarlos —sugiere Alexis —en casa hay suficiente espacio y Jason les hará compañía.

—¿Qué parte de me han sacado de allí bastante molestos no han entendido? —advierte Gregory — ni se te ocurra decir que los vas a alejar de su lado.

—No me molesta en decir que los adoran —ríe Emma abrazada a su esposo —todos tenemos ese sentimiento sobre ellos ¿Qué creen que sea?

—Lo raro que son. —manifiesta Gregory.

—Hay demasiado cuerpo en esos cabellos —Alexis toca mis hombros y le muestro el dedo pulgar en respuesta —¿Todo bien? ¿Hay que desees que haga?

—Hablar con una empleada celosa y decirle que toda la película que se inventó es falsa —comenta Matthew llegando en el momento —¿Te animas?

Alexis me mira serio y afirmo sin decir nada, resumiendo es lo que sucedió. Mi esmero por ayudarles y que ella pueda a futuro darles una mejor vida a sus padres fue malinterpretada.

—O...ir con mis padres y decirles a que en adelante tú te encargas de ellos—todos ríen y Gregory me ve sin dejar de sonreír —Creo que tus hijos no saldrán de la mansión en adelante. Tendrás que hacer como yo, vivir allí.

—Siempre puedes tener más —habla Matt apoyado en la pared —¿Qué tal el viaje?

—Al comienzo estuvo mal y al final peor —me siento en la primera silla que encuentro y Emma lo hace a mi lado —no digas te lo dije.

—No podría ser tan insensata —sonríe apoyando la cabeza en mi hombro. — Se porque lo haces, ellos necesitan el trabajo y no querrán tu dinero gratis. Algunas ocasiones los hijos solemos ser egoístas y pensar solo en nosotros.

—¿Crees que mi comportamiento ayudó a confundirla? —alza el rostro hacia mi y me mira por largos minutos.

—No —dice al fin —solo fuiste tu. ¿Sabes que sucede?

—¿Qué?

Acaricia mi mentón sin dejar de verme a los ojos mientras sonríe.

—Que eres demasiado tosco con los particulares —junto las cejas y me hace un guiño —pero... con tu familia y amigo eres un amor. En nosotros no hay problema, te conocemos, pero en una chica adolescente con un amigo guapo, sexy y que se niega a casarse...

—Eres una tentación ambulante viejo —interrumpe Alexis —estoy seguro de que te ha espiado en todo momento, las mujeres suelen ser agresivas con eso del acoso... —Emma alza el rostro y entorna los ojos hacia él.

—¿Cómo lo sabes y por qué?

—Bueno ... eso dicen.

La salida de mis padres nos hace guardar silencio, los pequeños están dormidos cada uno en brazos de sus abuelos. Papá le entrega a Gregory a Susan y me hace a un lado de los pasillos.

—¿Cómo esta?

—De momento todo está bajo control —me calma y suelto todo el aire que sin saber he retenido —pero debes volver con él en tres meses. Anotar cualquier anomalía, llantos sin explicación, hematomas, cambios de humor, etc.

Afirmo mirando en dirección a la puerta en donde Evy está en cirugía. Me atormenta mucho su rostro bañado en llanto o los gritos desgarradores llamando a Sebastián. Dos comportamientos atípicos en alguien que no muestra sus emociones.

—Se que me lo advertiste —me animo a decirle.

—No es momento de reproches —habla mamá detrás de mí —¿Qué hay de ella?

—Espero noticias —comento sin verle a los ojos —no tiene más que a Klein, pero no está en la ciudad y el móvil de Evy quedó en casa.

—En ese caso, quédate con ella —ordena mamá —yo me encargo de ellos y de hablar con los Nielsen.

(...)

Evy fue pasada a una habitación y dormiría en las siguientes horas, aproveché ese momento para venir a casa ver a mis hijos y pasar a asearme. La buena noticia es que se llevaban bastante bien con mamá, quien se negó a recibir ayuda de la niñera de Gregory.

—Me remonta a cuando tenía a tus hermanos —mamá y papá me acompañan a la casa mientras pasean a los niños —eran tan adorables a esta edad.

—¿Ahora no? —niega horrorizada y sonrío abrazándola —no sé qué hubiera hecho sin ustedes.

—Nosotros si —papá se detiene y mira hacia ambos—viajar por el mundo libre de pañales, babas y caca. Que después fue reemplazado por golpes y conflictos.

—Querías casa llena y muchos hijos—le recuerda mamá.

—No leí la letra pequeña al firmar —le hace un guiño y mamá rueda los ojos.

—¿Qué hay de ella?

—No había despertado cuando me vine. Me gustaría llevarle a los niños ¿crees que...?

—Te acompañamos —me interrumpe —luego los traigo a casa, no me gusta que estén expuestos.

Mamá habló con Julia anoche al volver del hospital, no tengo detalles de lo que fue la conversación. Lo único que se es que Margaret y Terry estuvieron de acuerdo en la decisión.

—Se irá a la universidad en un mes —mamá parece haber leído mis pensamientos —pidió disculpas y aceptó errores. Pero no me fio, ve con cuidado. Treinta días es mucho tiempo para hacer tonterías.

—¿Cómo entrar a mi cama o algo asi? —mamá se detiene y señala a niña que va dormida en su cuello.

—No tienes idea de lo que es capaz una mujer herida. Quizás no le diste alas, pero eso no quita de su cabeza el sentimiento de rechazo —me advierte —ve con cuidado Jason, tienes a dos hijos que suelen ser nuestro talón de Aquiles.

La primera en vernos en Margaret quien sale a recibirnos. Besa el rostro de Sebastián mientras llora, me llamó anoche diciendo cuanto lo lamenta. Lo hizo para dejar su carta de despido en la mesa y que yo decida qué hacer con ellos.

—¿Cómo esta ella? —me pregunta dejando un beso en la niña y saludando a mamá —buenas días señora.

—Buen día Margaret, necesito vestirlos lo llevaremos al hospital. —afirma y me mira antes de avanzar.

—Esta aun bajo anestesia, la dejé con Gaspar y vine por los niños —explico —¿Sabes donde quedó el móvil de Evy?

Mi madre hizo la misma pregunta, pero nadie le dio información. Julia insistió en que ella lo llevaba, pero no es así. Lo único que le fue retirado de su cuello fue una cadena de donde pende un llave un tanto extraña. Imagino que es la que abre el baúl que tanto atesora.

—¿Puedes decirle a Julia que la espero en una hora en el estudio? —le pido a su padre y afirma.

Subo las escaleras dirigiéndome a la habitación de Evy. Necesito llevarle algo para vestirse y cuando le den salida esta tarde. Hay varias bolsas en la cama de lo que imagino es la compra de ayer y tomo una al azar.

—Papá dice que necesitabas verme —habla la voz en la puerta.

—¿Te es difícil seguir ordenes verdad? —comento sacando un vestido de una de las bolsas —dije que en una hora.

—¿Qué mas da? Ya estoy aquí...—alzo el rostro hacia ella con la prenda en mis manos —no quise esperar para pedir disculpas. Fui impulsiva y estuve a punto de dañar al niño.

¿Qué hay de Evy? ¿Lo que le hizo no importa? Detesto que se comporte como si lo tuviera derecho sobre la vida de los demás. Estoy convencido que no le di bases para ello, es un comportamiento adquirido en otro lugar.

Inspiro y suelto el aire antes de continuar. En pocos días se irá a estudiar, conocerá a personas de su edad, se va a enamorar de verdad, etc.

—Necesito el móvil de Evy —empiezo a decir —ahora mismo.

—No se...

—No te estoy preguntando si sabes o no, donde esta —le interrumpo lanzando el vestido en la cama —sé que tú lo tienes y te exijo lo devuelvas —ante su poca colaboración pierdo la paciencia —¡Ahora!

Salta asustada un sentimiento que solo dura segundos, sale de la habitación enfadada. ¿Qué mierdas hice para merecer esto? pienso viendo el baúl y saco la cadena de mi bolsillo.

—Aquí lo tienes —vuelvo la mirada lentamente a ella y señala en mitad de la cama —espero que no te arrepientas de esto.

—¿De qué? ¿Quererte lejos de mis hijos u obligarte a devolver algo robado? —le pregunto y se cruza de brazos.

—Contigo no se puede...

—Porque contigo todo es fácil —le interrumpo.

—Es mi culpa, por esperar algo de ti —solloza y niego sin poder creerlo.

—¿Te Estas escuchando? —señalo mi sien intentando hacerla razonar —¿En qué momento te dije me gustas? —señalo a todo el lugar y luego a ella —¿Tuve contigo un trato inapropiado? No sé, quizás un roce o comportamiento fuera de amigos —describo y ella siegue en silencio llorando— ¿Crees que me gusta esto? ser el malo en tu maldita historia de fantasías.

—Creí que te gustaba —llora y bajo mis hombros derrotado—que era especial para ti...hasta que ella llegó era asi.

—¡Deja de acusar a terceros! —esta vez logro controlarme y busco un bolso para la ropa de Evy para evitar las ganas de golpear todo —acepta tus culpas y yo aceptó las mías. Querer para ti lo mejor, te vi como una hermana ...jamás hubo algo distinto a eso. No te quiero tratando mal a Evy o la pasaras mal. —le advierto.

El como fueron las siguientes horas no lo tengo claro. Margaret me ayudó a escoger la ropa de Evy, mamá con los niños mientras yo intentaba manejar el enojo y asombro por los eventos de estas ultimas veinticuatro horas.

Dejé que mamá entrara primero con los niños y aproveché el momento para hablar con Matthew. La charla recibida me ayudó a calmarme, cuando volví a la habitación de Evy estaba preparado. La encontré sentada en la cama, por un instante ninguno de los dos dice nada y solo me mira con los ojos humedecidos.

—¿Por qué lo ocultaste?

—¿Cómo lo supo? —pregunta en respuesta e inhalo fuerte soltando el aire lentamente.

—Tu llanto, gritos, la forma de perder el control —empiezo —el recuerdo de la chica de ese parque...no hay forma que haya dos como la chica de los ojos de cielo —sonrío confundido —y ambas de Alemania.

Le entrego las llaves del baúl que recibe con dedos temblorosos. Lo abrí y me bastó ver las fotos a lápiz de ella y Susan para que todo tuviera sentido.

—¿Eres la mujer que gestó a los hijos de Susan y míos? —le pregunto y afirma luego de una pausa larga —¿Ella lo sabía? ¿Susan?

—Se los sugerí, pero quedó en proyectos. Murió antes que se diera, yo necesitaba el dinero y usted pagaba bien. — me confiesa —todo lo demás fue una cadena de coincidencias que se dieron tras la muerte de ella. Me enteré quien era usted horas después de los niños nacer.

—Yo no pude estar ese día, los bebes nacieron antes de la fecha. Te he estado buscando desde entonces —sonrío apoyando la cabeza en la pared —esperaba que cobraras un cheque que encontré en ese baúl. —la veo a ella quien limpia sus lágrimas en silencio. —¿Por qué me buscaste?

Recoge su cabello y gira su cuello en mi dirección señala con su dedo índice un punto. Me acerco lentamente descubriendo que es un lunar, el segundo está en el mismo lado detrás de su oreja en forma de medialuna.

—Mi nombre es Evy Klein Becker y este lunar es de la familia. —sentencia con orgullo —Damián tiene uno igual, pedí ver los niños como condición de firmar no verlos más. Vi esto y quise respuesta.

La buena noticia para mi es que el perfecto doctor es su hermano, la mala que no eran hijos de Susan. Pero, por alguna razón que sean hijos de ella me alivia en gran medida.

—¿Qué hará conmigo? —pregunta y me siento de golpe en la silla con la respuesta en mi cabeza.

¡Protegerte! Me gustaría decirle, pero en cambio digo.

—Por el momento cuidar ese tobillo y volver a casa...

Hasta aquí llega los capítulos que tenía en borrador, en adelante, espero sean pacientes. Mil gracias por tanto.

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