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7. "Corazoncito"


» Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño.

Desconocida.

Hoy he ido a ese lugar donde me siento sola, donde sufro como nunca antes lo he hecho. Pero he decidido ir por tí, para volver a verte, aunque sé que no es así porque lo único con lo que me voy a encontrar...es con lo que queda de tí, con los restos de la persona que algún día fuiste.

Y duele no haberte valorado, porque luego te fuiste y me dejaste rota, me dejaste con un vacío en el corazón que nadie había logrado llenar, excepto tú. No sé qué va a ser de mí ahora que no estás. Porque tú y yo éramos una, eras como mi hermana.

Ahora a lo único que me puedo aferrar es a un título, a unas palabras y una caja de madera. A unas flores puestas alrededor y unas fotos que dejan ver tu sonrisa. A unos recuerdos...que al final, son lo que nos hacen ser nosotros, y a unos vídeos que grabé cuando aún te tenía junto a mí. A algo tan material como sentimental que me hacen querer extrañarte aún más.

Han dicho que lo sienten, que me acompañan en el sentimiento, pero no es así, porque no sienten nada y dudo mucho que alguien quiera sentirse así. Porque son puras palabras para consolarme cuando lo único que quiero es volver a verte.

Me han contado anécdotas de personas que también perdieron mucho, pero no me importan porque yo nunca te perdí, porque si te hubiese perdido no te recordaría, tú te fuiste pero sigues aquí, en algún lugar y lo siento.

Creo que aún te quiero.

Fredrika.

Me he maquillado de la mejor forma que he podido, intentando ignorar el mal presentimiento que me ha azotado cuando los vellos de la nuca se me han erizado por completo.

Hacía tiempo que no me sentía así y me ha asustado todo esto. Sé que no ha sido por Yei, porque su esencia es complementamente diferente, ha sido por el contrario, por parte de Eider. No he llegado a sentir mucho, pero creo que él le ha hecho algo porque ahora se ve diferente, se nota más lejana y más fría, más inhumana y más cansada.

He intentado, además, comunicarme con ella, pero me lo ha prohibido. No lo tengo claro pero creo que él no se lo permite, porque ha ejercido una fuerza que Eider nunca ha llegado a poseer, o al menos eso he creído.

Por muy preocupada que pueda llegar a estar, ya que aunque no somos cercanas, ella es todo, he tenido que despejarme porque no podía dejar todos mis planes solo por un presentimiento.

Papá, el cual se veía entusiasmado por la idea de que su hija fuese a la primera fiesta a la que la han invitado, me ha dicho que estaba preciosa y que, definitivamente, ahora se daba cuenta de la buena genética que el poseía. Se le han saltado las lágrimas mientras me daba un abrazo, pero rápidamente se ha separado para no mancharme la camisa negra que he optado por ponerme.

Chelsea mencionó que era una fiesta informal h probablemente esa noche iban a subir los grados debido al cambio climático, ha sido una conversación realmente extraña.

Así que me he puesto una camisa negra de manga corta junto a unos pantalones cortos vaqueros y unas vans. No suelo hacerlo pero he decidido hacerme un moño recogido en lo alto de mi cabeza con algunos mechones fuera y me he delineado los ojos, ignorando el hecho de que casi me meto el pincelito en el globo ocular.

Finalmente, ha dicho que tuviese cuidado y he salido de casa a las siete y media.

Mientras que yo vivo mucho más cerca de Hamilton, la casa de Chelsea está apartada del centro de Auckland, por lo que tardaría más de media hora si voy andando, así que he mirado las guías y he decidido ir a la parada de autobuses ya que llegaría en apenas unos quince minutos teniendo en cuenta las paradas que este realiza. Luego, debería andar unos diez minutos para finalmente llegar a las siete y cincuenta y cinco aproximadamente.

— Sí, ya estoy en el bus y en diez minutos estaré allí... sí, sí, voy a llegar temprano esta vez, te lo prometo.

He escuchado las miles de mentiras que el chico a mi lado decía a través del teléfono mientras esperábamos a que el bus llegase. Se sentía tan cómico que en algún momento me ha costado aguantarme la risa.

De hecho, incluso él mismo transmitía esa esencia, por dentro parecía como si se muriese de risa, mientras que por fuera, cualquiera en otras circunstancias podría creerlo, realmente se veía convincente.

Al cabo de un par de minutos, ha apagado el móvil y se ha metido las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero.

–Sé que te estabas riendo.

Por un momento me he quedado paralizada, después me han entrado más ganas aún de reírme.

—Incluso ahora parece que te aguantas la risa.

—No es eso.

—Mira, le he tenido que mentir porque si no lo hago me va dejar, no quiero que malpienses ni nada de eso, ha sido una mentira piadosa.

—No me interesa, de verdad, ni si quiera te conozco.

Mi respuesta ha parecido sorprenderle porque lo he sentido, además ha guardado silencio durante unos segundos antes de preguntar.

—¿Eres de aquí?

—¿Del planeta Tierra? No, soy de Plutón, una lástima que no haya nadie como yo.

Una risa se ha escapado de su boca, tanto que se ha tenido que sostener la mano en su vientre.

—Tienes...tienes un sentido del humor un tanto curioso.

—Puede ser —le he sonreído y me he permitido admirar su piel morena y su cabello castaño, la verdad es que no parece de aquí, además tiene unos ojos color miel que resaltan bastante en su rostro.

—No pareces de aquí —dice nuevamente.

—Eso es porque no soy de aquí.

—¿No eres neozelandesa?

Niego con la cabeza y el chico alza las cejas, probablemente esperando una respuesta por mi parte.

—Soy de Suecia.

—Eres la primera persona que conozco que es de Suiza.

Me permito soltar una breve risa por su comentario.

—Suecia no es lo mismo que Suiza.

Ha tardado unos segundos en darse cuenta de su error, entonces ha asentido con la cabeza mientras sus comisuras se alzaban.

—Claro, claro...entonces eres suiza.

—Sueca.

—Sueca, eso mismo.

—¿Y tú?

—Bueno, mi historia es algo larga, no soy del todo neozelandés ya que mi madre es española porque nació allí pero sus padres son ecuatorianos, yo nací en Ecuador y por mis raíces tengo rasgos más ecuatorianos.

—Me he perdido.

—Básicamente se puede decir que soy ecuatoriano, español y neozelandés, la verdad es que no lo tengo claro —se ha encogido de hombros.

—Es una historia cuanto menos interesante.

—Todo en mí es interesante, a decir verdad.

Nos reímos mientras he notado cómo me estaba mirando fijamente, probablemente me analizaba poco a poco. No lo juzgo porque al final, yo hago lo mismo, me doy el lujo de investigar un poco más y de ver cómo de nervioso e interesado se siente.

—Soy Erik.

—Fredrika.

Me ha ofrecido darle la mano, la cual acepto con gusto mientras también le sonrío.

En este momento, me he dado cuenta de que he vuelto a ser yo, conocer a alguien no me había parecido tan interesante desde hace mucho tiempo, y en tan pocos minutos no podía haber disfrutado tanto.

Él también me arrancó parte de mí, y volver a este estado me ha hecho sentir Fredrika Hedberg de nuevo, conociendo a un chico, siendo normal, o siendo algo que nunca podré saber si puedo continuar siendo.

—Creo que te he visto en Weilotte, o quizás estoy confundido.

—Sí, estudio allí desde hace unos dos años.

—Ya decía yo que me sonabas tanto, no me digas que vas a la fiesta de C.C.

—No me digas que tú también vas.

Se ha frotado la nuca con su mano izquierda mientras ha asentido levemente.

—En efecto.

Me he permitido ver nuevamente su rostro, parece un chico encantador...a decir verdad es el primer chico en el que me fijo desde que llegué y eso me causa una sensación extraña en el vientre.

En Skanör me comenzó a gustar una chica que asistía a mi instituto, incluso quedamos varias veces, me estaba...no sé, quizás solo me gustaba, quién sabe. A diferencia de Eider, yo siempre he podido diferenciar mis emociones, supongo que es porque a mí no me destrozaron el corazón ni me torturaron como él le hizo a ella, pero en este momento no sabría definir qué estaba sintiendo.

Lo único que sé es que no quiero dejar de sentirlo, me aterra el que él haga lo mismo conmigo. Eider nunca me llegó a hablar más sobre eso, desde lo ocurrido ha permanecido callada, a mí me duele el hecho de que no pudimos hacer nada, ni Yei ni yo pudimos detenerlo.

Lo único que ella me ha dicho al respecto, es que nunca permitirá que nos lo haga, eso me da cierta seguridad, pero... temo por ella, nunca se lo he llegado a decir, pero realmente lo hago. No sé, quizás al estar conectada... quién sabe.

Ella siempre nos quiere proteger, es la más fuerte, pero eso le reduce todas sus posibilidades. Si comienza a sentir más de lo normal, emociones como el enfado, la tristeza o la misma alegría, a Yei y a mí nos afecta, son como pinchazos en la cabeza constantes. Por eso ella nunca siente más, por miedo. Sin embargo, dice que si nosotras sentimos no pasa nada, ella no siente nada. Siempre me ha parecido extraño, pero realmente le creo.

Unas luces blancas nos han comenzado a alumbrar y el silencio que manteníamos mientras nos mirábamos fijamente se ha disipado.

–¿Vamos? —Con su mano ha hecho una seña al tiempo que se agachaba a modo de reverencia cuando la puerta del autobús se ha abierto.

—Creía que las damas iban primero. –He alzado mi mentón en modo de orgullo.

—Bueno —con su vista observa todo el ambiente —, yo aquí solo veo a un bombón de licor y a una sueca con un humor que me vuelve loco.

He bufado al tiempo que suelto una risa. Erik parece ser alguien agradable, pero hace tiempo que no me dejo llevar por las apariencias.

Nos hemos subido al bus y hemos escogido dos asientos que quedaban libres, como de costumbre, me he sentado en el lado de la ventanilla.

El camino hacia la casa de Chelsea ha sido entretenido, hemos estado hablando sobre gustos musicales y me he enterado de cuán fan es de Maroon5. Eso ha creado otras muchas preguntas sobre las canciones favoritas, ya que últimamente había escuchado alguna que otra.

Al parecer, Animals es su favorita, dice que es taaaan apasionada, que la pondría en cualquier momento. Mientras que claramente la mía es Maps.

Cuando hemos bajado del bus para caminar hasta CC'house (lo siento, he tenido que hacerlo), el ambiente se ha vuelto algo más tenso ya que parecía que todo lo que teníamos que hablar había surgido antes, y ahora ninguno sabíamos qué decir.

—Soy algo mala socializando.

Él se ha encogido se hombros y ha hecho una mueca restándole importancia, pero he podido notar cómo sentía algo distinto, no era incomodidad, eso se me da muy bien diferenciarlo, incluso sin superpoderes.

Era algo distinto... además he notado cómo parecía absorto en sus pensamientos, claramente yo no puedo ser Yei y manipularlo para que me cuente cómo se siente.

« Podrías meterte en su cabeza... podrías hacer más que eso, lo sabes ».

He intentado disipar a mi subconsciente, porque siempre he sabido que solo me trae problemas, además no sé cómo podría afectar aquello, todas las veces que lo he intentado, han traído consecuencias... fatales, no quiero que él muera.

—¿Estás bien? —Me ha mirado rápidamente, por supuesto, estaba pensado en otra cosa.

—Sí, es solo que un pensamiento...no para de rondar por mi cabeza.

—Bueno, no creo que sea tan cómodo hablarlo con una desconocida, pero puedes intentarlo.

Siempre se me ha dado bien escuchar a las personas, no es porque pueda sentir sus emociones, va más allá. Creo que se llama empatía, o eso me comentó Yei, ella no la siente a menudo y creo que es por lo mucho que manipula, pero dice que es bueno sentirlo. Eso me comentó hace un par de años, a día de hoy he aprendido a diferenciarla, solo que los nombres no son lo mío, no soy de etiquetar.

—Es sobre una chica.

He intentado mantener mi sonrisa, porque aquello me ha dolido y me he odiado, apenas lo conozco, no me pueden doler las palabras de un desconocido.

« Has pasado por cosas peores, ¿en serio esto te va a afectar? ».

De un momento a otro mi rostro ha cambiado, se ha vuelto más inexpresivo de lo normal, porque no puedo dejar que estos detalles me derrumben.

—Es que la conocí hace poco, ¿sabes? Y me gusta mucho, realmente me gusta, su humor, su cabello fino...sus ojos azules.

He abierto los ojos como platos; ojos azules, cabello fino, humor que él mismo me había dicho que le gustaba...¿eso era hacia mí?

Él ha seguido describiendo a esa tal chica, pero he dejado de prestar atención a sus palabras, me he fijado en cómo hablaba sobre ella, esa admiración que ha surcado su rostro en todo momento.

Jamás me habían descrito así, y que alguien que apenas conocía lo hiciese, me ha parecido una de las cosas más bonitas que jamás me habían dicho.

Mi rostro ha comenzado a iluminarse y el cosquilleo en mi vientre ha aumentado a cada segundo que pasaba.

¿Qué podría decir?

Erik parece listo, tiene un carácter bastante curioso y vacilón, y aunque nunca me había fijado en eso, que me vacile hace que...no sé, ha provocado más cosquillas en mi interior. Además es atractivo, no es que me fije mucho en el físico, pero como extra estaba bastante bien.

De pronto, nos hemos encontrado a pocos pasos del enorme porche de Chelsea, nos hemos detenido y él me mirado fijamente, sus ojos han obtenido un brillo tan bonito que me han dejado anonadada. La cercanía entre nuestros cuerpos ha sido tan poca, que por momentos he pensado que me iba a besar.

« Fredrika, os acabáis de conocer, no te va a besar ».

Por una vez, me he ceñido a mi vocecilla interna porque llevaba la lógica.

Ha abierto su boca para hablar, pero casi preferiría que no lo hubiera hecho.

—Eider me gusta muchísimo.

Mi rostro ha querido volverse en uno triste y mis ojos han sugerido cristalizarse, casi por iniciativa propia lo han hecho. No obstante, me he obligado a mí misma a mantener la sonrisa porque no me iba a dejar ver afectada.

—¿Me darías algunos consejos?

Aquella pregunta me ha pillado desprevenida, por lo que he tenido que pestañear un poco antes de responderle.

—No creo que sea una buena idea —me he encogido de hombros —, no he tenido experiencia en esto pero...

Un sentimiento de esperanza lo ha alcanzado y sin poder hacer otra cosa, me he sentido mal por él.

—Conozco a Eider, quizás pueda hablarle de tí.

Me ha aliviado un poco ese sentimiento de pena el hecho de ver cómo en su rostro se formaba una sonrisa.

He sabido desde el primer momento que lo más probable es que Eider no quiera nada más, pese a que aunque al parecer han hablado, sé que ella no está lista para una relación, siempre ha dicho que se convertirá en una codependiente y que eso a ella no le va.

Me ha palmeado suavemente el hombro y después, hemos entrado a la mansión de CC, porque definitivamente no era una casa.

El ambiente dentro, no ha sido nada fuera de lo que esperaba, de hecho se ha parecido incluso a las películas americanas. Adolescentes borrachos (la mayoría) están bailando o hablando, otros enrollandose en las escaleras o en cualquier esquina algo más discreta.

En el salón, un par de chicos y chicas han comenzado a jugar un juego que creo que es sobre hacer rodar una botella y luego besar a quien esta señale.

En fin, cosas de adolescentes con hormonas revolucionadas.

Por la cocina ha parecido estar el peligro, todo tipo de alcohol estaba encima de la isla, vasos tirados por el suelo, un chico durmiendo apoyado en una pata de la mesa mientras abraza a un vaso vacío que ya está más que aplastado.

« ¿Qué no iba a ser algo más privado? ».

He seguido a Erik, aunque ahora más que nada parecía estar buscando a alguien y eso me ha dolido todavía más, he sabido que Eider no estaba allí, porque sino la podría sentir. Ella probablemente estaba siendo torturada.

« Nunca haces nada ».

¿Y qué podría hacer? Siempre me he limitado a soportar el pinchazo en mi cabeza porque ella me ha prohibido hacer algo si lo notaba, siempre ha dicho que intentaría debilitar ese dolor, pero que ni Yei ni yo podíamos interponernos. Después de tanto tiempo, simplemente me limité a resistirme.

Erik ha girado su vista hasta mí para comprobar que estaba aquí, ha fruncido su ceño y después ha entrecerrado sus ojos como si estuviese analizándome.

—No te veo muy animada.

Me he encogido de hombros.

—Pensé que no habría tanta gente.

—¡Já! —Ha negado con la cabeza— En las fiestas de Chelsea hay gente hasta en los retretes.

Rápidamente me ha tomado de la mano y a pasos apurados, casi provocando que en varias ocasiones tropezase, nos hemos dirigido hacia una habitación algo más privada en el segundo piso.

Ahí dentro, el sonido de la música se escuchaba mucho más lejano, me he permitido observar a las personas que habían allí dentro.

Primero, Chelsea, se encontraba acostada en el sofá negro y con una manta blanca por encima. A su lado, un chico con cabello negro y ojos tan oscuros que apenas se diferencian las pupilas de los iris. Tenía complexión atlética y parecía ser alto.

Erik se ha acercado hacia el chico, que se ha levantado, y se han saludado con unas palmadas en la espalda.

—Reign, esta es Fredrika. —El chico me ha sonreído mientras analizaba cuidadosamente mi ropa.

Ha recibido un codazo por parte de Erik y he soltado una risa.

—Encantada —él ha asentido y me vuelto a dedicar una sonrisa, todavía más vacilona que la de Erik.

—Resulta que... —El moreno se ha aclarado la voz— Fredrika es amiga de Eider...

—Bueno, no somos amigas, simplemente he hablado un par de veces con ella. –Él ha hecho una mueca restándole importancia.

—Y me va a ayudar a conquistarla.

« ¿Oyes eso? ».

—Suerte con eso, esa chica parece no tener sentimientos.

He fruncido el ceño, ¿cómo se ha atrevido a hablar de esa manera?

—Sí que los tiene, Reign —he pronunciado suavemente—. A Eider le arrancaron una parte importante.

« Como se entere de que estás hablando de ella.... ».

—Se lo quitaron tantas veces, que ya no sabe lo que es sentir, ha sufrido mucho –el rostro de Erik se ha contraído, sin embargo el suyo sigue igual—, pero tranquilo, no necesita que sientan pena por ella, es fuerte y confío en que os lo demostrará...oh, bueno, tampoco tiene que demostrar de qué es capaz a unos imbéciles.

En ese momento, Reign ha parecido perder la compostura.

—Woah... —Erik ha alzado sus comisuras, probablemente con más admiración de lo que ya sentía por ella.

—Y con sufrir mucho te refieres... —He sabido que el chico intenta sonsacarme cosas, por puro interés, quizás.

—Deberías conocerla para saberlo, pero ese un riesgo que dudo mucho que sobrepases.

Nos hemos quedado mirando fijamente durante unos segundos, he admirado cómo su mandíbula se tensaba y sus ojos me han mirado en todo momento con prepotencia, pero no me he dejado intimidar.

Al poco, Erik ha chasqueado sus dedos provocando que rápidamente mi atención viajase hacia él.

—Creo que lo vamos a pasar bien.

.....

—Me molesta el hecho de que habléis de mí

*Eider cruza sus piernas y sentada en la silla mira con deshonra a los tres*

—Eider, es que tienes que entender que en momento hablar sobre tí era taaaaan sorpendente.

—Eso no quita que odio que me idolatreis tanto, yo  no soy nada más que un trozo de carne con extremidades, estaré buena y todo lo que quieras, pero ya. –Hace un gesto señalándose a sí misma—. No soy Beyoncé ni Paris Hilton.

—Ninguno aquí lo somos, pero en el fondo cada uno de uno de nosotros es especial.

*Chelsea aparece de un rincón y tose (cof, cof) para captar la atención de la cámara*

—Bueeeeno, pues....la verdad yo ni sé qué hago aquí porque hasta ahora solo he servido paraaa...bueno, montar una fiesta, dormir y comer.

—Ya servirás, ya.

*CC lanza una mirada fulminante (ey, que te fulmino) hacia Reign*

—Tú cállate porque sólo sirves para hacer drama.

—Eso es inevitablemente...lo que los espectadores quieren, Chelsea. —Lanza un beso al aire con la mano y sopla.

*Eider suspira*

—Todos somos un poco inútiles en el fondo, ¿no?

*Se quedan mirándola fijamente*

—¿Qué? Es la verdad.

—Dirás que tú eres una inútil.

—Todos — sonríe ella.

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