Cuando los doctores dijeron que necesitaría un tiempo antes de volver a los escenarios, ellos no bromeaban. Jimin había derramado su cuota de lagrimas de frustración mientras luchaba por mejorar lo antes posible para poder estar de nuevo en condiciones óptimas para sus fans.

Lo único bueno de toda la situación, era que Jungkook estaba ahí con él y para él.

Le empresa cumplió con su palabra y los dejó tomarse el retorno a su relación con calma y discreción.

Durante el día, Jimin estaría con sus fisioterapeutas y Jungkook lo animaría con sus ojos brillantes y fuerza espiritual, para a posterior, recibirlo con manos amorosas y entregarse así a noches de caricias reconfortantes.

Cómo se habían extrañado el uno al otro; estaban ansiosos por cerrar todas las brechas entre sus cuerpos y corazones. Y sin nada en su agenda profesional que les quitara tiempo, ellos se dedicaron a sanar juntos. A emprender un nuevo camino.

Por ello, fue una sorpresa cuando un manager les consultó sobre ir a un programa de variedades.

—¿Cómo te sientes? —Namjoon preguntó para Jimin. —Si tú crees poder hacerlo, lo haremos todos juntos. De lo contrario, vamos a dejar pasar la oferta.

Jimin se sentía listo para volver a las pantallas. Sabía que tenía a sus fans pendientes de un hilo y, además; tenía un pequeño plan formado en su mente desde hacía un par de días que quería llevar a cabo. Y que mejor que un programa televisivo para ello.

Hace dos noches, mientras Jungkook dormía agarrado a su camiseta, Jimin sintió asentarse en su interior todo el amor que sentía por el maknae y el último vestigio de miedo se evaporó al no tener lugar donde quedarse.

Él asintió para su líder y de pronto, al día siguiente, ya estaban allí. Maquillados, peinados, bien vestidos y perfumados.

Los característicos y tan anhelados gritos de las fans los recibieron al salir al plató del programa transmitido en vivo. Si no hubiese sido por la mano de Jungkook en la parte baja de su espalda, Jimin se habría caído sobre su trasero de la impresión. Había extrañado eso también. Solo podía imaginarse cómo gritarían si la noche salía como lo planeaba.

—Jimin, —El presentador se dirigió a él nada más pasaron las presentaciones y todos tomaron asiento. —sabemos que estuviste mucho tiempo desaparecido. Pero ahora te ves bien, ¿cómo te sientes?

—Totalmente renovado, listo para volver a dar lo mejor de mí. —Dirigió su sonrisa al público plagado de miradas tiernas. —Nuestras Armys pueden estar tranquilas.

—Es bueno escuchar eso, aunque te ves algo distraído, ¿Qué ocupa tu mente en estos días? ¿Acaso estás enamorado?

Aunque la pregunta fue retorica y con sorna, Jimin vio la oportunidad frente a sus ojos y la tomó.

—La verdad es que sí —admitió. Sintió mas que ver las cabezas de los miembros de la banda voltearse todas hacia él en perfecta sincronía.

El anfitrión se veía gratamente sorprendido, con la curiosidad de un buen chisme brillando en sus ojos. Se inclinó hacia adelante para preguntar.

—¿Y cómo es ella?

La sonrisa de Jimin llenó su rostro por completo.

—Él es hermoso. —dijo con franqueza.

La mirada del anfitrión era eufórica.

—¿Él?

—Jungkookie —Y para enfatizar su punto, extendió la mano hasta el menor, quien estaba sentado a su derecha. Anonadado y a la vez emocionado. Las estrellas naturales de sus ojos se sentían como luceros guías para su enamorado.

Hubo un revoloteó entre el publico de silencio y cuchicheos entremezclados, difíciles de descifrar sobre si estaban aprobando o rechazando lo que escuchaban. Pero, así como vino, se fue; los gritos de felicidad fueron un bálsamo bien recibido.

Jungkook tragó de forma audible en su micrófono, sin palabras, una sola pregunta fluyendo de él, una que Jimin estaba feliz de poder contestar correctamente en esta ocasión.

—Estoy dispuesto a arriesgarme a lo que venga, por el único al cual no quiero perder jamás. —afirmó. Y no se necesitó más, porque ¿qué más puede haber para decir en situaciones como esa?

Reconocer al amor de tu vida es un acto bastante sencillo en realidad.

Su banda los quería, así como eran, con lo que formaban estando juntos. Su empresa los respaldaba y su fandom estaba ahí para lo que importaba.

Yoongi los miró con nada menos que orgullo.

Sus chicos eran valientes; todos deberían atreverse a vivir una vida y un amor del que estén orgullosos.

ESPERO QUE HAYAN AMADO LA HISTORIA.

Y COMO SIEMPRE, SI QUIEREN LEER MÁS, ENCUENTRAN OTRAS EN MI PERFIL.

NOS LEEMOS EN ALGÚN OTRO TRABAJO.

BESOS.