
Capítulo dos.
—Estoy bien, papá —intentó tranquilizar a su padre, usando una voz suave, pero los gestos de dolor en su rostro provocaron lo contrario en el na'vi.
Tsu'tey ayudó a bajar a Astorya del Ikran, mientras que Jake bajaba junto a Neteyam. Lo'ak se acercaba a su padre con la cabeza baja, casi arrastrando sus pasos.
—Fórmense —le ordenó Jake a su hijos. Tsu'tey se puso a un lado de su amigo, y Astorya caminó con la cabeza gacha, deteniéndose entre los hermanos Sully.
La culpa carcomía a Lo'ak, había sido el responsable de que su mejor amiga y hermano estuvieran ahora heridos, ambos con la mirada en el suelo, sus orejas inclinadas hacia atrás y sus colas moviéndose de un lado a otro. Lo único que pudo hacer fue tomar la mano de Astorya para luego darle un pequeña sonrisa que no llegó a sus ojos. Como una vaga forma de pedirle disculpas sin decir nada al respecto, ella le devolvió la sonrisa.
Tsu'tey entrecerró los ojos al ver la mano de Lo'ak apretar la de su hija, en esos momentos no quería que estuviera cerca de ella, su instinto paternal rechazando al muchacho problemático que la había envuelto en aquella situación. Lo'ak sintió la pesada mirada de Tsu'tey sobre él. Sin embargo no soltó la mano de Astorya, y tan inocente como ella misma, no se percató de la forma en que su amigo era acechado por su padre.
—Se supone que son vigías —comenzó Jake, dirigiéndose principalmente a sus hijos—, si ven un vehículo enemigo lo reportan. ¡Desde la distancia!
Ninguno de los jóvenes dijo palabra alguna. Neytiri observaba con atención desde la distancia, algo nerviosa por las heridas que tenían Neteyam y Astorya. Se mantuvo al margen, tomando la mano de la pequeña Tuk con las orejas inclinadas hacia atrás.
—Los dejamos volar en la misión, les concedimos el permiso que pidieron Astorya y Neteyam para su hermano... y desobedecen órdenes directas. —La voz de Tsu'tey estaba igual de tensa como la de Jake. El enojo drenado en cada dura palabra que salía de sus bocas.
Astorya levantó la mirada para encontrarse con la desaprobación en los ojos de su padre, de la persona que ella más quería en el mundo. Quien la cuidó y se encargó de que nada le hiciera falta. Sus ojos se pusieron lagrimosos y tragó el nudo en su garganta, para luego mirar a Jake. Era como su padre, le enseñó muchas de las cosas que la hacían una buena guerrera, así como Neytiri la había convertido en una de las mejores arqueras. Ver el desapruebo en sus ojos era desesperante, desgarrador.
—Kiri, ve a ayudar a tu abuela con los heridos —le pidió Jake a su hija, soltando un suspiro, en un intento de alejar la frustración que sentía en esos momentos. Kiri examinó la herida de su hermano mayor, pasando sus ojos curiosos por el cuerpo de Astorya también, encontrándose con la herida de su brazo. Su mirada cayó pesada donde su padre.
—Mi hermano y mi amiga están heridos —refutó, sin mostrarse demasiado intimidada por su padre.
—No es nada —dijeron Astorya y Neteyam al mismo tiempo, queriendo apaciguar el enojo de Jake. Este suavizó su voz cuando se dirigió a su hija menor, quien presenciaba la escena a un lado de Neytiri.
—Tuk, ve con ella.
La menor fue detrás de su hermana sin pensarlo dos veces, soltando la mano de su madre
Neytiri levantó el mentón para ponerse detrás de los jóvenes heridos, examinando disimuladamente qué tan graves podrían llegar a ser las heridas. Luego miró a Jake con seriedad. Neteyam le ganó las palabras.
—Papá, asumo toda la responsabilidad —se culpó el Sully. Astorya iba a retractarlo, pero él se giró y puso una mano frente a ella para que no dijera nada. Tsu'tey se cruzó de brazos y le hizo una señal a su hija para que guardara silencio. Ella retrocedió cabizbaja.
—Sí, lo haces —sostuvo Jake. —Porque eres el hermano mayor, tienes que actuar como tal. ¿Pensaste en lo peligroso que es ahí abajo para Rya? Pudo ser peor.
Neteyam volvió a bajar la cabeza y retrocedió unos pasos, para quedar a un lado de la menor.
Neytiri intervino en la conversación.
—MaJake. Los niños están sangrando en serio —anunció Neytiri, ladeando un poco la cabeza, sus ojos fijos en los de su esposo. A Astorya le sorprendió ver como Jake bajaba la mirada, y como sus orejas se inclinaron de forma leve. La voz de Neytiri fue suave pero firme, demandado por el cuidado de su hijo y de Astorya, a quien quería de igual forma como una hija.
Jake guardó silencio bajo la mirada de su esposa.
—Madre, estoy bien. Rya necesita más atención que yo —se apresuró a decir Neteyam, tomando a la chica Rongloa desde la espalda baja para ponerla frente a él.
—Vayan a que los curen. —Demandó Jake, antes de darle una rápida mirada a Neytiri.
Ella tomó la mano de Astorya mientras se giraba a darle una fría mirada a Jake y Tsu'tey. Neteyam caminó a un lado de su madre, y miró a la chica que caminaba con la cabeza baja y los ojos lagrimosos.
Neytiri pasó su brazo por el hombro de los jóvenes para darles un beso en la cabeza a cada uno antes de llevarlos a la tienda de su madre.
— ¡Ay!—Astorya se quejó de la forma en que Kiri le curaba la herida del brazo, al mismo tiempo que Neteyam se quejaba del ardor que sentía en la espalda por el ungüento que le aplicaba su abuela Mo'at.
La na'vi retiró su brazo cuando el ardor la obligó a hacerlo. Recibió una mala mirada de su amiga.
Ella y Kiri se llevaban muy bien, desde pequeñas ambas salían juntas, la Sully solía desahogarse con ella, le comentaba sus inquietudes mientras Astorya escuchaba con total atención, moviendo sus orejas cada vez que la voz de Kiri se rompía. Había veces en las que pasaban la mayor parte del día en los manantiales de agua dulce, mientras Astorya trenzaba el cabello de su amiga y de la pequeña Tuk, que en mayoría de veces se les era encargada para que Jake y Neytiri pudiesen tener sus citas.
Luego de la muerte de Sylwanin, Tsu'tey no había podido rehacer su vida, demasiado concentrado en educar a su hija, brindándole todo el amor a ella y nadie más que a ella. Astorya en muchas ocasiones le comentó que no debía preocuparse, pues ella estaría siempre para devolverle ese amor que sin esperar nada a cambio él le dio.
Ladeó un poco la cabeza y observó a Lo'ak sentado fuera de la tienda, frente a una pequeña fogata, su mirada estaba en la tierra mientras sus manos se divertían con una pequeña rama. La tristeza llegó a su pecho al verlo allí, sentado solo. Lo'ak era lo más cercano a un hermano para ella.
Su mirada se dirigió a Neteyam, y sonrió al verlo quejarse de la forma en que su abuela lo curaba, espantando por completo la inquietud. Los ojos del Sully chocaron con los suyos y entonces borró la sonrisa de su rostro. Sintiendo las mejillas calientes de la vergüenza apartó la mirada.
—¡Kiri! —se volvió a quejar, la nombrada rodó los ojos.
Spider pasó frente a ellas con una sonrisa burlona.
—¿Quieres que te de un besito? —se burló, ganándose un gruñido de la na'vi, no obstante el humano le devolvió el gruñido y le mostró la lengua.
Astorya accidentalmente chocó su mirada con Neteyam nuevamente, sin embargo tuvo que apartar la mirada cuando de reojo notó a Lo'ak levantarse.
—Gracias, Kiri —le agradeció a su amiga, levantándose rápidamente, dejando a la Sully con los implementos en la mano. Pero debía alcanzar a Lo'ak para poder conversar con él.
No le gustaba para nada verlo en ese estado de ánimo, estando ella acostumbrada a verlo revolotear por todos lados, molestando a Kiri, diciéndole que seguramente Grace había quedado embarazada de Norm. Ser un completo caos para el campamento.
Verlo desanimado le causaba una molestia en el pecho.
—Lo'ak —lo llamó para luego tomarlo del brazo. Él le dio nuevamente esa pequeña sonrisa que no conseguía llegar a sus ojos.
—Rya... lamento mucho lo de tu brazo. Fue mi culpa, lo siento de verdad.
—Oye...—Tomando el rostro de su amigo entre sus manos, lo obligó a verla a los ojos—. Estoy bien, ¿no?
Lo'ak parpadeó repetidas veces cuando Astorya dejó un beso en su mejilla, para luego brindarle una sonrisa que lo dejó aún más sorprendido. Ella se acercó más a él para susurrarle con complicidad.
—Fue asombroso, ¿no? —Confesó con una sonrisa. Lo'ak copió su acción y se encogió de hombros, tratando de no parecer demasiado ilusionado.
—¿Viste como tomé el arma?
Ambos comenzaron a reír, llamando la atención de Mo'at, Kiri y Neteyam.
—Está todo bien, entonces. —Afirmó Astorya, consolando a su amigo, Lo'ak sonrió, definitivamente con un mejor ánimo ahora que estaba seguro que ella no estaba enojada con él.
Dejándolo ir por sus tareas, Astorya se despidió de Lo'ak agitando su mano. Neteyam intentó ignorar el malestar en su pecho.
rookiefilm ✰ 𝟸𝙾𝟸𝟹
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro