Era una mañana tranquila en la isla inkwell... Dos pequeñas tazas corrían alegres... Bueno, corrían pero sólo uno iba contento ya que el otro tenía cara de molestia...

-¡Ya cup! ¡Devuélveme mi sorbete! ¡Llevamos así más de media hora!- reclamaba la taza menor aún persiguiendo a su gemelo.

Antes los reclamos escuchados, el que llevaba aún la delantera sólo lo hizo sonreír más... ¿Y qué esperaban? Basta con mirarlo para entender bien a lo que se refería... Su hermano mugman se veía completamente adorable con esa mirada enojada más su puchero que inconscientemente hacía.

Le recordaba a un gatito malhumorado...

-¡Vamos hermano! ¡Si no te esfuerzas no lo recuperarás!- animó al otro a seguir correteando por toda la isla por media hora más.

Al menos así se librarían un buen rato de los trabajos excesivos que el abuelo siempre les daba.

Ninguno de los dos se percató del extraño portal que apareció justo en frente de cuphead, cosa que no le dió tiempo a siquiera frenar de su loca carrera.

-¡Cup! ¡Cuidado!-

Y hubo un gran desastre... Un estruendoso ruido se oyó mientras la taza roja chocaba con algo que había salido de ese destello rojo haciendo que aparte de darse un buen golpe por el choque, rodaran algunos metros enredados entre sí.

Sin perder el tiempo, mugman tomó su pajilla que estaba en el suelo gracias a que en pleno choque su hermano lo había soltado para colocarlo en su sitio y seguidamente auxiliar a los heridos... Porque era un extraño con quién cuphead había tropezado.

-¿estan bien?- preguntó nervioso con la presencia del nuevo visitante.

Ante aquella pregunta, cup pudo salir del aturdimiento y apreciaba mejor con quién había tenido un accidente, levantándose velozmente ayudó al otro.

-eso fué muy inesperado... Salir de dónde sea que hayas salido... ¿Se encuentra bien?- más que miedo, lo que sentía era curiosidad.

Éste sujeto no transmitía alguna aura negativa como sentía cuando se trataba del diablo, king dice o sus secuaces... Así que no había nada de qué preocuparse...

Moro, después de que el mundo dejara de girar y que ahora podía ver mejor aquellas dos tazas enfrente de él, supo que su viaje fue todo un éxito... no sabe cómo le hizo pero funcionó, estaba en el mundo de cuphead con ambos hermanos enfrente suyo, muy aparte de la emoción de querer gritar que era un genio, decidió de una vez empezar con el "trato" para seguir con su travesía... No había tiempo qué perder.

Tanto cuphead como mugman se miraron sin entender bien porqué aquel extraño estaba llorando de ¿Felicidad? Tal vez el golpe fue demasiado duro... Dejaron de cuestionarse en cuando aquel humano aceptó la ayuda de cuphead.

¿Qué cómo sabían que era humano? No es el primero ni el último que viene aquí a pedirles que participen en algún "proyecto" no por nada tienen un juego con un DLC, una serie en una plataforma llamada "Netflix" y una participación en "super smash bros ultimate"... Por esa razón cuphead no tenía nada que temer pero su hermano mugman, él era más desconfiado... No se olvida que algunos contratos le trae malos recuerdos, en pocas palabras le recuerda el trato que ambos hicieron con el diablo y siendo sinceros no quiere repetir ese episodio nunca más.

Después de esperar a que ese "humano" termine de llorar, les pidieron disculpas por el incidente a lo cual Moro también se disculpó por aquello, en fin... Todo quedó en buenos términos.

-entonces... ¿Que te trajo por aquí... Em?- preguntó curioso la taza roja.

-Moro... Me llamo Moro, un gusto y respondiendo a tu pregunta, vine a proponerles un trato que de seguro les va a interesar- dijo completamente orgulloso.

Tal como lo adivinaron... Era algo de "negocios"...

El primero en negarse fue mugman, no porque en dónde participó haya Sido alguna trampa o algo por el estilo, lo hacía más por su hermano ya que cuando aveces ambos participan en algún proyecto, el mayor de las tazas llega a ser algo fastidioso, fue muy frustrante aguantarse todas la bromas y momentos de peligro que pasaron cuando grabaron el show de cuphead, sobre todo cuando lo vistieron de novia... ¡Ugh! Simplemente desagradable.

Cuphead era otro caso, en cuando supo que volvería a ser el centro de atención se emocionó mucho... Pero, también estaba de por medio que sus servicios no eran nada baratos, tiene un hermano y un abuelo qué mantener...

-y... ¿De qué hablamos ésta vez? Acaso ¿será una serie o película? O tal vez alguna aparición en algún juego... ¿Como un cameo o cosas así?- preguntó cuphead muy interesado aunque trate de aparentar que no le emociona ni un poco.

Por escasos segundos Moro los quedó viendo fijamente.... Tal parece que están mejor informados del mundo humano, bueno.... Mejor así ya que no tendría nada que explicar, sobre todo de su llegada.

-¿de casualidad han escuchado del juego FNF?- fue directo al grano sin rodeos, negocios son negocios y aún le falta los demás.

Tanto cuphead como mugman alzaron los hombros mientras negaban, estaban tan ocupados haciendo nada (mejor dicho esperando a que su creador siga sacando más juegos de ellos) que no estaban al tanto de la competencia... Moro al ver que no sabían ni un comino, fue amable en explicarles el juego que está de moda... Estuvieron así por más de 15 minutos.

-y de eso se trata, tendrás tus canciones épicas con escenarios increíbles, patearas el trasero de un pitufo azul y sobre todo, podrás competir sin olvidar que para los jugadores eres el oponente a vencer y créeme que muchos no lograrán superarte en el modo más difícil, además tus admiradores desean verte rapear a tí, uno de los íconos de los juegos indie- finalizó no sin antes inflar un poco el ego de cuphead.

En lo que iba de la conversación, mugman permanecía callado ya que no le interesaba participar, no sabe cantar y no quiere hacer el ridículo, a pesar de saber lo que quiere... Presiente que de todas formas será arrastrado por su hermano, esa tonta taza sin duda aceptará ser parte de ese proyecto.

Y no se equivocaba...

-aver si entendí... ¿Me estás ofreciendo trabajar en un juego donde voy a cantar contra jugadores siendo algo así como un "jefe" a vencer en un mod que estás creando? ¿Y que la recompensa va a ser fama y patear traseros de los retadores?- preguntó para ver si lo había entendido perfectamente.

-sí... Eso es correcto- respondió con simpleza.

Hubo un silencio algo dramático en el ambiente y cuando Moro pensaba en ofrecerle más cosas para que acepte, fue interrumpido por la taza imperativa y algo creída.

-viejo... ¡Claro que acepto! Pero con dos condiciones- dijo de inmediato antes de cerrar el trato.

En el fondo ya sospechaba que algo así iba a pasar, pero siendo muy precavido, estaba preparado con una fuerte suma de dinero, solo espera que no le salga demasiado caro... Aún debe tratar con cierto esqueleto que de seguro tampoco cobrará barato por sus servicios...

-¿cuáles son esas condiciones?- cuestionó algo preocupado.

Poniendo una cara muy pensativa, cup pensó muy bien qué iba a pedirle...

-en primer lugar quiero que me pagues 50000 de oro y si el juego es todo un éxito me darás otros 50000... Es lo justo porque quiero darle una vida mejor a mi abuelo y mi mugsy- sonrió como si hubiera hecho la mejor acción del día.

Mugman quién aún no se dió cuenta del vergonzoso apodo con el que le llamo su hermano, intento hacer que cuphead deje de decir cosas sin sentido.

-¡Hermano! No digas esas cosas, no puedes exigir esa cantidad de monedas si ni siquiera empezaste a trabajar... ¡no seas exagerado!- reprendió enojado y sintiendo que debía corregir a su tonto hermano, se giró y miró con algo de pena al humano -lamento los problemas que cuphead está ocasionando- se disculpó.

Esto le pareció bastante gracioso para Moro, lo que ambas tazas no saben es que tiene muchas monedas gracias a sus horas jugando diferentes juegos y recaudó lo suficiente... Pero esto no lo tenían que saber...

-oh... Vamos mugsy... El dinero nos vendrá bien para comprar cosas y llevar al abuelo a unas merecidas vacaciones... Además está garantizado que si yo participo, el juego será un rotundo éxito- alardeó sin descaro alguno.

-¡Que no me llames así! ¿Y quién lo asegura?-

-pues es obvio hermanito... Los humanos me aman...- sonrió orgulloso de sus Miles de fanáticos.

-no estoy muy seguro de eso...- cuestionó mug algo dubitativo sobre la fama de su hermano.

Ya dejaron de ser "novedosos" con la llegada de más y más juegos...

-lo del dinero no tengo problema, de todos modos se les pagará por el trabajo... ¿Y cuál es la segunda condición?- preguntó Moro un poco apurado, aún tiene mucho que hacer.

La taza mayor pensó muy bien cuál iba a ser su segunda petición, ya tenía el dinero pero había algo más que quería.

-quiero que mugman trabaje conmigo, aunque sea en un cameo... Eso es todo-

El nombrado quedó boca abierto con lo que acababa de escuchar... ¿Cuphead lo necesitaba? No pudo evitar sentirse algo conmovido por sus palabras, a duras penas podía articular algo ya que se había congelado en su lugar sin apartar la mirada de su hermano.

Sabía que sería arrastrado de todos modos... Al menos si lo acompaña no estará preocupado por su irresponsable hermano...

-si eso es todo entonces ¿Es un trato?- cuestionó mientras le extendía su mano derecha con el propósito de sellar el acuerdo con un amistoso apretón de manos.

Sin decir nada más, cup aceptó y apretó devuelta aquel gesto... Ya tenía un trabajo y le emocionaba volver a la pantalla aunque sea en un juego de "canto"...

-¿Cuándo empezamos señor Moro?- necesitaba tiempo para contarle al abuelo de su nuevo empleo.

Responder a aquello era algo complicado, sobre todo porque faltaba alguien más para que participe del proyecto y en cuando la taza se entere... De seguro puede que rompa el trato.

-emmm... Nos falta alguien más...- susurró nervioso.

Ambas tazas no entendieron a cuál otro más necesitarían... Había muchos habitantes en la isla pero no sabían a quién exactamente estaba buscando su nuevo "jefe".

-¿Quién?- Preguntaron ambos.

Moro está seguro de que se va a arrepentir si lo revela... Pero no podía retrasarse más...

-¿Pueden guiarme hasta el casino del diablo?- fue lo único que respondió.

Después de una larga y ardua charla sobre el porqué necesitaba ir a ese lugar, cuphead aún en contra, aceptó llevarlo personalmente, mugman quería negarse a acompañarlos pero no podía dejar a su hermano solo...

Y sí... Todos ellos estaban en camino hacia el casino...

-no comprendo qué quiere hacer con ese sucio tramposo, no creo que quieras poner tu alma en el contrato ¿No?- cuestionó cuphead algo irritado.

Y no era para menos, odiaba volver a ese lugar por las cosas que le sucedieron a su hermano y a él con ese tonto diablo... El lugar era bueno, en cambio el dueño era muy detestable, sobre todo por el calvario que le hacían pasar en la serie que grabaron, simplemente fastidioso.

-solo son negocios...- intentó explicarse sin resultado alguno.

Ambos hermanos iban muy molestos y Moro no sabía cómo aligerar el ambiente tenso que se había creado... ¿Tal vez algunas monedas de más lo haría más llevadero? No... Si hablamos de cuphead, el de seguro pediría más y más, mejor esperar a ver qué sucede... Tan absorto iba en sus pensamientos que no notó cuando ya estaban en frente del casino, tocaron a la puerta y fueron recibidos por el administrador y presentador King Dice.

-lamento informarles que el casino se encuentra cerrado por reparaciones y...- daba su explicación del porqué estaba cerrado el lugar, pero fue interrumpido por los "llamados" de uno que otro empleado.

¡jefeeeeee! No camine por el escenario, ya van 7 diablillos hundidos por la madera apolillada.

¡Señor! ¡Las vigas están por caerse!

¡Cuidado! Las tuberías han colapsado y el cableado está expuesto... ¡Sálvese quién pueda!

Y un sin fin de gritos se podían oír desde dentro del casino...

-como dije, estamos en reparaciones por un largo periodo, vuelva otro el próximo mes... o año- volvió a comunicar completamente avergonzado.

-solo vine a hablar con el diablo, es sobre negocios-

King Dice miró de pie a cabeza a ese extraño humano, restándole importancia lo dejó pasar junto al dúo de hermanos taza, no era su problema tratar con ellos, debía resolver otros asuntos. Los condujo por los largos pasillos hasta llegar a la oficina de su jefe, tocó suavemente la puerta y después de algunos intercambios de palabras, los dejó solos mientras se retiraba.

-¡Adelante!- se escuchó del otro lado de la puerta.

Entraron de inmediato y allí lo tenían, el diablo fumaba como chimenea mientras revisaba una pila muy larga de papeles...

-sean rápido que no tengo tiempo para seres inferiores, sigo vendiendo contratos a cambio de fichas para el casino por si es a eso a qué vinieron- informó rápidamente aún sin darse cuenta a quienes tenían delante suyo.

-¡vaya! La fama te llegó hasta el tope diablo- se burló cuphead por el inmenso trabajo que estaba realizando el rey del infierno.

La pluma que llevaba sobre su mano dejó de escribir en cuando reconoció aquella fastidiosa voz, en otro momento si no estuviera tan ocupado lo habría convertido en cenizas pero, su negocio no se levantaba solo, así que optó por ignorarlo.

-a tí tampoco te va bien por lo que veo, ¿ya pagaste por el jarrón que rompiste de tu abuelo?- devolvió la burla siendo está vez él quién reía con prepotencia.

Sus palabras tuvieron el efecto que quería... Ahora era esa arrogante taza el que moría de vergüenza... Moro, queriendo acabar de una vez por todas con el contrato, decidió seguir con su plan.

-el interesado soy yo... Vengo a hablar de negocios- se presentó frente al demonio.

El diablo lo vió de pie a cabeza, no le inspiraba confianza en lo más mínimo... ¿Qué beneficio monetario le podría dar un humano?

-no creo que tengas lo suficiente para un negocio...-

-pagaré por la reparación de su casino más la suma de 50000 de oro si aceptas trabar en un nuevo juego junto a los hermanos taza...- ofreció de inmediato.

Y sin mentir en absoluto, el interesado puso sobre el escritorio una fuerte cantidad de monedas, las suficientes para costear todo el casino y junto a la bolsa una hoja que era el contrato listo para firmar...

-¡hecho!- aceptó gustoso el diablo mientras firmaba sin pensarlo.

Negocios son negocios y ese dinero le vendría muy bien para levantar su casino y volver a tener aquellas almas en desgracia que venían por un "préstamo".

Tanto los hermanos tazas como el diablo tuvieron 20 minutos para que se despidieran y alistaran todo para ir a grabar junto a su equipo en su estudio...

-dejo todo en tus manos mientras termino este trabajo Dice, espero regresar y ver el casino funcionando... Y de paso apunta cuántos contratos más has recaudado en mi ausencia- susurró lo último para no levantar sospechas.

El cabeza de dado acató sus órdenes mientras regresaba a la oficina...

-no creas que no te mantendré vigilado diablo, mi abuelo y los demás se encargarán de King Dice si se le ocurre volver a hacer lo mismo- lo amenazó enseñándole su dedo anular que emanaba un brillo celeste.

El rey del Inframundo usó su tridente para apartar ese dedo que lo señalaba... Sin dejar de mostrar una retorcida sonrisa puntiaguda.

-¿Qué insinuas? Yo sólo hablo de negocios y por lo visto vamos a volver a trabajar junto, así que deja esa cara larga y concéntrate en que salga todo bien, así nos repartiremos las ganancias- se sintió completamente ofendido por las acusaciones de la taza.

Y ahí iban como siempre, discutiendo uno con el otro mientras mugman los seguía un poco más apartado, Moro no sabía si su paciencia sería suficiente para aguantarlos pero lo hecho, hecho está.

Una vez que dejó a todo su equipo de producción trabajando con el trío, decidió seguir con su viaje, esta vez creó otro portal... Y se aventuró en su siguiente misión.