¿Qué pasaría si?
Capítulo 8
— ¿qué haces Rye?
— Quédate quieto o voy a coser tu piel.
— Eres de gran ayuda, si no entro a Yale será tú culpa.
— Silencio Sammy, llevamos estudiando durante tres meses.
— Tres meses juntos — esboza una sonrisa
— Llevamos toda una vida juntos, tres meses de hablarnos.
— ¿Me vas a decir que estas haciendo en mi preciado suéter?
— Ya puedes ver, Rose me enseñó a bordar.
Él esboza una gran sonrisa al ver la S bordada en la manga de su suéter.
— Es una S de Sammy para que no me olvides cuando te vayas.
— No voy a olvidarme de ti Rye.
— Tal vez sí, vas a estar muy ocupado en clases y conquistando a todo el campus.
— Esto necesita un poco de música — se pone de pie y enciende una bocina que está en su mesa.
———————————
Sawyer
Coloco la música en aleatorio haciendo que Apologize de OneRublic comience a sonar en la habitación.
Vuelvo a sentarme en la cama en donde Rylee estaba revisando los libros y algunos apuntes.
— ¿Qué te hace crees qué iré en busca de alguien en la universidad?
— No se — se encoje de hombros — La abstinencia no es lo tuyo aunque últimamente lo has logrado ¿te llevo al medico?
Dice de manera burlona y toca mi frente verificando si tengo temperatura.
Coloco mis manos en su cintura haciendo que quede sobre mis piernas, ella cruza los brazos al rededor de mi nuca y sonríe.
— ¿Qué pasa?
— Te espero — digo sin despegar la mirada de sus labios
— ¿A mi? Pero si estoy aquí.
— Te espero, espero a que me quieras y después de eso hacer todas las cosas que pasan por mi cabeza desde la fiesta de tu cumpleaños.
— Tengo que irme — intenta alejarse pero mis manos siguen sujetándola
— No puedo hacer esto Sawyer, yo no te quiero.
— Bien Rye, puedes irte pero recuerda no vuelvas a entrar a mi mundo.
— No pensaba hacerlo.
Ella sale de la habitación y me quedo en esa misma posición un momento lanzo los libros a un lado y tomó las llaves de la motocicleta.
— Sawyer, mamá vuelve hoy ¿a donde vas? — dice Hannah
— Afuera — me limito a decir
— Pero lo prometiste, prometiste quedarte.
— No me molestes Hannah.
— ¡Jódete Sawyer! — me lanza una lámpara la cual por suerte paso a la par de mi cabeza
Tomo la motocicleta y me voy hasta un bar que queda a unos kilómetros de la playa.
— ¿Tienes edad para beber? — cuestiona la mesera
— Sí — me limito a decir
— Bien, ¿qué te sirvo?
— No se, lo que sea — ruedo los ojos
Me sirve varios vasos de diferentes bebidas y salgo del bar para ir a la playa con la esperanza de encontrar a poco gente en el lugar.
— ¡Sawyer! — dice Liam
— Liam — me limito a decir
Liam era mi amigo pero su voz en estos momentos me desesperaba o bueno en general todo sonido.
— No puedes conducir en ese estado.
— Ya lo hice — me encojo de hombros
— ¿Te llevo a casa?
— Hoy no Liam mejor ve a disfrutar de la playa.
Él lo duda un instante y se levanta, me quedo sentado en aquella banca viendo como el sol comienza a ocultarse.
— Hola — una castaña se sienta a la par mía — ¿Eres de aquí?
— Sí.
— ¿Te gustaría enseñarme el lugar?
— Tengo una idea mejor — esbozo una sonrisa
— Tengo una habitación en el hotel que esta cerca ¿quieres conocerla?
Ella se levanta y comienza a caminar, yo la sigo hasta la habitación en donde sin dudarlo comienzo a besarla.
Se sentía vacío, desabrido tal vez por causa del alcohol, me quita la camisa y yo hago lo mismo con ella.
La llevo hasta la cama en donde la dejo completamente desnuda, una gran sonrisa se forma en su rostro al ver como bajo mis pantalones y comienzo a penetrarla.
Los sonidos que salían de su boca era espantosos e incluso llegaban a dar miedo, tal vez no era su problema si no mío.
Buscaba a Rylee y ella no estaba.
— ¿Te quedas a dormir?
— No — ruedo los ojos y comienzo a vestirme
— ¡Eres un idiota!
— Mira cuanto me importa.
Salgo del lugar y busco mi motocicleta para poder irme a casa, al llegar veo las luces apagadas por lo cual decido entrar por la ventana.
— ¿Qué haces aquí Hannah?
— Resulta que ya no hablo mucho con Rylee y este es el único lugar seguro.
— Así que ya vinieron — me siento a la par de ella
— Hace dos horas — susurra con la voz cortada
Tenía lágrimas en sus ojos y no decía nada más solamente se quedó sentada en el mismo lugar.
— Toda tus cosas, nos vamos.
— ¿A donde?
— A un hotel, no vamos a quedarnos aquí.
Ella asiente y se levanta, busco una mochila y guardo algo de roja junto a las llaves del auto, me dirijo a la habitación de Hannah y nos vamos.
Llegamos a un hotel que quedaba cerca del instituto y tenía una gran vista, no solían ser buenos los días cuando mamá volvía de rehabilitación mucho menos cuando mi padre estaba presente.
— ¿Quieres ir a casa de Rylee? — pregunta Hannah
— Ve tú, es tu amiga no la mía.
— Pero igual tienes que ir a dejarme y a traer.
— No soy tu chófer, pide un taxi — ella rueda los ojos y se va a su habitación
Necesitaba descansar y dejar de pensar en el mundo un momento el problema es que solamente sucedía cuando estaba con Rylee.
¿Qué pasaría si toda mi vida pasó esperando por ella sabiendo que no regresara?
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