Nueva York
Capítulo 15
— ¿No dejamos nada? — pregunto mientras guardo las maletas
— Ya lo preguntaste tres veces Rye, no olvidamos nada — reniega Sawyer
— ¡Tengo que asegurarme!
— ¿Lista para estar dos días en la bella ciudad de Nueva York? — me toma de la cintura
— Ya quiero bailar en un lugar ambientado en los años veinte.
El viaje iba a ser diferente, no era una gran idea conducir por dos días hasta llegar a Nueva York, íbamos a regresar a California y tomaríamos un avión para poder irnos, aunque nuestro plan era nunca regresar.
— Rye... — murmura Sawyer
— ¿Qué sucede? — digo divertida sin quitar la vista del camino
— Hadley necesita nuestra ayuda, tienen problemas.
— ¿Problemas, Dan volvió a caer dentro de una alcantaria?
— Rye... las carreras no son lo que piensas.
— ¿Qué? — digo alarmada
— Te digo al llegar, estás conduciendo y puedes hacer que choquemos.
— ¿Me estas llamando mala conductora? — enarco la ceja
— Nunca diría eso Rye, solo digo que tienes un problema con acelerar cada vez más cuando estás molesta.
— No me quieres decir que sucede y yo también formo parte de eso.
— ¡Te lo voy a decir cuando lleguemos!
— Nunca me dices nada, siempre hay problemas y los ocultas de mi — reniego
— Porque no quiero que caigas por mi culpa.
Me quedo en silencio y solamente fijo mi atención en la carretera hasta llegar a casa, es de noche lo que significa que Had y Dan estarán en las carreras por lo cual me voy directamente al lugar.
— ¿No piensas hablarme? — reniega Sawyer
— ¿Piensas decirme qué sucede?
Bajo con molestia del auto hasta el punto en donde siempre estamos, ahí se encuentra Hadley dando vueltas con un bate en la mano y un casco en la otra.
— ¡Volvieron! — dice con alivio al vernos
— ¿Dónde está? — dice Sawyer
— La plataforma — le extiende el bate y Sawyer lo toma
— ¿Qué demonios sucede?
— Had...— dice Sawyer antes de comenzar a caminar entre la multitud
Intento seguirlo, pero Hadley me sostiene haciendo que solo lo vea desaparecer entre la multitud.
— ¡Dime que pasa! — levanto la voz
— ¡No hasta que te tranquilices!
— ¡Estoy tranquila!
— ¡Bien! — me suelta — Dan esta en problemas por negarse a trabajar para un sujeto, Sawyer igual, es lo único que puedo decir.
— Genial Hadley, tu respuesta no me sirve de nada.
Me doy la vuelta y comienzo a caminar hasta el auto de Sawyer a pesar de los gritos de Hadley.
— ¡Rylee! — escucho la voz de Sawyer a pesar de la música y el sonido de los motores
— ¡Vete al demonio!
Volteo a ver a Sawyer quien tiene el bate lleno de sangre, las heridas de su rostro vuelven a sangrar y Hadley está detrás cargando a Dan quien sangra.
— ¡Dan! — corro a sostenerlo
— Debemos llevarlo al hospital — dice Hadley entre lágrimas
— Yo los llevo, ¿dónde está tu auto?
— Pueden irse en el mío — murmura Sawyer
— Toma — le doy las llaves — Vete al demonio en tu auto.
Hadley me da las llaves y buscamos su auto, conduzco mientras Hadley habla con Dan entre lágrimas.
— No vas a morir, no me puedes dejar.
— Aún así no te dejaría... — dice de manera débil
— ¡No vas a morir! — reniego — Hoy no...
Me estacionó frente a la puerta del hospital, Hadley baja a Dan mientras las enfermeras le ayudan a subir a una camilla.
— Gracias Rye — murmura Hadley
— Vendré a verlos mañana, tengo que ir a casa.
— Claro, llévate el auto y úsalo para lo que necesites.
Ella se aleja del auto y entra al hospital, conduzco hasta mi casa la cual está a oscuras, Rose debe estar durmiendo y decido no despertarla así que me quedo esperando sentada en el césped un momento hasta que veo a Sawyer salir de la casa de enfrente.
— ¿Sawyer? — pregunto confundida
— ¿Qué? — rueda los ojos mientras se acerca a mi
— Olvídalo — tomo las llaves del auto y vuelvo a subir
— ¡Rylee! — levanta la voz
— ¡Deja de gritarme!
— ¡Detén el auto! — grita antes de que acelere
Comienzo acelerar hasta alejarme de Sawyer, aceleró cada vez más sin importar absolutamente nada, los secretos de Sawyer, las peleas, las mentiras, todo aturde mi cabeza hasta que veo las luces del auto de Sawyer detrás mía.
— Maldición — murmuro entre dientes acelerando cada vez más
Tal vez no era buena idea ir en una persecución, con varias ideas en la cabeza, en una carretera resbalosa.
Tal vez nada era había sido bueno comenzado con comenzar una relación con Sawyer. Las luces de los autos me ciegan haciendo que pierda el control chocando contra un camión el cual estaba estacionado en una esquina.
Mi cuerpo duele, las luces del lugar iluminando todo el lugar, las partes del auto encerrando mi cuerpo mientras la música del auto sigue sonando.
— ¡Rylee! — escucho la voz de Sawyer
Si no muero en este momento, Hadley seguro me matará por haber dañado su auto.
Veo a mi alrededor, intento salir del auto, pero es imposible, el olor a la gasolina y mi brazo se encuentra lleno de sangre y no puedo ni imaginar como debe estar mi rostro.
— Sawyer... — digo al ver los mechones de cabello rubio cuando llega la ambulancia
— Rye... prometo no volver a gritar nunca — dice mientras pasa sus dedos por mi rostro, sus ojos están llenos de lagrimas y su rostro sigue lastimado
— Yo... no quiero más esto.
Me atrevo a decir, aunque me costará respirar, finalmente logran sacarme del auto y me suben a una camilla hasta llevarme dentro de la ambulancia.
— ¿Tiene a alguien a quien le debamos avisar?
— Mi teléfono está en mi pantalón, llamen a Rose...
Siento cada movimiento de la ambulancia y las voces a mi alrededor, todo duele, todo se vuelve como una broma del destino.
Tal vez nunca iríamos a Nueva York, ni a Argentina, tal vez sólo quedarían como sueños sin cumplir que un día recordaré con lástima.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro