Capítulo 3

Abrazo mi almohada soltando un suspiro al saber que tenía que levantarme, me doy la vuelta para encontrarme a Sawyer quien también abraza la almohada.

Estaba del otro lado de la cama y no tenía puesta la camisa por lo cual se notaba los músculos de su espalda los cuales se tensan al sentir mis movimientos en la cama.

— Rylee vuelve a dormir — murmura entre dientes

— Voy a traerte una pastilla vas a necesitarla — ruedo los ojos aunque no pueda verme

No responde pero estaba acostumbrada a las resacas de Sawyer, las veces en que llegaba ebrio y lo ayudaba para que no causará problemas aunque nunca decía nada más que me duele la cabeza vete.

Bajo con cuidado hasta la cocina para tomar un vaso de agua y la pastilla, subo nuevamente encontrando a Sawyer en la misma posición de antes.

— Toma — me acerco a él y dejo las cosas en la mesa de noche

— Gracias — murmura mientras levanta la mirada — Lindas piernas.

— Idiota.

Murmuro mientras intento alejarme de él, pero me toma del brazo jalandome hacia él.

— ¿Qué te sucede? — digo casi en un tartamudeo al percatarme de que estoy sobre él

— ¿Cómo me llamaste? — esboza una sonrisa

— Idiota...

Esboza una sonrisa y coloca su mano en mi cintura haciendo quede de respirar.

— Pero este idiota te hace temblar solo con un toque — dice en un susurró

— Sueltame — digo en un tartamudeando

— Puedes irte cuando quieras yo no te estoy deteniendo.

Me pongo de pie nuevamente y me voy a mi clóset para poder cambiarme, al salir Sawyer ya no se encontraba así que me lanzo nuevamente a la cama aunque tiene su olor aún.

Había sido un día tranquilo al menos pude descansar antes de comenzar clases otra vez.

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La alarma había sonado haciendo que me levante, me bañe y cambie, bajo para comer y no puedo estar más agradecida con Rose por haberme hecho panqueques.

— Adiós — me despido de ella y tomó mis cosas

— Sigues teniendo el mismo horario — dice Sawyer quien esta recostado en su auto con los lentes oscuros

— ¿Qué haces aquí?

— Vamos a ir al instituto y te dije que te iba a enseñar a conducir — me lanza las llaves y entra al auto

— ¿Quieres morir? — entró al auto y me coloco el cinturón

— Vivir esta muy sobre valorado — esboza una sonrisa — tienes que componer tus espejos ¿sabes hacerlo?

Haciendo con la cabeza y acomodó los espejos junto con el sillón.

— ¿Sabes como encender el auto?

— Sí se — sostengo con fuerza el volante al sentir el motor encendido

— Muy bien ahora tienes que pisar el freno, meter clutch a fondo y poner el carro en primera.

Yo asiento y lo hago, mis manos temblaban y se aferran al volante como si fuera a escapar.

— Ahora tienes que quitar el freno de mano quitar los pies de los pedales.

Lo hago con temor, mi vista se fija en Sawyer un momento que tiene una sonrisa tranquilizadora lo cual hace que vuelva a respirar con normalidad.

— Vas bien ahora tendrás que quitar el freno y luego el clutch lentamente ¿si?

Hago lo que dice y el auto comienza avanzar, vamos despacio mientras el me va indicando que hacer.

— Tienes que poner las intermitentes porque vas a cruzar — murmura ya que habíamos parado en un alto

— Ya no quiero hacer esto creo que voy a llorar.

— Si no lloras te compro un café, ya casi llegamos solo tienes que cruzar una vez más.

— Pero este lugar es más transitado.

— Ryle...

— Ya voy — murmuro mientras miro a los lados verificando que no venga auto y giro

Sigo recto hasta llegar a la entrada del instituto quedándome atrás de un auto.

— No me pidas estacionar porque no puedo.

— Tranquila ya fue mucho por una
clase — desabrocha su cinturón — Me toca estacionar.

Cambiamos de lugares y el con facilidad estaciona el auto.

— ¿Cómo lo hice? — esbozo una sonrisa al ver que mis manos dejaron de temblar

— Lo hiciste muy bien solo se te apago el carro dos veces y seguimos vivos ahora vamos, nos perdimos la primera clase.

Bajamos del auto y Sawyer pasa su brazo por mi hombro pero no hago nada para alejarlo me había confiado su auto lo menos que podía hacer es dejar que se recueste en mi.

— Nos vemos — comienza caminar por el pasillo

— ¡Gracias! — digo en un grito antes de entrar a clases

— Señorita Faith, llega tarde.

— Perdón es que vine conduciendo y era mi primera vez.

Se da la vuelta en una indicación de que entre, me siento junto a Hannah quien tenía un suéter con capucha negra.

— ¿Estas huyendo del FBI?

— No, quería darte una sorpresa — esboza una sonrisa

Baja la capucha de su suéter dejando ver su largo cabello negro haciendo que su piel se mire como si fuera porcelana y sus ojos azules resalten más.

— Me encanta creo que el rubio no dejaba ver todo tu potencial.

— No más rubia Hannah, nunca más — dice con una sonrisa

Las clases siguen con normalidad hasta que me topo a Sawyer en el pasillo quien estaba hablando con una castaña pero al verme pasar clava su vista en mi.

— ¿Vamos por el café? — corre hacia donde estoy

— ¿Acaso Sammy esta volviendo o por qué estás siendo amable? — me detengo y lo veo fijamente

— ¿En serio Sammy? Nunca me vuelvas a llamar así — rueda los ojos — solo quiero convivir con la niña que ha invadido mi vida durante años.

— Como digas Sammy, pero yo no pienso conducir.

— Que no me digas Sammy.

Sammy para mi era el lado tierno y amable de Sawyer debido que para mi cumpleaños me regalo un San bernardo de peluche el cual llame Sammy pero no tuvo mucho tiempo de vida.

Ese era Sammy la parte oculta de Sawyer en donde no era un completo idiota si no alguien que se preocupaba y te hacia pasar buenos momentos.

Caminamos hacia la salida en completo silencio y entro a su auto.

— ¿No ibas a salir con la castaña?

— No creí que los celos fueran algo tuyo.

— Ya quisieras — ruedo los ojos