Capítulo 4

— ¿Qué planeas Sawyer, hiciste una apuesta? — murmuro

Al llegar al café, habían varias personas muchas del instituto y la mayoría lo conocían a él.

— ¿De qué demonios dices Rye? — se acomoda en el asiento para verme

— ¿Por qué tu repentino interes por mi? O tu amabilidad.

— Dime ¿cuantas veces has visto que he jugando con alguien?

— ¿En serio? — levanto la ceja

— Mal ejemplo entiendo prometo que no juego a nada — levanta las manos
— Soy inocente hasta que demuestren lo contrario.

— ¿Y cómo demuestro lo contrario?

— Dándome una oportunidad.

— Obviamente te la daré — digo con sarcasmo — No me gustan tus juegos.

— Vamos Rylee déjame ser parte de ti y de tu vida.

— Ya eres parte de mi vida aunque nunca lo quise así — ruedo los ojos
— ¿A donde vas por las noche Sawyer?

— No pienso decirte eso.

— Entonces no puedes tener una oportunidad.

Me bajo del auto y me voy caminando no tenía ni una amistad con Sawyer además de estar llena de mentiras y secretos solía ser un sujeto poco agradable.

No me molestaba caminar era algo que solía hacer siempre para ir al instituto.

— Sube Rylee — murmura entre dientes mientras conduce a muy baja velocidad

— No quiero ser tu amiga Sawyer, no eres de mi agrado.

— No puedes saberlo si no me das una oportunidad ahora sube ya — dice en tono severo

Subo al auto con algo de temor y el comienza a conducir, acelara un poco más aprovechando que la carretera está vacía.

— ¡Sawyer un auto! — grito mientras me sujeto de la puerta y él se ríe

— Confía en mi yo se lo que hago.

— ¿Cómo casi chocar va a ser algo divertido? Eres un demente.

— Pronto no dirás eso Rylee yo no quiero ser tu amigo, quiero que tu seas parte de mi.

— ¿Quieres qué te venda mis órganos?

— Eres imposible — rueda los ojos

Seguimos en silencio hasta que me deja en casa nuevamente.

— Vengo por ti mañana para nuestra segunda lección — esboza una sonrisa

— Creo que lo mío no es esto de conducir.

— No puedes saberlo si no lo intentas bien.

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El último mes se había vuelto una rutina, Sawyer venía a traerme yo me llevaba su auto el cual ya sabía conducir a la perfección y después me venía a dejar a mi casa.

— Algún día quiero hacer eso — murmuró mientras como una palomita de maíz

— ¿Qué tu auto se arruine? — pregunta Sawyer

— No tonto, bailar en un bar cantando Bennie and the Jets.

— Podemos hacerlo pero hoy no ya tengo que irme — se pone de pie

— ¿A donde vas señor misterio?

— Te dije que no hablamos de eso — esboza una sonrisa y se va

Le pido prestado el auto a Rose para poder seguir a Sawyer y finalmente saber que hace los fines de semana por las noches.

Iba en su motocicleta como de costumbre por cual iba muy rapido tanto que tenia miedo que llegara a caerse o chocar con un auto.

Se detiene en un callejon que da a una plaza abandonada en donde hay un arco, todas las personas están amontonadas viendo los maravillosos autos y motocicletas. Todos se miraban muy libres y regalados su forma de vestir ayudaba a reflejar eso.

Sawyer se detiene a hablar con una pelirroja y un pelinegro quienes visten de manera similar con una chaqueta negra, botas negras y él una camisa blanca mientras ella usaba un top blanco.

— ¿Eres nueva? — se acerca a mi un pelirrojo y asiento a su pregunta
— Deberías estacionar tu auto en otro lugar o te van a sacar a patas.

— Gracias — esbozo una sonrisa

— No hay de que me llamo Kane — me extiende la mano

— Rylee.

Era un sujeto agradable y no daba miedo como algunos de los que se encontraban aquí.

Estacionó el auto en otro lugar lejos de todos y me intento de esconder entre las personas.

Sawyer estaba en su motocicleta junto al pelinegro y a otros quienes se colocan en la línea de salida, este era el secreto de Sawyer él competía.

Mi emoción y temor al verlo desaparecen entre esas calles oscuras a toda velocidad me hace salir corriendo entre las personas para presenciar todo desde primera fila para ver su llegada.

No fue muy tardado y en eso otros se posicionan para competir también, la motocicleta de Sawyer llega antes que todos y fija su vista en mi.

— ¿Así qué dora la exploradora encontró lo qué buscaba? — dice con molestia

— Así que compites.

— Sí y tú no deberías estar aquí.

— Auiero intentarlo — digo en forma de súplica

— No puedo dejarte hacer eso acabas de aprender a conducir.

— Llevo un mes ¿qué mejor manera de seguir aprendiendo?

Toma mi mano y me lleva hacia donde está la pelirroja quien besa al pelinegro.

— Hadley, Dante les presento a Rylee.

— ¿Qué hace rosita fresita aquí? — murmura Hadley

Genial primero Dora y ahora rosita fresita.

— Más cuidado Had, estas hablando de mi novia — dice Sawyer

¿Cuando demonios dije qué quería algo con Sammy?

— No traje mi auto así que quería saber si nos prestas el tuyo — esboza una sonrisa

— Ni muerta — se limia

— Compite con mi auto — Dante me lanza las llaves — Si Sawyer confía en ti debe ser por algo.

— Peometo no destruir tu auto — digo con una sonrisa en el rostro

— Bien, te explicaré todo.

Sawyer me dijo las especificaciones, no habían reglas más que el primero en llegar gana todo el dinero eran grandes apuestas por lo cual si costaría algo más que mi orgullo si llego a perder.

— Por favor si no te sientes lista no lo hagas, lo que apostamos no es ni la mitad de lo que gane así que no te preocupes por eso — murmura Sawyer quien esta recostado en la ventana del auto

— Sammy.

— Rye.

— No soy tu maldita novia así que no vuelvas a repetirlo.

Esbozo una sonrisa al igual que él y me dirijo a la línea de salida, seguía sin saber si conducir era lo mío o no pero llego la hora de averiguarlo.

La bandera cae al suelo y todos salen antes que yo pero logro alcanzarlos dejo a tres de tras mio dejando a dos delante.

Los autos pasaban lo cual lo hacía más complicado, aceleró cada vez más dejando al otro auto y cuando estoy por alcanzar al primero observo a Sawyer en su motocicleta cuidándome de lejos, siguiendo mi paso.

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Amo ver el comienzo de Rylee.

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