6: Flashback De Vietnam (literal) y Washington en drogas.
(está madre tiene +2000 palabras)
La oscuridad.
Siempre me ha molestado la oscuridad. No le tengo miedo, pero si inquietud. Todo lo malo ocurre en la oscuridad.
Era el otoño del 2008, después de 8 horas, nuestro grupo de 50 hombres logró llegar a las carpas provisionales que usábamos como "base"
Los grupos pakistanies son duros. Ellos sí sabe ln usar metralletas.
De lo único de lo que me arrepiento de esta batalla es que mi amigo Lafayette, y uno de los mejores soldados, fué herido en la pierna.
Coloqué su brazo encima de mis hombros para proporcionarle apoyo. Estaba exhausto; Lucía débil y mareado. Tardó más de una hora en darse cuenta que durante uno de los enfrentamientos un loco le disparó en la pierna. Con toda la adrenalina no lo sintió, pero después de ello, casi se desvanece por la falta de sangre.
Al llegar a una carpa, lo posicioné de forma adecuada en una cama.
-lento, Laf.- le susurré.
-je suis désolé, mon ami.- su respiración era cortante en causa de su dolor. -debí protegerme mejor en el campo.- colocó su robusta mano en la entrada de la herida y presionó fuertemente para parar el sangrado.
Han pasado 25 días desde que los hogareños locales dejaron de ofrecernos provisiones. Las reservas se acabaron. Y Hamilton dió la orden de comer nuestros caballos.
Cada vez que le doy un trozo a mi comida me dan ganas de vomitar y llorar. Me estoy comiendo a mis ponys.
"Nunca más como charqui" le dije al francés para que riera. Al menos eso es lo único que me mantenía feliz esos días.
Nunca habíamos visto al general tan abatido. Nuestras esperanzas escasean en el mar de soldados heridos y hambrientos. Washington está en una presión incontrolable, sus iguales en EEUU le exigen combatir a los terroristas con sólo un tercio de nuestro poder actual y sin el armamento suficiente.
Esto es un hecho; nos superan en armamento, hombres y planes. Pero al menos sabemos que el general está capacitado para guiarnos.
Hubo atrasos gracias a la falta de comida, pero si todo va bien, esta semana me dispongo a infiltrarme en la base del enemigo.
-Mulligan, eres uno de los mejores espías y...- Washington balbuceó
-me escogiste porque soy negro, verdad?-
-...si.-
En otro caso, Lafayette se disponía a partir a la embajada de Francia para pedir ayuda militar como aliado de EEUU, pero luego se su disparo, decidió quedarse junto a Hamilton y Laurens a escribir los tratos y faltas de derechos que sufrían las mujeres y niños pakistanies. Laurens como soldado de la ONU, estaba obligado a luchar por ello.
Estamos a jueves... Y tengo que marchar hacia el enemigo. Todos mis compañeros se reunieron para despedirse. Lo más difícil fué separarme del Set y... Washington.
Me alejaba de las carpas lentamente. Las dunas escondían mis huellas y el sol, aunque era invierno, abrasaba mis hombros con el calor. No quería mirar hacia atrás, sé que me romperá el corazón. Me destrozaría.
Bueno, fué en vano luego de escuchar con gritos abrumadores de cierto francés se quebrantaban al salir de sus labios.
Y gritaba mi nombre.
-HÉRCULES!-
- HÉRCULES NON!-
- HÉRCULES-
-HERC-ules, hey!-
-Hércules.-
Comencé a dudar de mi recuerdo.
La oscuridad que consumía mi entorno se convirtió en pequeños puntos de luz y la pesadez de mi cuerpo volvía a mí.
De forma lenta, muy lenta, traté de abrir los ojos. "Ugh, demasiada... Luz." Fué lo único que logré procesar por mi mente.
Al abrir los ojos, lo primero que divisé fué a Lafayette. Estaba parado al lado mío, y sus manos acariciaban todo mi brazo, provocando una sensación eléctrica que me despertaba aún más.... Su mirada era distante y nostálgica.
Antes de enfocarme únicamente en el francés decidí echarle un ojo a la sala donde estaba;
Ok, por el equipo médico y las paredes blancas, asumo que estamos en un hospital (posiblemente uno militar) lo cual no me agrada en absoluto.
Y lo peor, fué que al ver por la ventana, ví... Nada. Todo oscuro. Cero. Ni una nube.
Entonces, son más de las 12pm. Y significa que eh estado más de 12 horas inconsciente.
Decidí no deprimirme más con mi suerte y me dirigí a Lafayette. Su rostro está bastante pálido y sus labios no tienen el color normal.... también su ropa está deslineada, algo bastante inusual, y su moño no estaba tan pulcro como siempre, no. Estaba muy desordenado y varios rizos se escapaban de la melena tomada.
Y su mirada...
Oh, su mirada...
Sus mejillas ardían y sus ojos deslumbraban gotas de cristal.
-Her..Hércules... Despierta.- su voz casi inaudible. Estaba muy triste.
Y como su amigo, mi trabajo es hacerle sentirse mejor (aunque estuviese agonizando en esta cama de hospital)
Entonces, aglomere todas mis escasas fuerzas y con mi voz sarcástica abrí los ojos.
-nooooo... Déjame sólo 5 minutos más Laaaf...!- decir eso casi me hace lamentarlo; mis pulmones ardieron en el segundo que hablé. Pero valió la pena al ver el rostro de Gilbert se iluminó de una forma indescriptible.
-HÉRCULES!- gritó con un acento Francés más marcado de lo normal, (cuando está alterado no puede controlar su acento) y soltó su mano de mi brazo para abrazarme.
-Dios! Estaba tan preocupado, Hércules!- su cuerpo ahora estaba muchísimo más tranquilo y su grito era más de alivio que de advertencia.
Aún sentía demasiado dolor, por lo que decidí cerrar los ojos y susurrar.
-Gilbert, Qué me pasó? No... No recuerdo nada. Y siento como si alguien me hubiera disparado con un lanzamisiles.- comencé a toser.
Y Dios, cada célula de mi cuerpo se retorció del dolor.
Al parecer Lafayette se dió cuenta, porque oí cómo su respiración de cortó y se abalanzó hacia mí tratando de que respirara.
-Mon Ami, créeme cuando te digo que sentí terror al verte así. Suficiente terror como para llamar a King y hablarle al respecto.-
Traté de hablar, pero volví a toser, el francés me tomó más fuerte mientras hablaba.
-No parabas de sangrar Herc. Te colocaron varías transfusiones. Estuviste peor que los otros y de verdad tenía miedo de volver a perderte Mulligan, no sé si podría aguantarlo otra v--!
Cubrí su boca.
Sentí sus cálidas lágrimas.
Al principio su voz era suave, pero mientras hablada, comenzó a hiperventilarse y estaba temblando.
-Gilbert Du Motier de Lafayette. Te prometí que eso No iba a pasarme otra vez.- tomé aire. -Esto es muchísimo más suave que el infierno que pasé allá. Voy a estar bien, me entiendes?-
Dejando el dolor de un lado, abrí mis ojos para presenciar un espectáculo divino.
Mi mano aún estaba en el rostro de Lafayette, pero ahora estaba colocada en su mejilla. A Laf no le molestó e incluso colocó su delicada mano donde la mía.
Sus ojos almendrados estaban cerrados y una pequeña sonrisa cubría su tristeza. Lentamente acentía con la cabeza.
Mis ojos exclamaron en sorpresa.
... Algo...
Algo dentro de mí cambió.
Ya habíamos pasado por esto varías veces. Y Miles de estas siempre estaba al borde de pasar al otro mundo, pero justo esta ocasión parecía diferente.
Bueno, es la primera vez que me ocurre como alguien "civil", pero eso debería importar?
Creo que sí.
Si importa.
Porque antes, en el campo de batalla, Gilbert me cubría y cuidaba porque es su obligación cuidar de sus soldados, es la obligación de todos.
Pero acá... No. Él está acá porque quiere. Está conmigo porque le importo, ya lo sabía, pero nunca lo había demostrado con tal gran acto.
Está acá porque me estima. Y yo le dejo porque le estimo.
Ahora siento que él siempre estará para mí y que podré confiar plenamente en este maravilloso francés.
-Concuerdo, Hércules- susurró mi acompañante y sus ojos brillantes me volvieron a ver con calidez y tranquilidad.
Siento algo... en el estómago.
Pero fué interrumpido por una puerta.
-MIS CHICOS!- Una voz familiar gritó de una manera no tan familiar al entrar a la sala.
Laf se apartó rápidamente de mi camilla.
-Monsieur Washington...?- preguntó el francés al ver a nuestro general gritando, y muuuy volado.
Hey, pero no con la connotación drogadicta, sino que más bien estaba muuuy volado con... Medicinas de hospital.
-Mis chicooooos! Los extrrrañe tan...to!- MUY. Volado. Y llendo a la velocidad de la luz en una silla de ruedas.
Me reí internamente, la verdad.
Después de unos minutos de Washington dando vueltas por la habitación, escuchamos otros gritos. (No saben que un hospital es silencioso, o qué?)
-General! No puede correr por los pasillos así!- una voz latina y una chaqueta verde acompañaron el grito. y Alex (junto a John, que igual había venido, pero no gritando) tomaron la silla del general.
Laurens se volteó hacia nosotros.
-Hey Laf! ¿Qué haces aquíaaAAAAH!?!- Chilló mi amigo.
-John, ¿por qué gritas?- preguntó confundido Alex.
-HÉRCULES! HÉRCULES MULLIGAN!!- me apuntó -DE-DESPIERTO!-
-¿Cómo queEEEEHERCULES!?!-
ok, si no fuera porque estoy postrado en una camilla, ahora estaría riendo a carcajadas en el suelo.
-Tam...tampoco es para tanto chicos- dije algo nervioso -Sólo me quedé inconsciente medio día.-
Todos quedaron en silencio.
-um- prosiguió Laurens. -medio... día? Así lo sentiste?-
colocó su mano en mi hombro -o sólo lo estás adivinando?-
No lo pensé mucho. -...De qué hablan?-
Junto con una respuesta, unos delicados y finos dedos me acariciaron mi cabello. Esto me hizo saltar en sorpresa y placer.
-Mon Ami, has estado 5 días así.-
Oh no.
Oooh no
Ooooooh -mierda.- fué lo único que dije.
Esto es grave. No, no porque estuve en un mini coma, es porque los soldados, los nuevos, son muy desordenados. Y normalmente cuando un oficial o alto mando queda herido en batalla ellos quedan cuidando el lugar.
Y juro por por mis bandanas que si alguno me "desordenó" algo, lo hago pedacitos.
Miré a Lafayette con preocupación
-¿Qué me pasó?-
Pasaron la siguiente hora explicándome todo lo ocurrido.
Hay más afectados (por eso Washington está así), lo del posible complot, el café, y que casi muero 2 veces por hemorragias internas.
Ya saben, lo típico.
Luego de la info general, me entretuvieron con posibles teorías, historias tontas o con anécdotas divertidas de Washington (el efecto de las drogas había bajado).
Normalmente a estas horas de la noche no es posible tener visitas, ¿Pero quién le va a decir eso a 4 hombres fornidos y militares con ganas de ver a uno de los suyos? Yo tampoco lo haría.
Los chicos se quedaron conmigo hasta las 4am, luego gradualmente se fueron a hacer sus quehaceres o dormir. Al final sólo quedó el francés.
-Te extrañamos, Herc.- susurró Lafayette, esto hizo que mi estómago se retorcida de forma extraña.
-hasta cuando me quedaré en este lugar?- pregunté con el mismo tono.
-otros 4 días y 1 mes de vigilancia- dijo -si todo va bien.-
Luego hizo algo que no quería que hiciese...
Observó su reloj.
-Oh mon Dieu! Mira la hora!- exclamó Laf, falseando una sonrisa.
-Ve Sir Lancelot, tu mesa redonda te necesita!-
-haha! Qué gracioso Mon Ami -
Recogió sus cosas. Y se volteó a mirarme.
-la enfermera me pidió que cuándo se fuera la última visita que apagase la luz, así que voy a--
-No.- dije cortante, sin pensar.
-Mon ami, es para que descan--
-No.-
-Herc, es necesario que--
-No!-
No me atreví a ver a Laf a los ojos. Sé que es algo muy infantil lo que estoy haciendo, pero tengo mis razones para hacerlo...
Pero al parecer, Lafayette se dió cuenta después de unos momentos.
-Oh, Herc- se acercó nuevamente -Es por eso, verdad?-
Vacilé un poco. -Tengi claro que es infantil, pero...-
-Non, Herc! Es muy válido. Está bien.- luego quedó en silencio.
Sus ojos almendrados quedaron fijos a los míos. Nunca me había percatado de todas las características de mi amigo, pero lo que me hizo querer explotar es cuando lentamente, muy lentamente, acarició el costado de mi rostro con la palma de su mano. Sin quitarme la vista ni un segundo.
Me... Me siento extraño.
-pero tengo la solución para esto!- exclamó con una sonrisa a la vez que se volteó para buscar algo en la mochila que llevaba consigo. Lo miré extrañado.
Un minuto después, colocó algo brillante en mis muñecas y mi cuello. Y eran varias.
Pulseras fluorescentes!!
-Lafayette! Ha! Cómo consigues esto?-
-Me las entregó George.- me respondió bastante relajado. Al parecer estaba feliz de haberme alegrado un poco.
-De verdad me tengo que ir Herc- me entregó un abrazo cálido. -Nos vemos mañana, sí?-
Asentí lentamente.
Apagó la luz y se fué.
Desde hace un tiempo me molesta la oscuridad, me perturba.
Me siento observado por el vacío. Miles de ojos de carbón observando cada paso mío.
Me siento así desde ...
...
No importa.
Al menos se que La voz de Laf y estás pulseritas brillantes me protegerán toda la noche. Si señor.
Lentamente cerré mis párpados y sentí sueño al recordar el tacto y perfume del francés.
No.
Eso está mal.
Qué... Qué me pasa?!
------------------------
Bueno, no es literal "literal" el Flashback porq es más bien Pakistani, pero bueno, va.
Qué ocurrió en ese día qué dejó con secuelas a Hércules, huh...?? Uuuuuuh~~
A lo largo de la historia me dignaré a contarlo. ;)
Dejé sus buenas referencias al musical (cómo siempre) espero que les guste! :3
-A.I.R.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro