-AAAAAAH-AGH!-

...Q-Qué?
Traté de abrir los ojos...
aún es muy temprano para levantarme.
-pero qué...?- susurré.

No coloqué la alarma tan temprano...no espera! No es una alarma, es un grito!
De quien podría-? Oh no.

LAF!

-MERDE! NO!-
podía escuchar su respiración acelerada desde mi cama, estaba hablando consigo mismo en francés y no pude entender nada.

-Laf?- pregunté desde mi habitación preparándome para salir de mi cama -Te encuentras bien??-
Cuándo iba a levantarme de la cama escuché pasos veloces que se acercaban hasta aquí, unos segundos después Lafayette estaba en frente mío con respiración cortada y con manos temblorosas. (Lafayette tiene nervios de acero, nunca tiembla)

-Hercules- sonó casi como un susurro desesperado, me sorprendió lo firme que estaba su voz y qué tan melódico sonaba.

Se abalanzó sobre mí y colocó sus manos en Los costados de mi rostro, acariciándolo suavemente. -Hercules... Oh dios.- me abrazó tan fuerte que ambos caímos a la cama que estaba detrás nuestro.

-estás bien?- volví a preguntar, aceptando el abrazo y acariciándolo suavemente.

-no me sueltes- desesperación recorría cada letra de esa oración, voz rápida y firme. -solo... No me sueltes, por favor- todo su cuerpo estaba temblando ligeramente.

-te lo suplico Hércules- repitió -no me sueltes-.

-Marqués...- le susurré en el oído, tratando de reconfortarlo -No te preocupes, no te soltaré.- lentamente le acaricié la espalda.

El resto lo recuerdo borroso;
traté de mantenme despierto para preguntarle qué le pasó, pero justo antes de hacerlo él comenzó a pasar sus delgados dedos por mi cabello... De forma consecutiva y suave recorrió toda mi cabeza.
Además se había acomodado mejor en nuestro abrazo, su calor corporal me protegía y su colonia extraña era de frutas y vainilla... Sentí mi alma dejando a mi cuerpo lentamente esa noche.

...
...
Ugh...
No...
Puedo respirar...

Mis ojos se abrieron como platos y agarré el cuchillo que estaba debajo de mi almohada (oigan, Sigo siendo un soldado con muchos enemigos, lo hago por precaución) pero al ver lo que me impedía respirar, solté el arma lo más rápido posible.

Lafayette estaba encima mío durmiendo plácidamente. "Oh" pensé "se quedó dormido al igual que yo".
Después se un par de minutos, decidí moverlo sólo un poco para que pudiese respirar y luego volver a dormir.

Pero el destino me quiere ver sufrir, y por ello hizo que Laf se acurrucara junto al lado mío, con su lenta respiración en mi cuello.
...
Esto es... Raro.
No incómodo, pero raro.
espera, Estoy bastante cómodo de está forma...
...
Bah, vuelvo a dormir.

Mulligan se despertó un par de horas después por el sonido de unas risitas
Ahora no había nada que lo estuviera sofocando "y Laf?" Se preguntó mientras abría los ojos.

-laffy...?- susurró aún dormido.
Lafayette que estaba a un costado de la habitación contemplando una imagen, saltó al escuchar el sobrenombre.

-...Herc?- el francés se acercó a un costado de la cama, aún con la imagen en sus manos.
-Buenos... días Laf!- el irlandés dijo con una gran sonrisa, tratando de se acomodarse mejor entre las sábanas.
-bonjour mon ami-

-oye! Que es lo que tienes en la mano?-

-O-Oh!- exclamó -es una imagen del Set en halloween-.

Mulligan lo recordaba muy bien;

hace cuatro años para Halloween, junto con Phillip, todo el Set Revolucionario se fué a pedir dulces (muy maduro de su parte).
decidieron disfrazarse de los caballeros de la mesa redonda.

Hamilton fué el Rey Arturo, Laurens de sir Galahad, Mulligan de Sir Perceval y Lafayette (obviamente) Sir Lancelot.
Lo más genial de la noche ocurrió en plena pedida de dulces;
un hombre de unos 40 años estaba tratando de robarse a una pequeña de 5 vestida de princesa. La pequeña gritaba y pedía a gritos que la ayudaran, que él no era su padre y que estaba perdida.

Lafayette sin pensarlo dos veces, persiguió al hombre y lo tacleó tan fuerte que después no opuso resistencia.
La niña estaba tan asombrada que de verdad pensó que un caballero de armadura brillante la rescató.
-Pequeña princesa,¿está bien?- preguntó Lafayette tomando su pequeña mano con delicadeza.
-si...- respondió tímidamente -Cual es tu nombre, señor caballero?-

Laf quedó pensativo un momento, no sabía que responder ¿Sólo le decía que se llamaba Lafayette o la pequeña pidió el nombre de su disfraz? Aún no entendía muy bien inglés...
-Mi nombre es Lancelot- dijo finalmente con orgullo.
Los ojos de la niña brillaron en alegría. ¡En realidad un caballero sí vino a rescatarla!
-Oh señor Lancelot! Muchas gracias!! Es mi héroe!- y lo abrazó felizmente.

En lo que quedaba noche Laf quedó con ya sonrisa boba estampada en su rostro y con pose victoriosa, pecho en alto.
Y el resto del squad durante los próximos 5 meses no lo pararon de molestar con "Lancelot", "oh gran caballero" o "Sir Lancelot, mi héroe". Quedó cómo chiste interno del grupo que rápidamente pasó por todo el cuartel. Al final Lafayette lo bautizaron oficialmente como "el Lancelot del Set Revolucionario".

El sastre se rió al recordar la anécdota, el francés se sentía tan orgulloso de ser un caballero.
-mmm... Desayuno?- preguntó con una gran sonrisa a su compañero.
-oui, desayuno!-

El desayuno fué tranquilo, Mulligan friendo unos huevos y tocino mientras que Lafayette hacía el café (negro sin azúcar para Herc, con leche y 5 cubos de azúcar para Laf), aunque el francés casi incendia la cocina tratando de enchufar la máquina de café, sobrevivieron al desayuno.

-Oye Herc- dijo el mayor sin levantar la mirada de su café.
-mhm?- respondió Hércules, lavando los platos.

-... gracias por no dejarme durmiendo en algún parque mientras estaba borracho- dijo encogiéndose aún más de hombros.

"Tierno" pensó Hércules.
-Está bien Laf! Además, así no tienes.que obligarme a salir de mi rutina de trabajo.- suspiró -Mira, hoy es sábado y tenía pensado volver al cuartel a seguir el trabajo, pero ya que estás aquí... Me voy a tomar el día libre y hacernos algo entretenido con el resto del grupo, ¿Te parece?- la sonrisa que apareció en Lafayette reflejaba pura felicidad.

-OUIIIIII- exclamó -SI! Gracias Herc!!- se levantó de su puesto e hizo un pequeño gesto de victoria, esto le sacó una gran carcajada al menor*.

-oh! Sacando otro tema aparte- dijo Lafayette aún emocionado -puedo usar el baño? Antes traté de buscarlo, pero me perdí en todo tu desorden- exclamó con pequeñas risitas.

-claro; está justo a mano derecha después de mi habitación, tiene un cartel que dice "baño" ¿Cómo no lo viste?-

-oops! Lo siento, y gracias!- y partió hacia el baño dejando solo a Hércules en la cocina.

El sastre aprovechó para limpiar los platos que dejó sin lavar la semana pasada (no va muy regularmente a su casa, por eso no tiene mascotas)

Justo al terminar, sonó el timbre de su apartamento.
-Quien será tan temprano..?- susurró Mulligan, algo escéptico.
Caminó lentamente hacia la puerta. Muy pocos sabían de su vivienda; el repartidor de pizzas (aunque no pidió ninguna pizza), su grupo de amigos, Washington, Jefferson, y...

-...Hugh?- dijo atónito al abrir la puerta.
Su hermano mayor llevaba un traje azul marino bastante caro con decoraciones negras y estaba elegante hasta la médula.

-Hércules!- gritó el Mulligan mayor dandole un gran abrazo, el menor se alejó para ver más detenidamente a su familiar; el mismo rostro cuadrado y ojos marrones de siempre,
Su cabello más rizado que el de él estaba ahora mejor arreglado desde la última vez, había ido más al gimnasio y se sacó los 4 piercings que tenía en la ceja, nariz y labio.

-hermano!- dijo Hércules de forma burlona -maduraste!-

-Eres un hijo de puta Hércules- le dió un pequeño golpe al hombro de su hermano -sabes que eso nunca a va pasar.-

-Eso lo tengo demasiado claro- Hércules se alejó un par de pasos de Hugh -por eso creo que volviste al negocio, no?- su voz ahora estaba más baja.

-Hércules...- suplicó el mayor -No seas así... Sabes que es la mejor forma de conseguir dinero en nuestro barrio.-

-Si claro- dijo Hércules, sarcasmo rebasando toda la frase -qué quieres, hermano?-

-Sé que odias que te lo diga, pero... - suspiró -te necesitamos. Después de 11 años... Te necesitamos de nuevo, hermano.-

La confusión y preocupación de Hércules iba en aumento. Qué causó tanto impacto para que su hermano lo llamase después de 11 años para volver al negocio de las armas?

-qué pasó?-

-Hay un nuevo cliente- dijo -muy importante. Y nuestro informador quedó envuelto en una pelea entre cárteles y... Ya no está en servicio-

Puso sus manos en los hombros de su hermano menor -Hércules, eres un espía, sabes que preguntas hacer y cómo llegar a los gustos de las personas... Quedar bien, ya sabes-

-... Te necesito en esta, hermano-

-y-yo...- se apartó de su hermano -no lo sé Hugh...-

-En serio?! Sabes que en la milicia no llegarás a ser nada!- gritó su el mayor.

-Hugh...-

-No les importas a tus superiores! Seguro que Washington no ha hablado contigo desde hace meses!-

-Hugh...-

-Y pueden que consigan un mejor sastre que--

-HUGH!- gritó Mulligan (menor), tratando de no golpear a su hermano.

-lo siento hermano es sólo que... Creo que te sacarías más partido volviendo al negocio...- contestó algo triste Hugh acercándose a Hércules y dándole un abrazo.

-Déjame pensarlo Hugh. No debo tomar esto a la ligera, ya lo sabes...-

-lo sé, con que lo pienses ya me basta!- dijo sonriendo el mayor.
-bueno, esta fué una reunión corta, me gustaría visitarte más seguido, pero eh estado sin parar estos días-

Hércules le abrió la puerta nuevamente -que te vaya bien en tus juntas, supongo- y abrazó a Hugh -que estés bien, grandullón-

-Tu también Hércules! Espero tu llamada!- y cerró la puerta.

-...-

-Herc, quién era él?-

A Mulligan casi le da un infarto al escuchar justo detrás suyo la voz francesa de Lafayette en un tono muy bajo.
-D-Dios Laf! Que...qué susto!-

-Quién era él, Hércules?- volvió a preguntar, su voz igual de baja y amenazante. "Oh no, me va a matar" pensó el irlandés.

-Era Hugh, uuuh.... Mi hermano mayor; Hugh Mulligan-
Hércules ya le había hablado de él (por su antigua vida, ya saben) pero nunca lo había visto en persona.

-Y para qué se dignó a hablarte?-

-No creo que debería decírtelo, Laf.- su voz ya casi era un susurro.

-Hércules- Lafayette tomó los hombros de Mulligan y lo acercó hacia el francés.

El menor no habló durante un par de minutos (esto ya estaba comenzando a preocupar a Lafayette)

Bueno, Lafayette ya había escuchado todo; no se quedó 10 minutos en el baño haciendo nada (duh).
Ya sabía lo que Hércules le iba a decir... Pero quería escucharlo de la voz de su amigo. Y ahora estaba verdaderamente preocupado de que Hércules se fuera.

Finalmente, Hércules habló -Tú sabes que cuando era joven... Me metí en un par de líos no del todo legales, no?- Lafayette asintió
-el barrio donde nos veíamos mi hermano y yo no era del todo...- trató de buscar una palabra adecuada -...bueno.-

-y comenzamos un pequeño negocio de ventas de armas. Cuándo me uni a la milicia pensé que mi hermano igualmente se iría a hacer algo mejor, pero al parecer siguió con el tema y ahora el negocio se extendió bastante.- miró fijamente a los ojos del francés -y necesita mi ayuda de nuevo.-

-dile que no-

-Laf, créeme no iré. No quiero meterme nuevamente en ese tipo de cosas, soy mejor que antes.- se alejó de su amigo con una cálida sonrisa. -le voy a decir que no.-
Y se alejó del francés para volver a la cocina y seguir ordenando lo que quedaba. Lafayette sólo se quedó parado en el mismo lugar.

-eso espero...- susurró tan suave que sólo él mismo pudo apenas escucharlo.

----------

(*El menor en estatura, aunque es mayor en edad que Lafayette por 5 años, (ahora Herc tiene 34 y Laf 29))

Históricamente, Mulligan si tenía un hermano mayor llamado Hugh, y quería agregarlo a la historia! Haciendo cosas malas, ya saben >:3

Bueno, este capítulo tiene más de 2000 palabras, así que me siento bastante realizada :)

-A.I.R.