2: Cómo causarle un infarto a tu amigo ft. Hamilton y Laurens
Mulligan POV
Después de moverme entre la multitud, logré llegar hasta una de las primeras filas. La pista de carreras es simple y algo mal cuidada; con la arena desértica llenando cada rincón y la madera algo descolocada, pero igualmente sigue manteniendo su figura elegante y hogareña.
Estaba controlando la pista asta que escuché galopes fuertes de varios equinos, al alzar la vista vió a 8 caballos de distintas razas en una carrera determinada, cinco bien atrás mientras que dos estaban tocando los talones al primer lugar, un pura sangre blanco.
Esto me sorprendió, pero no tanto como el jinete que estaba manipulando al equino.
Lafayette estaba inclinado hacia al frente aferrándose a las cuerdas del animal con fuerza, gritos de motivación salían de su boca mientras que su cabello oscuro y lleno de rizos caían bruscamente en su rostro lleno de sudor y determinación. Su polera de tirantes era ajustada por el torso, descubriendo sus fuertes brazos.
Maldita sea... No voy a mentir; el francés es atractivo.
Absorto en mis pensamientos (estaba tratando de averiguar cómo ser Francés subía el porcentaje del atractivo de un hombre.) Cuándo una mano se apoyó en mi hombro, haciéndome saltar ligeramente.
-¡oh, Hércules!, Gritó, lo siento mucho! Eaker me retó a una carrera... Y sabes que yo nunca digo que no a las competencias- dijo entre pequeñas risas y arrastrándome junto a él hacía los vestidores. Después de cinco minutos habíamos salido del recinto y nos disponíamos a subir en el auto de Laf hacia algún pub o discoteca.
Lafayette, aunque no lo diga, estaba resplandeciente; un chaleco largo marrón y un suéter ajustado lo hacían ver más alto de lo normal, jeans rotos y botas largas... Me causa gracia pensar que yo escogí su ropa y aún así me haya sorprendido con el resultado.
Luego de 20 minutos llegamos a un pub que nunca había visto; era al aire libre, temática tropical o veraniega, con mesas altas y varias luces brillantes colgadas. Al entrar tomamos asiento en una mesa bastante grande, esto me pareció extraño.
-uuuuh, Laf...- lo miré con rostro extrañado -solo somos dos y está mesa es muy grande ¿No lo crees?-
Él con una sonrisa gigante se giró -¡Mon ami, tienes toda la razón! Hay que cambiar eso de forma inmediata- pero se quedó en su sitio, y en vez de pararse e irnos a otra mesa, sólo movió su dedo en formas circulares
-date la vuelta, Herc-
Bastante confundido y atemorizado por Laf, decidí darme la vuelta... Y estoy seguro que podría haberme muerto por un infarto al ver lo que estaba a mis espaldas -AAAAH! MIERDA! QUE SUSTO- salté del asiento y casi caigo encima de la silla, y los hijos de puta se comenzaron a reír como focas.
-alex! John! Que hacen acá?!?!-
-ooooooh Dios herc! Hubieras mirado tu cara! Jaja!- en este punto Alexander ya estaba de rodillas en el suelo tratando de respirar, y John algo similar.
Traté de retomar mi compostura y comenzar un interrogatorio -Que mierda chicos?! Alex, tú estás en DC con Washington. Y Laurens, tu estás en AFRICA.- grité bastante -Q-qué pasó?!-
Una carcajada explotó detrás mío y al voltearme Laf estaba mirando cosas francesas e intentando respirar -oooooh Mon ami-ha!! Hoy en la tarde traté de decírtelo, pero huhuhu- con tanto estrés que tenías, decidí dejarlo en secreto- se acercó y me dió un pequeño abrazo -creí que te gustará está pequeña sorpresa-
-Tú- apunté a Lafayette -El Lancelot del Set, y ustedes- apunté a Alex y John -Son unos hijos de puta, y los quiero.- los chicos comenzaron a reír.
-ha, literal- murmuró Alex con su mirada perdida en el cosmos (?)
Después de un par más de bromas festejamos el resto de la noche en el pub, Laurens hablando sobre los esclavos que liberó en Nueva Guinea y Alex sobre casi mata al ministro que insultó al general Washington, ya saben, lo típico.
Ah claro, también TODOS se pasaron de copas (o botellas, si mal no recuerdo) Alexander no podía ni pararse y Lafayette estaba cantando el abecedario en francés. El único con el que podía entablar una conversación coherente era con Laurens.
-Oye amigo,¿Qué ha pasado en estos 3 meses en mi ausencia? - Laurens me preguntó con una cálida sonrisa.
Él es el único con el que puedo ser sincero, fué mi primer amigo en el cuartel y por ello siempre será el más querido.
-Bastante bien creo; Jefferson sigue en Francia, lo cual significa más noches sin interrupciones para mí- solté una pequeña carcajada -Laf está tratando de Negociar con el General King para poder tener algunas libertades en la base-
-General King?-
-Si- respondí -El Supervisor De nuestra base.- Laurens estaba aún más confundido -Es un maldito bastardo, está dejando a Washington entre la espada y la pared... Nos da impuestos casi imposibles de pagar con el dinero que nos presta el estado, es casi tiranía.-
-Ah!- se le prendió la bombilla a mi amigo -El británico!-
-...si, el británico...- caí derrotado. mis intentos de hacerle comprender quien era el general George "King" Guillermo Federico, tirano militar y loco de mucho cuidado, fueron superados por "es el británico"....bien.
-um bueno...- de repente, John habló con voz más baja y aguda -y cómo está Alex?-
-Bien creo... Mucho trabajo igual que siempre, ¡Oh! Eliza y él terminaron en buenas migas luego del divorcio ¡incluso ahora son amigos!- el rostro de Laurens reflejaba sorpresa -Ahora sólo deben de ver cómo repartir a los niños.
-Ooooooh que genial- ambos giramos la cabeza para ver a un Alexander en el suelo dando vueltas con una botella de cerveza cantando "pluma gay" -me alegro por Alex-
-...-
-...-
-los llevamos sus casas antes de que vomiten en el suelo?-
-ok!-
20 minutos después y ya estaba conduciendo hacia la casa de Laurens, ya habíamos dejado a Alex en su casa (estaba a sólo unas cuadras del pub) y luego hacia la mansión de Lafayette.
-aquí es mi parada Herc!- exclamó Laurens -Fué bueno volver a verlos chicos! Nos vemos mañana en el cuartel!!- nos despidió desde la puerta de su casa y luego entró. Al ver que ya estaba seguro, me dispuse a seguir conduciendo.
-Laaaaaf ¿Sigues vivo?- pregunté. No lo había escuchado desde que salimos del club.
-tant... de beauté- susurró mirándome a los ojos, ¿Aún estará tan borracho? ¿Después de vomitar dos veces en mi auto? Desgraciado francés.
-¿Disculpa?-
- ugh-OH! Herc! Um...- Laf desvío rápidamente su mirada y se fijó en su mochila, buscando algo.
-, um-creo que se me olvidaron las llaves de mi casa-eso, si eso....-
-Gilbert!-
-Woah!- Laf saltó un poco en su asiento. Yo solo digo su verdadero nombre cuando estoy enojado, y él acababa de dejar la llaves de su (literal) mansión dentro de la misma estando bajo la influencia del alcohol.
-Serás....- inhalé ondo -sabes qué? Te quedas en mi casa esta noche, no quiero que duermas en algún parque desolado hoy-
-Mon ami--
-ya está decidido, y no quiero argumentar con un borracho francés-
Llegar al departamento fué un desafío bastante cómico, pero después de que Laf se me cayera dos veces seguidas, logré entrarlo a la casa.
Lafayette no es tan pesado como creía, por su gran estatura y cuerpo esbelto uno cree que sería difícil llevarlo...pero se siente tan bien tenerlo cerca de mí, tan Pacífico y tranquilo... eh-! Hércules,presta atención!
-Dónde te coloco ahora, amigo?- murmuré para mí mismo mientras pensaba.
Ummmmm
Mi cama...? No, después de enojaría conmigo por dale más privilegios (aunque se los merece).
El sofá! Será suficiente por una noche, y con las sábanas más peludas que tenga será suficiente.
Me dispuse a bajar a Gilbert cuidadosamente, colocando su cabeza en una almohada y haciendo contacto con sus rulos castaños.
-Son tan...suaves...- me acerqué un poco a ellos. No tengo idea qué shampoo usa, pero su cabello olía fuertemente a vainilla.
...
...
...
-N-No te quedes dormido!!- me grité internamente, al menos necesito llegar a mi cama.
Acomodando mantas y sábanas sobre su cuerpo, di media vuelta hacia mi habitación.
-Buenas noches, mon ami- susurré antes de cerrar mi puerta.
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Mis amigas leyeron esto, y se murieron lol
-A.I.R.
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