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Park Mina tenía a Jimin del cuello. El chico había dejado de poner resistencia hace un par de segundos.

Ella estaba furiosa, quería matar a Jimin, aún si después Cha la mataba a ella, no le importaba.

Sin embargo, un fuerte golpe dió en la cabeza de la mujer. Dejándola inconsciente al segundo.

- ¡Jimin! - Yoongi se acercó a su chico y noto lo rojizo que el cuello de este estaba.

Min estaba aterrorizado.

- Por favor amor... N-o... - Decía Min mientras intentaba darle oxígeno - No me hagas esto Jimin, no por favor - Pedía el mayor.

Sin embargo, Jimin no reaccionaba. El chico parecía no querer despertar, Yoongi se quería morir, su pequeño, su lindo Minnie, su amado y lindo Jiminie. Él no podía dejarlo, no así.

Min Sollozaba sobre el pecho de Jimin, le rogaba que regresará a él. Su corazón estaba destrozado, si tan solo hubiese llegado un poco antes, si tan solo no se hubiese detenido a darle un golpe en el rostro a Cha cuando lo tuvo de frente y esposado. Todo habría sido diferente.

~ Unos minutos antes ~

- ¿Están seguros que es aquí? - Pregunto Yoongi al detective Kang.

- Hace muchos años. Un hombre secuestró a un chico y lo trajo hasta aquí, en esta casa, según cuenta la historia, está casa que limita la frontera entre Corea del Sur y Corea del Norte, había quedado prohibida después ese secuestro de dos chicos en estado. Cha te envío justo está dirección y sabemos dónde tienen a Jimin.

- ¿Dónde?, Claramente se ve que ese lugar está vacío, no tiene nada, se está cayendo a pedazos - Decía Min al borde de la desesperación.

- Jefe, se emiten movimientos desde el sótano - Anuncio un oficial.

- Manténganse alertas, deben ser ellos - Dijo el detective Kang Daniel.

Justo como él dijo, el señor Cha salió de aquel sótano que estaba muy bien escondido bajo el jardín delantero. De ese lugar salió Cha junto al criminal G-Dragon, ambos salieron con un cigarrillo en mano.

- Bien Min, es tu turno - Dijo el detective.

Yoongi asintió y bajo del auto que estaba muy bien escondido junto a otro montón de camionetas. Era evidente que aquellos estúpidos, no tenían nada de mafiosos, pues no detectaron que Yoongi llegó con un pelotón de soldados y policía bien armados.

- Señor Cha - Se acercó el menor y el hombre nombrado sonrió ladino.

- Mi queridísimo Yoongi, tanto tiempo sin vernos - Sonrió el hombre como si realmente estuviese viendo a su yerno querido.

- ¿Dónde tiene a Jimin? - Habló.

- Oh, directo como siempre - Sonrió ladino el hombre - El chico está bien - Aseguro - Ahora, te dejaré verlo y luego tu y yo nos iremos de aquí. Mi querido Eun-woo debe estar esperando por ti.

- Sabe muy bien que Eun-woo ni siquiera sabe que usted escapó de prisión. ¿Si sabe que su hijo dejo de tener interés en mi desde que supo que usted me obligaba a todo y que yo jamás lo quise?

La sonrisa de Cha flaqueo. Apretó sus puños y su ceño se frunció ante la insolencia de Min.

- Eres un maldito desgraciado Min Yoongi. Más te vale que vayas comportandote o el que pagará las consecuencias es el mocoso insolente que está allá adentro.

- Si le pones una sola mano encima a Jimin te juro que haré todo lo que este en mis manos para refundirte en la prisión más asquerosa del mundo donde te metan a un oyó sin salida, ¿Te quedó claro?

La amenaza de Min, presiono un detonante en Cha. Quién se acercó amenazador a Yoongi, sin embargo, el hombre mayor fue detenido por el mismo G-Dragon.

- Jefe - Detuvo.

- ¡¿Qué mierda quieres?! No ves que debo acabar con la insolencia de este imbécil.

- Jefe... Yo que usted... Me detengo - Si, el hombre estaba temblando de miedo.

Más de tres luces rojas alumbraban la frente del hombre mayor. Yoongi sonrió ladino y de pronto un puñado de policías salieron de sus escondites a mano armada y apuntando sin piedad a ambos hombres que amenazaban la vida de Min y de Jimin.

- ¡Suelte el arma y ponga las manos dónde pueda verlas! - Grito el detective y Cha ante la sorpresa soltó el arma.

- Maldito infeliz. Te advertí que si no venías solo, el mocoso pagaría

Cuando Cha estuvo a punto de meter su mano en el bolsillo y detonar las miles de bombas que había ubicado en el sótano, este fue detenido por los mismos oficiales. G-Dragon se dejó agarrar sin problema, pues no tenía opción, mientras que Cha, lucho aún si no logro nada.

- ¿Dónde está Park Mina? - Pregunto el detective.

- Seguramente matando al inútil de su hijo, esa puta buena para nada... - Cha dejó sus insultos a medias cuando sintió un goleó en su mejilla proveniente de las fuertes manos de Yoongi.

- ¡Vete al infierno maldito viejo asqueroso! - Yoongi sin pedir esperar autorización se alejo hasta el sótano.

Abrió el pasadizo y entro corriendo hasta donde sus instintos lo llevarán. Escucho el grito de una mujer y se dirigió al lugar, la sangre de Yoongi se helo al ver a la mujer asfixiar a Jimin quien dejaba de forcejar.

Min tomo un fierro doble que estaba a un lado y no dudo en dejar ir un golpe en la cabeza de la mujer, haciéndola perder la consciencia y caer al piso.

Por más que Yoongi intentó reanimar a Jimin, nada parecía funcionar. Sus manos temblorosas tocaban con delicadeza el rostro pálido de su pequeño. Sus lágrimas bañaban sus mejillas.

- Minnie... Amor... Por favor - Rogaba Min.

Un médico entro y aún contra la voluntad de Yoongi, reviso los signos vitales de Jimin, mientras otro oficial desataba al chico.

- Su pulso es cada vez más débil - Anuncio el médico y Yoongi sintió una pizca de esperanza - Si demoramos más en sacarlo de aquí, más las horas que tardaremos en salir de la carretera, podría ser demasiado tarde.

Yoongi no espero escuchar más. Tomo a su pequeño entre sus brazos y salió a toda prisa de aquel infierno. Su Minnie tenía signos vitales, débiles pero tenía. Lo subió a la ambulancia en dónde comentaron a transmitirle oxígeno, sus signos vitales parecían no querer subir y se manejan débiles.

- Vamos amor. Debes ser fuerte, por favor Minnie - Rogaba Min.

Alrededor de una hora demoraron en salir de aquella eterna carretera y llegar al hospital donde rápidamente Jimin fue intervenido por profesionales. Yoongi seguía con su angustia en la sala de espera.

Su familia llegó y espero junto a él. El miedo de perder a Jimin aún era latente, Min no podía borrar aquella escena de su mente y como encontró a su pequeño.

Atado de manos y pies, su cuello rojizo y con una marca horrible en este, sus mejillas estaban entre rojas y moradas por los goles, su labio estaba medio roto, su traje blanco tenía muchas manchas de sangre. Su pequeño tenía incontables hematomas en su bonito rostro y Min se culpaba por no haberlo cuidado mejor.

- Señor Min - Llegó el detective Kang - El señor Cha está siendo llevando a una prisión de máxima seguridad sin opción a juicio con una condena de cadena perpetua al igual que Park Mina y Kwon Ji-young, por el delito de intento de asesinado, secuestro y otros cargos imputados que encontramos cuando los estábamos investigando. Los tres serán encerrados en una prisión de máxima seguridad con la misma pena y sin opción a juicio o una oportunidad de multa.

Ese, era el verdadero poder del bufete de abogados Min. Ese era el verdadero poder de los Min, quienes no tenían piedad si se metían con los suyos y está vez no tuvieron compasión con aquel trío que solo llegó arruinar sus vidas.

Pasaron tres horas, en las cuales Yoongi se sentía al borde del colapso. Su madre se había ido a casa junto a su padre, Namjoon y Jin no podían dejar más tiempo a Dudu sola, Kook y Tae irían a la casa de modas, pues sabían que allá es otro caos por resolver con la preparación de la línea de vestidos.

Solo Hoseok, permaneció al lado de Yoongi. En ese momento nadie era enemigo de nadie, en ese momento su única prioridad era Jimin y debían velar por su bienestar.

- Cuando conocí a Jimin - Inicio hablar Hoseok - Ví un nulo brillo en sus ojitos uno que se estaba desvaneciendo - Suspiro - Cuando me reencontré con él, ese brillo no estaba más y en su lugar solo se veían unos ojitos asustadizos, rotos y con sueños destruidos - Aún cuando pasaron estos años, él volvió a sonreír y el brillo parecía querer regresar, pero jamás lo hacía, no fue... Hasta que tú regresaste a su vida, que Jimin brillo, él comenzó a brillar con luz propia, él comenzó a ser feliz, comenzó a tener una luz que nadie se la puede dar, más que tú.

Yoongi escuchó atento y su corazón dolió. Pues sabía que el causando de los males de Jimin es él, pero al mismo tiempo se alivio pues también era consciente que el causante de la felicidad de Jimin... Es él.

- Cuando yo... Conocí a Jimin, solo éramos un par de mocosos de la preparatoria, ¿Sabés? - Recordó Min - Ambos éramos muy populares, dos chicos inteligentes que luchaban siempre entre los primeros lugares y que hacíamos suspirar al resto - Yoongi río bajo y Jung también - Jimin jamás fue un chico que se dejara humillar, él solía tener constantes peleas con Hyuna, ¿Sabés?

- ¿Hyuna?, ¿La chica que trabaja con él en la pastelería? - Jung estaba sorprendido.

- Así es. Ella. Los dos se tenían un odio inmenso, nunca supe por qué. Pero... Conocí a Jimin en un momento de vulnerabilidad, sus padres comenzaban a maltratarlo y eso aumento cuando supieron que la pareja de Jimin era otro chico. El caos inicio, creo que esa historia ya la conoces, ¿No?

- Si. Algo así, Jiminie me la contó.

- Bueno, creí que Jimin sería feliz a mi lado siempre, le prometí jamás dañarlo, jamás lastimarlo y jamás ser el causante de sus lágrimas. Pero le falle, no confíe en él, no lo protegí como debía y creo que... Ahora estoy pagando las consecuencias de mis actos. Él no merece todo ese daño, todo ese odio, él jamás va merecer que lo traten como nada porque Minnie... Es como una rosa delicada.

- Pero las rosas tienen espinas.

- Unas espinas que lo protegen del mal del mundo, unas espinas que lo hacen fuerte, independiente - Decía Min - Jimin se convirtió en una hermosa rosa que siempre debe ser protegida no solo por esas espinas que son símbolo de su fuerza, debe siempre estar protegido por una bonita cajita de cristal. Pero estar en un mundo de paz, de tranquilidad y libertad, dónde quien quiera dañarlo, él siempre se defenderá con esas espinas de su alrededor.

- Aún si las espinas te dañan a ti - Sonreía Jung por la bonita comparación.

- Aún si me dañan a mi. Minnie siempre debe ser fuerte, con o sin mi. Él siempre debe aprender a salir adelante, aunque yo siempre esté al lado suyo cómo una más de ese montón de rosas que solo lo acompañan en su felicidad.

- Vaya que si amas a Jiminie - Comento Jung - Lamento haber intentado romper su felicidad - Se disculpo - Lamento haber ocultado la verdad y no ayudarlos o darles el empujón que realmente necesitaban en ese entonces. Prometo que seré una buena rosa que siempre protegerá a la principal, que es Jiminie.

Yoongi sonrió y volteó a ver a Jung. Sin duda, podrán seguir siendo muy buenos amigos sin importar sus errores o su pasado.

- Se que así será Hoseok.

- Familia de Park Jimin - Llamo el doctor.

- Yo - Se acercó Yoongi - Soy su pareja, ¿Él está bien?

- Lo está. Lograron llegar a tiempo y pudimos estabilizarlo, por ahora debe estar conectado a un sistema de oxígeno, pero será por pocas horas hasta que su sistema respiratorio se regularice. Las marcas en su rostro, cuello y muñecas irán desapareciendo poco a poco.

- Gracias doctor Lee, ¿Cuando podré pasar a verlo?

- Justo ahora fue translado a una habitación. Puede pasar a verlo, pero por favor, intenté que no se altere, pronto despertará.

- Gracias - El doctor se retiró y Yoongi volteó hacia Hoseok.

- Ve, yo te espero aquí - Ánimo Jung.

Yoongi asintió y sin dudar más. Se retiró a la habitación que una enfermera le indico, cuando llegó y entro su corazón se estrujó de dolor al ver el estado de su pequeño. Conectado algunos aparatos respiratorios, su pecho un poco descubierto, su rostro con hematomas y aún con aquel cuello ortopedico, Yoongi alcanzó a ver el cuello de su pequeño. Con marchas rojizas muy intensas que probablemente le dejarán un poco dañada la garganta por unas semanas.

Min tomo asiento en la orilla de la camilla y tomo entre sus manos la manita lastimada de su pequeño Minnie. Soltó algunas lágrimas, de alivio y dolor al mismo tiempo.

- P-erdóname... Por llegar tarde mi vida - Decía Min - Te juro por mi vida Minnie que de ahora en adelante jamás permitiré que nadie te haga daño mi cielo. Eres todo lo que tengo, y por ti, creare una enorme burbuja donde puedas ser feliz en tu mundo, sin ser lastimado jamás por nadie.

Yoongi se acercó al rostro de su pequeño y depósito unos delicados besos con mucho cuidado en las mejillas de su chico.

Aún después de todos los problemas, ellos siguen luchando ante la adversidad y entonces nuevamente surge la pregunta...

¿Ellos ahora pueden iniciar a ser felices?

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

En verdad me emocioné. ¿Me creen si les digo que logré escribir todos estos capítulos en menos de un día?, Espero que si. El reposo me está ayudando mucho.

Solo decirles... Que el drama llegó a su final y escenas cute se vienen porque el final estarán quizá... En menos de cinco capítulos.

¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐