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- ¡¿Cómo mierda me van a decir que perdieron de vista a mi pareja?! - Grito un enfurecido Yoongi.

Su cabeza dolía, su pecho estaba descontrolado y angustiado. Se sentía aterrado de lo que podían hacerle a su pequeño Minnie, todo estaba saliendo mal.

La fiesta terminó sin problemas, pero los Min y los cercanos a Jimin más la policía habían iniciado una investigación. Tenían los rostros de los responsables gracias a las incontables cámaras de seguridad del edificio, sin embargo pedían rastro de ellos al entrar a una carretera que únicamente dirigía hacia la frontera de Corea del Sur con Corea del Norte y entrar ahí si era peligroso.

Yoongi se dejó caer el el sofá que estaba detrás de él y llevó sus manos hasta su sien, su mente estaba repleta de la imagen de su pequeño. Su pecho dolía horrores de solo imaginarse lo peor.

Él no podría con su vida si algo malo llegase a ocurrirle a su pequeño. Jimin es su tesoro más grande en la vida, ¿Cómo vivirla si no tiene a su ángel?

- Tranquilo Yoongi, lo encontraremos. El detective Kang está haciendo todo lo posible - Dijo Hoseok.

El platinado se maldecia mil veces el haber pedido de vista a Jimin, él sabía que el menor no podía andar solo, pues el mismo Jimin le contó lo sucedido con su madre. Hoseok no creyó que algo así sucedería en un lugar repleto de personas.

- Solo... Quiero a Jimin conmigo - Soltó el primer sollozo el azabache. Él es fuerte, claro que lo es, pero Jimin es su debilidad más grande y tocaron a su ser más preciado y contra ello nadie puede.

Aún cuando todos sus cercanos intentaron animarlo. Nadie podía, incluso Namjoon y Seokjin estaban destrozados, pues bien se sabe que para ellos Jimin es como su hermanito menor, como su hijo y lo aprecian con el alma. ¿Por qué demonios lo lastiman si él jamás le ha hecho daño a nadie?

Durante toda la noche, la investigación era un caos. Un grupo de policías se preparaba para iniciar una búsqueda exhaustiva, el detective Kang priorizó el caso de Jimin, debido a que este no era primera agresión que recibía de aquel grupo de criminales, ahora sabía que ya era algo en contra de él.

Yeo-been se quedó dormida después de unas horas de haber llorado incansable. Regreso a casa con su esposo, Jin y Nam se quedaron en la mansión Min por pedido de Yeo-been para estar más al pendiente de cualquier avance con el caso.

Tae y Kook se quedaron con Yoongi, aunque pronto el sueño los venció entrada la madrugada y ambos cayeron dormidos en un sofá.

Yoongi comenzaba a entrar en crisis nerviosa. La ansiedad lo estaba matando, así que salió al balcón y prendió un cigarrillo, lo inhaló fuertemente y soltó el aire. No, nada lo calmaría, pero no podía con aquel terror de que su pequeño este sufriendo.

Su teléfono comenzó a sonar y sin ver el remitente contesto la llamada.

- Diga - Contesto.

- Tanto tiempo mi querido Yoongi - Se escuchó aquella fría voz.

- Seño Cha - Gruño de rabia el azabache - Dígame de una maldita vez, ¿Dónde demonios tiene a mi esposo?

- ¿Tú esposo?, Pero Min, tu futuro esposo espera por ti en Estados Unidos, este mocoso malcriado no es nada tuyo, hace años se divorciaron.

- Eun-woo no me interesa y usted siempre lo supo. Dejé a Jimin en paz, él jamás le hizo nada, ¿Por qué interfiere en nuestras vidas?

- Él no me hizo nada a mi, pero si a su propia madre. ¿Lo quieres?, Debes venir tu solo a la dirección que te enviaré, si vienes con alguien Min, te aseguro que él mocoso morirá, ¿Te quedó claro?

La llamada finalizó y a los segundos un mensaje con la dirección cayó al teléfono de Yoongi. Él la vio y apagó el cigarrillo. Bajo hasta la planta baja y le mostró aquel mensaje al detective Kang.

- Déjeme participar y actuar como carnada - Dijo Yoongi.

Aunque el detective se rehusó muchas veces. Yoongi terminó convenciendolo. Un nuevo plan fue armado en menos de media hora, dónde en esta ocasión Yoongi participaría y el plan debía dar resultados.

- No Yoon, ¿Por qué debes ir tu hijo? - Preguntaba una angustiada Yeo-been.

- Debo ir madre, no puedo permitir que le hagan daño a Minnie. Sabés que no podría dejarlo solo, jamás.

- Por favor hijo, ten mucho cuidado, tu madre y yo no resistiriamos si los perdemos a ambos - Pedía el señor Min.

- Eso no pasará padre. Por favor, confíen en mí - los Min asintieron y con el corazón en la mano, dejaron ir a su hijo.

El plan, debía dar inicio y todos esperaban que diera resultado.

Jimin comenzó a recobrar la consciencia lentamente. Su cabeza dolía horrores y sus ojitos aún pesaban. Soltó un leve quejido al sentir una fuerte presión en sus manitas y pies.

Estaba atado.

Sintió de pronto como se le fue lanzado una gran cantidad de agua que casi lo ahoga en el proceso. Comenzó a toser desenfrenado ante la horrible sensación de asfixia.

- Despierta mierda - Sonó aquella voz tan conocida para él.

Jimin no podía hablar bien, se sentía ahogado, cansado y asustado. Tenía pánico, pero en ese instante debía ser lo más fuerte posible, no podía vese débil ni aterrado frente aquellas personas que solo querían destruir su felicidad. No podía darles el gusto.

- Eres tan débil, siempre lo has sido - Escupió con asco la mujer - Detesto saber que pari a un maldito marica como tú - Seguía lanzando palabras con veneno la mujer - ¿Qué maldición se me fue lanzada para merecer a un hijo tan poca cosa como tú?

- Ser una maldita víbora y lo sabes - Lanzó Jimin y se escuchó una ronda voz reírse a lo lejos.

- En eso concuerdo contigo chico - Hablo G-Dragon.

- ¡Tú cállate maldición! - Escupió con rabia la mujer, seguido de alzando su mano para lanzarle una bofetada a Jimin quien gruño de dolor en el proceso.

La mejilla de Jimin se torno de un fuerte rojizo y comenzaba a hormiguear ante el ardor provocado por la bofetada que la víbora de su madre.

- Algo me dice que en todas mis malditas vidas mi madre no me ha querido - Bufo Jimin y elevó la vista, parecía que Jimin le lanzaba dagas con la mirada a la mujer.

- No me extrañaría, eres una escoria despreciable - Lanzó la mujer.

- Al igual que tu madre. No eres diferente a mi - Respondía Jimin y eso enfurecía cada vez más Mina.

- Detesto saber que llevas el apellido de mi esposo. No te lo mereces, eres una deshonra, una humillación a mi familia.

- Tampoco deseo portarlo - Sonrió ladino el rubio - Pronto podría regresar a ser un Min y eso es lo que detestas saber, que prefiero un hombre, uno que me ama y me hace mejores las cosas de lo que tú inútil marido hacía contigo, porque claro que lo sé. Park jamás te complació más que con dinero y lo material, jamás amor, porque eres una mujer insignificante que solo genera lástima y asco.

Una, dos, tres y cuatro nuevas bofetadas impactaron en las mejillas del rubio. Quién se quejo, chillo de dolor, pero aún así, no replicó, no reclamo y al final, solo río.

Aquello enfurecía el doble a Mina, quie aún seguía sin comprender la actitud desinteresada de Jimin, no toleraba saber que aquel chico sumiso ya no estaba más y ahora existía uno con más voluntad, con mayor fuerza mental para soportar cualquier humillación.

- Sabes que vas a morir antes de poder convertirte en un Min, ¿No es así? - Lanzó la mujer y Jimin bufó.

- Mátame Mina, házlo. Solo inténtalo - Escupió Jimin.

Mina no resistió más, saco su arma la cargo y apunto hacía Jimin. Apretó el gatillo y la bala fue lanzada...

- ¡¿Qué mierda crees que haces?! - Se escuchó una ronda y voz más imponente.

- Jefe - Llamo con sorpresa la mujer.

- ¿No ves que aún necesito al mocoso para traer a Min?, ¡Por qué ustedes son tan inútiles que solo me trajeron a Park y no a Min también!

- Señor Cha. Lo intentamos, pero en ese instante Min se separó del chiquillo.

- Si es así. Saben muy bien que necesito de este mocoso para que Min regrese, así que resiste tus deseos de matarlo - Amenazó Cha a Mina.

- Ni siquiera sabe usar una maldita pistola - Se escuchó la adolorida voz de Jimin.

Cha que ya se iba, dió media vuelta y sonrió ladino. Nunca tuvo la oportunidad de ver en persona a Jimin, jamás cruzó palabras con él y de pronto le entró curiosidad. Así que le ordenó a G-Dragon que lo levantará del piso y se acercó a él. Jimin escupió la poca sangre que salió de sus labios y observó fijamente aquel hombre que si tenía aires de jefe y mucho mayor que los otros dos.

El hombre mayor observó fijamente a Jimin durante largos segundos. Jimin no le aparto la vista ni un segundo, se la mantuvo, fija y firme. Cha se deleitó con la belleza del menor.

- Entiendo porque Min no quería dejarte - Fueron las palabras del hombre - Pero déjame decirte que no eres mejor que mi hijo.

- ¿Usted cree que me interesa saber quién es su hijo o si era mejor que yo?, Si sabe muy bien que Yoongi no me dejaría, no se porque se empeña en emparejarlos si sabe muy bien que Min Yoongi es mío, me pertenece y jamás será de su hijo.

El hombre apretó la mandíbula y mantuvo su mirada afilada en Jimin. Aquel chico le parecía curioso, demasiado bonito para ser real, sabe que es perfecto pero ahora no se le nota por aquellos golpes en sus mejillas y su labio roto.

- Eres un mocoso malcriado en insolente - Dijo Cha - Ten más respeto por mi hijo, que podría olvidar que eres un maldito Doncel.

Jimin no respondió y simplemente le mantuvo la mirada. En ese instante le importaba una mierda lo que le dijeran. Él debía mostrar su fuerza y seguridad en si mismo. No debía ser débil, aún si por dentro estaba aterrado, no lo demostraría.

- Denle agua. Que el plan debe avanzar, mañana mismo debo llevarme a Min y ustedes podrán hacer con este mocoso lo que quieran.

Cha se fue dejando a Jimin con temor. ¿Cómo que llevarse a Yoongi?, ¿Es que en verdad ese hombre estaba obsesionado con la idea de casar a su Yoongi con aquel chico?

Jimin suspiro tembloroso, su estómago dolió y su rostro ardía a causa de los golpes de aquella mujer que se hacía llamar su madre.

- Ten - Llegó G-Dragon y le dió de beber al menor - Sin duda no eres ningún chico feo Jimin. Cuando tú propia madre me envió a matarte me pareciste un chiquillo inocente, pero mírate creciste, te ves más maduro, tu mirada es muy diferente a la que me diste cuando me suplicabas piedad. Vaya que lo recuerdo muy bien.

- Jamás les hice nada, ¿Por dinero matan?, ¿Por dinero acaban con la vida de otras personas?

- Por dinero hago lo que sea - Respondió el hombre - Aunque pensándolo bien, pude haber ganado más dinero con Min de haber sabido que era tu esposo y tiene mucho más dinero que la estúpida de Mina.

- Me das asco - Escupió Jimin.

El hombre sonrió ladino y simplemente dejo a Jimin solo. El rubio intento removerse, quería soltarse de aquellas cuerdas, pero sus manos estaban muy lastimadas por las cuerdas.

Jimin no resistió más y se lanzó al llanto. Quería salir de ahí, la desesperación era horrible, quería ponerse de pie, irse de ese lugar asqueroso y mal oliente. Su mente solo estaba cargada de imágenes de Yoongi, su familia y amigos. Lo preocupados que debían estar.

El rubio está a atemorizado y no sabía que es lo que podía ocurrir en los próximos minutos. Todo era incierto.

Mina entro después de varios minutos con evidente enojo. Cha acaban de reprenderla por su imprudencia, a tal grado que le quitó su arma.

- Todo eso es culpa tuya mocoso de mierda - Llegó la mujer y Jimin decidió ignorarla.

- No entiendo tu odio hacia mi, ¿Qué hice mal mamá? - Pregunto Jimin.

- Nacer - Dijo la mujer - Hubiera preferido abortarte - Mina se volteó y fue por un poco de alcohol - Pero tu padre no me dejó - Bufo - Dijo que se haría cargo, deseaba un hijo, un niño y baja que cumplí con su desea solo un porciento. Porque por lo demás, lo decepcionaste.

- Yo no tengo culpa de amar a un hombre - Dijo Jimin - A pesar de eso, era su hijo, ¿Por qué nunca pudieron aceptarme por quien era y como era?

- ¡Por qué un hombre debe amar a una mujer no a otro hombre maldición! - Mina tenía una mente de la vieja escuela y eso jamás cambia - Desde que descubrimos que eres un maldito Doncel, supimos que serías una deshonra. Lamentablemente jamás puede darle otro hijo a tu padre, porque incluso parirte fue un fastidio, arruinaste mi útero y la oportunidad de ser madre por segunda vez.

Jimin bajo la mirada y dejo escapar unas pocas lágrimas. Jamás entendería el pensar de sus padres y no quiere entenderlo, él es feliz consigo mismo, siendo quien es y no cambiaría por nadie. Nunca.

- Siempre fuiste débil Jimin. Desde niño nos diste muchos problemas, tu padre supo de inmediato que serías un desastre, no sé equivocó y yo jamás me opuse a sus decisiones, incluso si estuviera aquí nuevamente, dejaría que te mate a golpes.

- Siempre siendo una tonta sumisa ante él, ¿No?, Siempre siendo una mujer débil y poco cosa a su lado - Dijo Jimin con indiferencia.

Mina se fue acercando a él con enojo y Jimin dejó de temerle.

- Siempre serás la sombra de él. Jamás serás nadie superior, siempre serás Park Mina, la inútil esposa de Park Hyung.

Mina sintió sus ojos inyectarse en veneno y sin dudar, puso sus manos en el cuello de Jimin y comenzó a asfixiarlo. Apretaba con fuerza y le gritaba cuántas maldiciones salían de sus labios, ella quería matarlo, ella odiaba a su propio hijo.

- ¡Muérete maldita sea!, ¡Muerte!

Jimin se quejaba y se removía intensamente. Necesitaba aire, se estaba asfixiando, el aire dejo de llegar a sus pulmones. Por más que intentaba no podía mover sus manos y pies para defenderse. Poco a poco fue sintiendo como el aire dejo de llegar a su sistema.

Lentamente Jimin siento como la vida se le era arrebatada por manos de su progenitora.

Entonces Jimin pensó, ¿Así es como moriría?, ¿Así es... Cómo dejaría este mundo?

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Yo la verdad es que estoy amando escribir está historia y ya que es el capítulo 59 déjenme decirles... ¡Estamos cerca del final!

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐