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(Narra Jimin)
Me desperté cuando sentí una luz tocar mi rostro. Suspiré tranquilo ante la comodidad de la cama.
Pronto fruncí el ceño ante el malestar en mi parte baja. Recordé las tres rondas de sexo con mi novio la noche anterior y mis mejillas se encendieron de pronto, sonreí y extendí mi mano, para poder sentir a mi amado, pero no estaba.
Abrí los ojos y no lo vi por ningún lado. Sentí el aroma a perfume en la habitación y un puchero se formó en mis labios. Una nota se encontraba sobre su almohada y la tomé.
“Buen día mi hermoso chico de ojos dulces. No quise despertarte, pero tengo que ir a clases, prometo regresar pronto mi cielo. Te dejo mi teléfono, te llamaré más tarde del teléfono de alguno de los chicos. También te dejé mi tarjeta para que pidas a domicilio, prometo que iremos más tarde a comprar la despensa. Te amo mi pequeño Mochi, descansa bebé”
Sonreí ante la dulce nota de mi amado novio. Decidí dormir un poco más, pues sentía aún el malestar muy presente en mi parte baja. Hacer el amor con Yoongi es muy intenso, pareciera que no tiene fin su insaciable deseo de más y yo tampoco es que me niegue. Me encanta cómo me domina en la cama.
Mis mejillas se calentaron ante mis pensamientos. Suspiré más tranquilo y decidí dormir un poco más.
No se cuanto había dormido realmente, pero cuando desperté eran las 12:00md, en dos horas Yoonnie regresaría a casa. Decidí levantarme y tomar un baño.
Mi maleta estaba en la habitación, así que tome una toalla y mis productos de limpieza personal. Entré al baño y tome una cálida ducha con calma.
Al salir, me cambié a un pantalón de chándal gris con una sudadera del mismo color. Me puse unos calcetines blancos y las pantuflas de Yoonnie que me quedaban un poco grandes pero eran cómodas.
Salí a la sala y comencé a buscar que pedir a domicilio para comer. Moría de hambre, sonreí al imaginarme una deliciosa pizza con alitas de pollo picante. Si, sabía que Yoongi se molestaría por la comida chatarra, pero no hay que negar que es la mejor.
Al ordenar, me senté en el sofá y prendí la televisión. Pronto teléfono comenzó a sonar y vi el nombre de Minhyu, uno de los chicos que es parte del equipo de baloncesto al igual que Yoon.
- Hola - Conteste, un tanto inseguro de si realmente era Yoongi o no.
- Hola mi cielo - Lo escuché y sonreí ante su dulce voz - ¿Cómo estás amor?
- Extrañándote Yoon - Pucheree.
- Si estuviera frente a ti ya hubiera besado ese posible puchero en tus labios cariño - Reí bajo al ser descubierto - ¿Ya comiste amor?
- No Yoon, apenas órdene. Estuve durmiendo toda la mañana - Escuché su risa y como lo llamaban de fondo.
- Está bien bebé. Pronto llegaré para que salgamos de compras. Te amo mi pequeño.
- También te amo Yoon - Sonreí y colgue al escuchar como lo molestaban por los nombres dulces por los que me llama.
Deje el teléfono a un lado y media hora después tocaron el timbre. Fui abrir y recibí el pedido, pagando con la tarjeta, estaba ansioso de poder comer. Agradecí que viniera una bebida como extra, porque había olvidado pedir.
Mientras veía un programa de variedades, comencé a comer tranquilo. La verdad es que me sentía feliz por no haber experimentado ninguna crisis emocional a estar solo, eso me sucedía muy seguido en casa de los Min cuando no encontraba a Yoongi por las mañanas.
Quizá dormir la mitad del día me había ayudado mucho. Cuando me sentí lleno, deje todo a un lado y seguí viendo el programa.
Pocos minutos después escuché que el código era introducido y mi Yoon entró. Me volteé y lo espere ansioso, me puse de pie y no dude en correr a su encuentro cuando lo vi sonreírme. Me lancé a sus brazos y él me sostuvo con cuidado.
- Hola mi hermoso bebé - Beso mis labios repetidas veces.
- Hola Yoonnie, ¿Cómo te fue? - Bese una vez más sus delgados labios.
- Muy bien cariño - Camino hasta la sala mientras me cargaba - Park Jimin - Me llamo y reí al saber la razón.
- Tu me dijiste que ordenará lo que quisiera y tenía meses de no comer pizza - Pucheree y beso mis labios.
- ¿Cómo pudiste comerte casi toda una caja completa sin mi?, ¡También hay alitas picantes Minnie! - Se quejó y me lancé a carcajadas cuando me dejó caer con cuidado sobre el sofá, comiendo lo poco que deje.
- Te diría que lo lamento pero no me arrepiento de nada - Lo abracé mientras él comía.
- ¿Iremos a comprar la despensa? - Me pregunto sin dejar de comer.
- Si, solo tomaré un baño y vamos. Ahora tuvimos partido y ando un poco sudado - Dijo con desagrado.
- Bueno gatito gruñón, come y después tomas un baño - Bese su mejilla y fui a la cocina por un vaso con agua.
Una media hora después Yoon ya estaba listo para salir a comprar la despensa. Juntos salimos del departamento y entrelazó nuestras manos, sonreí tranquilo porque él sabe que así me siento más seguro al momento de salir.
Subimos al auto y emprendimos camino al súper mercado mientras íbamos escuchando un poco de música.
- Mañana tienes cita con el psicólogo Minnie. Era en la mañana pero me encargue de pasarla a la tarde para poder llevarte - Lo escuché decirme.
- Gracias Yoon - Sonreí - Aún no me siento capaz de salir solo - Suspiré al sentirme una carga para Yoongi.
- Tranquilo amor, todo a su tiempo, cuando te sientas listos yo estaré siempre apoyándote.
- Gracias cielo - Bese su mejilla.
Notaba su cansancio y no era para menos. La noche anterior terminamos exhaustos por las tres rondas seguidas de sexo intenso, además que él suele desvelarse mucho al estar pendiente de mí y que no sufra alguna crisis en medio de mis constantes pesadillas. Se levantó temprano para ir al instituto, llegó cansado y aún así, tuvo tiempo para venir conmigo a comprar, me sentí un poco culpable al recordar que yo si dormí la mitad del día.
Al llegar a casa le preparé una deliciosa cena y me encargaré de consentirlo mucho. Yoongi casi siempre me traía con él para comprar cosas que su madre le pedia para su casa, así que casi siempre me salía con la mía y me compraba muchas golosinas.
Esta vez sería diferente, intentaría concentrarme en la despensa, en lo necesario, hay muchas cosas que deben cambiar. Somos jóvenes aún, pero es momento de ser responsables con nuestras vidas.
- Amor, ¿Tomaste tus medicamentos ahora? - Me pregunto cuando bajamos del auto y me tense. Olvide por completo tomar los medicamentos.
- No... - Susurré esperando que no me escuchará.
- Jimin - Su tono de voz fue como de un padre regañando a su hijo desobediente y la verdad es que así me sentí.
- Lo siento, lo olvidé. Cuando lleguemos a casa prometo tomarlas.
- Tienes horarios Minnie, debes cumplir con ellos. Es para tu bien amor, sabes que si no los tomas por eso es que sufres crisis mientras duermes.
- Lo sé Yoon. En verdad lo lamento, los tomaré al llegar - Pucheree.
- Bien - Beso mis labios - Vamos por lo que necesitamos y regresamos a casa.
Entramos al súper y tomamos un carrito para iniciar las compras. Comenzamos con lo más esencial, desde carnes, hasta vegetales y frutas, leche, especias y lo necesario para al menos dos semanas, pues no siempre podríamos salir a comprar. Incluimos a la lista los cubiertos, platos y más, ya que en casa no hay, productos de higiene que incluimos en un carrito aparte porque no podíamos mezclar con la comida.
Veía con detenimiento el mejor café, el que le gusta a Yoon. No me di cuenta cuando se alejó un poco mientras yo tomaba el café que llevaríamos. Al voltear y decirle que llevaríamos dos botes de café no lo vi.
- ¿Yoon? - Llame y pronto lo sentí abrazarme detrás y mi corazón se calmó - No me dejes solo Min - Reclamé.
- Lo siento mi amor, solo fui por algo que se te gustará - Dijo enseñándome una caja con múltiples paletas de sabores - Me sorprendió mucho que no me hayas pedido golosinas, ¿Seguro eres tú? - Bromeó y sonreí.
- No pretendía pedirte golosinas esta vez Yoon, pero gracias - Dije mientras las tomaba y metía en el carrito.
- ¿Por qué?, ¿Ya no te gustan? - Pregunto en confusión.
- Me gustan, es solo que no quiero que gastes en cosas innecesarias Yoon. Eres tú únicamente el que está pagando todo esto, yo no y...
- Jimin detente - Tomo mis manos - Papá me dio esa tarjeta y sus indicaciones fueron que el dinero sería para ti y para mí. En lo que inició mi carrera y mi trabajo, los dos decidieron que depositarían cada semana para lo que necesitemos. Es de ambos amor, no solo mía.
- Me avergüenza saber que tus padres me están manteniendo a mi también Yoongi. Me siento inútil y una carga para ustedes, no solo pagan mis necesidades diarias, también pagan el psicólogo y más - Dije con frustración.
- Ya amor, no pienses en eso, ¿Si?, No eres ninguna carga y ningún inútil, deja de llamarte así a ti mismo. Solo acepta lo que mis padres te dan con todo cariño. Yo pronto podré darte todo de mi propio dinero, solo quiero que estés bien y seas feliz amor.
- Solo mientras consigo un trabajo Yoongi - Prometí y sonrió satisfecho con mis palabras.
Cuando terminamos con las compras, pagamos y salimos del lugar, llevando las múltiples bolsas al auto. Subimos a este y emprendimos camino a casa, aún no sabía cómo haríamos para llevar todas esas bolsas al departamento.
Por fortuna en el estacionamiento habían unos pocos carritos que le servían a los recipientes del edificio a trasladar sus compras hasta sus departamentos. Al llegar a casa, entramos todo y Yoongi fue a dejar el carrito abajo.
Mientras comencé a guardar todo en la alacena, tomando nota mental de lo que nos había hecho falta y compraríamos después.
Comencé a preparar una cena para ambos mi amado novio llegó largando un suspiro de cansancio y dejandose caer en el sofá.
- Aún no te duermas amor, debes cenar algo Yoon - Lo llame y escuché sus quejas ante mi pedido.
- Ve a tomarte los medicamentos Minnie. Yo seguiré con la cena - Se puso de pie y se acercó para seguir.
- Bien, ya regreso - Deje un beso en sus labios y entre al baño por las pastillas que estaban en la repisa. Eran tres pastillas diarias, una para la ansiedad, otra para la depresión y la otra era vitamina, a veces tenía que tomar tranquilizantes para los nervios o las crisis que sufría. Eran tantos medicamentos que odiaba el hecho de depender de ellos.
De pronto me sentí sofocado y un poco mareado al ingerir los primeros medicamentos, eran tan desagradables, pero era algo que necesitaba seguir tomando hasta que mi psicólogo me diga que no necesito más de ellos.
Salí de la habitación y terminé de preparar la cena, la cual me causo un poco de náuseas y no entendía por qué.
- Si no supiera que apenas ayer perdí mi virginidad y que soy hombre estaría aterrado pensando lo peor - Susurré para mí mismo con gracia.
- ¿Dijiste algo amor? - Llegó mi novio y negué.
- Nada cielo, solo tarareando una canción - Servi la cena y juntos comenzamos a comer tranquilamente en medio de pláticas.
- Yo los lavo, ve a la cama Yoon, necesitas descansar - Mi amado novio asintió con pereza y se encaminó hasta la habitación.
Lave los platos usados y cuando dejé todo limpio apagué las luces y me encaminé a la habitación, encontré a mi novio sobre la cama, boca abajo y sin haberse cambiado la ropa.
- Yoonnie - Llame - Anda amor debes cambiarte y dormir cómodo.
- No... - Susurró bajo - Tengo pereza.
Suspiré y tome su pijama, lo ayude a cambiarse con un poco de dificultad, su cuerpo era como un saco de boxeo, demasiado pesado para mí. Con dificultad lo ayude a cambiarse y meterse bajo las sábanas. Pronto me metí a la cama y lo sentí apegarse a mi como chicle.
Sonreí enamorado de este bello hombre. Recostó su rostro sobre mi pecho y comencé a repartir suaves caricias sobre su cabello. A los pocos segundos escuché su respiración pausada y como había caído profundo en el mundo de Morfeo.
- Te amo mi gatito - Susurré y cerré mis ojos, siendo vencido por el sueño al instante.
El dolor indescriptible de los golpes, los gritos e insultos constantes eran insoportables.
Mi progenitor me golpeaba incansable, maldiciendo el momento en que nací, deseando no haberme conocido nunca, mi madre solo observaba sin decir nada, siendo únicamente espectadora.
- ¡ERES UNA MIERDA INSERVIBLE JIMIN!, ¡ME DESHONRA QUE LLEVES MI APELLIDO!, ¡ERES UNA VERGÜENZA!
Esos y más eran los insultos que se instalaban en lo más profundo de mi corazón. Mis sollozos ahogados por el dolor no eran escuchados al igual que mis súplicas para que se detenga.
- Y-a... P-or favor - Rogaba en medio del dolor.
- ¡Callate mierda! - Grito mientras dejaba ir otro golpe en mi abdomen.
No se detuvo hasta que descargo toda su ira en mi cuerpo. Desde quella noche me encerró en mi habitación y no dejaba que emitiría ruido alguno o las cosas empeorarían.
Deseaba morirme, no quería seguir viviendo con este dolor que me atormentaba día con día. Con el odio que mi padre me tiene solo por amar a otro hombre, solo por no ser lo que ellos esperaban.
Morir era mejor que seguir sufriendo.
Me desperté con un lastimero sollozo y un dolor agudo instalado en mi pecho.
Sentía que el aire me faltaba y un nudo se quedaba atorado en mi garganta sin dejarme respirar. El dolor constante en mi cabeza y mi pecho me estaban matando y taladrando lentamente mientras los constantes recuerdos de lo que viví junto a mis padres los últimos meses me comenzaban atormentar.
Pude sentir un lejano tacto así como mi nombre siendo llamado, pero era tan lejano y poco audible para mí que no podía dejarlo entrar. Quería gritar de dolor y tristeza, solo quería desaparecer todo el dolor que mi corazón tenían retenidos.
- Amor, Jimin, soy yo cariño, calmate por favor - Escuchaba a la lejanía.
No podía más, quería arrancarme toda la piel y así desaparecer el dolor de los golpes que sentían aún quemaban en cada pete de mi cuerpo. Prefería morir antes que seguir soportando más.
- Jimin no. No hagas eso amor por favor - Tomaba mis manos y las apresaba a la suyas. Mi desespero aumento al sentirme atado de manos, una angustia indescriptible se había apoderado de mi paz.
Sentí eterno el momento en que mi corazón se fue calmando y ni dolor iba desapareciendo. Unos suaves labios se posaron en mi sien y unas caricias que reconfortaban todo mi cuerpo a pesar de solo sentirse en mis manos.
- Calma mi vida... Estoy aquí, contigo, no te dejaré solo nunca mi pequeño Minnie.
Esa voz... Mis sentidos fueron tomando control de todo mi sistema. Aquella gruesa y ronca voz con tonos preocupados y angustiantes comenzaron a entrar en mis oídos.
- Y-oon... - Logré articular con dificultad por el dolor en mi garganta.
- Si mi cielo, soy yo cariño - Susurró mientras besaba mi mejilla.
- P-erdón... - Solté en llanto al sentirme culpable de preocuparlo una vez más con mis crisis.
- No es tu culpa mi vida, no lo es - Repetía constantemente, mientras dejaba relajantes caricias en mis brazos.
Unos minutos después me logré calmar un poco, pero el temblor en mis manos demostraban la ansiedad de mi cuerpo y la necesidad de lastimarme para calmar mi estrés iba aumentando.
- No Minnie - Negó mientras me daba dos pastillas con un vaso con agua - Anda cariño, tomalas, eso te ayudará - Sonrió dulce y beso mi sien.
Con dificultad tome aquellas dos pastillas, que sabía eran calmantes. Nunca recuedo sus nombres y no deseo aprendermelos, siempre tengo la esperanza de que un día estás pastillas desaparecerán de mi vida.
Pocos minutos después me fui tranquilizando y mis párpados comenzaron a cerrarse. Los brazos de mi novio eran cálidos y sus caricias eran relajantes.
Temía con todo mi ser que esto durará años. Pero mi corazón permanecía tranquilo al saber que mi novio estaría siempre conmigo sin importar que.
¿Algún día podré superar mis temores?
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su total agrado mis chiquillos. Lamento los errores ortograficos tuve que editar a la carrera otra vez por estar saturada de trabajos. Pero aquí está, sin falta ^^
¿Creen que Jimin supere pronto sus temores y crisis?
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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