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(Narra Yoongi)
Ingrese el código del departamento que era la fecha del cumpleaños de mi pequeño Minnie. Él sonrió al ver los números que ingresé.
- Eres un cursi Min Yoongi - Se burló.
- Por ti siempre cariño - Le guiñe y él entró sonrojado.
Las luces de la entrada se encendieron automáticamente. Dejamos las maletas en el corto pasillo de la entrada y luego entramos a la sala. Jimin se quedó de pie obsevando todo a su alrededor, sus ojitos brillaban y una suave sonrisa se instaló en sus labios.
- Este lugar es hermoso Yoon - Sonrió feliz.
- No tanto como tú - Respondí y volteó a verme con burla pero sus ojitos demostraban amor y sus mejillas sonrojadas por la timidez.
- No tienes remedio Yoon - Río y se acercó a lo que pensó es la cocina y lo era. Dejó la caja con el pastel que mamá le dio y reviso el lugar.
- ¿Qué te parece hasta ahora cariño? - Pregunté acercándome a la isla y abriendo la caja del pastel.
- Me encanta, los tonos grises contrastados con blanco y verde musgo es muy elegante pero acogedor - Sonrió - Pero Yoonnie - Me llamo - No hay nada en la nevera y... - Detuvo sus palabras al voltearse y verme devorando el pastel.
- No me dejaste tomarle si quiera una foto Min - Refunfuñó demasiado adorable para mi corazón.
- Está mitad está intacta - Dije con la boca medio llena. Le di mi teléfono y en medio de quejas le tomo una foto, sonrió y tomo unos palillos para comer junto a mi.
- Debemos comprar la despensa - Me dijo mientras comíamos - No hay nada, debimos haber pasado cuando veníamos hacia acá.
- Lo siento cariño, la verdad es que olvide que no hay comida. Prometo que iremos mañana.
- Bien, al menos tenemos este pastel hasta llenarnos - Sonrió y siguió comiendo.
Lo observé unos segundos. Sonreí por inercia, me encanta verlo feliz, con ese hermoso brillo en sus ojitos, los hematomas y marcas en su cuerpo habían desparecido en su mayoría, no quedaban más que lejanas marcas de lo que una vez sufrió.
Chillaba feliz ante el dulzor sabor del pastel viajando en su paladar. Jimin ama los dulces, siempre se ha emocionado cuando alguna golosina llama su atención, sobre todo los helados de vainilla con trozos de fresa.
Reí bajo al ver sus labios y mejilla bañada en crema del pastel. Me acerqué a su rostro y sus movimientos se detuvieron, lleve mis labios hasta los suyos y pase mi lengua sobre aquellas pequeñas manchas que había ocasionado su emoción al comer, lo saboree y volteé a verlo al alejarme solo un poco, pero siempre frente a su rostro.
- Dulce - Susurré sobre sus labios para después unirlos e iniciar un dulce pero necesitaso beso.
Tardó unos segundos en reaccionar y corresponderme pero lo hizo. Hasta que me autorizo el poder introducir mi lengua a su cavidad bucal y jugar con la suya, el beso se volvió húmedo y un tanto obseno, pero delicioso y delirante. Con un sonoro chasquido di por terminado el acto y me aleje lentamente.
Sus ojitos se abrieron lentamente y me vio detenidamente, con sus mejillas en un rojo carmín y sus labios entre abiertos, pero rojizos ante el intenso beso.
- ¿Qué? - Sonreí ladino - ¿Ya no quieres? - Pregunté mientras tomaba un trozo de pastel y lo llevaba a sus labios.
Entre cerró sus ojos y después abrió un poco su boca, para recibir gustoso la porción de pastel, el cual disfruto y siguió comiendo como si nada hubiese pasado, pero el sonrojo en sus mejillas persistía.
- Mañana debo ir al instituto - Suspiré - Tendré que dejarte solo unas horas amor, ¿Estarás bien con eso?
- Si Yoon, no te preocupes - Sonrió, dejando los palillos a un lado - Dormiré hasta tarde, me levantaré a ver televisión, quizá jugar un poco en... - Detuvo sus palabras - Oye amor, ¿Dónde quedó mi teléfono?
Tiene casi un mes que salió de aquella casa y hasta ahora me pregunta por su teléfono. No pude evitar reír, pues la verdad era que ni siquiera yo recordaba ese detalle. Habíamos estado ignorando ese hecho pues no habíamos necesitado mucho de ellos.
- No lo sé Minnie. Creo que el señor Park lo destruyó. Pero mañana compraremos uno para ti, ¿Bien?, Te dejaré el mío para que puedas jugar o ver lo que quieras.
- Está bien - Asintió - Veré más del lugar - Se levantó y camino hasta las tres puertas en el pasillo.
Guarde lo que quedaba del pastel y después lo seguí. Entró a las dos primeras habitaciones, pero esas estaban prácticamente vacías, no había nada, volteó a verme y frunció el ceño, pero aún así siguió y entro a la última puerta, me acerque y note su bonita sonrisa.
- Está es nuestra - Lo abracé por detrás, posando mis manos sobre su abdomen, llevo sus manitas sobre las mías y suspiró.
- Me encanta - Sonrió - Este puede ser nuestro hogar de ahora en adelante Yoon. No creo que necesitemos regresar a casa de tus padres.
- ¿Estás seguro cariño? - Pregunto un tanto dudoso y no es que no quería tener privacidad con mi pequeño, es que aún temo que sufra alguna crisis mientras no estoy en casa.
- Si Yoon, verás que todo estará bien. Puedo acoplarme fácilmente - Se volteó entre mis brazos y dejó un casto beso sobre mis labios - Confía en mi cielo.
- Siempre Minnie - Sonreí, devolviendo el beso.
Los cortos besos dieron inicio, unos que poco a poco fueron tomando cabida a la intensidad y necesidad. Los chasquidos comenzaron hacer acto de presencia, mordí su labio inferior lo que ocasionó que entre abriera sus labios, metí mi lengua y jugue con la suya, sus jadeos comenzaban a exitarme. Sus manos jugaban con mi cabello ante el nerviosismo y mis manos lentamente se fueron introduciendo bajo la sudadera blanca que llevaba.
- Yoongi... - Detuvo mis manos cuando tuve la intención de quitarle la sudadera - No...
- Está bien cariño, no seguiré si no quieres - Sonreí, a pesar de tener un enorme problema bajo mis pantalones no haría nada que mi pequeño no quiera.
- Es que... - Note su nerviosismo - Yo no...
- Tranquilo amor, dilo, ¿Qué sucede?
- No creo que... Mi cuerpo sea a-tractivo para ti - Se tropezó en sus palabras y bajo la mirada, cerrando sus ojitos.
Fruncí mi ceño y trate de procesar con calma sus palabras. ¿Había escuchado bien?, ¿Mi pequeño Jiminie tenía inseguridades acerca de su cuerpo?, ¿Por qué mierda no note eso antes?, Entonces entendí porque no dejaba que lo viera cuando se estaba cambiando, me sacaba de la habitación y cerraba con llave, muchas veces no me daba cuenta cuando tomaba un baño, hasta que ya estaba cambiado y casi siempre eran con camisetas dos tallas más grandes que la suya o sudaderas.
Mi pequeño Minnie había dejado de usar ropa ajustada que marcaba perfectamente su cuerpo y se acercaban a sus caderas y muslos. Cómo un idiota adjunte todo aquello a que se sentía más cómodo, más no me imaginé que se debía alguna inseguridad ante su cuerpo.
- Jimin - Llame, elevando su bello rostro - ¿Por qué crees que no me gustará tu cuerpo o no es atractivo para mí? - Pregunté.
- Yo... - Cerró una vez más sus ojitos y retuvo el posible sollozo - Tengo h-orribles marcas Yoongi, yo no... No soy más el chico de cuerpo deslumbrante del que te enamoraste, yo..
Un fuerte sollozo se escapo de sus labios. Me dolió el corazón verlo llorar y sobre todo saber del desprecio que siente de si mismo. Jimin siempre fue un chico que amaba lucir sus caderas, su cuerpo y no le importaba nada, le encantaba mostrar lo hermoso que es.
Desde que ocurrió todo el problema con sus padres el brillo de amor propio desapareció de mi pequeño. Mi hermoso chico se estaba desmoronando y como idiota no me había dado cuenta de ello.
Lo atraje hacía mi cuerpo, y dejé un suave beso sobre su cuello.
- Eres hermoso Park Jimin. Eres el chico más lindo, atractivo y deslumbrante que he visto jamás. Nadie se compara a ti mi cielo y no importan esas cicatrices externas, esas desaparecerán con el tiempo, pero las internas solo sanaran si tú te das la oportunidad de alejarlas y olvidarlas. Mi amor, para mi siempre serás ese chico atractivo, brillante y deslumbrante del que me enamoré, ¿Qué te hace pensar que no eres lo suficiente para mí?, Te amo Jimin, tal y como eres mi pequeño.
Sus ojitos lloros me vieron y un puchero se instaló en sus labios. Sonreí ante su tierna imagen y bese su puchero.
- ¿Me amas a pesar de sentirme inseguro de mi cuerpo Yoon?
- Te amo y te amare siempre cariño - Asegure - Prometo que te ayudaré a superar tus inseguridades mi cielo.
- ¿Puedes... iniciar justo ahora? - Sonreí y asentí.
- Lo haré mi cielo - Sus belfos se posaron sobre los míos. Iniciando una vez más con un beso cálido y pasando a uno intenso y fogozo.
Sus manos temblorosas y con nerviosismo bajaron hasta mi sudadera y la fue subiendo, hasta que deje que me lo quitara y lo mismo hizo con la sudadera que portaba. Lo tome de la cintura una vez estuvimos con nuestros pechos descubiertos y lo lleve con cuidado hasta la cama, lo recosté con delicadeza y me coloqué a un lado, teniendo cuidado de no dejar caer mi peso todo sobre él.
Mis manos bajaron lentamente por su pecho y abdomen, hasta llegar al broche del pantalón, del cual me fui deshaciendo con lentitud. Mis besos fueron bajando hasta su cuello, en el cual iba añadiendo marcas rojizas similares a las que deje justo esta mañana.
Sus manos se aferraban a mi cabello, halando cada cierto segundo. Deje una leve mordida la cual lo hizo gemir, mi mano bajo hasta dentro de su bóxer, el estaba bastante húmedo y necesitado.
- Y-oon~ por favor - Gimoteo necesitado de más y me encantó escucharlo pedir por más.
Baje lentamente mis besos hasta su pecho, no dude en estimular sus rosados botones, hasta dejarlos completamente erectos, pronto fui descendiendo hasta su abdomen repartiendo un sin fin de húmedos besos, llegue al elástico del bóxer y me deshice de este, dejándolo a mi merced y completamente desnudos.
Sus piernas subieron sobre el colchón y me regaló la imagen más sensual y caliente de todas cuando abrió sus piernas para mí y comenzó a tocarse. Me calenté aún más y me puse de pie para observarlo deshacerse ante el toqueteo de sus propias manos. Sus gemidos necesitados me prendieron y sonreí al verlo de esa forma y completamente dispuesto para mí.
Pronto recordé que no tenía el lubricante y un condón en esta habitación, estaban en la maleta. Me debatía entre ir por ellos o seguir viendo el espectáculo que me estaba regalando.
Me metí entre sus piernas y sus manos abrazaron fuertemente mi espalda. Bese sus labios y me encargue de dejar una que otra mordida.
- Debo ir por un condón y el lubricante cariño - Dije entre jadeos sobre sus labios - Están en la maleta.
- Mgh~ Yoongi - Gimoteo al sentir que me alejaba de su caliente y necesitado cuerpo. Relami mis labios y salí corriendo de la habitación para volver pronto. Abrí la maleta lo más apresurado que pude, buscaba entre todos mis pertenecías hasta que encontré lo que buscaba, lamentablemente no tenía un maldito condón, solo el lubricante.
Regrese a la habitación y Jimin se encontraba en cuatro, casi introduciendo sus dedos en su agujero. Mi garganta se secó al verlo en aquella posición y menear su trasero en busca de profundidad. Pero en ese lindo trasero solo entraría yo.
Me acerqué y retire su mano. Acaricie sus glúteos bien formados y lo escuché ahogar un gemido cuando toque su pene húmedo y también con deseos de ser atendido.
- Calma mi amor, te aliviare pronto - Susurré sobre su oído. Se dejó caer sobre el colchón y no perdí el tiempo de colocar una almohada sobre su abdomen bajo, dejando siempre alzando su lindo trasero.
- Y-oongi... - Gimió con desesperación.
- Calma cariño - Quite mis pantalones junto a mis bóxer. Abrí el lubricante y llene mis dedos de este, me acerque una vez más a su rostro y dejé un beso sobre sus abultados labios - Dime si duele, ¿Bien?
Lo vi asentir y comencé a repartir besos en su espalda, mientras iba introduciendo uno de mis largos dedos en su entrada. Lo vi hacer un gesto de molestia mientras entre abría sus labios, me detuve un segundo y después movió su trasero. Sonreí al entender y comencé a mover mi dedo dentro de su agujero. Pronto fui introduciendo un segundo dedo, los movía en todo su interior mientras lo estimulaba.
Pronto sus gemidos dejaron de ser bajos para volverse más altos e intensos. Sus caderas se movían en busca de más y parecía que mis dedos ya no eran suficientes. Así que los saque y llene un poco mi miembro de lubricante.
Lo volteé, pues quería ver su rostro cuando me enterrará en él. Abrí sus piernas ubique mi pene en su entrada, me acerque a sus labios y los devoré en desespero al mismo tiempo que iba introduciendo mi pene en su entrada. Un gemido ahogado fue lo que recibí junto a una fuerte mordida que me indicaba cuanto le había incomodado.
Me detuve cuando entré por completo. Y unos pocos segundos después comencé a moverme, sus manos dejaban leves rasguños en mi espalda, mientras mis caderas trabajaban arduamente. Las estocadas cada vez eran más profundas y rudas.
Salía un poco de su interior, dejando la punta y después entrando de golpe, sus labios se abrían ante las sensaciones a la par que los gemidos y maldiciones acompañaban a los sonidos obsenos que nuestros cuerpos creaban.
Era delicioso y delirante. Una sensación única y placentera, tan llena de deseos, que nos hacían delirar y pedir por más.
- ¡Oh mierda Yoongi! - Gimió alto cuando di en su punto dulce y escucharlo soltar una maldición en medio del acto fue mucho más gratificante.
- Estás tan apretado y delicioso cariño - Dije sin dejar de profundizar mis embestidas.
La cama se movía al ritmo de nuestros movimientos en busca de más. Pronto la sensación que alertaba que el orgasmo estaba cerca nos atacó. Jimin se aferró fuertemente a mi cuerpo y gimió alto cuando soltó toda su esencia entre nuestros abdomenes.
Justo después no pude retenerme más y dejé salir toda mi esencia dentro de su cuerpo. Gimiendo satisfecho al haber dejado salir todo lo que mi cuerpo tenía retenido y con deseos de salir.
Jadeantes y agotados, así habíamos terminado. Mi hermoso Minnie se abrazo a mí y dejó un cálido beso sobre mi hombro. Sonreí y devolví el gesto, besando su terso cuello.
- Te amo Minnie - Susurré en medio de besos que lo hicieron sonreír.
- También te amo Yoon - Respondió, besando mis labios con amor.
- Eres perfecto para mi cariño, de eso jamás dudes, ¿De acuerdo?, Eres hermoso Minnie, tu cuerpo es deslumbrante, fascinante y sensual. Eres todo mío mi cielo.
Su sonrisa fue tan hermosa que no dude en besarlo profundamente una vez más. Ni siquiera salí de su interior y sentí mi miembro despertar una vez más.
Ambos soltamos un gemido en medio de besos intensos. Iniciando una segunda ronda que calmaría nuestro calor por segunda vez en la noche.
El interior de Jimin es perfecto y me apreta tan bien que jamás quiero salir de él.
Estaba seguro que después de esta noche, nuestros momentos de pasión serían más intensos y no se detendrían nunca.
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¡Hola amigos!
¿Qué les pareció este capítulo?
Espero que haya sido de su total agrado. No fue un Lemon largo, pero de igual forma espero que les haya gustado😏
¿Creen que habrá bebé pronto?🤔
Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!
Bye💜
No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐
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