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(Narrador Omnisciente)


Una fuerte tormenta había visitado las calles de Seul, provocando que las personas se quedarán en casa.

Sweet cake se encontraba sin clientes ese día tan lluvioso. Chanyeol se había ido a casa junto a Baek y Ji-Hyo por indicaciones de Namjoon, quien sabía que días así no habían clientes porque las calles cerca de la pastelería se cerraban.

Siempre ocurría alguna obstrucción cerca de dichas calles y por ende la pastelería cerraba en días tan lluviosos como ese. De lo contrario, era agradable una taza de café o chocolate en un clima tan agradable.

Jimin se encontraba sentado en una de las mesas al lado de la ventana, soltó un sonoro suspiro al ver las calles tan solas, húmedas y con una terrible tormenta imparable.

- ¿Segura te irás con este clima así Hyuna? - Pregunto Jimin a la rubia quien terminaba de prepararse para irse a casa.

- Si. No te preocupes Minnie, vivo a pocas cuadras de aquí, iré caminando. Daewhi le teme a los truenos y bueno, ya sabes, prefiero estar con él.

- Claro, no te preocupes. Deberías presentarme a tu pequeño un día - Sonrió el castaño.

- Cuando el clima mejore prometo traerlo - Aseguro la rubia - Jin y Nam Hyung ya lo conocen. Ha venido un par de veces.

- Entonces será un placer conocer a tu mini versión - Chillo de emoción el chico y Hyuna río divertida.

- ¿Te cuento un secreto? - Jimin asintió emocionado - Mi pequeño Daewhi es la réplica de su padre - Suspiro y la emoción de Jimin bajo.

- ¿Eso es bueno o malo? - Puchereo el castaño.

- Hasta cierta forma... Es bueno, se que será un niño muy guapo, pero por otra parte, me recuerda al hombre que ame, le entregué todo de mí y me dejó una mini réplica de él.

Hyuna río y soltó un suspiro. Jimin la observo detenidamente y pensó, que hay personas que viven un peor calvario que él. Aunque la situaciones de ambos son ciertamente similares, el dolor que vivió cada uno siempre será inexplicable.

- Creo que debo irme ahora, la lluvia se ha calmado un poco - Hablo la chica después de dos minutos en total silencio sin que ninguno se haya percatado de ello.

- Ve con cuidado y trae a ese pequeño pronto - Jimin sonrió y la chica se sintió mejor.

Pocos segundos después el castaño quedó solo en aquella pastelería. Volvió a suspirar sonoramente y pensó que era mejor cerrar la cafetería y subir a la cabaña para descansar un poco.

Justo cuando se puso de pie escucho un choque y se sorprendió al ver aquel auto el cuál había aprendido a reconocer. Se aterró tanto que no dudo en salir aún debajo de la lluvia y correr hasta aquel auto el cuál su piloto comenzaba abrir la puerta.

- ¡Hoseok Hyung! - Llamo Jimin y se acercó al mayor - ¡Oh por Dios!

Jimin sintió que su corazón se aceleraba al ver un leve golpe en la frente del mayor, quien se quejaba ante el dolor recibido por el choque.

- Hyung, ¿Me escucha? - Jimin no sabía que hacer, estaba asustado - Llamaré a una ambulancia y...

- No..., Estoy bien Jiminie - Hablo el mayor - Solo fue el golpe en la frente, nada más.

El castaño se acercó y lo ayudo a salir. Hoseok cerro la puerta y observó que el auto quedó dañado de la parte de enfrente. Trato de ignorar ese hecho cuando un mareo lo azotó y se tambaleó.

El mayor no fue totalmente consciente del esfuerzo que Jimin puso para llevarlo hasta la cafetería. El castañito estaba realmente preocupado, solo pensó en llevar a Hoseok hasta la cabaña y atenderlo.

Con esfuerzo logro subir a Hoseok. Lo recostó en su cama y pronto comenzó atenderlo. Curo su herida y lo cubrió con toallas y sábanas y así mientras el mayor fue quedando inconsciente en el transcurso. Jimin entro en pánico hasta cierto punto, pero se tranquilizó al sentir normal el pulso del mayor, así que intentó cuidarlo lo mejor posible.

Jimin bajo a la pastelería, la cerro muy bien y llamo a Namjoon para decirle que habían cerrado y lo ocurrido con Hoseok. Los nuevos padres tenían dos días de haber salido del hospital y estar en casa al cuidado de su pequeña. Mientras tanto la cafetería seguía al cuidado de sus trabajadores.

Transcurrieron alrededor de cinco horas. Jimin pensó que no estaría mal preparar una sopa para cuando su Hyung despertará y así lo hizo.

Mientras tanto, Hoseok despertaba con un inmenso dolor de cabeza. Llevó su mano hacía el lugar afectado y sintió una venda sobre la herida, se quejo levemente al sentir el malestar e intento recordar lo sucedido.

Hoseok salió de su oficina cuando la tormenta estaba en su mejor punto, le costaba visualizar perfectamente las calles, por lo que iba con una velocidad mínima, sin embargo, era bien sabido que las calles cerca a la pastelería solían inundarse por diferentes razones y se ponían ciertamente resbaladizas.

Cuando estaba cerca, por más que intentó manejar con cuidado, una rama cayó sobre el parabrisas y eso le hizo perder el control hasta chocar con un árbol justo frente a la cafetería. Recuerda haberse llevado un golpe en la frente y luego ver a Jimin muy preocupado ayudándolo. Sin embargo, después de ello, sus recuerdos son nulos y borrosos.

El pelinegro soltó un suspiro al sentirse avergonzado de su estupidez y aunque él no tiene culpa de su accidente, se siente como tal. No quería imaginar la preocupación que le hizo pasar a Jimin. Fue entonces que reaccionó y presto más atención a su entorno.

La habitación era pequeña, con lo esencial dentro de ella, pero cálida. Se sentía muy hogareña, con un aroma natural a pino y madera, algo que lo mantuvo relajado mientras dormía. Hoseok noto el orden y la limpieza dentro de dicha habitación y supo de inmediato que quizá se trataba de la casa-cabaña de Jimin.

Se levantó con cuidado y a pesar de haber sentido mareo, trato de tranquilizarse y salir de la habitación manteniendo el cuidado debido.

Justo al salir pido sentir el delicioso aroma a sopa recién hecha. Más el suave cantico de una voz dulce proveniente de la cocina. Fue entonces que lo vio. Ahí, de espaldas, cantando suavemente y con movimientos delicados sobre la cocina mientras cocinaba.

Jung Hoseok jura jamás haberse sentido tan atraído por nadie como se siente por Park Jimin, aquel dulce y tierno chico que le ha robado hasta el aliento desde la primera vez que lo vio con un traje para perrito entre sus manos.

Tanto se perdió el mayor en la hermosa imagen de Jimin cantando y cocinado, que no se dió cuenta cuando esté se volteó y lo vió. Jimin se acercó rápidamente al mayor, con evidente preocupación.

- Hyung - Llamo con su dulce voz - ¿Te encuentras bien? - Los ojitos de Jimin denotaban su preocupación por el mayor.

El pelinegro lo vio por largos segundos que hicieron asustar más al castañito. Pero Hoseok no podía apartar la vista de aquellos mieles que lo tenían hipnotizado. No fue hasta que las delicadas manitos de Jimin se posaron sobre sus mejillas y lo llamaron con temor.

- ¿Hoseok Hyung?, ¿Estás bien?, No me preocupes más por favor - Pidió con temor.

- Estoy bien Jiminie - Sonrió el mayor, llevando sus manos sobre las del castaño - Perdóname por preocuparte, no fue mi intención.

- Es un alivio que estés bien. ¿No quieres que te lleve a un médico?, El golpe en tu frente es pequeño, pero no quiero que sufras algún daño interno - Jimin no quitó sus manitos, pues no sé daba cuenta que la posición de ambos era hasta cierto punto, íntima y cálida.

- Te aseguro que estoy bien Jiminie. Además, huele demasiado bien como para salir de aquí sin probar por primera vez una de tus recetas - Halagó el mayor.

Entonces las mejillas del menor se sonrojaron, sonrió y quitó sus manos del rostro del mayor. Jimin mostró enormemente su eyesmile y se acercó a la cocina una vez más.

- No es la gran cosa Hyung - Aseguró - Solo es una sopa de verduras que estoy seguro cualquiera puede hacer. Además, necesitas comer algo para poder tomar algún analgésico.

- No creo que tú comida sea cualquier cosa Jiminie. No importa si es solo una simple sopa, si es hecha con tus manos, es especial para mí.

Jimin no sé volteó. Sintió una punzada en su pecho y recordó que cuando inicio a cocinar, Yoongi lo halagaba todo el tiempo, adoraba su comida y le decía lo impresionantes que eran sus recetas por muy simples que parecieran. Cuando todo se vino abajo y los halagos fueron sustituidos por insultos a su cocina, Jimin no creyó volver a escuchar palabras bonitas a sus preparaciones así fuesen algo sencillo de hacer.

El castaño titubeó un poco y tomo aire, para luego voltearse y acercarse una vez más al mayor.

- Hyung - Llamo - ¿Qué te parece si vas a la habitación y te cambias por algo más cómodo?, Se que no somos la misma talla, pero tengo algunas prendas que Nam Hyung me dió, las dejé en el tocador. No quiero que pesqués un resfriado.

Hoseok sonrió y asintió. No pensó, solamente actuó. Se dió cuenta de su acción hasta que ya había dejado un rápido y dulce beso sobre la frente de Jimin, quien se sorprendió y al instante sintió sus mejillas arder en vergüenza. Hoseok solamente río bajo y regreso a la habitación para hacer lo pedido por su Jiminie.

Quizá las cosas podrían salirse de control en un futuro. Pero Hoseok no piensa rendirse sin antes luchar y Jimin no está seguro de lo que está ocurriendo entre él y su mayor, pero teme comenter un error con él.

- ¿Y, que te pareció Hyung? - Pregunto Jimin cuando su mayor terminó todo su plato.

- ¿Nunca has pensado en estudiar gastronomía? - Pregunto el mayor y Jimin río mientras negaba.

- En algún momento lo hice. Ahora mis pasiones y sueños son otros.

- ¿Si?, ¿Cómo cuáles? - Pregunto Hoseok.

- Diseño de modas - Suspiro Jimin con ilusión mientras levantaba la mesa.

Hoseok pensó que el mundo es realmente pequeño. Rápidamente supuso que sus sueños cambiaron cuando Yeo-been le pidió ayuda con sus diseños. Sabía que la inspiración principal de Jimin para su deseo de estudiar diseño de modas era la mismísima Min Yeo-been, madre de Yoongi, quien es, su ex esposo.

- Suena bien. ¿Por qué no estudias la carrera? - Pregunto con curiosidad.

- Principalmente por dinero - Respondió Jimin mientras lavaba los platos y Hoseok se acercaba ayudar - Y también porque no tengo tiempo, necesito trabajar, ahorrar y buscar donde vivir, no quiero seguir siendo un aprovechado con mis Hyung. Aunque se que ellos lo hacen de todo corazón, siento que les debo mucho, les debo mi vida básicamente.

- ¿Puedes contarme tu historia Jimin? - Hoseok quería saber y aunque quería ser paciente, necesitaba saber que sucedió con su matrimonio y como es que llegó ahí.

Jimin lo pensó unos segundos y asintió. Llevó a su Hyung al sofá, le dió una taza de café y luego de tomar asiento, pensó en las palabras correctas a utilizar.

- Tomate tu tiempo Jiminie - Alentó Hoseok.

- Bueno... En pocas palabras me divorcié porque mi esposo me fue infiel... - Con solo aquellas palabras, Hoseok supo que jamás volvería a ver a Yoongi de la misma manera, ¿Cómo si quieres de le ocurrió en traicionar a alguien tan dulce como Jimin?

El castaño comenzó a contarle su historia al mayor. Desde sus traumas con sus padres, lo que vivió con ellos, cómo inicio su relación con Yoongi, su vida con él, su matrimonio, todo a detalle. Las horas iban pasando y aunque Jimin se detenía para soltar algunas lágrimas y tomar aire cada cierto minuto. El pelinegro estuvo ahí para él, abrazándolo y consolando el roto corazón de su dulce Jiminie.

Jimin contaba todo con mucha confianza hacía Hoseok. Una confianza que este mismo le hacía sentir sin razón aparente. Cuando la historia terminó, el silencio reinó alrededor de dos minutos, en los cuales la tensión se disipó y la comprensión llegó a Hoseok para reaccionar correctamente.

- Agradezco al cielo, a Namjoon y Seokjin por haberte salvado la vida aquella noche Minnie - Susurro con delicadeza el mayor - Aunque todo fue duro para ti, puedes verle el lado bueno, ¿Sabes?

- ¿Existe lado bueno? - Hoseok asintió y sonrió - ¿Cuál?

- La vida te está dando una nueva oportunidad con personas que aunque no conocías, te han dado todo el amor y confianza del mundo Jiminie. Namjoon y Seokjin son como unos ángeles para tí, además... Estoy yo aquí, para ti y aunque pueden parecerte promesas vacías. Jamás pienso dejarte solo, confía en mí y sobre todo confía en ti mismo. Dále un nuevo rumbo a tu vida, y jamás pienses que eres una carga para nadie, porque no es así.

Jimin sonrió y sin pensarlo mucho, recostó su cabeza sobre el hombro de Hoseok. Se sintió tan cálido y querido, que no dudo en acurrucarse cerca del mayor y cerrar sus ojitos, sintiendo el pesor de estos ante su llanto.

- Prométeme Hyung... Que tú jamás me traicionaras y me dejarás - Susurro Jimin con evidente cansancio.

Hoseok se sintió mal de cierta manera. Pues ocultarle el hecho que conoce a Yoongi, ya era traicionarlo, pero no estaba en sus planes verlo sufrir por aquel azabache. Aunque claro, no sabía que él mismo lo podía hacer sufrir si le ocultaba la verdad.

Jung decidió mentir. Pero mentir por proteger a su tierno Jiminie.

- Te lo prometo mi pequeño Jiminie - Susurro con calidez el mayor, depositando un dulce beso sobre la coronilla de un adormilado Jimin.

Pocos segundos después la respiración acompasada de Jimin le hizo saber al mayor que se había quedado dormido. El pelinegro sonrió y deseó de todo corazón reparar el roto corazón de Jimin y él  poder darle toda la felicidad y amor que se merece.

- Perdóname por ocultarte que conozco a Yoongi - Susurro por lo bajo - Solo quiero verte feliz Jiminie, quiero ser yo el causante de tus futuras sonrisas, de tu felicidad y quiero ser yo, quien te de amor y tu me correspondas. Prometo protegerte de todo mal y amarte cada día mi dulce Minnie.

Hoseok cargo a Jimin y lo llevo hasta su habitación, en dónde lo recostó en la cama y lo arropó cómo a un bebé. Sin miedo dejo un beso más sobre la frente de este y lo dejo descansar.

Sabía que debía resolver su problema con su auto. Así que decidió salir de la pastelería, tuvo que llamar a Namjoon y preguntarle cómo salir y volver a colocar la alarma de seguridad del lugar. Fue más complicado que cuando Jimin lo hace por dentro, pero lo logro.

Afortunadamente su auto arrancó y pudo regresar a casa. Aunque hubiese deseado quedarse con Jimin, no quería aprovecharse de su amabilidad y decidió irse.

A la mañana siguiente, Namjoon llegó a la pastelería muy temprano. El día había amanecido más soleado y cálido, así que tendrían un buen día en el trabajo.

Mientras Hoseok, estaba decidido a qué ese mismo día, iniciaría un cortejó hacía Jimin y esperaba que este en un futuro no muy lejano lo acepte.

¿Cómo resultaría este plan de Hoseok?, Nadie sabía, pero él solo quería felicidad para su dulce Jiminie.

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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

La verdad es que no se que hice. Pero espero que esté capítulo haya sido de su agrado, me salió espontáneo con un poco de inspiración por esta obra.

Lo que se vendrá más adelante será interesante y se que pueden existir quejas o disconformidades. Pero a las pocas personas que leen está obra, espero que les agrade lo que se venga.

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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