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💫 29 💫


(Narra Jimin)

Sweet Cake” es el verdadero paraíso respostero. Jamás había conocido un lugar tan maravilloso como este.

La jornada laboral iniciaba desde muy temprano. Pero la pastelería abría alrededor de las 9:00am, era bastante concurrida y visitada por diferentes empresarios de los alrededores. Tenía una hora de bebidas frías durante el almuerzo para quienes deseaban pasar por alguna durante su regreso a sus trabajos. Iniciando desde las 3:00pm comenzaba a llenarse nuevamente por personas adictas a la cafeína y mantener sus energías en sus labores y cerraba cerca de las 6:00pm.

Era una rutina agotadora, pero realmente increíble. Me sorprendía mucho ver como el pequeño equipo que maneja está pastelería sabe llevar un ritmo increíble a pesar de la cantidad de personas que visitan Sweet Cake.

Namjoon Hyung me había dado mis horarios y a pesar de ser igual al resto, me agradaba mucho. Mis días libres eran los viernes, algo que me aliviaba mucho, tener los viernes libres era realmente increíble.

Solo llevaba una semana trabajando y adaptadome. Pero esto me agradaba en demasía, sobre todo porque amaba la repostería y deseaba con toda mi alma aprender nuevas recetas. Durante esta semana y la siguiente estaría a prueba por decirlo así.

Namjoon y Seokjin Hyung, me aseguraron que el puesto es mío. Pero que debían ser parciales y dar el mismo trato a todos. En pocas palabras he tenido que cumplir el mismo procedimiento que el resto de mis compañeros, incie limpiando la cocina, las mesas, recogiendo lo que los clientes dejaban, lavando los platos, incluso tuve que limpiar los baños.

Realmente era agotador y hasta cierto punto asqueroso. Pero un trabajo humilde y al cual he tenido que adaptarme, si mis compañeros de trabajo pasaron por todo este proceso, incluyendo mis jefes, no tenía porque quejarme.

Me encontraba lavando los últimos utensilios de cocina utilizados por Namjoon Hyung y Chanyeol Hyung. Mis pies me estaban matando, mis manos las sentía irritadas, mis ojos pesaban del cansancio y recordé que aún debía limpiar las mesas. Solté un suspiro sonoro y me resigne.

- Ten Jiminie - Llegó Ji-hyo, entregándome una taza de té - Esto te relajará. Es un té de manzanilla con canela - Sonrió - Hyuna y yo nos encargaremos de limpiar las mesas.

- Oh, mucha gracias Ji-hyo noona, no sabes cuánto deseaba un té - Sonreí - ¿Están seguras de limpiar ustedes?

- Claro. No te preocupes por ello Jiminie, sabemos lo duro que es este lado del trabajo, todos pasamos por ello, así que no nos molesta limpiar afuera.

- Cierto Jimin - Escuché a Hyuna. Volteé a verla y sonreí - Solo termina lo que te falta y luego vas a descansar, no te preocupes.

- Mil gracias chicas. Se los agradezco mucho - Sonreí aliviado.

- No hay de que - Ambas tomaron trapos y salieron a limpiar las mesas.

Yo seguí lavando y pronto escuché las estruendosas risas de Baek y Yeol. Ambos se despidieron y salieron de la pastelería. Pronto Namjoon Hyung llego y comenzó a guardar los pocos ingredientes que quedaban en la isla del centro y a limpiar la mesa.

- ¿Todo bien Jiminie? - Pregunto Nam Hyung.

- Todo bien Hyung - Sonreí - ¿Puede disculparme con Jin Hyung?, No podré ir a verlo ahora. Me siento realmente agotado - Suspiré, quitando los guantes de mis manos y tomando un sorbo del delicioso té.

- Está bien, yo le digo. No te preocupes.

- Le ayudó - Me acerque y aunque él se negó innumerables veces, yo no lo escuché y seguí ayudándole a limpiar y dejar la cocina reluciente. Hace 10 minutos Ji-hyo y Hyuna se fueron cuando terminaron.

- Nos vemos mañana Jiminie, cierra bien, ¿De acuerdo? - Yo asentí.

- Tenga cuidado en el camino Hyung - Me despedí y cuando lo vi marcharse en el auto me asegure de cerrar bien.

Coloqué el candado por dentro. Presioné el botón que hacía bajar unas puertas de metal desde afuera y se aseguraban automáticamente. Activé la alerta anti-robos. Apague todas las luces y cuando vi que estaba todo asegurado, subí.

Aún me quedaba un poco de té en la taza. Tome lo último que quedaba y entre a la cabaña. Solo entre y lancé mis zapatos quien sabe dónde. Me coloque las comodas pantuflas y me dirigí al baño.

Tome una relajante ducha caliente, deje que mi cuerpo se relajará, se destenzara y una vez me sentí mejor, salí de la ducha, enrollé una toalla en mi cintura, entre a la habitación y me coloque una cómoda pijama.

Aunque me sentía agotadisimo, debía cenar, Jin Hyung me tenía con una dieta estricta. Él decía que quería ver mis mejillas rechonchas y bonitas, aunque a mí no me gustaban, él insistía en querer verlas mejor.

Jin Hyung estaba a nada de dar a luz. Eso me ponía feliz por él, deseaba con toda su alma tener a su pequeña entre sus brazos y yo quería conocerla también.

Preparé una cena liviana, pero saludable. Comía mientras veía un programa animado. Intentaba evitar todo lo que tuviera que ver con las noticias o el mundo de los famosos. Por ninguna circunstancia deseaba saber nada de los Min y ellos al ser personas conocidas, es fácil que aparezcan en revistas, periódicos, redes sociales y noticias.

Mis Hyung me dieron su cuenta en Netflix y la mayor parte del tiempo veía alguna película o series. Eso me ayudaba a distraerme, agradecía enormemente no tener teléfono, me evitaba de la misma situación molesta de las clases sociales estúpidas e innecesarias.

Una vez terminé mi cena, me fui a la habitación, dejando la cocina limpia, antes, claro. No demoré en lavar mis dientes y luego tumbarme en la cama, lentamente estaba cayendo en el mundo de Morfeo y la última imagen que tuve antes de caer rendido ante el cansancio. Fue mi pequeño Holly.

Cuánto lo extrañaba.

(Narrador Omnisciente)

La segunda semana de trabajo para Jimin había dado inicio. Logró con éxito pasar su entrenamiento previo, Namjoon y Jin lo halagaron mucho debido a su determinación y entusiasmo por aprender.

- Chicos. Desde este día les dejaré a cargo la pastelería - Anuncio Namjoon junto a su esposo Seokjin - Mi amado Jinnie estará en labor de parto dentro de unos días y necesito estar a su lado, así que ustedes deberán manejar la pastelería perfectamente.

- Entendido jefe - Respondieron todos al unísono haciendo reír a Nam.

- Nadie queda a cargo en general. Ustedes saben cuáles son sus lugares, solo que desde esta semana, deben regresar a sus antiguos horarios. Se los dejé en el tablero en la cocina. Se turnarán para los aseos de la pastelería, Jimin ya pasó su semana de prueba. Así que es hora de regresar a sus horarios, ¿De acuerdo?

- Si jefe - Asintieron todos de acuerdo - ¿Si surge algo lo llamamos? - Pregunto Yeol.

- Confío en que ustedes sabrán manejar cualquier situación. De igual forma, no estaría mal que me informen lo necesario.

- Entendido.

Todos regresaron después a sus labores. Jimin este día inicio como mesero, al inicio de sintió nervioso, pero recordó que había atendido clientes en la tienda de convivencia de Lisa y todo salió mejor de lo imaginado.

Seokjin que se había quedado en la pastelería junto a Namjoon para dejar programado los pedidos de ingredientes y los diferentes pedidos de clientes con pasteles de temática que haría Yeol con Baek. No pudieron evitar darse cuenta de las increíbles habilidades de Jimin.

El castaño atendía con suma cordialidad. Siempre manteniendo una cálida sonrisa en su rostro, parecía ser más adorable con los niños y personas mayores. Cada que un cliente se retiraba, él se encargaba de limpiar la mesa y atender a nuevos clientes.

Ese día, Baek y Yeol estaban en cocina, Hyuna en el aseo del lugar. Ji-hyo tras el mostrador, en caja y él de mesero con la ayuda de Baek cuando se llenaba.

Todo marchaba perfectamente. Seokjin se sentía orgulloso de Jimin, además de que se sentía sumamente feliz al no haberse equivocado con él.

- Podrías incomodar a Jimin si te cacha observándolo fijamente cariño - Río Namjoon mientras contabilizaba los productos.

- No puedo evitarlo Nammie. Me pone feliz saber que hicimos bien en ayudar a Minnie - Sonrió el rubio.

- Lo sé - Asintió el moreno - El chico aprende rápido. Solo falta que aprenda sobre respostería. Aunque recordando las exquisitas recetas que hacía cuando se quedaba en casa, no tengo dudas de que sabe hacer postres increíbles.

- Ya lo creo. Jimin es toda una caja de sorpresas - Sonrió Seokjin.

La campanita anunció un nuevo cliente. Seokjin volteó a ver y rápidamente sonrió al reconocer a su cliente estrella, el cual no había aparecido en días. El hombre no se percató de la presencia de los dueños del lugar, pues su mirada estaba fija en aquel castañito que se movía con avidez mientras mostraba una dulce e hipnotizante sonrisa en su angelical rostro.

Los clientes que Jimin atendía se retiraron con satisfacción al recibir el mejor trato de aquel encantador chico. Jimin se giró para despedirse cordialmente y sus ojitos mieles conectaron con aquellos café claros.

El castaño abrió sus ojos en sorpresa al reconocer al susodicho. El hombre le sonrió, mostrando una encantadora sonrisa en forma de corazón y oyuelos.

- No creí volver a verte - Se acercó el pelinegro y Jimin sonrió levemente nervioso.

- Lo mismo digo - Mostró una leve venía ante el hombre que lo salvó en el super mercado hace unos meses.

- Es un gusto verte nuevamente Jimin-ssi - El pelinegro tomo la mano del chico y la llevo a sus labios, dejando un casto beso en el dorso de esta y percatándose de una peculiaridad en aquella suave mano.

- Supongo que digo lo mismo señor Jung - Jimin no se sintió incómodo, pero si avergonzado y sus mejillas lo demostraban.

- Oh por favor. Solo dime Hoseok o Hobi Hyung - Guiñó el pelinegro y Jimin soltó una risilla.

Aquel simple acto volcó el corazón del mayor. Sonrió enorme y se sintió más encantado por el chico de cabellos castaños, sonrisa dulce, manos suaves, pequeñas y tersas, con unos hermosos ojitos color mieles.

- ¿Qué desea ordenar señor Hyung? - Pregunto Jimin, por respeto y avergonzado al darse cuenta de su mala educación.

- ¿Si ordenó aceptarías tomar algo conmigo? - Pregunto. Directo y sin rodeos.

Jimin sintió sus mejillas furiosamente sonrojadas. Si bien su hora de descanso de treinta minutos iniciaba en pocos minutos, no quería quedar mal ante sus jefes cuando estos los observaban con curiosidad.

El castaño quería ser un profesional en sus horas laborales. Por más bien que le caiga el hombre frente a él.

- Lo lamento señor Jung - Sonrió - Pero estoy en mi hora laboral y eso se vería mal frente a mis jefes.

Hoseok volteó a ver a Seokjin y Namjoon. El primero le sonreía cómplice y el segundo parecía querer abrile un hoyo a los papeles frente a él o bien prendeles fuego con aquella mirada tan intensa al intentar hacer cuadrar todos sus ingresos del mes.

- Jiminie. Si gustas puedes ir a tu hora de descanso, yo atiendo al cliente - Llegó Baek.

Entonces Hoseok sonrió y observo a un nervioso Jimin quien carraspeó y asintió en dirección a su compañero.

- ¿Podrías traernos dos chocolates con leche? - Pidió Hoseok al chico.

- Claro señor...

- No te preocupes Baek. Yo iré, tu atiende al cliente que acaba de entrar - Sonrió Jimin y el contrario asintió, estando de acuerdo y yendo atender a la pareja recién llegada.

Mientras tanto, Jimin fue por lo solicitado por aquel atractivo hombre que parecía querer devorarlo con la mirada. Suspiró tembloroso al no saber que hacer, en verdad le ponía los nervios de punta el ser observando por sus jefes o que estos le llegasen a reprochar si lo veían en su hora libre con un cliente.

- No lo pienses mucho Jiminie - El mencionado se espanto al escuché a Seokjin a su lado - Hoseok es un buen tipo. Me atrevo a decir que uno de mis mejores clientes, ha venido a este lugar desde que lo inauguramos y jamás lo había visto tan embelesado por nadie.

- Pero... Yo no creo sentirme listo para ningún tipo de relación Hyung - Suspiró - Él se ve agradable, lo conocí antes, me ayudó sin si quiera conocerme, es atractivo, agradable y desprende un aura relajante pero...

- Tienes miedo - Afirmó Jin y Jimin asintió - Entiendo Minnie. Pero no necesitas ir más allá, quizá hablar un poco conocerlo, tal vez ser amigos. Si te ayudo antes es porque tú creas ese efecto en las personas Jiminie, eres un angelito al cual todo el mundo cae rendido ante ti - Afirmó el gestante.

- Gracias Hyung - Las mejillas ahora más rellenitas de Jimin estaban sonrojadas y el mayor no evitó apretujarlas levemente - ¿Pero no se vería mal que hable con él?, Él es un cliente frecuente y yo el empleado.

- El que no arriesga no gana cariño - Seokjin le guiño - Además, soy el jefe y tienes mi permiso - El mayor le tendió la bandeja con ambas tazas y le dio un leve empujón al castaño - Por cierto, él ama los malvaviscos en su taza de chocolate.

Jimin lo escucho y paso llevando el frasco con lo antes mencionado. Tomo aire y luego soltó este mismo un tanto tembloroso. Parecía un adolescente tonto con aquella actitud infantil, pero no debían culparlo, jamás se sintió atraído por nadie que no fuese Yoongi y no es que se sienta atraído por aquel atractivo hombre, es solo que admira su belleza, estilo y su sonrisa lo relaja de alguna manera.

El castaño llegó con la bandeja y puso frente al pelinegro la taza junto al frasco con malvaviscos diminutos. Hoseok sonrió en grande e invitó al castaño a tomar asiento frente a él.

- Creí que no aceptarías tomar una taza de chocolate conmigo - Se sincero el mayor.

- Bueno, estoy en mi hora de descanso y... Creí que no estaría mal aceptar - Mordisqueó su labio inferior levemente.

- Me agrada saber que aceptaste Jimin-ssi. ¿Puedo preguntarte algo sin que te enfades por ser directo?

Jimin lo miro confundido. Pero aún así asintió ante las palabras del contrario.

- Claro. Dígame.

- ¿Dónde... Esta fue anillo de casado? - Pregunto Hoseok con nerviosismo por pensar que efectivamente fue muy imprudente.

Jimin bajo instintivamente su mirada a su mano izquierda con la nula existencia de sus anillos. Aún con lejanas marcas que un día estuvieron ahí. El castaño mordió su labio inferior sin darse cuenta y luego soltó un largo suspiro antes de sorber su chocolate.

- Me divorcié - Respondió Jimin con voz baja pero lo suficientemente entendible para Hoseok.

- Oh, entiendo - Hoseok por dentro se emocionó, pero al mismo tiempo se reprendió a si mismo y se sintió mal por el chico tan bonito frente a él.

- Justo... Un mes después de que lo conocí, sucedió todo. Pero no es algo de lo que me apetezca hablar - Agrego.

- No te preocupes, jamás preguntaré si no quieres - Sonrió Hoseok - Pero, ¿Puedo pedirte un favor? - Jimin asintió - ¿Puedes tutearme?, Eso de señor Jung o usted viniendo de ti, me hace sentir demasiado viejo.

Jimin río bajo y asintió. Debía admitir que le agradaba enormemente aquel atractivo hombre, era tan agradable que su sola presencia le hacía olvidar todo su cansancio.

- Está bien Hoseok Hyung - Sonrió.

- Eso me agrada. ¿Hace cuánto trabajas aquí?, Vengo todos los días y no te había visto, bueno... - Se interrumpió a si mismo - Una semana y media no vine porque estuve demasiado ocupado en mi trabajo, suelo llevar un café por las mañanas y por las tardes paso por mi chocolate con leche y malvaviscos.

Jimin no se sintió fatigado y mucho menos incómodo por aquel hombre. Su voz era suave y agradable, escucharlo hablar con tanta confianza le alegraba y de cierta forma le agradaba su forma de ser.

El castaño le contó en brevedad como fue a para ahí. Omitiendo los detalles, solo diciendo que sufrió un accidente y que Namjoon y Seokjin lo salvaron de morir. No quería explicar exactamente como ocurrió todo, pensaba que fue un tonto y patético idiota por como sufrió el asalto.

Hoseok sabía y se dio cuenta que Jimin no le quiso explicar todo muy bien. Aunque no insistiría ni se metería en la vida privada del chico. Si estaba interesado en conocerlo más y sobre todo desde que supo que ya no está casado.

Hoseok se sintió un poco culpable ante su pensamiento, pues no sabe cuánto debió haber sufrido el castaño ante su divorcio y no sabe los detalles, pero le alegraba saber que aquel bonito chico que lo hipnotizó desde el primer segundo en que lo vio, estaba soltero.

El pelinegro intentaría conocer un poco más al chico e ir lento. Pero deseaba algún día poder enamorarlo, por qué él, cayó desde aquel día en que lo vio sostener un bonito conjunto de perrito.

Sin embargo, la misma frase seguiría suelta. Qué pequeño es el mundo ¿No es así?


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¡Hola amigos!

¿Qué les pareció este capítulo?

Espero que haya sido de su total agrado. Cómo pueden darse cuenta, Hobi apareció en la vida de Jimin y su relación a futuro tendrá de todo un poco. Lo dejaré a su imaginación. ^^

Tengo deseos de seguir escribiendo más sobre esta historia. Espero regresar en estos días con más✨

Sin más que decir... ¡Nos leemos pronto chiquillos!

Bye💜

No olviden dejar su estrellita si les gustó el capítulo ⭐

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