Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?

Numeros 23:19 (NVI)

El chico ensayaba frente al piano, pensando en todo lo que no conocía de la chica.
Sabía que ella era inteligente. Sus notas estaban por encima de la media de la universidad con mejores calificaciones de la ciudad.

Liz hablaba poco. También salía pronto de la universidad y estudiaba sociología a diferencia de él que estudiaba Geografía e Historia.
No podía saber mucho más pues hasta el incidente de la azotea no había tenido una conversación con ella.

-Allan - habló Cathy entrando. Cerrando la puerta tras de sí.

-Dime

-Sé que volvieron tus pesadillas,ayer te escuché y ... Si quieres hablar sabes que puedes hacerlo. Estoy aquí para lo que necesites

-Lo sé hermanita - contestó sin dejar de tocar las teclas blancas y negras. Aquella melodía le trasmitía tanta paz que su corazón angustiado por el recuerdo se calmaba.

Si En mi vida hay duda en plena noche oscura
Él extiende sus brazos de amor.

-Pero Allan si quieres hablar...

-Gracias Cathy. Estoy bien

La morena le abrazó y salió de la habitación dejándole con la canción y sus pensamientos. Sus dedos se detuvieron y apagó el piano, en dos horas iría a recoger a la biblioteca a Liz para ir a la iglesia. El joven caminó hacia su habitación. Entró. Se arrodilló a orar no sólo por él sino también por ella para que el Señor Jesús hiciese su obra de salvación.

***

Liz entró al templo. Una señora de pelo castaño y camisa blanca la saludó con una sonrisa. Ella ni siquiera era capaz de mirarla a los ojos, no confiaba.

-Dios te bendiga

-Dios te bendiga Sara -respondió Allan con amabilidad -.Te presento a Liz

-Encantada Liz. Bienvenida

Esa señora se veía aparentemente feliz -porque no creía que esa sonrisa fuese real- ni esa amabilidad.

"Todos tienen una mascara que oculta lo que son" pensó Liz. Su memoria analítica le permitía recordar casi al detalle cada rostro y expresión de las personas que la rodeaban. Siempre y cuando decidiese prestar atención al exterior más que a su interior. A lo largo de su corta vida había visto multitud de personas fingir algo que no eran para quedar bien delante de otros. Muy visto en el iglú. Lo detestaba.

Allan caminó y se sentó en una silla.
Se arrodilló. Ella permaneció sentada.

"Se arrodilla cómo si Dios pudiese oírlo o cómo siquiera existiese" volvió a pensar la chica con fastidio. "Voy a respetar su creencia pero sin entrar en ella"

Observó el lugar unos instantes; limpio y ordenado. Las paredes eran de un tono beige bonito junto con columnas en gris.

En la parte delantera había un escenario alto cómo en los conciertos.
Micrófonos e instrumentos llenaban parte de éste.
Lo que parecía un púlpito para hablar cómo en las conferencias le daba un aire solemne junto con las elegantes sillas.
No vió ni una sola imagen,ni de virgen, Jesús o algún santo hecho de cerámica, madera u otro material, tampoco vió ninguna cruz, le pareció extraño.

Una chica se acercó a Liz con una sonrisa genuina y la abrazó. No supo como reaccionar.

-¡Hola!-se presentó- No se si me recuerdes de la universidad.Soy Claires

-Hola

-Soy la prima de Allan-dice sentándose al lado de Liz. Notó el parecido con Allan al observar sus ojos oscuros,su piel era más oscura que la del chico -. Voy a tu uni, ocean's wave no sé si me reconoces pero nos hemos visto por los pasillos. Me alegra saber que estás aquí

-Gracias

-No sé si Allan te habrá explicado que es un culto

-No

-Un culto es un servicio en el que alabamos, exaltamos al Señor Jesucristo y oímos su palabra

-Ah...

_Primero cantaremos unas canciones, oraremos por las peticiones

-¿Qué es eso?

-Las peticiones son nuestros sueños, deseos, preocupaciones o problemas puestos delante de Dios. Es contarle lo que sientes y vives.Pedirle que haga su voluntad -Liz pensó que esa chica no debía estar muy bien, hablaba de Dios cómo si su vida dependiera de ello-Luego escucharemos la prédica que es un sermón en el que un hermano o hermana habla acerca de la Biblia

-Gracias

-¿Tienes alguna pregunta?

-No - en todo ese tiempo Claires no dejó de sonreír. Liz intentó atribuir ese hecho a que la chica simplemente quería ser amable.

-Cualquier pregunta puedes hacérmela a mí o a Allan-y se despidió.

Claire habló con un chico que tenía el pelo muy oscuro. Se dió cuenta de que algunas caras le resultaban conocidas. Y podía recordar el momento exacto en el que los había conocido. Toda la universidad sabía quienes eran los chicos de Generación luz y cuatro de ellos estaban en el escenario.
Cathy llevaba el micrófono en la mano. Liz dedujo que era familiar de Allan por su parecido palpable con él.

Comenzó el culto, la hermana de Allan cantaba con otras personas que Liz no conocía. La canción decía así:

Dios de Pactos
Que guardas tus promesas
Que cumples tu palabra
Que guías mi destino

Dios de Pactos
Confío en tus promesas...

La chica se dió cuenta de que esa canción le gustaba y se convenció a sí misma de que sólo era debido a las voces. Después de todo cantaban bien. Además la palabra promesa tenía una connotación muy positiva e importante para ella. Una connotación que ni el paso de los años podía cambiar. Era por ello que había decidido venir aquí. Siempre cumplía lo que decía. Le daría el mes aunque sabía que no serviría de nada.

El culto continuó con dos coros más, las peticiones, la ofrenda y los anuncios de la semana.
Luego comenzó la prédica pero Liz estaba con el móvil. No lo soltó todo el tiempo que duró el sermón.
Allan no decía nada y ella lo agradecía.Realmente había hecho un esfuerzo solo con estar allí.
Casi al finalizar el predicador dijo unas palabras:

-Dios puede cambiar tu vida, si no crees en él pídele que te muestre si es real. La escritura en 1 de corintios 15:14 dice : Si Cristo no resucitó vana es entonces nuestra predicación pero Dios murió y resucitó por nosotros. Él es real. Simplemente dale una oportunidad de cambiar tu vida.

A Liz esas palabras se le quedaron grabadas. Como si las hubiese dicho sólo para ella.Esa cita debía ser importante así que la escribió en el móvil.

El culto finalizó. Sentía mucha paz, ese lugar trasmitía calma. Como si todos sus problemas de alguna extraña forma quedasen suspendidos al entrar por aquellas paredes.

Varias persona fueron a saludarla. A pesar de no sentirse cómoda, le sorprendió. Eran demasiado amables en aquel lugar.

Siempre había permanecido sola a pesar de estar rodeada de personas . La pelinegra no era tímida pero si asocial. Prefería que así siguiese siendo. Los grupos no le agradaban.

Allan miraba a Liz. Frustrado. No había dejado el móvil en toda la prédica aunque intentaba disimularlo. Sólo disponía de un mes. Aunque en un principio le pareció bastante tiempo ahora no estaba tan seguro.

Claire presentó a Cathy, Li Maylin y otras chicas de la iglesia. Al ir a diferentes carreras no coincidían con Liz en la mayoría de asignaturas aunque sí en el comedor y los pasillos.

-Creo que tu taquilla está al lado de la mía - meditó Li Maylin.

-Sí

Liz recordaba a la perfección la decoración de la taquilla de su compañera pero no quiso decir nada más.

-Tus ojos grises son preciosos

-Gracias

-Son muy peculiares me encantan- alagó Claire.
Liz nunca se había sentido guapa. Estaba segura de que se lo había dicho para quedar bien. Así que no contestó.

Tras un tiempo analizando a las chicas, Liz describió a cada una en su mente. Solía analizarlo todo, por algo iba a ser socióloga.
Claire era prima de Cathy y Allan, un poco tímida pero simpática, parecía responsable. Tenía un tono de piel canela envidiable y una melena oscura rizada y abundante. Sus labios gruesos le daban un toque exótico.

Li Maylin era asiática, muy educada, inteligente, aunque poco habladora.Su cabello liso no era largo pero si muy bien cuidado. Su piel clara cómo el marfil creaba un contraste parecido al de Liz.

Cathy era diferente a las otras dos, su voz era alegre, su sonrisa permanente y percibía que era muy extrovertida. Su pelo color chocolate era largo y sus ojos marrones solían brillar cuando hablaba.

Aunque analizó a las otras chicas no llamaron tanto su atención como aquellas tres.

Las cuatro hablaron de diversos temas y por primera vez en mucho tiempo Liz se olvidó de todo lo que asediaba su mente.

La conversación se le hizo muy entretenida. No porque participase activamente en el diálogo sino porque oír hablar a esas jóvenes era agradable. Saltaban de un tema a otro y se reían de anécdotas diversas. Algunas eran referentes a las bromas de Sam, otras a las aventuras con Chris, las locuras de Cathy, varias de ellas cuando decidían salir de compras y Li Maylin hacía de todo para no ir, pero siempre terminaba cediendo.

De un momento a otro su teléfono vibró. Sin atreverse a contestar dejó que sonase, las voces y las risas lo hacían casi inaudible. A la tercera llamada decidió alejarse del grupo y descolgar. Tuvo un corto diálogo con su interlocutor de apenas un minuto.

-Allan voy a irme -habló nada más colgar. La expresión en el rostro de ella volvió a trasmitir pánico durante unos instantes.

Aquello no pasó desapercibido a Allan.

Imagen de Claire

Imagen de Li Maylin