Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz.
Marcos 4:22

—Sigo pensando que es una tontería venir aquí

—No lo es, ellos saben algo del incendio y así podré demostrar mi inocencia

—Nadie te culpo, la directora dijo que no fuiste tú —continuo Bo, serio. Ésta vez hubiese preferido no ir.

—¡Me llamó torpe!

—Y lo eres

—Voy a resolver esta misterio—continuó Sam sintiéndose como Sherlock Holmes mientras guiñaba un ojo a Bo.

—Igual aunque sean unos pijos no tienen porqué saber algo.Nosotros estábamos allí y no vimos nada

—Bo, tengo un presentimiento. Me parece bien haber venido. Gracias por acompañarnos— habló pacífico Allan y la discusión entre Bo y Sam terminó.
Los tres estaban en la puerta de la universidad mare nostrum, terreno peligroso para alumnos de la universidad contraria.

Ya era raro que no estuviesen todos juntos, a quién más solían escuchar era a Christian pero él tras poner una excusa se fue con Marc. Los demás decidieron acompañar a Sam.

La universidad Mare nostrum era mucho más pequeña que la ocean's wave pero era costosa y privada. Entraban los chicos de las familias mas prestigiosas o con notas absolutamente excelentes, debían tener un historial impecable. Había estudiantes becados pero eran pocos. Solamente el 20%.

El emblema del Mare nostrum tenía tonos granate,blanco y dorados. Desde la puerta podía observarse como decoraba todo el exterior e interior de la universidad. Parecía un castillo medieval lujoso e inexpugnable.

Ni siquiera Allan sabía que buscaban.Esperaba que cuando salieran los alumnos podría reconocer al tal Carlos o a Víctor, por lo menos identificar las zapatillas.
Fueron saliendo poco a poco,algunos pasaban de ellos pero la mayoría les miraba con asco por que les reconocían como la banda Generación Luz. Además tenían conocimiento de que eran de la universidad contraria. Y lo segundo les hacía ser más odiados aún.

Se rascó la nuca con frustración. No distinguía a nadie y cada vez salían menos alumnos.

—¿Te suena alguno? —preguntó Bo con los cascos a todo volumen.

—No les vi la cara...

—Si oímos el nombre de Carlos o de Víctor vamos corriendo ...

—¡Hey Iván!—gritó un alumno pelirrojo. Un chico que miraba al suelo se dió la vuelta. Sam sonrió. Había encontrado a Iván, era rubio y alto. Intuyó que su compañero era Víctor.

—Ese es Iván y el otro Víctor, esos saben algo

—Nos odian. No te dirá nada —continuó Bo con su habitual pesimismo. Iván caminaba con el que le había llamado.

—Vamos antes de qué...

—Mira quién está ahí —señaló Bo en dirección contraria al tal Iván.

Los otros dos posaron sus ojos en dónde señalaba y los abrieron asombrados. Sam hizo una expresión dramática y Allan sólo se rascó la nuca.
No entendía como estuviese dónde estuviese se encontraba con Liz.
Frunció el ceño convencido de que era propósito de Dios. Y pensó detenidamente en que tal vez ella siempre había estado pero nunca le había prestado atención ¿Cómo no se había fijado en lo que le pasaba antes?

"Tal vez si hubiese ayudado antes, todo sería diferente " pensó con tristeza recordando su mirada vacía.

—Creo que es interesante saber que hace Liz aquí, ya podremos comprobar lo del incendio luego —meditó Sam para sorpresa de ambos.

Allan sonrió al notar el entusiasmo de su amigo. No buscarían a Iván.
La banda observaba a Liz, no estaba sola.
Hablaba con un alumno del mare nostrum ,lo identificaron por el uniforme. Era una de las pocas universidades que llevaba uniforme, sino la única. La historia de la universidad y el prestigio remontaba 250 años atrás y querían preservar las costumbres y protocolos que los habían hecho elevarse ante tal estatus.

El chico que hablaba con Liz poseía una mirada intrigante, sus facciones y mandíbula eran marcadas, una cicatriz bajo su ojo derecho muy visible le daba un aire lúgubre. Sus ojos eran oscuros y su pelo negro estaba revuelto. Se encontraba cerca de la chica con una pose chulesca.

El simple hecho de observar la escena extrañaba a la banda. Verla con ese chico no le daba buena espina y la forma en la que se expresaba con su lenguaje corporal - ya que no podían oírle- no les gustaba nada. Ella no se veía cómoda.

—¿Crees que nos ha visto?—preguntó Sam—¿Quién es ese tío?

—No creo que nos haya visto. Estamos muy lejos. Y no se quién es ...

Mientras observaban salieron las últimas personas de la universidad. Una de ellas era una chica rubia, no muy alta, con mejillas sonrosadas, labios finos y amplia sonrisa; era Lexy la prima de Christian y con un parecido razonable al de él. Hablaba con entusiasmo a su compañera.
La que se encontraba a su lado tenía melena castaña y unas ondulaciones perfectas que la adornaban. Sus ojos eran verdes y su mirada intensa.
Llevaba unas botas muy altas de tacón y caminaba con una elegancia que sólo caracterizaba a una reina.
Ambas asistían a la iglesia de la ciudad vecina a unos veinte minutos en coche e iban a la universidad mare nostrum.

Sam fue el primero en ver a Sharon con fastidio. Aún recordaba con molestia la vez que había perdido contra ella en el concurso bíblico delante de toda la banda. Él era muy competitivo.

—Hey Sharon, Hola Lexy—saludó Allan. Para desgracia de Sam, las jóvenes se acercaron a ellos.

—Dios les bendiga chicos que grata sorpresa encontraros ¿Ocurre algo ? No esperabamos veros en este lugar —dijo Sharon con su acostumbrada voz suave pero firme. Ella era educada y con un lenguaje muy pulido. Aún así no era ni la mitad de dulce que Lexy. Sin embargo eran grandes amigas.

—¿Sabes quién es ese chico? —preguntó Allan que aunque saludó a las jóvenes no dejaba de observar a Liz y esa peculiar escena.

—Sí, Allan.Sé quién es puesto que va a nuestra universidad —respondió —Es Kek

—¿Qué sabes de él?

—No creo que deba hablar de otros...— dijo manteniendo su postura ergida. Aún así la conocía lo suficiente para saber que se sentía incómoda.

—Necesito saberlo Sharon... Ese chico no me da buena espina

—A la señorita no la reconozco pero imagino que tú si la conoces

Al no se molestó en preguntar porque lo sabía, después de todo estudiaba psicología.

—¿Y tú lo sabes? —pregunta Sam a Lexy, muerto de la curiosidad. Ni siquiera se molestaría en hablar con Sharon. Ella al darse cuenta de que le estaba hablando se puso completamente roja. La joven era muy tímida.

—Sí —susurra.

—¿Y qué sabes? — curiosea sin percatarse del bochorno de ella.

—Samuel te ruego que no insistas—habló Sharon. No quería que Lexy con lo tierna que era se viese obligada a hablar.La conocía bien y su timidez le impedía expresarse como quisiera.

—Sharon yo sí necesito saberlo — interrumpió Allan justo cuando Sam iba a empezar a discutir.

—Es una muy mala compañía para cualquiera que se le acerque. Sabes que no acostumbro a hablar así de las personas pero ...—la chica se notaba incómoda.

—Muchas gracias ...¿ Sabes algo más?

—En realidad no. Si puedo decirte que pertenece a una pandilla peligrosa pero la mayoría son rumores que no me parece edificante escuchar ni hablar.

El castaño sonrió.Era algo que admiraba muchísimo de Sharon. Su prudencia y buen porte; las mismas cualidades que molestaban a Sam. La primera le frenaba su constante curiosidad y la segunda sólo afianzaba la seguridad de la chica que perjudicaba a la suya propia.

—Gracias ¿Cómo se llamaba? —lo había olvidado por completo.

—Kek con K

—Eso no es un nombre

—No sé que sea, Allan.Pero nadie le nombra de otra forma.

—¿Puedes hablarme de Iván?—preguntó cambiando tan drasticamente de tema que ambas jóvenes se miraron. La castaña sonrió sin mostrar los labios dispuesta a hablar. Allan observó que había una expresión en su rostro confusa.

—Él es un excelente alumno y muy buen amigo nuestro.

—¿Algo raro estos días?

—Sobre Iván... faltó hace unos días —soltó Lexy ésta vez. Tanto con Christian -su primo-cómo con Allan tenía una confianza que la hacía ser más abierta, confianza que con Sam no poseía a pesar de que lo conocía.

—Gracias Lexy —sonrió y las chicas despidiéndose, se fueron.

—¡Ya me acuerdo de Iván!¡Yo le conozco! —gritó Sam a sus amigos cuando las chicas estuvieron lejos.

—Creo que perdimos a Liz —siguió Bo viendo como ésta caminaba muy rápido. Su silueta se perdía en la distancia.

—No si corremos—y los tres siguieron a Allan que corría. Ésta vez la pelinegra no escaparía del interrogatorio que planeaba hacerle Allan. Si su relación con ese hombre era cercana Allan creía que era probable que por ello hubiese intentado suicidarse. Estaba dispuesto a saber la verdad por peligroso que esto fuese.

Cuando  Liz vió que la seguían comenzó a correr a una velocidad inhumana.

Bo que era buen corredor aceleró de tal forma que casi la adelantó.Sin darse cuenta del obstáculo a su lado que le hizo perder velocidad.

Liz corría como si no hubiese un mañana. Era consciente de que no la harían daño pero tenía metido el miedo en el cuerpo. Además conocía las preguntas que éstos podrían hacerle. Kek era conocido por ser el jefe de los indomables. Dudaba que ellos no lo supiesen.
Tampoco se sentía con la fuerza emocional para responderles. Menos después de haber hecho el trato con ese ser.

Allan nunca imaginó que al verlos correría pero Liz aparte del aura misteriosa que la rodeaba tendía a ser impredecible.

Bo la adelantó he intento hablar con ella pero sin siquiera escucharlo se metió por otra calle. Allí le salió al encuentro Sam y detrás de él, Allan. No tenía por dónde escapar.

Dios les bendiga, el sábado que viene otro capítulo más.Espero os haya,gustado. Gracias por votar y comentar. 💪✨bendiciones mis lucecitas

Imagen de Kek