
Capítulo 19: Consentía
El verano desgraciadamente ya ha acabado. Septiembre empieza a llegar con fuerza. La temporada comenzó a mitados de agosto. Por mi parte, he empezado otro nuevo curso en la universidad, así que es volver a la rutina nuevamente.
Después de pasar unos días espléndidos en Tegueste, me fui de vacaciones junto a mi familia a Cádiz, puesto que todos los años solemos irnos a alguna parte del sur.
Salgo de la universidad con el móvil en la mano, hasta hace unos escasos minutos estaba hablando con mi hermana.
Una sorpresa dice que tiene para mí. Que miedo me dan su sorpresas.
Cruzo el paseo de peatones, cuando estoy girando la esquina para meterme por una calle por la que llegó más rápido a casa escucho mi nombre.
Me giro y me lo encuentro a él con una sonrisa.
- Amor, ¿qué haces aquí?
- Venir a por mi novia.
Me acerco a él para abrazarle, pero él poco tarda en unir nuestros labios.
- Vamos, que tengo reservado para comer.
Nos montamos en su coche, él me deja su móvil para poner música. Hace pocos días me sorprendió cuando me enseñó una Playlist que hizo donde hay canciones que a ambos nos gustan bastante. Cada vez que vamos en el coche los dos la escuchamos juntos.
Suena una canción que él ya la ha titulado como nuestra, " Consentía" de Dellafuente.
- Mira, con lo guapa que tú eres
¿Por qué no nos juntamos y hacemos unos nenes? - canta mirándome, yo me rio.
- Venga que ya hemos llegado - anuncia, bajándose del coche.
En el momento en el que estoy a su lado entrelaza nuestras manos y me guía hasta un restaurante cerca del paseo marítimo de Casteldefels.
Después de haber comido, Pedri y yo salimos del restaurante. Es un poco cabezón, porque no me ha dejado pagar nada ni los postres al menos.
- vamos a dar un paseo por la playa.
Nos quitamos los zapatos y los calcetines y los cojemos en la mano, nos acercamos a la orilla para sentir el mar en nuestros pies y vamos andando lentamente mientras la brisa nos revuelve el pelo.
- ¿A qué hora tienes que estar en la ciudad deportiva?
- Dentro de tres horas - responde - ¿Tú hermana te dio las entradas?
- Sí, la tengo en casa.
- Genial, que no se te olvide.
- Claro que no se me va a olvidar - indico, él asiente.
Nos quedamos unos minutos más paseando por la orilla hasta que es hora de irnos, no vaya a ser que Pedri llegue tarde.
- Nos vemos después, princesa.
- Adiós, amor - me despido besandole.
Me bajo del coche para entrar a casa. Aún tengo que hacer los deberes y trabajos si quiero tener un fin de semana tranquilito y sin estrés. Como aún queda horas para el partido me pongo cuanto antes para de esta forma quitármelo todo del medio.
Estoy terminando de realizar un trabajo que tiene de fecha límite el domingo, pero paro cuando recibo un email que me deja en estado de shock, estoy flipando.
Me proponen volver a irme a estudiar este curso a Milán.
No contesto al email. Aún no puedo. Necesito pensármelo bien. Aunque, es una oportunidad increíble.
Cuando veo que se acerca más la hora del partido me voy a la ducha para después vestirme.
Pedri, al comienzo de la temporada me regaló una de sus camisetas, así que cada vez que tiene partido como buena novia que soy pues me la pongo. Hoy no iba a hacer menos. Me pongo la camiseta, unos pantalones vaqueros y las convers.
Mis padres también van al partido, ya que desde hace muchos años son socios del Barcelona, así que son ellos los que me llevan hasta el estadio.
Ya en el estadio mis padres se van a sus asientos y yo me voy al asiento que está indicado en la entrada. Justo atrás del banquillo.
Mi hermana, que va a sentarse al banquillo, cuando me ve se acerca a saludarme con un abrazo. Al igual que Gavi y Nico.
Cuando Pedri me presento a estos dos enseguida me cayeron bien. Son dos chicos de lo más top.
- Nos vemos después, Afrodita - me dice Gavi.
- Vale, suerte chicos.
- Gracias - responden los dos con una sonrisa.
Veo como Pedri sale a entrenar, mira para todos los lados hasta que me ve y es entonces cuando alza su mano para saludarme.
El asiento de al lado mía, que estaba vacío deja de estarlo. Me giro para mirar a la persona que lo ha ocupado y me rio al ver a Fer.
- Hombre si es mi cuñi - pronuncia riendo, enseguida me da dos besos. - ¿Todo bien?
- Todo más que bien. ¿Tú?
- Todo genial.
Fer y yo enseguida empezamos a hablar. Hablar con él es muy entretenido porque puedes hablar de cualquier cosa.
- Venga que empieza el partido.
Quedan escasos minutos para que el árbitro pite el final del partido. Por ahora, el barca va perdiendo por un 1 a 2. Gavi, que ha salido hace unos veinte minutos, lleva el balón en sus pies. Intenta tirar pero al estar rodeado de rivales es imposible, por lo que busca un hueco para pasarsela a Ferran. Ferran centra y ahí llega Pedri para meter el gol.
Fer y yo nos abrazamos y aplaudimos felices.
Pedri lo celebra primero con todos sus compañeros y después se gira, mientras hace una A y tira un beso.
- Cuñadita, que te ha dedicado el gol - informa Fer riendo.
Yo le doy un codazo que le hace reír aún más.
Cuando el partido ha acabado vamos dentro a esperarle.
Pedri sale pasado unos veinte minutos. Se acerca a nosotros con una sonrisa en su rostro. Al llegar a nosotros primero abraza a su hermano, y después se acerca a mi y me besa.
- Has estado espectacular - indico, él se ríe en mi cuello.
- Gracias, amor. ¿Vamos a casa de Eric? Quiere hacer una barbacoa.
- Venga vámonos.
Estamos casi todos en casa de Eric, pero todavía faltan Nico y Gavi, estos dos siempre llegan tarde.
Cuando ya estamos todos, y la comida está lista empezamos a comer todos menos Gavi que está con el móvil.
- Gavi, deja el móvil y ponte a comer que se te enfría la comida - le reprocha Ferran.
- Estará hablando con su Triana - desvela Nico, Gavi abre los ojos.
- ¿Tienes novia? - le pregunto.
- No, bueno no sé. - responde.
Pedri y Eric se levantan para ir a por los postres. Y los demás nos quedamos sentados.
- Ojalá me mirasen como Pedri te mira a ti Afrodita - susurra Nico, me giro para mirar a Pedri que me mira con una sonrisa y los ojos brillantes.
- Ya llegará la persona, Nico.
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