𝖁𝖊𝖎𝖓𝖙𝖎𝖙𝖗𝖊𝖘
Canción del capítulo: Alan Walker ft. Ava Max - Alone pt. 2.
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Antepenúltimo capítulo
Han pasado varios días y muchas cosas. El tiempo de Alora en Seúl se había terminado temporalmente, la joven partiría a Nueva York con sus padres y su hermana en tan sólo un día. JungKook se quedaría en casa de Enora esperando a la chica, pero YoonGi también estaría allí para cuidar de él, de los mareos el vampiro había pasado a los repentinos desmayos, no importara lo que hiciera, era probable que terminara en el suelo cuando perdía la conciencia, ni siquiera en medio de esos desmayos podía ver a Enora. Le hacía preguntarse si al morir finalmente se reencontraría con la única humana que se ganó su corazón, su rostro se iba viendo más cansado, más humano en pocas palabras, era lo que él quería, ¿No?
JiAe parecía estar un poco más unida a su hija menor, había reprochado a Jennie por su actitud y la obligó a disculparse con su hermana incluso cuando el daño ya estaba hecho, para Jennie fue un momento absurdo siguiendo así con su idea de que Alora estaba mal de la cabeza, la castaña por su parte sentía que sus padres finalmente estaban apoyándola más de alguna manera. Alora le contó a su madre los planes de JungKook para encontrarse con su abuela, fue imposible para la señora Kim no sentir cierta empatía por el vampiro, al mismo tiempo, tal vez un poco de envidia, JungKook podía renunciar a todo sin pensarlo tanto, ella no era capaz de dejar a su familia para reunirse con su madre. No estaba lista para irse aún.
Y JiAe desconocía que el destino de su hija era irse mucho antes que ella.
Su tío MinJae había vuelto más temprano de lo esperado con su esposa, al final no tuvo lo que quería decidiendo darlo por perdido. Alora sentada en su cama miró las hojas del diario que había intentado unir inútilmente, algunas no tenían sentido. Con algo de dolor terminó cerrando aquel cuaderno, se agachó frente a su maleta de viaje dejando el diario en el interior, incluso cuando no podía leerlo, no lo desecharía, su abuela lo había escrito para ella, lo mantendría como una reliquia.
—¿Tienes todo listo?—aquella voz femenina le hizo mirar detrás de sí. YooRim parecía algo incómoda, tenía sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.
YoonGi le había explicado a la joven el dolor y cierto rencor que su gemela guardaba a Enora.
—Sí, bueno, la mayoría de mis cosas ya están en mi equipaje—se incorporó colocándose de pie—¿Vienes por tu hermano?
—¿No crees que de ser así hubiera aparecido en la otra habitación?—preguntó con cierta burla—Quería hablar contigo.
—Claro—Alora cerró la puerta para más privacidad de ambas—Yo también quería hablarte.
—¿Tú...vas a volver realmente?
—Sí, JungKook y yo hicimos una promesa. Él me esperará, yo volveré.
—¿No tienes miedo ahora que sabes la verdad?
—Podría morir en cualquier momento y cualquier lugar—respondió—¿Los humanos no vivimos sabiendo eso?, podemos morir en un parpadeo, aun así hacemos muchas cosas estúpidas que pueden colocarnos en peligro.
YooRim asintió estando un poco cohibida. No sabía como decirlo:
—Lo siento.
Lo soltó sin más.
—¿Por...qué?—Alora se acercó a ella quedando frente a frente.
—Siento que he sido grosera contigo. Además de eso, intenté convencer a JungKook para que se alejara de ti y...
—Creo que la disculpa no debería ir dirigida a mí—interrumpió. Con una pequeña sonrisa llevó sus manos a su cuello deshaciéndose del collar de su abuela—Sé que Enora fue una amiga especial para ti, YooRim.
—Todavía recuerdo cuando le di ese collar. Fue lindo saber que nuestros padres se dedicaron a lo mismo—guardó silencio cuando ella extendió su mano ofreciéndoselo—¿Qué estás haciendo?
—Quiero que lo tengas.
—¿Qué?, no, ella te lo dio...
—Y ahora quiero dártelo. ¿Sabes lo que dicen sobre dejar ir algo?, si vuelve siempre fue tuyo, si no lo hace, no lo fue.
—Estás hablando tonterías.
—Este collar siempre fue tuyo, iba a ser de JungKook, luego fue de halmeoni, por mucho tiempo fue mío...—sonrió dulcemente—Ahora quiero devolverlo a su dueña o creadora.
—Pero te recuerda a Enora.
—Ya tengo un regalo más grande de ella en mi maleta, ¿Lo olvidas?—se refirió al diario junto al cuaderno de dibujos—Me parece bien que tengas algo que te recuerde a la amistad que tuvieron.
YooRim miró el collar de mariposa que ella misma hizo hace muchos años. Inhaló profundo negando con la cabeza, su hermano tenía razón, Alora era...un tanto diferente.
—Gracias.
—De nada—dejó el accesorio en su mano.
—Hablaré con los chicos. Principalmente con JungKook.
—Está bien.
La vio salir de su habitación cerrando la puerta de nuevo. Alora fue a su escritorio tomando asiento, su diario personal había sido de mucha ayuda esos días, se había estado sintiendo sofocada en ocasiones encontrando cierto consuelo en ese diario regalado por JungKook. Pasó las hojas tomando nuevas notas en ellas:
En un día volveré a Nueva York, casi está todo listo. No estoy tranquila con dejar a JungKook aquí, sé que está debilitándose más rápido de lo que esperaba, no tardaré en volver. Necesito recoger todo en casa.
Desde hace dos días estoy sintiéndome extraña, si salgo a la calle comienzo a estar paranoica. Estar con mis padres se hace difícil, no puedo decirles la verdad. Mamá no me dejaría sola, ¿Así se habrá sentido la abuela?, ¿Habrá tenido miedo de saber que moriría?
Todo está volviéndose confuso.
Alora se asomó en la puerta de la habitación de JungKook, éste terminaba de colocarse una camisa manga larga, su cabello húmedo por la ducha recién tomada daba la impresión de que su cabello azabache brillaba. Vivir esos días con el vampiro fue más grato de lo esperado, Alora le tenía mucho aprecio en poco tiempo.
—Pensé que YoonGi y YooRim seguirían aquí...
Habían pasado toda la tarde allí, de hecho.
—Acaban de irse. YoonGi me dijo que estabas dormida, pasó por tu cuarto.
—Me quedé dormida escribiendo en el diario—forzó una pequeña sonrisa—¿Cómo te sientes?
—En este momento estoy normal—la notó un poco dudosa—¿Tú estás bien?
—¿Realmente estarás aquí cuando vuelva?—sus ojos tomaron un brillo distinto. Sabía que la muchacha no quería perderlo, pero no podía obligarlo a estar de compañía—Es que...no lo sé, no me siento segura.
—¿No vas a volver?
—Estoy segura de eso, pero...hablo de ti, a veces estás muy mal y en otras ocasiones luces normal—jugó con sus manos—Tengo miedo, en pocas palabras, tengo miedo de que al volver no estés y sea como la muerte de la abuela, no quiero perderme algo así de nuevo.
JungKook se acercó rodeándola con sus brazos. Alora lo abrazó también con un poco más de fuerza escondiendo su rostro en su pecho.
—Te esperaré, ¿Sí?
—¿No quieres acompañarme a Nueva York?
—Nunca he salido del país, Alora. No he tenido la necesidad de hacerlo—dio pequeñas palmaditas a su espalda, el olor de su sangre estaba más fuerte, por alguna razón, desde hace dos días ya no le molestaba ni lo aturdía, era como si se hubiese acostumbrado a ello—No te preocupes por mí, estaré con YoonGi, si pasa algo él te escribirá.
—A veces quisiera pedirte que no te vayas—lentamente lo soltó—Pero tranquilo, no te lo diré—lo miró—YooRim se disculpó conmigo, ¿Hizo lo mismo contigo?
—Sí—asintió—Por cierto, no tienes el collar de tu abuela.
—Ah, se lo di a YooRim. Creo que ya tengo algo que me hace pensar en halmeoni—explicó—Ella necesita algo que le recuerde a su amiga.
JungKook sonrió de lado.
—Eres como Enora, siempre piensan en los demás.
—Muchos humanos hacen eso.
—No, muchos humanos han perdido la empatía. Tú mejor que nadie lo sabes.
—¿Te parece si salimos mañana?, será mi último día, me gustaría pasar unas horas contigo—admitió un poco avergonzada—¿Qué les gusta a los vampiros?
—Sangre.
—No tengo sangre, ¿Algo más?
—Mmm, asesinar personas.
—Ya—reprochó escuchando su risita. Era primera vez que lo hacía reír—Vayamos al cine, no, no puedes comer nada. ¿Te parece comer un helado?, no, eso es comida. ¿Bebemos algo?, no, eso también es...
—Alora—tomó sus brazos—Cualquier cosa que hagamos estará bien.
Comenzamos los tres capítulos finales de esta historia (me ha salido más tranquila de lo que esperaba :) )
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